Categorias

Relatos Eróticos

Ultimas fotos

Photo
Enviada por narrador

Photo
Enviada por ELCASUAL

Photo
Enviada por rodolfosalinas


 

Con permiso de mi esposo bisexual

bareta Relato enviado por : bareta el 09/05/2012. Lecturas: 24488

etiquetas relato Con permiso de mi esposo bisexual   Infidelidades .
Descargar en pdf Descarga el relato en pdf
Resumen
Fuí infel con autorizacion de mi esposo, pero después me enteré que el que me penetró, nos daba a los dos


Relato
Mi nombre es Paola, cuando cumplí 18 años, por las formas de mi cuerpo, me contrataron como edecán para una exposición de autos, donde conocí a Daniel de 28, después de un año de noviazgo, nos casamos. Actualmente tengo 24 años, un niño de 3 y 5 de casada. Antes de mi matrimonio, ya había tenido algunas experiencias sexuales. A mí, me gusta vestirme de forma conservadora, pero mi esposo siempre me compra ropa muy juvenil, sexy y provocativa, aún después del parto, sigo teniendo muy buen cuerpo, grandes senos y un trasero bien respingado, aunque mi esposo lo aprovecha esporádicamente, nunca había pensado en serle infiel.
Hace dos meses, Paco, el único soltero de sus socios, nos invitó a una fiesta informal en su nueva casa, por lo que mi marido me compró un vestido muy escotado, corto y sin tirantes, con el que me puse una tanga, sin sostén, sandalias y una delgada gargantilla, para complementar el atuendo. Me observó y metiendo una mano entre mis muslos, sobó mi concha diciendo: -Espero que mi mujercita, este bien depiladita-
¡Claro! ¡Únicamente dejé un poquito de vello arriba, como a ti te gusta!, contesté, sin que notara que me había puesto una muy buena calentada.
Había unas nueve o diez parejas, cuando llegamos a la casa, la mayoría de los varones, fijaron su vista sobre mis pronunciadas curvas, con lo que sentía un leve cosquilleo recorrer mi cuerpo.
Después de la cena, algunos bailes con música lenta y muchos, pero muchos cócteles, todas las parejas nos despedimos. Pero a insistencia de Paco, que le dijo a Daniel: ¡Espérense otro rato! ¡El niño está con tus suegros! ¡Mañana no hay trabajo! ¡Y yo no he bailado con Pao!
Mi esposo contestó: ¡Bueno! ¡Pero solo un rato, ya me siento borracho! ¿Ok?
¡Anda! ¡Anda! ¡Sirve copas para tres! Y comenzó a bailar conmigo.
Sentir su brazo rodear mi cintura, la mirada sobre mis senos, su bulto rozar mi cuerpo y sus expresiones de: -Estás muy guapa- -Te ves muy bien- -Luces exquisita-, resurgió mi calentura.
Ya estaba algo eufórica tras varias copas y bailes con Paco, que al notar a Daniel visiblemente borracho, dormitar en un sillón, me apretaba más y bajaba las manos descaradamente a mi trasero, con lo que me excitó y le dije: -mejor te ayudo a levantar el tiradero, y nos vamos-
En la cocina, sosteniendo yo, una pila de platos sucios, me tomó de la cintura y estremeciéndome al besar mis expuestos hombros y cuello, dijo: -Mamacita, estas muy rica- -Se me antoja darte una cogidita-
¡Estás loco, mejor dime donde dejo los platos¡
Y metiendo una mano bajo el vestido, agarró mi concha, diciendo: ¡Pues no los sueltes, harás ruido y despiertas a Daniel!
Me quise quitar, empujándolo hacia atrás con mis nalgas, pero lo único que logré, fue sentir la dureza de su verga, exclamando ¡No! ¡Por favor! ¡No lo hagas! ¡No! ¡Noooooo!, pero ya estaba bien caliente.
Cuando logré poner los trastos sobre una mesa, él ya había jalado un poco mi tanga y hurgaba mi rajita, estimulando mi clítoris, diciendo: ¡Si esta putita ya está bien húmeda!
Yo aún buscaba la forma de zafarme, pero ya ganosa y rodeada de la cintura por su brazo, lo sabroso de sus dedos escudriñando en mi coño, mis movimientos, que en lugar de alejarlo, friccionaban mi trasero sobre su gran bulto, haciéndome gemir: ¡Nooooooo! ¡Paco, no! ¡Nooooooooooooooo! ¡Por favor, Paco!
