CON MI AMIGA, TUVIMOS TREMENDA COGIDAS … por FELIPEPAN

Todavía guardo en mi memoria pese a que pasaron varios años, de un secreto que guardo junto una amiga Irene, los que crecimos juntos, hicimos toda la primaria juntos, todo el secundario, convivíamos a diario, una amistad muy estrecha, como hombre la vi crecer, y vi de a poco desarrollar su figura de mujer, como fueron apareciendo su senos, como se fue formando un culo, que de a poco se convirtió, en los que uno desea de una mujer.
Siempre la cosa fue de amigos, bien entendida, si bien yo tengo hermanos, y ella también no creo que ambos contamos o compartimos, con cada uno de ellos los que nosotros, siempre guardamos, ya una costumbre estar en nuestros cuartos, compartiendo nuestro mundo,
En materia sexual, ambos nos contamos, sin entrar en detalles, pero supimos que ya no erramos vírgenes, así que fíjense hasta donde llegamos.
Les digo que ya bastante grandes, tanto yo como ella, hasta no tirabamos en nuestras respectiva camas, casi medio en bolas, a sestear,(dirán que no es creíble, que no pasara nada, pero eso fue así)
Hasta un día, que en pleno verano, con un calor de locos, yo estaba tirado, en mi cama, con el airé, entra ella, se tira al lado mió, comienza a contarme de su desventura con un par de chicos, y se larga a llorar, lo que me hizo consolarla, muy normal entre los dos, la abrace, aumento el llanto sollozos, muy prolongados, algún, “bueno, ya paso, ya “ alguna caricia,. La cosa se fue calmando,
Un largo silencio con mirada al techo, para romper la monotonía, comencé a jorobar con un juegos de manos, que a ella la hizo reír y contestar, el juego, lo que llevo a revolcarnos en la cama, (allí comenzó, todo) un a mano la otra, apretones, lucha, un seno, nos fuimos llevando, cuando nos acordamos, estábamos, desnudos, besándonos, yo subido a ella, comenzado, una complaciente penetración, la que no era romántica ni nada, el solo acto de cogernos, violentamente, estrujándonos, y moviéndonos, una intensa ida y vuelta, con gemidos, susurros, de los dos, que nos hizo a ella tener un orgasmo, que acompaño un “seguí, así, si, me vengo, me vengo, ayyy” y yo eyeculando tanta leche, que nunca olvidare.
La cosa volvió a un sepulcral silencio, cuando ella “¿amigos, solo amigos, no? “si, si por supuesto”
Pero se había roto, lo que como amigos nunca habíamos cruzado el límite.
Creo que ambos por varios días nos quedamos, con eso, en la mente, dado que a los días, fui hasta su casa, nos mirábamos, como con complacencia, y afloro en ambos una sonrisa picara, que nos llevo, sin palabras de por medio, a arrancar, para su pieza, conservando la tónica, sin mucho franeleo, nos matamos, en un sexo, voraz, que apagaba nuestras calenturas.
Entendimos sin que mediara nada había un acuerdo, taxito de satifascernos sexualmente, y nada
Mas-