Con la mejor amiga de mi ex

Hola, mi nombre es Ricardo, estudié hace algunos años en la Universidad Nacional Agraria La Molina, en Lima, Perú.

La historia comenzó cuando ingresé a la universidad, en los primeros dias de clase los cachimbos nos estabamos conociendo, y me hice amigo de tres chicas, que juntas formaban un grupo autodenominado el "MCR", siglas cuyo significado ahora no voy a explicar. De ese grupo, la que más me atraía era Angélica, que era de piel blanca, delgada, bonita, usaba unos lentecitos que la hacian ver muy guapa, pero en las primeras conversaciones me enteré de que, desafortunadamente, tenía enamorado (un vecino con quien había iniciado una relación antes de ingresar a la universidad). Yo, muy respetuoso en estos casos, la descarté de mi lista de "posibles parejas", sin que eso signifique que no me regodease los ojos de vez en cuando observando su figura tan deseable, sus movimientos, su sensualidad oculta tras su inocencia (teníamos en ese entonces 17 años).

Pasó un año, y desarrollé una amistad con su mejor amiga, Danitza. Ella no era de rostro tan bonito como Angélica, pero tenía un cuerpo endiabladamente bien formado. Para resumir, en un paseo que hicimos juntos en el segundo año de estudios, me hice enamorado de Danitza, y esta relación se fue fortaleciendo con el paso del tiempo, pues estuvimos juntos hasta que acabó la carrera, e incluso un par de años despues, mientras estabamos ocupados con la redacción de la tesis. En ese tiempo, Angélica terminó con su enamorado, y estuvo un tiempo sola, pero yo ya estaba de pareja de su mejor amiga, además que muy ilusionado por los primeros meses de mi relación, así que mi oportunidad pasó, y no me di ni cuenta.

A veces me peleaba con Danitza, y Angélica, su mejor amiga, conversaba conmigo, me aconsejaba, nos reconciliaba. En esas conversaciones a solas me fui dando cuenta que había un poco de "Quimica". Miraba su cara cuando me hablaba, y me sentía muy atraido, pero esa atracción no la dejaba notar, al contrario, la reprimía y me la negaba a mi mismo.

A todo esto, fueron pasando los años, yo ya tenía 22 y era todavía virgen. Con Danitza hablabamos de sexo, pero no pasaba nada pues ella no se decidía, y yo, educado en una familia muy tradicional, no la presionaba, aunque mis hormonas por dentro me tenían a punto de explotar. Finalmente, Danitza terminó y sustentó su tesis, y gracias a las recomendaciones de sus profesores, consiguió una beca para estudiar en Europa. Eso nos puso muy tristes, se iba a ir por 2 a mas años, y eso la decidió a dar el gran paso. Finalmente, ambos perdimos la virginidad, pero debo confesar que esas relaciones no fueron muy satisfactorias..... Un par de inexpertos, una chica virgen, con prejuicios.... durante los encuentros que tuvimos (unas 15 veces, en el lapso de 3 meses, nos fuimos a un hotel) siempre se quejo de dolor al ser penetrada. Se exitaba, pero al iniciar la penetración, le dolía, y nunca le pude introducir mas que unos 5 centimetros de pene sin problemas, al llegar a los 10 centimetros se quejaba de dolor con tanta intensidad que tenia que salir. Total, que en ese lapso solo tuve un par de orgasmos.

Luego Danitza se fué, y como el tiempo enfría todo, nuestra relación terminó por mail. Estuve solo un tiempo, y ahora si empieza lo bueno. Todos los días me la pasaba pensando en Angélica, de quien sabía que no tenía pareja, e incluso en las noches, para poder dormir, me pasaba un rato pensando en ella y terminaba masturbándome para poder conciliar el sueño. Me la imaginaba de mil formas distintas, en su cama, en la playa, en un hotel, en la universidad.....

Una tarde, salí a hacer un encargo de mis padres, que me iba a tomar hasta la noche, y lo acabé en menos de media hora. Con carro disponible, me di cuenta que estaba cerca de la casa de mi amiga, y decidí tocarle la puerta, con suerte ella estaría en casa. Me abrió su mamá, que siempre me trató muy bien, y con sorpresa descubrí que Angélica estaba en casa, salió contenta y me invitó a pasar. Se sorprendió de verme, y nos sentamos en la sala a ver televisión mientras hablabamos un poco. Nada mas al iniciar la conversación le dije que ya no era enamorado de Danitza.

