Con mi mejor amigo

Relato: con mi mejor amigo

llevo una excelente relacion con mi esposa desde hace 18 años... tenemos dos hermosos hijos y nuestro hogar es muy feliz.
yo creo que esa felicidad se debe en gran parte a que, en lo que se refiere a sexo, somos totalmente afines, al punto que compartimos todo..., nuestras experiencias antes de conocernos, las aventuras que tuvimos, y sobre todo nuestras fantasias.

desde hace algunos años hemos hablado con bastante frecuencia de lo que disfrutaríamos si nos atreviéramos a realizar algún trío. tanto que cada vez se nos hizo mas familiar la idea; y un buen dia decidimos que lo haríamos realidad, pero ella se ponía muy nerviosa, y me dijo que tendría que ser con un hombre, que debía ser un amigo mio, que no fuese a pensar mal de ella y que la respetara a pesar de lo que pudiese ocurrir entre nosotros...
mientras me decía esas cosas, pasaba por mi mente una lista de mis amigos hasta que recordé que mi mejor amigo era quien reunía esas cualidades, y asi se lo hice saber.

desde ese dia, cada vez que teníamos sexo, hablábamos previamente de el, lo que nos excitaba muchísimo y obteníamos unos orgasmos espectaculares; hablábamos de todo lo que haríamos con el, y asi poco a poco ella se fue acostumbrando a la idea, hasta que al fin me pidió que se lo propusiera... acto seguido lo llame por teléfono y sostuvimos una conversación al respecto, donde le propuse un encuentro con mi esposa y conmigo; esto lo tomo por sorpresa, pero en realidad somos muy buenos amigos y al final estuvo de acuerdo.

Días después mi esposa y yo planeamos un viaje, ya que mi amigo vivia en otra ciudad, y al final le pedimos que nos buscara en el terminal y nos llevara al hotel donde nos íbamos a hospedar. recorrimos muchos sitios pero debido a no se que evento en esa ciudad no encontrábamos habitación disponible, hasta que al fin solo conseguimos una con tres camas individuales, la aceptamos y subimos los tres. Para ese momento yo tenia mucho calor y decidí darme una ducha, llame a mis esposa al baño y le dije que se relajara, que le permitiera hacer lo que quisiera, tal como lo habíamos ensayado tantas veces; ella entonces salio del baño y se sentó en una de las camas, la cual quedaba al frente de la que el había escogido para sentarse.

Yo me dedique a mi ducha, el le pregunto que si estaba muy nerviosa, a lo que ella le dijo casi sin poder hablar que si. El le pidio que se sentara a su lado, ella le obedeció y el comenzó a hacerle unas caricias casi inocente, luego la beso y ella tímidamente le respondió, aunque estaba muy exitada... luego vinieron mas besos y caricias cada vez mas atrevidas entonces el, tomándole una de sus manos, la puso sobre el gran bulto que palpitaba bajo su pantalón.

Eso a ella la temino de excitar, al punto que todo su cuerpo temblaba de deseos, mientras yo en el baño, experimentaba una tremenda erección al visualizar lo que afuera estaba pasando.

cuando salí los vi acariciándose y casi desnudos, eso termino de disparar mis instintos exitandome como nunca antes, ella al verme se arrojo en mis brazos y me dio el mas dulce de los besos, yo por mi parte, temblando de pasión le quite el brassier, mientra el, ya desnudo y con su miembro erguido y duro de deseo, sentado en la cama le quitaba las pantaletas, y asi la dejamos entre los dos completamente desnuda.

ella temblaba de pasión entre mis brazos y ya sin ningún pudor su cuerpo pedía aquella verga hasta ahora desconocida para ella; yo la incline y ella la tomo en su boca con deseperacion y la introdujo en su totalidad, casi tragandosela completa! mientra yo besaba su cuello y acariciaba sus formidables tetas. Luego ella subió y se sentó sobre su verga cual experta amazona, y el se la empujo de un envión metiendosela hasta los huevos, lo que a ella la estremeció de placer, yo entonces la bese en la boca con gran ternura y ella respondió abrazándome con fuerza.

No se como, de pronto estábamos en el centro de una de las camas que se mecía con el vaivén de su verga entrando y saliendo en la raja de mi mujer que destilaba sus jugos, evidenciando su gran excitación , entonce ella tomo mi verga e hizo lo propio succionandomela con frenesí hasta casi hacerme acabar....ella aun estaba en posiciona de amazona cabalgando su verga cuando de pronto el la empujo hacia mi, y entonce era mi verga la que entraba y salia con lujuria y enorme placer, fue entonces cuando el la penetro por detrás y yo sentí la dureza de su pene estrujándose con el mio dentro de ella; lo que termino de hacerla estallar en un gran orgasmo.

Luego ella continuo moviéndose con las dos vergas adentro mientras decía relamiéndose de gusto que jamas había tenido una experiencia que la excitara de esa manera, hasta que acabo nuevamente una y otra vez. luego cambiamos de posición, y demas esta decir que tampoco yo me había sentido jamas tan excitado, y a juzgar por lo que veía en mi amigo, el tampoco...... fue entonces cuando el exploto y durante su eyaculacion yo senti como inundaba el vientre de mi mujer y bañaba mi miembro con el calor de su leche.

Aun después de acabar el continuo moviéndose y lo saco para introducirlo en el culo de ella quien para entonces estaba dispuesta a cualquier cosa y en ese acompasado movimiento de los tres fui yo quien se corrió en un interminable orgasmo.

nos quedamos tendidos los tres en un promiscuo abrazo durante un rato entre tiernas y dulces caricias y besos, hasta que ella, insaciable, comenzo a manarle la verga nuevamente, mientras rozaba la mia con sus nalgas, esto nos excito de nuevo y entre lascivos movimientos estas se endurecieron simultáneamente, y se las introdujimos de nuevo, las dos en su rica panochita.

Nuestra excitación fue aumentando cada vez mas al sentir como nuestros falos se frotaban entre si, dentro de la estrecha vagina de mi mujer, que se retorcia de placer con cada uno de los múltiples orgasmos que estaba experimentando al sentir que uno salia mientras el otro entraba acompasadamente.

para ese entonces, los tres estábamos en las nubes, no teníamos noción de lugar ni tiempo.... solo existía sexo, sexo, y placer, hasta que de pronto ella estallo en una serie de orgasmos consecutivos que la llevaron al clímax, mientras solo atinaba a pedir mas y mas retorciéndose incontrolablemente y realizando unos movimientos que hacían crecer nuestro placer, llevándonos también a eyacular, primero el, y enseguida yo que al sentir aquel bano de liquido caliente que banaba mi verga, me hizo explotar tambien en el mejor orgasmo que hubiese experimentado jamas, y asi nos quedamos otra vez abrazados los tres, exhaustos, relajados y felices como munca antes.

desde entonces no lo hemos hecho de nuevo, pero estamos a la espectativa de un nuevo encuentro ya que ambos lo deseamos.
luego de esa experiencia confirmo mi tesis uqe todas las parejas que de verdad se aman deberian compartir este tipo de experiencias, ya que les aseguro que esa complicidad los unira mas de lo que puedan imaginan...