Que clase de bronca con mi esposa! Esta vez si estamos enfadados y por algo tan simple como quien debe hacer que en la casa... Salió ella de aquí hecha una furia y no se donde habrá ido. De vez
Relato
Que clase de bronca con mi esposa! Esta vez si estamos enfadados y por algo tan simple como quien debe hacer que en la casa... Salió ella de aquí hecha una furia y no se donde habrá ido. De vez en cuando tenemos estas broncas me imagino yo por el tedio y la rutina que asfixia a cualquiera. Nos damos cuenta de que solo vivimos para pagar cuentas y no tenemos tiempo para nosotros mismos. Llamare a la casa de Miriam a ver si Sara esta por allí... Claro! allí estaba! Dando cuentas de nuestra pelea. Dije a Miriam, voy para allá o para seguir la bronca o arreglarnos. Ella dijo, si, ven porque John y yo estamos en casa y nos gustaría poder ayudar, si se puede, claro esta.
Llegue allí al cabo de unos minutos, John abrió la puerta y pase a la salita. No habia nadie allí, solo el. Me ofreció un trago y acepte... si, el mismo "Long Island Iced Tea" que siempre tomo. De pronto apareció Miriam, viniendo del cuarto donde pude apenas ver a Sara que estaba sentada en la cama. Con una amplia sonrisa Miriam dijo, Hola! Que tal?. Bien dije yo, como esta Sara? Bien! dijo ella, ya esta calmada. Siempre hemos tenido cuidado con Sara de no insultarnos en medio de broncas, eso deja las mismas huellas que dejan los clavos en la pared. Si se saca el clavo, de todas maneras queda la huella... Por eso siempre ha sido fácil reconsiderar las cosas después de la explosión. Le dije, Miriam, por que no invitas a Sara para que venga a la sala y tal vez podamos conversar los cuatro y tomarnos un trago y suavizar las cosas? Bueno, dijo Miriam y se fue al cuarto de nuevo.
John y yo nos sentamos en la sala y bebimos en silencio, después de una pausa me dijo, ustedes pelean a menudo? No, conteste, en realidad casi nunca. Me imagino que a veces uno se explota por cualquier cosa y arremete con la persona que uno mas quiere. Es verdad eso, te pregunto porque Miriam y yo hemos tenido algunas bronquitas últimamente y es por bobadas. Cero que la presión de la vida misma termina por hacernos gente agresiva y eso no puede ser. Llegaron las mujeres del cuarto, Sara me miro y sentó a mi lado. Miriam dijo, de que hablan los caballeros? De broncas dijo John, Sara suspiro y Miriam dijo, si todos las tenemos de vez en cuando. John dijo, si y creo que es debido a que permitimos que las presiones de la vida misma nos afecten. Debemos hacer algo para divertirnos y salir de la rutina. Sara y yo hemos tenido un par de intercambios con otras parejas y estos podrían ser los próximos. Miriam era amiga de Sara de hacia mucho tiempo y John, un gringo buena gente pero que no habia sido nada de santo en sus años de temprana juventud.
Miriam era una rubia natural y a mi nunca me han gustado las rubias, siempre he dicho que las morenas tienen la chucha más sabrosa, pero ahora la mire bien y estaba de lo más atractiva y tal vez podría averiguar si tenia la concha sabrosa... Mientras ellos intercambiaban ideas y opiniones acerca de evitar las broncas, mi morbo me empezó a encender el bombillo... y comencé la trama. Tenia que arreglármelas para llevar la conversación al tema sexual y sabia que Sara me seguiría, dado a que hemos disfrutado a rabiar nuestras dos experiencias previas. Hacia tres semanas que no teníamos sexo con Sara ya que la ultima vez fue un intercambio con un gigante y su gordita esposa en las montañas de las Carolinas. El tipo tenia tan inmensa verga que Sara estuvo adolorida todo este tiempo y me advirtió que a pesar que realmente habia gozado mucho eso, mas nunca quería meterse con un pingon de 14 pulgadas ya que no quería morirse de gusto sino gozar al máximo. En una de esas dijo Miriam, a veces pienso que la rutina en que uno vive contribuye a estas cosas. Si, dije yo, es por eso que es saludable salir de la rutina y hacer cosas nuevas. Sara paro las antenas y me miro, yo le sonreí como pidiendo su venia, para intentar algo con estos. Sara miro a John y me miro de nuevo y dijo mirándome SI! Yo estoy de acuerdo en que hay que hacer cosas nuevas.