-Si, lo se - me respondió- ya me habia contado eso por correo
-Es una pena, pero una relación a distancia no funciona.
-Que pena... - fue su unico comentqario.

- Angelica, me voy, tengo que hacer - Dijo su mamá, bien arreglada, que apareció por la sala lista para salir.
- Chau mami, ¿A donde vás?
-A la casa de fulana, que me está esperando.

Y su mamá se fué.

-Y tus hermanas? - Fué mi pregunta
-Trabajando.
-Qué, ¿Estamos solos?
-Si
-Y tu mamá se va y nos deja solos?
-Tenía que hacer, y ella sabe que durante años hemos sido amigos, y que eres enamorado de mi mejor amiga, confía en tí y siempre comenta que eres un caballero, por eso se ha ido sin problemas.
-Ahhhhhh

Nos sentamos en silencio, a ver televisión un rato, pues el programa de National Geografic estaba bonito. Me acomodé mejor en el sillón y empecé a sentir de golpe todo lo que durante años había reprimido...... Empecé a sentir su olor... Ella me hablaba de rato en rato y me estremecía con el timbre de su voz.... Empecé a fantasear, y sin poderlo evitar, le pasé el brazo por el hombro y la jalé un poquito. Grande fue mi sorpresa cuando ella no sólo no se resistió, sino que se acomodó bien, apoyandose un poco en mi pecho, agarrando mi otra mano y haciendo que la abrace.

-Te sientes cómoda cuando te abrazo?
-Si, entre tu y yo hay confianza, somos grandes amigos.

Seguimos abrazados viendo televisión.

Entre parentesis, debo contarles que soy alto, mido 1.85 metros. No es por ufanarme, pero estaba en la plenitud de mi físico. Toda la universidad hice mucho ejercicio, pesas y natación, y mi cuerpo estaba muy bien formado. Nada de panza, brazos de 46 centimetros de diametro, pecho firme y musculos bien marcados desde las piernas al cuello.

Ella parecía disfrutar mucho el momento. Luego de unos minutos, no pude resistirme mas, y le besé delicadamente la oreja. Ella se empezó a reir de las cosquillas, pero sujetaba mis manos para que la siga abrazando.

- Ay, Ricardo, te pasas, decía riendose un poquito y sin soltarme.

Hice un pequeño esfuerzo, solté mi mano izquierda, y comencé a acariciarle la pierna, apenas por encima de la rodilla. Ella estaba con un buzo, y no hizo nada por impedirlo, mas bien entrecerró los ojos y yo me di cuenta que lo estaba disfrutando. Empecé a subir, y en un par de minutos, le estaba acariciando la parte superior de los muslos, rozando apenas, como sin querer, su monte de venus de vez en cuando con mi antebrazo. Al mirar sus ojos, me di cuenta que estaban cerrados totalmente, disfrutando las caricias y el contacto. Le solté el brazo del hombro un poquito, para poder besarla con mas facilidad, y le besé la cara, el cuello, mientras me deslizaba del mueble, me arrodillaba en el piso y estaba frente a ella. La seguía acariciando, ahora rozaba con decisión sus genitales, tocando el buzo, y los sentía claramente debajo del mismo. Le besé la boca y el beso fue correspondido con fuerza, pero sin deseperación, poniendo en el intensidad y erotismo.

La cogí de la cintura y la pegué al borde del sillón, yo arrodillado en el piso la "punteaba" con mi pene erecto a través de la ropa y ella se movia y colaboraba con muchas ganas. Estaba totalmente desinhibida. Entonces me bajé la bragueta, acomodé el calzoncillo a un costado y saqué mi pene erecto, punteandola sobre el buzo con decisión. Angélica ya estaba recontra caliente. Le quise bajar el buzo pero no quiso. Pensé que me iba a rechazar, pero sus palabras fueron:

-Y si entra mi hermano en cualquier momento? Estamos en la sala y nos sorprendería infraganti.
-Ven - le dije- Vamos al escritorio.

Como mencioné, eramos amigos de años y conocia bien su casa. El escritorio da a la sala, y tiene una ventana cubierta por una cortina semitransparente que deja ver hacia afuera, pero impide ver hacia adentro. Podiamos mirar y descubrir a tiempo si su hermano abria la puerta de la calle, arreglarnos y salir como si nada pasara.

