Gracias a mi profesión pude cumplir mi sueño de estar con mi cantante favorito que aunque tiene casi 60 años sigue con el mismo encanto de siempre.
Relato
Con el maestro.
Soy periodista y como tal fui a cubrir una conferencia de prensa de un artista extranjero que en particular me gusta mucho desde que era muy chica. Tengo casi todos sus discos.
La conferencia era en el mismo hotel dónde se hospedaba. Nos ubicamos todos en la sala y esperamos a que dicha personalidad apareciera.
Estaba prevista para las 19 horas, pero pensé para mi, este tipo con la fama que tiene se va a hacer esperar un montón. Me equivoqué... llegó diez minutos más tarde.
Estaba sentada en la segunda fila, él estaba a unos tres metros de mi.
Se presentó sonriente y atento con todos mis colegas.
Cuándo llegó mi turno de realizar las preguntas, me buscó con la mirada y la fijó en mis ojos. Creo que me sonrojé pero disimulé y seguí como si nada realizando mi serie de preguntas.
Mientras me respondía no dejó de mirarme, logró ponerme incómoda.
Terminó la conferencia, saludé a unos colegas de otro medio y me dirigí a la salida para ir hasta la oficina a entregar mi reportaje.
Cuándo estaba a unos metros escuché que alguien corría detrás de mi. Me di vuelta y era un moreno altísimo, corpulento.
Me dijo: señorita espere.
Yo: A mi me habla? Respondí
Hombre: Si usted... oiga, mi nombre es Omar soy de la seguridad del hotel, el señor quiere conocerla personalmente.
Yo: Cómo?
O: Si, dice que la espera a las 22 horas. Enviaremos un remise a su departamento, le daré instrucciones al chofer para que entre sin ser vista por sus colegas, que estarán de guardia toda la noche.
Yo: Me quedé paralizada, no podía responder!
O: No se olvide, mire que es una oportunidad que no tiene cualquiera, la de conocer personalmente a un maestro, como el señor.
Yo: Y como se que no es una broma de mal gusto?
O: No tengo como probarlo pero deme su dirección, venga y compruebe.
Yo: Con desconfianza, se la dí.
Omar se fue y me quedé ahí parada pensando por unos segundos luego seguí caminando.
Llegué a la oficina que queda a unas cuadras del hotel, le entregué el material a mi compañero y me despedí hasta el otro día.
Fui al baño me miré al espejo y pensé... reacciona mujer!!
Salí casi corriendo a la calle para conseguir un taxi, debía llegar lo antes posible a mi apartamento para arreglarme para ese encuentro que parecía un sueño.
Llegué a mi apartamento tomé una ducha y la pregunta que nos hacemos todas en un caso así: que me pongo??
Abrí el placard y dije no tengo nada apropiado!
Hasta que por fin me decidí por un vestido algo escotado pero nada vulgar, unos zapatos de taco no muy alto. Algo de perfume, un poco de brillo en los labios, delineador de ojos y rimel. Un look natural.
Baje y ya estaba el remise esperándome, mientras iba hacia el hotel no estaba para nada nerviosa, es que no había caído en la cuenta de quién estaría frente a mi en unos minutos.
Entramos por la parte lateral del hotel al garaje, ahí estaba Omar esperándome, entramos al ascensor.
Le pregunté está en el restaurante?
Omar me respondió, no en su suite.
Mi cara debió desfigurarse, sentí ganas de salir corriendo.
Este no sería un encuentro común...
Se abrió la puerta del ascensor y ahí estaban dos custodias a quienes Omar les dijo que era yo la invitada del señor.
Tocó a la puerta y abrió ÉL personalmente, me invitó a pasar y le dijo a Omar que podía retirarse.
Con un gesto me indicó el sillón, me senté.
Se sentó a mi lado, me llamó por mi nombre y me dijo ponte cómoda.
Estaba atontada, a pesar de la experiencia que me ha dado esta profesión.
No puedo creer que te acuerdes como me llamo, le dije (que tonta parecí)
Me respondió tengo buena memoria sobre todo cuándo alguien me interesa y me lanzó una mirada punzante.
Sobre la mesa habían, un recipiente con frutas, una botella de champan y dos copas.
Se paró sirvió el champan y me alcanzó una copa.
Brindemos dijo. Porqué quieres brindar tú??
