Recientemente Carlos Juan mi marido, llegó corriendo a casa, sudando, de inmediato bajó las persianas, y se puso a ver en dirección a la calle, evidentemente estaba muy asustado. Por lo que le pregunté, qué era lo que había pasado, él sin dejar de ver por las persinas, me respondió. El hijo de la gran puta de tú hermano, mandó a un par de tipos para que me cobren, el dinero que le debemos.
Relato
La verdad es que se que mi hermano es un desgraciado, y que se la pasa metido en negocios turbios, y que además es capaz de hacer, lo que dijo mi marido, y mucho más. Lo que yo ignoraba, por lo menos en parte, era que Carlos Juan le debiera dinero a mi hermano.
Carlos estaba como dicen vulgarmente, cagado de miedo. Como que sabía que si no tenía el dinero, no es que lo fueran a matar, pero por lo menos de una buena pela, no lo salvaba nadie.
Por lo que casi llorando se dirigió a mi y tomándome por los hombros me dijo, si llegan a venir, diles que no estoy. Si insisten en entrar, les muestra la casa, pero cuidado que yo me voy a esconder, bajo la cama. Además les puedes decir, que voy a recibir un dinero la semana que viene, por un apartamento que vendí.
Para empezar la que vendió el apartamento fui yo, y ese dinero es mío. No bien le dije eso, Carlos comenzó a llorar como un crio, diciéndome. Tú lo que quieres es que me maten, ¿verdad? Lo cierto es que sentí lastima y pena por él. Así que tratando de calmarlo, le dije, bueno voy hacer todo lo posible, para que no te encuentren, y cálmate que cuando me llegué el cheque, llamó a mi hermano para que venga a cobrar.
Gimoteando aun, mi esposo no se francamente como pudo meterse bajo la cama. Y no bien él había terminado de hacerlo, cuando sentí que tocaron la puerta. Era mi propio hermano, acompañado de uno de sus secuaces.
Nada más abrí la puerta, que mi hermano Lucas entró como si esa fuera su casa. Sin pedir permiso, ni nada. Buscando a mi marido, y diciendo a voz en cuello, dile al cabrón de Carlos Juan que salga, que tan solo le voy a partir la cara, por no pagar lo que me debe.
Mientras su compañero revisó el resto de la casa, le dije a mi hermano. Mira Lucas, Carlo Juan no se encuentra aquí, y además la semana que viene me pagan un dinero, y con eso te vamos a pagar la deuda que él tiene contigo.
En ese instante, luego de revisar toda la casa, regresó su acompañante, y le hizo unas señas. Lucas me tomó por el brazo, y llevándome hasta nuestro dormitorio, al tiempo que tomábamos asiento sobre mi cama, me dijo. Bueno hermanita, en vista de que el cabrón de tú marido, no se encuentra. Tú bien puedes ir adelantándonos un pago, por aquello de no salir con las manos vacías.
Yo la verdad es que no comprendí lo que mi hermano me quería decir con esas palabras. Hasta que de momento él comenzó agarrar mis tetas, y le hizo señas a su compañero de que también me las agarrase. Yo de momento me encontré en un predicamento, o los paraba en seco, o los dejaba que continuasen. Ya que conociendo lo hijo de puta que es mi hermano, sabía que no se conformarían con tan solo toquetear mis tetas. Sino que seguramente, ya fuera por las buenas o por las malas, me iban a follar, junto con su acompañante.
Por otra parte, como Carlos Juan estaba bajo la misma cama, en cierto momento temí que de repente él saliera, y se formara una pelea. Pero mientras mi hermano, y su amigo continuaron no tan solo agarrando mis tetas, sino que también chupándomelas. Algo me dijo que mi marido, no iba a salir de su escondite, pasara lo que pasara.
Así que cuando entre ellos dos comenzaron a desvestirme, no opuse ninguna resistencia. Luego al dejarme del todo desnuda, tanto mi hermano, como su compañero, se fueron bajando los pantalones, y sacando sus vergas. De momento Lucas me dijo, a ver María, si nos das como parte del pago una buena mamada.
Yo de manera sumisa, y resignada a mi suerte, casi a punto de llorar, me arrodillé entre ellos dos, les agarré sus miembros, y uno a uno de manera alterna, me los fui llevando a mi boca para mamárselos. Mientras que yo comencé a centrarme más en la verga de mi hermano, Estefan su compañero, sin más ni más se colocó tras de mi, y comenzó a enterrarme toda su verga por mi coño.
Lo peor de todo era, que mi marido se encontraba viendo, o por lo menos escuchando, como mi hermano me puso a mamar, mientras su compañero me enterraba toda su verga, es decir todo lo que estaba sucediendo en nuestro dormitorio, y el muy hijo de puta, ni siquiera tuvo el valor de salir.
Yo en cierto momento me sentí sumamente mal, al darme cuenta de que mi marido, no se atrevió hacer nada por evitar que abusaran de mi. Así que dejé de pensar en él, y de inmediato comencé a pensar en mi. Así que en lugar de deprimirme, por esta mamando la verga de mi hermano, y dejar que un extraño me penetrase. Comencé a disfrutar plenamente de todo lo que mi hermano, y su amigo me estaban haciendo.
Así que después de que por un buen rato estuve mama que mama la verga de Lucas, y Estefan me estuvo enterrando su verga por mi coño. Ellos dos después de que me lave, cambiaron de lugar.
Así que mientras i hermano se recostó en la cama, y yo cabalgaba sobre su parada verga, su amigo Estefan me puso su verga frente a mi cara, la que yo gustosamente me puse a mamar.
El resto de la tarde se la pasaron ambos follándome, como les dio su real gana, mientras que el cabrón de Carlos Juan permanecía bajo la cama sin hacer nada.
Ya cuando, tanto mi hermano como Estefan se dieron gusto conmigo. Después de que ambos se vistieron, y yo me lavaba el chocho en el bidé, Lucas me dijo. Dile al cabrón de tu marido, que la próxima vez, cuando venga a cobrar, lo vamos a sacar de debajo de la cama, para que vea como te follamos entre tres, al mismo tiempo.
Yo que en ese momento, como que no me importaba nada le respondí, ten seguro que apenas lo vea se lo voy a decir, pero seguramente ya te escuchó. Fue cuando Lucas cerrando la puerta de la casa, me dijo. Eso lo sé, al muy cabrón se le veían los zapatos por fuera de la cama…
...Hermanito, ya no sigas. No sabes lo que haces”.-Me decía llorando Astrid.
Yo, cegado me dije a mí mismo que si ya había llegado hasta ahí, no podía irme sin meterle el polvo...
Relato erótico enviado por charly_bo el 11 de June de 2012 a las 00:00:02 - Relato porno leído 247841 veces
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Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 20:02) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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