Ella aceptó, y ni bien ingresamos la seguí besando, recostándola en el piso alfombrado. Le bajé el buzo, sacandole una pierna y dejando otra puesta para que se vista mas rápido si alguien ingresaba, y por primera vez vi su vello púbico, sus labios vaginales expuestos, sus caderas descubiertas..... Descubrí cuanto habia deseado este momento. Todo habia pasado de 0 a 100 en mas o menos 20 minutos desde que se fue su mamá y yo estaba impresionado. Me bajé el pantalon y ropa interior, y ..... sorpresa, perdí la erección.

No me asusté, me tendí sobre ella y la comencé a besar y acariciar, pero mi pene, nada de nada, no colaboraba. Ella se dió cuenta e hizo el ademán de ponerse el buzo, mientas comentaba: Por algo suceden las cosas, tu eres el ex de mi mejor amiga, ella nunca me lo va a perdonar.....

Pero yo le retuve las manos, la agarré con fuerza, la besé, y la exitación hizo presa de ella y de mi. Cerré los ojos y mientras la besaba y acariciaba me repetí mentalmente: Esta es la mujer que he deseado siempre, yo ya no tengo enamorada, no hay nada de malo en hacerle el amor. Hacer el amor con esta mujer es lo que siempre he querido, lo quiero, lo quiero lo quiero lo quiero........

Nada mas repetirlo un par de veces y me liberé del bloqueo mental que tenia, mi pene, que apenas rozaba la entrada de su vulva flácidamente, se erectó al 60%, ella lo sintió y abrió sus piernas con vehemencia, y la penetré un poco. Al sentir su calor, me erecté mas, empujé otra vez y ya estaba en mas de la mitad del pene adentro. Al tercer avance, llegué a penetrarla con la totalidad de mi miembro. Una vez dentro, y sumamente exitado, sentí mi pene bien hinchado, caliente y a punto de explotar de lo erecto.

¡Era la primera vez en mi vida que introducía mi miembro hasta el fondo! Con Danitza nunca se pudo, pues le dolía. Me sentí pleno, por fin, disfrutaba del sexo. Ella, mucho mas experimentada que yo, empezó a menearse como nunca antes habia sentido, ni lo he sentido tampoco despues con otra mujer. Movía las caderas hacia arriba y abajo, y al mismo tiempo en circulos mientras entraba y salia mi pene por su orificio. No conozco a otra mujer que se mueva así. Con los ojos cerrados con fuerza, la boca apretada soplaba un poco cada vez que mi pene ingresaba y tomaba aire al sacarlo de su cuerpo. Esto ocurria rápidamente, asi que sonaba como un jadeo y un resoplido constante. Uf..Uf..Uf..Uf..Uf..Uf..Uf..Uf...... Su cara estaba apretada y sudaban un poco sus sienes, por el calor de la estación y el de la exitación

Yo estaba a mil, dale que dale, ibamos cada vez más rápido, hasta que sentí que me venía en lo que hasta ese momento era el orgasmo mas intenso de mi vida. Todo habia ocurrido espontaneamente, sin estar peparados, yo no tenia preservativo ni nada, por lo que en el último instante recuperé la cordura y retiré el pene, eyaculando en la alfombra.

Ella se incorporó, me acarició el rostro y me dijo:

-Gracias. Hemos hecho una locura
-Si........

Le acaricié las piernas un ratito, los muslos, mientras miraba su vulva con curiosidad y ella se dejaba ver. Luego de un par de minutos me dijo:
-Mi hermano puede venir, mejor salgamos de casa

Nos vestimos, nos fuimos a dar una vuelta por el parque, luego la acompañé hasta la universidad, abrazados, maravillados, aturdidos, asimilando lo que acababa de pasar.

Al dia siguiente la llamé y me dijo que no podiamos estar juntos, pues su amiga Danitza nunca se lo iba a personar, y ella valoraba mucho su amistad. Eso me dolio un poco, pero no le dije nada. Sólo que de vez en cuando, desde entonces (año 1999) hasta la fecha, nos llamamos y nos encontramos para tener sexo. Ella tiene su pareja, yo ya me casé, pero siempre estamos en contacto y a veces con frecuencia, a veces dejando un poco de tiempo, nos juntamos. Vamos en el auto a la playa, o vamos a un hotel y hacemos el amor como locos. El sexo con ella es fantástico, y lo disfruto mucho. Creo que seguiremos así mucho tiempo, nunca sabré si ella es el gran amor de mi vida con quien nunca pude formalizar por mi ex, o si sólo es una pareja sexual de primera. Sólo se que, mientras se pueda, seguiremos disfrutandolo.

Luego voy a escribir contando mas aventuras con Angélica.

Saludos a todos,

Ricardo