Respondí: por esta oportunidad de conocerte.
Bebimos, hablamos de diversos temas. Nos reímos.
Mientras cruzábamos miradas, mis nervios se calmaron con el alcohol y le respondía de la misma forma.
Se acercó a mi y acarició suavemente mi pierna. Aaahhh! Sentí como me mojaba.
Respondí acariciando su brazo y su mano subió más arriba!
Nos acercamos y comenzamos a besarnos suavemente. Que espectacular besa!! Es un maestro!
Lo abracé por el cuello y acaricié su nuca, su cabello.
Me alejó, me observó.
Se sentó en el sillón y me dijo: te quitas el vestido para mi?
Sonreí con picardía, y comencé a quitármelo lentamente, mientras lo miraba fijo a los ojos y él no podía evitar tocarse el miembro que abultaba en su pantalón.
Estaba frente a él con una tanguita pequeña y zapatos.
Se quitó la camisa y pude apreciar su cuerpo, ese que solo había visto antes en fotos.
Me excito mucho ver su piel de hombre maduro y sentí como me mojaba abundante.
Tomé una frutilla del recipiente la coloqué en mi boca y me acerqué para ofrecercela. La aceptó gustoso, la compartimos mientras nos besábamos.
Me coloqué de rodillas delante y le desabroché el pantalón, le quité los zapatos, se quitó el pantalón.
Cuándo estaba por quitarme los zapatos, me dijo dejatelos puestos, me gustan como te quedan.
Se abrió de piernas y me ofreció su manjar. Lo acaricié por encima del bóxer que aún tenía puesto. Lamí sus muslos los mordisquee y el respondió con un gemido y sus manos fueron a mis pechos. Me incorporé y los acerqué a su boca, los lamió como nunca antes nadie lo había hecho, lanzaba gemiditos suaves cerca de su cara, notaba que le excitaba mi suavidad.
Fui bajando poco a poco, dándole lamiditas. Volví a quedar de rodillas, le quité el boxer y pude apreciar con claridad su miembro, era de un tamaño normal, algo delgado. Lo tomé con una mano, me acerque y pude sentir su olor muy agradable por cierto.
Comencé por darle pequeños golpecitos con la punta de mi lengua, luego lo lamí desde la base hasta la cabeza lentamente.
Me excitaba cada vez más escucharlo gemir reclinado en el sillón.
Continué así por un rato... poniendo y sacándolo de mi boca, lamiendo, chupando.
Mientras lo masturbaba con mi mano pude sentir como se contraía, estaba llegando al clímax, en unos segundos tenía su semen bañando mi cara y mis pechos.
Se quedó un momento recostado.
Me di vuelta para buscar con que limpiarme.
Se incorporó, tomó papel y comenzó a limpiarme con suavidad, ese gesto me encantó.
Le dije que iba al baño.
Cuándo volví tomé mi vestido con la intención de vestirme.
Me miró y mientras me insinuaba su brazo me dijo: Ven aquí a mi lado, tómate otra copa.
Acepté gustosa.
Me abrazó con mucha ternura acarició mis labios con su dedo indice y me dijo con una sonrisa picara: lo haces muy bien.
También sonreí, lo abracé y me concentré en sentir su olor. Sabía que aquella sería la única oportunidad.
Me dijo esperame, ya regreso.
Allí quedé recostada en el sillón. Demoró bastante...
De repente apareció y me hizo señas para que fuera.
Fui me tomó de la mano y me llevó al baño.
Había preparado el jacuzzi!! No lo podía creer!!
Me abrazó por la cintura, besó mi cuello, mi espalda y me quitó la tanguita a la vez que acariciaba mis nalgas, llegó hasta mis pies y quitó mis zapatos.
Le dije que ese momento me parecía un sueño, y me respondió nos es un sueño dándome una palmadita en las nalgas.
Nos introducimos en el jacuzzi, fue fabuloso sentir las burbujas mientras nos acariciabamos y besábamos.
Me sentó en uno de los bordes y abrió mis piernas.
Fue todo un deleite sentir su lengua en mis labios, los saboreó y chupó a su antojo, no podía parar de gemir hasta que me descargué en un hermoso orgasmo.
En esto también era un maestro!!
Volví al agua, lo abracé y besé.
Tomé su miembro con mucha suavidad, lo masturbé.
