Cómo desvirgué a mi novia

COMO DESVIRGUE A MI NOVIA

Corría el año de 1999 cuando por primera vez había accedido mi novia a acompañarme a un cine donde exhiben solo películas pornográficas, mi intención era calentarla para que de esa manera no se me hiciera difícil de convencerla de cogérmela, fuimos al mencionado cine y le dije que si se sentía mal que me lo dijera para retirarnos de inmediato, es de mencionar que mi novia era egresada de un colegio de monjas y de unos padres muy conservadores y puritanos, así que ya se pueden ir imaginando las dificultades por las que yo estaba pasando para cumplir con mi propósito.


Pues bien, entramos al cine y nos dirigimos a los últimos asientos para tener mas intimidad, la película ya había comenzado y esperaba una reacción de rechazo por parte de mi novia y que me pidiera a gritos que nos largáramos de ahí, sin embargo no fue así, por el contrario cuando la abracé noté que su respiración estaba algo acelerada, las escenas de la película si estaban algo candentes, yo por mi parte estaba excitándome mucho que no pude evitar poner una mano en su pecho arriesgándome que me diera una bofetada, pero para mi sorpresa ella tomó mi mano y la apretó contra su seno, eso hizo que mi tranca se pusiera mas dura aún, durante toda la película estuve apretando su pecho y ella lanzaba grandes suspiros.

Cuando se terminó la función salimos a pasear a un parque y nos abrazamos y comenzamos a acariciarnos atrevidamente, ella puso su mano encima de mi verga y comenzó a acariciarla, tuvimos que separarnos de inmediato cuando vimos a unos policías que se dirigían hacia nosotros, se nos bajó la calentura cuando nos llamaron la atención, corrimos con suerte de que no nos arrestaran y nos fuimos del parque, pero camino a su casa le propuse que nos fuéramos a un lugar donde estuviéramos solos para dar rienda suelta a nuestros deseos, ella dudó unos momentos pero al final aceptó, nos fuimos al primer hotel que encontramos, en el cuarto ella me pidió que le permitiera tomar la iniciativa y acepté sorprendido porque no creí que se animara recordando que era algo santurrona, ella me quitó la camisa y el pantalón, los zapatos y los calcetines, me dejó solo en mis calzoncillos, luego me pidió que la desnudara, así que le quité la blusa, el brassier y la falda, dejándola también en pantaletas, me dijo con una sonrisa pícara "acuéstate y relájate, no te va a doler" yo muy obediente me acosté y ella comenzó con un beso ardiente en mi boca y luego comenzó a recorrerme el cuerpo a besos, me chupó mis pezones que extrañamente se pusieron un poco duros, yo nunca había experimentado eso, poco a poco fue bajando y me acarició el pene por encima de mis calzoncillos poniendo mi verga mas dura, cuando me bajó los calzoncillos mi verga salió como impulsada por un resorte, luego la acarició y me recorrió el prepusio para descubrir el glande, en seguida le dio unos lengüetazos para luego metérselo a la boca, en verdad me tenía muy sorprendido pero creo que en verdad la película la había puesto tan caliente que se olvidó de sus principios religiosos y educación chapada a la antigua, me daba tremendas mamadas que parecía que no era su primera vez, estaba a punto de eyacular cuando la detuve, no quería venirme de inmediato.


La hice que se acostara boca arriba y también yo comenzé con la misma rutina que ella había utilizado, la besé en sus labios, el cuello, sus senos, le chupé sus pezones tan fuerte hasta que los puse rojos, fui bajando poco a poco hasta llegar hasta sus pantaletas, se las bajé lentamente hasta quitárselas por completo, le separé las piernas cuidadosamente, noté algo de temblor en ella y me dijo "por favor ten mucho cuidado, no me vayas a lastimar" lo le dije que no se preocupara, que lo iba a hacer con mucha delicadeza, le acaricié el pubis y lentamente le separé sus labios, estaba bien mojada, contemplé su clítoris, me pareció muy hermoso, le froté mis dedos contra su clítoris, ella lanzaba unos suaves gemidos de placer, cerraba fuerte sus ojos y mecía la cabeza de un lado a otro, movía sus caderas disfrutando de los roces de mis dedos sobre su botoncito de amor, tenía la cara roja, y sus manos se aferraban con fuerza a la sabana, luego comenzé a lamer sus labios mientras que con mi dedo pulgar masajeaba su clítoris, eso hizo sus gemidos se hicieran mas fuertes, le metí la lengua en su vagina aumentando de intensidad sus gemidos de placer, de pronto llegó al orgasmo mojándome la boca con sus jugos.


