comiendome su culito

Despues de quedarme trabajando durante mas de 24 horas sin dormir, regresé a casa como cada tarde, realmente me sentía cansado, pero no hacía sino pensar en mi esposa, extrañaba su calor, su cuerpo, sus besos y su olor. Quería a toda costa dormir… aun la turbulencia de las voces y los ruidos de la noche anterior retumbaban en mi cabeza…llegué a casa a eso de las cuatro, dormí tal vez por cuatro o cinco horas. Me despertó un beso cálido en los labios, al abrir mis ojos, encontré la figura exuberante de mi esposa, le di un beso, me levanté un poco aperezado, mi verga estaba tan templada que parecía que mis bóxers blancos se fueran a rasgar. Ella observó la humedad en mi ropa interior y me acarició mi miembro con un roce que casi me hace estallar… “que desperdicio” susurró, “aquí nadie va a desperdiciar nada” le respondí.
Entré al baño , sin saber que después de unos minutos me esposa se me uniría en la ducha.. empezó a besarme apasionadamente tomandome fuertemente con sus dos manos de mis nalgas, hice lo propio, sentía como sus labios bajan por mi cuello, mi pecho, mi ombligo… mi verga palpitaba, mientras el agua tibia recorría mi cuerpo… sentí que me renovaba, sentí la tibieza de sus labios y su lengua en mi glande, suavemente se deslizaban por la cara inferior de mi pene, mientras con una mano me lo sostenía y lo manipulaba en su boca, con su otra mano debajo de mis testículos jugaba a acariciarme, no sé si el agua tibia ayudaba, la verdad me sentí muy cómodo, sobre todo cuando, su dedo medio se acercó a mi ano y en forma circular empezó a acariciarme suavemente… me sentí tan atrapado que no sabía si decirle que parara o si animarla a que continuara, decidi que lo mejor era continuar la faena en la cama; justo cuando su dedo ingresaba traviesamente en mi patio trasero, por poco y la hago beber de mi lechecita, creo que alcanzó a saborear unas cuantas gotas.
Una vez en nuestro lecho el dominio fue totalmente mio, bueno hasta cierto punto… la tome por la espalda y la acosté boca abajo, tome un aceite con olor a fresa y lo esparcí por sus hombros, “esta noche no lo podrás olvidar” - le susurré, seguí bajando con masajes circulares y mientras lo hacía, fui notando como su piel se erizaba , a mis masajes los acompañaron unos besos húmedos que se acercaban a sus nalgas; podía escuchar sus gemidos de placer, mi lengua se deslizó muy lentamente por el medio de sus nalgas hasta encontrar ese punto estratégico de su cuerpo, tomé su caderas con mis manos y la puse en cuatro, escurrí el aceite comestible por su culito y la empecé a lamer, con lengüetazos largos, cortos y circulares; mientras tanto mi mano derecha frotaba exasperantemente su clítoris, húmedo, sentía su relieve y sus jugos se escurrían entre mis dedos…gemíamos de placer, como me excitaba verla sometida, impotente y a mis pies… al mismo tiempo sentía como palpitaba mi verga y la veía escurriendo lentamente, cualquier roce accidental hubiera sido caótico. Después de masturbarla y lamerle ese culito durante un buen tiempo, tomé mi dedo y con la ayuda del aceite y mi saliva logré adentrarlo y moverlo hacia adelante y hacia atrás… le pregunté “que quieres” “que me comas toda” dijo con una voz casi dramática, como si sus palabras se resistieran a salir… viéndola de esta manera, tomé un consolador anal y reemplacé mi dedo… su culito se abrió mas , esta vez pude acariciar sus téticas con una de mis manos, sentí sus pezones tan erectos como mi pene, luego de esta maniobra, no aguanté mas y tomé mi verga… la puse en la puerta de entrada entre sus nalgas, sentí como sus manos se deslizaron hacia atrás tratando de detener la envestida de mi cuerpo, aunque sintió algo de miedo.. se dejó llevar más por el deseo, la punta de mi verga sintió un poco de estreches pero poco a poco mi liquido seminal, mi saliva y el aceite lograron la mezcla perfecta para permitir que la punta de mi verga se deslizara un poco mas adentro, aunque escuché un gemido de dolor y un poco de rechazo de su cuerpo que se iba hacia adelante intentando expulsar al intruso, una de sus manos empujó mi cuerpo logrando que mi verga se adentrara un poco mas , cuando sentí esa delicia, tuve que hacer un gran esfuerzo para no bañarla en mi semen, me acomodé mejor, y seguí empujando suavemente hasta sentir que estaba todo adentro, “dame por el culo, cómeme, maaaas” mi mano derecha buscó su clítoris y como un baile muy bien sincronizado, mi verga entraba y salía suavemente, mis dedos acariciaban su clítoris…no resisti mas y sentí como mi pene soltó toda es furia y al mismo tiempo su culo se contrajo como tratando de arrancarme la verga y quedarse con ella, escuché sus gritos de placer… esta vez acompañados de llanto, a mi verga no le quedo una sola gota de leche, palpitó muchas veces dentro se ano, ella y yo nos desplomamos … yo empecé a imaginarme y a querer que ella me lamiera mi culito y porque no que me hiciera un buen masaje prostatico