Ya... habia recibido el mensaje de ella, estaba de acuerdo, la bronca ya estaba atrás y ahora íbamos a ver que pasaba con John y Miriam. Estos eran primerizos, se notaba que no tenían experiencia, a lo que yo dije: Que harían ustedes para salir de la rutina? Miriam miro a John y dijo, bueno no se... hemos alguna vez hablado de cosas titubeaba y John intervino diciendo, Hemos hablado de hacer cosas pero nada de drogas ni nada que no este de acuerdo con nuestra moralidad. Ah! Dijo Sara y al parecer esas normas son muy estrictas ya que todavía no han salido de la rutina. Bueno en realidad no lo son tanto dijo Miriam, pero es que es difícil plantear lo que uno quiere abiertamente. Me di cuenta que la cosa iba bien, ya era hora de poner la oferta en la mesa a ver que pasaba, hice una seña a Sara como pidiendo apoyo incondicional y ella asintió con la cabeza. Bueno dije, nosotros con Sara hemos roto la rutina y somos muy felices al lograr llegar a un nuevo nivel de nuestra relación. Como? Dijo Miriam, que han hecho Ustedes? Si, dijo John, nos gustaría saber... Dije a Sara, quieres tu contarles a ellos lo que hemos hecho? Sara miro con mucho dominio de escena, que se lo daba la experiencia, y dijo... Hemos sido amigas tu y yo Miriam desde que íbamos a la escuela, y te tengo mucha confianza, por lo tanto lo que les contare ha de quedar entre nosotros y solo para nosotros, si? Bien! Dijo Miriam y John, por favor compartan con nosotros. Esa era la palabra clave de esto 'compartan'. Se soltó Sara a contarles nuestra decisión de conocer a otras parejas etc... y que habia sido algo placentero y que habia roto la rutina y sobre todo habia afianzado el amor que nos teníamos ya que tambien éramos socios de fechorías.
Miriam, se habia quedado con la boca abierta, no se movía ni decía nada pero las palabras graficas de Sara habían surtido su efecto, se notaba claramente los pezones duros de excitación por sobre la bluse de Miriam. John, que no era santo, dijo, voy a preparar otra ronda de tragos, ven conmigo Miriam. Se fueron a la cocina, Sara y yo nos sentamos muy juntos y susurre a su oído, discúlpame por lo de la bronca, ella dijo, si! Tu tambien discúlpame a mi. Dije a Sara, te gustaría que jugáramos los cuatro esta noche? Me dijo ella en voz baja, averiguare de frente con John de que tamaño tiene la pija porque otro gigante no me mete. Bueno, le dije, llegara el momento. Llegaron de vuelta John y Miriam trayendo los tragos que parecían estar más fuertes esta vez... dijo John, un brindis por nuestra amistad! Salud dijimos todos. Note que Miriam apuro casi todo el trago de una vez, pense que trataba de prepararse para algo. John dijo, si ustedes nos permiten hemos hablado con Miriam y nos gustaría pedirles un favor.. Que? Dijo Sara, que siempre le gustaba ir a la delantera en esto... Dijo el, podrían enseñarnos las cosas nuevas que ustedes han hecho ya un par de veces?. Mire a Sara y dije, claro que si, pero debemos estar claros en hasta donde ustedes quieren llegar. Por mi parte dijo Miriam, yo creo que es tiempo que hagamos algo bien diferente de lo que hemos hecho hasta ahora, por lo tanto yo voto por lo que sea. Yo confió en que Sara no me llevaría a algo que no me gustaría. Le dije a Sara, recuerdas a Paula, como ella tomo la delantera en las montañas? Si, dijo Sara. Quieres tu hacer lo mismo? Creo que si y se aproximo a Miriam diciendo. John, permitirías tu que le quite la ropa a Miriam? John miro a Miriam y titubeo murmurando... claro! Si ella esta de acuerdo. No se hable mas, dijo Sara, se puso delante de Miriam y le dijo, déjate llevar, cierra los ojos y solo pon tu mente a trabajar.
Sara quería desnudar a Miriam para que yo me deleitara mirando a una rubia desnuda, cuando Miriam estuvo desnuda, la tomo de la mano y la puso enfrente de John, le dijo: Muéstranos como le mamas la pija a tu marido... Miriam que jadeaba de caliente llenando la habitación con su olor a concha caliente, se arrodillo frente de John, y sacándole su herramienta se la metió a la boca. Sara que solo le interesaba ver de que tamaño la tenia, suspiro al ver que era hasta un tantito más pequeña que la mía. Note el alborozo en sus ojos! Ahora si Sara estaba en esto. Se habia quedado traumatizada con la pingota inmensa del gigante de la otra historia, y ya no quería eso más. A pesar de que se vino varias veces con la inmensa pija dentro de ella, se quedo muy adolorida y según ella, no quería repetirlo ya que con una mas chica se venia igual sin sufrirla tanto. Sara en menos de un par de segundos estaba desnuda, para deleite de John que la miraba mientras Miriam lo mamaba. Sara le quito la ropa a este y solo quedaba yo, que de pronto estaba fuera de lugar. Eche a andar el morbo y tome a Sara, arrodillándola delante de John para que ella siguiera mamándolo, le dije a Miriam, quieres quitarme la ropa? Miriam miro a John y el asintió con la cabeza, volviendo a cerrar los ojos ya que Sara sabia mamar muy bien. En menos de un minuto Miriam estaba arrodillada delante de mi con mi pija en su boca. La metía y la sacaba con cuidado sosteniéndola con su mano derecha para no meterla toda dentro de la boca.