Dejé que su respiración recuperara su ritmo normal y la coloqué de espaldas, comenzé a darle un masaje acariciando su cuello y su espalda y comenzé a besarla desde el cuello y recorriendo por toda su espalda hasta sus nalgas, besé cada pedazo de esas nalgas y luego las abrí para contemplar el ano, lo besé y lo chupé ella comenzó a corresponder con movimientos acercándome mas su culo a mi boca, al mismo tiempo que le chupaba el ano le acariciaba su vulva oprimiendo su clítoris, sus gemidos eran suaves, como si deseara gemir pero en silencio, la hice poner boca arriba para mamarle sus hermosos pezones mientras que le abría las piernas poniéndole mi pene sobre la rajita, mientras que le succionaba sus pezones le frotaba mi verga sobre su rajita tratando de prepararla para lo que le esperaba, me incorporé y le puse una almohada debajo de sus nalgas para elevarla un poco y así hacer que su vagina se abriera, enseguida me puse sus piernas en mis hombros y le coloqué la cabeza de mi verga en la entrada de la vagina, ella me miró con una mirada de angustia y me dijo " ¿me va a doler, verdad?" – Sólo un poquito, pero aguanta, le contesté, empezé a empujar poco a poco hasta que entró la cabeza de mi verga, ella lanzó un pequeño quejido de dolor y se le salieron unas lágrimas y se mordía los labios, me detuve al sentir la resistencia de su himen, me retiré un poco y enseguida arremetí contra ella metiéndole mi verga de un solo golpe, ella lanzó un grito de dolor y me mantuve quieto por unos instantes hasta que se le pasara el dolor de la desvirgación, ella llorando me dijo que le dolía mucho pero la consolé diciéndole que eso ya estaba pasando que enseguida iba a gozar, le di un beso en sus labios y cuando se había tranquilizado comenzé a moverme primero muy lento atento a las reacciones de mi novia, al parecer el dolor ya había pasado y ahora estaba gimiendo de placer a cada arremetida que yo le daba, aceleré el movimiento y ahora ella ya no gritaba de dolor si no de placer, me clavo las uñas en mi espalda yo aceleré al máximo mis empujones alcanzando los dos el orgasmo, yo me tiré encima de ella con mi verga aún dentro de su vagina, mientras que los dos nos abrazábamos y nos fundíamos en un ardiente beso.


Cuando me incorporé noté que mi pene estaba manchado se sangre así como su vagina y la sábana, la tomé en mis brazos y nos dirigimos a bañarnos, nos enjabonamos los dos mutuamente y comenzamos a acariciarnos y besarnos mientras el agua recorría nuestros cuerpos, nuevamente mi verga se endureció y la puse de espaldas, enjaboné mis manos y le abrí las nalgas lubricando con el jabón su anito, ella al principio se resistió pero terminó accediendo la hice que se apoyara con sus manos en el inodoro mientras que yo me ponía atrás de ella, me enjaboné mi verga y la enfilé hacia su virgen ano, empujé suave pero con firmeza, ella se quejaba de dolor y me pidió que ya no siguiera, yo la ignoré y de un solo empujón se la enterré toda haciéndola que gritara, me quedé quieto hasta que se acostumbrara su ano a mi verga y comenzé a moverme, ella gimió gozando mis embestidas, su ano me apretaba con fuerza a mi verga haciéndome llegar al orgasmo, le vacie todo mi semen dentro de su ano y cuando se la saqué me midió que se la metiera en su boca, me chupó con tal fuerza que salió aún mas semen.


Terminamos de bañarnos y al salir del hotel teníamos la expresión de unos niños que acababan de hacer una travesura.


Nuestra relación duró escasamente unos seis meses, después me mandó al diablo cambiándome por un tipo podrido de dinero, yo apenas comenzaba a aclientarme en mi profesión como arquitecto pero ella quería toda una vida de lujos de forma inmediata, cosa que yo no podía darle en ese momento.


Bien chicos y chicas espero que les haya gustado mi relato, hasta pronto y cuídense mucho del SIDA, protéjanse.