Me coloqué encima y con un suave movimiento de caderas fui haciendo que me penetrara.
Lo cabalgué por un rato, alternando movimientos, caricias, sintiendo el agua en nuestros cuerpos y por supuesto nuestras expresiones de placer aumentaron cada vez más.
Me colocó en cuatro y comenzó a penetrarme con sus dedos, aahhh!! estaba en las nubes!!
Primero en mi vagina y luego suavemente en mi ano.
Miraba asia atrás para verlo y ahí estaba observando cada uno de mis movimiento y gestos para ver si me gustaba lo que me daba.
Con una mano se apoyó en mi hombro y con la otra dirigió su pene a mi vagina haciéndome desearlo y luego enloquecer de placer con su forma de moverlo. Adentro, afuera, en circulos, suave, fuerte. Y llegó otro espectacular orgasmo.
Sacó su pene de mi vagina y lo apoyó en mi ano. Observó mi reacción y comenzó a presionar firme hasta que me lo introdujo todo.
Dejé escapar un quejidito, se detuvo y preguntó si estaba bien. Le respondí: de maravillas, sigue...
Continuó detenido por un momento, hasta que mis movimientos le indicaron que deseaba seguir.
Tomó mis pechos, aceleró cada vez más sus embestidas hasta que estalle en otro orgasmo más intenso aún que los anteriores y casi a la vez sentí como su semen caliente se derramaba dentro de mi.
Estaba muy cansada y él también aunque no dejaba de sorprenderme su desempeño, a su edad.
Nos abrazamos y besamos con dulzura.
Disfrutamos por un buen rato.
Me dijo: vamos a la cama?
Le respondí que debía irme. Aunque en realidad, ganas no tenía.
Me preguntó si me esperaba alguien. Le dije que nadie.
Y entonces? Preguntó.
Nos secamos mutuamente y fuimos a la cama.
Le dije una frase de una de sus canciones, que estaba muy acorde con ese momento; soltó una carcajada.
Me abrazó con esa dulzura que ya era una característica a esa altura de la noche, nos besamos.
Me quedé unos minutos mirándolo, después de todo no creía que fuera verdad que estuviera compartiendo esa intimidad tan deliciosa con ÉL.
Cuándo desperté estábamos en posición “cucharita” y podía sentir su miembro erecto entre mis nalgas y sus labios en mi espalda.
Di la vuelta, lo besé apasionadamente y me coloqué encima, moviendo las caderas dirigí su miembro a mi vagina y me deslicé muy lentamente.
Se sentó en la cama de tal forma que quedamos en la posición “flor de loto”, al sentir sus caricias en mi espalda y su boca succionando mis pezones, estallé en un orgasmo. Las contracciones de mi vagina masajearon su miembro, haciendo que se viniera dentro de mi.
Tamamos una ducha juntos... esa fue la despedida.
Luego mi preocupación fue, como salir del hotel sin ser vista por mis colegas.
Lo tenía todo arreglado, llamó a Omar y este me ayudó a salir casi de la misma forma que entré, sin que nadie se diera cuenta.
Una quinceañera caliente, logra lo que tanto ansía: descubrir que el sexo va mas allá de meterse tímidamente un dedito. Su portero le dará una dulce lección.
Relato erótico enviado por euterpe el 11 de October de 2004 a las 10:03:00 - Relato porno leído 196021 veces
Esta historia ocurrió en Arequipa y es totalmente cierta. Mi sobrina era tímida pero terminó gustándole el sexo.
Relato erótico enviado por blackcat el 21 de January de 2005 a las 16:37:46 - Relato porno leído 143642 veces
Si te ha gustado Con el maestro... vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.
Por eso dedica 30 segundos a valorar Con el maestro....
te lo agradecerá.
Comentarios enviados para este relato
camibb
(8 de January de 2013 a las 03:20) dice:
Yo también quiero saber quien es. Jajaja woow que noche.. magtrujillo
(25 de August de 2010 a las 03:53) dice:
Excelente! Se nota tu facilidad para la escritura. Sólo una cosa, danos una pista de quién se trata, si? patrickchise
(25 de August de 2010 a las 02:03) dice:
ahhh muy buen relato!!!! ana500
(10 de September de 2010 a las 00:13) dice:
Me encantó tu relato!€ enhorabuena!!! Quien fuera ella...mmmm
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