Nos fuimos todos al cuarto, todo el mundo desnudo, los hombres con sendas pingas bien duras y las mujeres jadeando de calentura. Me acerque a Miriam y la recosté de espaldas en la cama... y descaradamente me puse a mirarle su concha pobleda de espesos pendejos de color rubio oscuro, acerque mi rostro a sus piernas entreabiertas y olí su concha jugosa y hedionda a mujer caliente, deseosa de ya comenzar a culear para dar rienda suelta al desenfreno... Sara seguia mamando la pija de John quien estaba calladito disfrutando de eso. Llego la hora de metérsela a alguien, tenia el culo de Sara apuntando hacia mi mientras se lo mamaba a John, tambien tenia la concha entreabierta de Miriam brillante de jugo esperando su ración de pinga, ya a estas alturas todos íbamos con todos. Opte por montarme sobre Miriam y con toda cortesía le dije a John, puedo? Al ver esto John puso a Sara en la cama al lado de Miriam, la abrió las piernas mostrando la chucha que yo tanto gozaba y me dijo... si! Quiero verlo! Metí la cabeza de mi pija dentro de la oliente y mojada chucha de Miriam, y sin compasión de un solo empujón la clave hasta el fondo, ella dio un brinco, no estaba acostumbrada a esa pulgada extra ni al grueso, después de eso y antes de comenzar a bombearla, mira a John como el arremetía dentro de la chucha de Sara que estaba jadeante de caliente, al sentir la pija de John dentro de ella, Sara abrió mas las piernas echando su concha un poco hacia arriba para que entrara todo, lo agarro de la cintura y lo empujo dentro de ella, ya esos dos tenían que arreglárselas entre ellos.
Sara sabia culear muy bien y este John no iba a durar mucho... Miriam, habia comenzado un meneito cortito y rápido, sentía como su vagina apretaba mi pija cada vez que entraba y salía... de pronto comenzó a murmurar cosas, no se oía lo que decía solo "mmmm" y con los ojos bien cerrados contorneaba su cabeza de lado a lado... y más "mmmm". Escuche a Sara como se venia un par de veces, escuche a John dándole ánimos de seguir viniéndose y Sara seguia el meneo que a mi me pone vizco de placer. La concha de Miriam estaba muy sabrosa, muy caliente, apretada y ella sabia apretar y soltar toda la cavidad vaginal, y eso me tenia loquito a mi. Le seguí el jueguito, seguí bombeándola al ritmo de sus meneos, me canse de eso y la vire, la puse en cuatro patas y comencé a bombearle la chucha por detrás. John, que ya la habia dado los cinco orgasmos de Sara y ella mostraba signos de aflojar el paso, lentamente saco su pija de Sara y la metió en la boca de Miriam quien hacia todo bien, apretaba su chucha mientras yo la bombeaba y mamaba a John todo al mismo tiempo sin dejas de soltar un "mmmm" de cuando en cuando. Desconecte a Miriam y ella se le monto encima a John, yo abr las piernas de Sara y sentí su chucha como mi hogar, rica, suave, deliciosamente caliente y apretadita... le dije, Sara, amor, hazme venir, quiero llenarte la chucha de mi leche y ella comenzó a hacer lo que hace mejor de toda la vida caballero. Se meneo hasta que me puse vizco de placer mis músculos tensos de un orgasmo que no terminaba y Sara sin aflojar continuo meneándose hasta que solté mi propio "mmmm". Mientras Miriam hacia su numerito en John, ella sabia perfectamente cuando apretar su chucha y soltar a medida entraba y salía de ella, John la agarro de las caderas desde abajo de ella y bombeaba hacia arriba, hasta soltar su leche caliente dentro de su esposa, quien al sentirla soltó su "aaaahhhh" final.
Nos refugiamos los hombres en los brazos de nuestras chicas, nadie decía nada. De pronto Sara dijo, esto fue maravilloso! Gracias a ambos por esta linda experiencia. Gracias a ustedes dijo Miriam, esto no pudo haber resultado mejor, cada uno termino con su pareja y eso es grandioso para ser la primera vez. Sara dijo, John, eres todo un caballero y me gusto culear contigo. Lo mismo digo, dijo Miriam, creo que si ustedes quisieran pudieran pasar el próximo fin de semana con nosotros en la casita de la playa. Dije, si, allí estaremos y haremos algunas otras cositas me aventure a decir... Si, dijo Miriam, nos gustara eso.
yo le metia la verga en el culo una otra ves mientras ella le mamaba la verga ami compadre como una puta desesperada por momentos ella dejaba de mamarle la verga ami compadre por que el ya estaba a punto de venirse para luego mamarle el queso humedo y rojo de mi esposa
Relato erótico enviado por Anonymous el 24 de February de 2010 a las 00:07:43 - Relato porno leído 144234 veces