Esta es una historia que comenzó hace aproximadamente veinte años y aun hoy se mantiene vigente, porque es la historia de cómo conocí a Mercedes la que hoy es mi señora y madre de mis dos hermosas hijas de trece y once años.- Mercedes tiene actualmente 35 años mientras que yo tengo 37, me llamo Carlos y estamos casados hace aproximadamente quince años.-
Mercedes se crió, por alguna extraña razón que nunca supe y tampoco quise averiguar, con unos primos que vivían en el campo; sus primos eran parientes lejanos míos y la conocí una vez que fuimos de visita a su campo; en ese entonces yo tenía 17 años y me faltaba poco para cumplir los 18, mientras que Mercedes tenía 16 recién cumplidos; yo en ese entonces era un chico muy tímido que había tenido una educación muy cerrada y me crié muy aferrado a mis padres y por lo tanto hasta esa edad solamente había hablado con chicas compañeras de colegio pero sin llegar a nada más debido a mi timidez.-
Cuando conocí a Mercedes la verdad que me gustó y yo tambien a ella; habíamos ido con mis padres para quedarnos una semana de vacaciones en el campo y nos hicimos grandes amigos; una tarde muy linda de verano, Mecha (como le decían) me invitó a dar un paseo a caballo por el campo; yo sabía andar por haberlo hecho repetidas veces en un campo de amigos de mi padre; por lo que avisamos a sus primos y a mis padres que nos demoraríamos bastante ya que estaríamos dando vueltas por el campo.- Asi nos decidimos esa tarde a pasear los dos juntos ; yo vestido con un fino pantalón y una camisa liviana por el calor, mientras que Mecha se había puesto tambien unos pantalones de tela muy fina y un top que tapaba sus tetas y dejaba ver su ombligo; como el top era tambien muy fino dejaba ver debajo su corpiño celeste que sujetaba un buen par de tetas para la edad que tenía.-
Subimos cada uno a su caballo y nos pusimos en marcha hacía el campo que se veía hermoso por el sol que caía en esos momentos; anduvimos mucho rato charlando y tonteando ambos, hasta que vimos un pequeño ranchito adonde nos dirigimos para combatir el intenso calor.- Cuando llegamos, era una construcción abandonado hacía algún tiempo, pero serviría para estar un rato a la sombra; con unos troncos armamos unos bancos y una vez acomodados nos pusimos a charlar:
• Decime Carlitos, tenés novia?
• No Mecha, no tengo novia, y vos?
• Con quien querés que me ponga de novio, si no hay ningún muchacho en muchos kilómetros
• Pero es que vos sos muy linda Mecha
• Y decime Carlitos, vos que sos un machito muy lindo, no tenés ganas de cogerme?
• Ganas no me faltan, pero la verdad es que no se como se hace, nunca lo he hecho
• Yo tampoco, que te parece si probamos
• Empecemos por sacarnos la ropa de la cintura para abajo
Así lo hicimos, mi pija empezaba a levantarse mientras ella mostraba su conchita con la aparición de algunos pelitos; la verdad no sabíamos como empezar; entonces recordando lo que había visto en algunas películas la abracé y le dí un beso, que al principio era un beso de hermano pero poco a poco se fue convirtiendo en un beso apasionado, hasta que logré meter mi lengua en su boquita y ella tambien hizo lo propio mezclando de tal modo nuestras salivas.-
Mi pija se metía entre sus piernas pero yo no sabía como debía hacer; ella me agarró la pija y me la empezó a acariciar iniciando lo que después supimos era una paja; a mi me gustó la sensación y a ella tambien, por lo que4 siguió subiendo y bajando su manita alrededor de mi pija, hasta lograr mi primera acabada llenando sus manitas con mi semen.-
Nos limpiamos como pudimos, pero a los dos nos pareció poco, yo me agaché y le dí un beso en su hermosa conchita haciéndola estremecer; cuando me levante para abrazarla otra vez, mi pija se incrustó entre sus piernas y ahí pensé en penetrarla; le avisé y le dije que si le dolía me avisara; mi pija poco a poco buscaba su entradita hasta que la encontró y así se fue metiendo en esa hasta entonces virginal conchita; despacito fue entrando hasta que topó con algo; yo en realidad no sabía que era, pero pensé que podía ser doloroso; se lo avisé y ella me dijo que siguiera porque le estaba gustando; yo entonces hice fuerza y noté que algo se rompía dentro de Mecha y enseguida empezó a perder sangre, dándonos un buen susto los dos; paramos lo que estábamos haciendo, pero al poco rato notamos que la pérdida de sangre disminuía en intensidad y nos decidimos a seguir; ya con mas confianza le saqué el top y el corpiño, quedando Mecha con sus hermosas tetas al aire; enseguida se las cubrió con el brazo por vergüenza, pero yo le saqué los brazos de adelante y le empecé a dar besos en las tetas, hasta que al rato se las empecé a chupar, lo que pareció que a ella le causaba buen efecto porque sus pezones se pusieron bien duros; jugando con sus tetas no me olvidé de su conchita, entonces le puse otra vez mi pija adentro, la que se manchó un poco de sangre, pero me empecé a mover en forma natural, mientras Mecha empezaba a gemir, y a pedir que no se la saque; lejos estaba yo de sacársela más cuando ella dando un gran grito tuvo el primer orgasmo de su vida, del que le costó algunos segundos recuperarse y fue en ese momento que yo seguí con el mete saca hasta que acabé dentro de su conchita, dejándola llena con mi leche.-
Ahora si que podíamos decir que habíamos cogido por primera vez y la verdad que la experiencia fue hermosa; pero no teníamos en cuenta que yo había acabado dentro de ella sin protección alguna y por lo tanto, Mecha podía quedar embarazada.- Con esa angustia, nos vestimos y despacio nos volvimos para la casa, donde ya se estaban empezando a preocupar por nuestra tardanza, mientras que a Mecha y a mí nos invadían dos sensaciones completamente distintas; de felicidad, por haber sido nuestra primera vez, pero tambien de angustia, porque no sabíamos si podía haber quedado embarazada.-
Fueron muchos días de zozobra esperando la llegada de su período menstrual durante los cuales no dejamos un día de hablarnos por teléfono averiguando si había alguna novedad, hasta que llegó el día esperado en que tuvo su período en forma, dejando de lado todas nuestras preocupaciones; pero a los dos nos había gustado por igual, por lo que tratábamos de vernos muy seguido, aprovechando esos días para seguir cogiendo como lo que éramos; dos jóvenes calentones; eso sí, Mecha empezó a tomar la píldora anticonceptiva para evitar problemas de embarazo; íbamos muchas veces al mismo ranchito de la primera vez, pero poco a poco nos dimos cuenta que ese era un lugar muy incómodo y decidimos buscar algo que fuera más confortable; de ese modo yo estaba atento para hacerme una escapada cuando Mecha me avisaba que sus primos saldrían por varias horas y a veces lo hacían por uno o dos días, lo que yo aprovechaba para decirle a mis padres que iba de excursión con mis amigos, pero en realidad iba a coger con Mecha.-
Algunas veces, muy pocas, Mecha venía hasta la ciudad donde vivíamos y esos días, si no podíamos ir a mi casa, hacíamos lo imposible para poder ir disimuladamente a un hotel, donde podríamos entrar pese a que Mecha no tenía la mayoría de edad.-
Así nos fuimos acostumbrando a lo bueno; cuando yo iba al campo utilizábamos su cama para coger a gusto; ya estaba todo mejor; sus tetas se habían afirmado y era un encanto chuparlas y ver sus pezones como se ponían rígidos de excitación; sus piernas ya estaban bien desarrolladas y hermosas, mientras que su culo se estaba transformando en algo especial para mirar y admirar.-
Ahora en la cama gozábamos mucho y a mi me encantaba ponérsela en esa conchita divina, mientras que ella cuando la tenía bien adentro me abrazaba con sus piernas y lograba una penetración plena; después de hacerlo varias veces, siempre gozando y cada vez más nos gustaba muy mucho; nos acostumbramos a hacer el 69 donde nos chupábamos, yo su hermosa conchita y a ella le había empezado a gustara chuparme la pija y tragarme mi lechita de la que decía que tenía sabor agridulce muy rico para su gusto.- Seguimos con nuestras cogidas y una tarde que había ella venido para mi casa ya que se habían ido mis padres, estábamos los dos acostados en mi cama, lógicamente cogiendo; yo la había abrazado de atrás y así la tenía amarrado a sus tetas y con mi pija metida en su conchita, en un momento dado ésta se salió y al volver a ponerla. Me equivoqué de agujero y sin querer queriendo se la metí en el culito; ella se estremeció del dolor, pero yo quedé enloquecido dentro de tan hermoso agujero; ella al principio me pidió que se la sacara porque estaba sintiendo mucho dolor; yo frené un rato mis acometidas pero tampoco quería salir de ese deseado lugar después de haberlo conseguido entrar de casualidad; a ella las lágrimas le brotaban de sus hermosos ojos, y yo, sin sacarle mi pija, le dije muchas cosas dulces, hasta que ella, con una sonrisa, me dijo que era toda mía y que la usara como quería.- Ese fue el día más feliz de mi vida; le estaba rompiendo el tan deseado culito a Mecha mientras estaba aferrado sus tetas; era lo mejor que me podía pasar; me seguí moviendo dentro de ella que me ayudaba con sus movimientos muy suavemente hasta que no pude aguantar más y llene con mi leche tan hermoso culo y tambien sus intestinos; quedamos enganchados de ese modo un rato largo, y cuando mi pija sola se salió de tan lindo refugio, de su culito empezaron a salir regueros de mi blanca lechecita que se fueron desparramando por sus hermosas piernas; nos abrazamos y así fuimos hasta el baño, para darnos la ducha merecida; después de esa hubo varias veces más hasta que Mecha se hizo adicta al sexo anal al igual que yo.-
Seguimos cogiendo mucho tiempo más hasta que decidimos blanquear la situación ante nuestros parientes; le hicimos saber que nos amábamos y que estábamos dispuestos a casarnos en poco tiempo; nuestra idea fue aceptada por todos los miembros de nuestra familia y en poco tiempo sellamos nuestros amor con nuestro casamiento.-
Una vez casados, seguimos cogiendo con Mecha como al principio, solamente que ella dejó de tomar la píldora anticonceptiva porque nuestro deseo era tener hijos frutos de nuestro amor; a los pocos meces quedó embarazada de una hermosa nena y actualmente somos padres de dos hermosas niñas que son el sueño y el fruto de nuestro intenso amor; en este momento nos estamos cuidado porque la segunda aun es muy pequeña, pero pensamos seguir en nuestro camino de ser felices cogiendo y a eso seguimos dedicados y lo será por mucho tiempo. Gracias por vuestra atención.-