Me había aflojado, totalmente mojada, hasta separé mis piernas para facilitarle su manoseo, me bajó el escote, me acarició los pechos y seguía besando cuello y hombros. Levantó el vestido de las nalgas, con lo que me quedó enredado por completo a la cintura, de un tirón rompió mi tanga e inició con unas deliciosas chupadas en mi ano, hasta llegar a mi dilatado surco, introduciendo ocasionalmente su lengua en mi cuevita, entre algunos ¡Ahhhh! ¡Mmmmmm! ¡Ahhhh!, de mi parte.
Se enderezó y sin que me diera cuenta, de que sus pantalones estaban hasta sus tobillos, me acomodó la punta en mi ranura, yo simplemente, alcé mi trasero, con los brazos extendidos y mi cabeza entre ellos, me apoyé en la orilla de la mesa en la mesa, esperando la arremetida. Exclamé un ¡Ayyyyyyy! cuando sentí que la cabeza se abría paso entre mis labios vaginales.
Con sus firmes empujones, me la zampó hasta a la mitad, cuando dijo: ¿Le gusta mi verga a esta putita?
¡Siiiiiiiiiii!
¿La Putita quiere más?
¡Si! ¡Toda!
Sin esperar más, de un certero golpe, la embutió por completo en mis entrañas y emprendió su frenética cogida, provocándome un orgasmo, con un largo y profundo ¡Ooooooooooooooooooooooooooooooooooo-
Escuchando el tintineo de uno que otro cubierto caer al suelo, dijo: ¿La putita quiere mi leche adentro?
¡Siiiiiiiiii! ¡Si la quiero! ¡Dámela!
Y sentí con un fuerte apretón de nalgas, un ardiente borbollón de néctar, inundar por completo mi interior.
Me acomodé el vestido, salimos a la sala y despertamos a Daniel, a quien ya se le había bajado un poco la borrachera y nos despedimos.
En el auto, aún caliente y sintiendo escurrir líquido de mi ranura, Daniel dijo: -Te ves muy buena esta noche-
¿Si mi amor?
¡Llegando te voy a dar una buena cogida!
Entré al baño corriendo, me sequé los residuos, cuando salí me esperaba junto a la cama, desnudo y con la verga bien parada, por lo que me hinqué y le propiné unas buenas mamadas, me levantó, metiendo su mano bajo el vestido y sobando mi coño, dijo –Mi mujercita ya viene sin calzones y lista para follar-. Me recostó y abriéndome las piernas, metió su cara entre mis muslos y chupando frenéticamente clítoris y rajita, expresó: -Mmmmmm, que rica cosita- -A todos te les antojaste- -Todos querían contigo- -Hasta Paco te quería coger- sin notar que libaba mocos de “nuestro querido” socio y que mantenía mi la calentura y las ganas de verga.
Ya excitada y nuevamente humedecida, me enterró la polla hasta el fondo. Así, acostadita y en mi cama, disfrutando de otra sabrosa cogida, de otro rico pito, abrazándolo con mis piernas, gozando de las impetuosas arremetidas, con un gustoso roce interno, solté un largo –Haaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaay, papá- con un delicioso y prolongado orgasmo. Mi esposo me ponía en las nubes con sus sacadas y metidas.
Ya sabía, que medio borracho, le gustaba cogerme por atrás, y no tardó mucho en pedirlo. Me puse en cuatro patas y con delicadeza pero firmemente, me ensartó de un solo golpe, al sentir el estacazo, solo musité: -Mmmm que rico-
¿Te gusta estar enculada?
-¡Sí! ¡Mucho!
¿Te gustaría estar empalada por otro?
-¡No, como crees!
¿Pero te gusta la verga?
-¡Sí! ¡Sí me gusta!
¿Pero cuanto? Seguía friccionando su polla en mi culo.
-¡Mucho! ¡Me encanta! ¡Me gusta mucho coger!
¿Cogerías con otro?
-¡Mmm!
¿No te volverías una putita?
-¡No sé! ¡Sigue dándome!
¿Te gusta coger por todos lados? Y me daba con más fuerza, haciéndome gozar
-¡Si! ¡Me fascina!
¿Te dejarías coger por Paco?
-¡Mmm!
-¿Qué si cogerías con Paco?
-¡A lo mejor! ¡Dame duro!
La tiene igual que la mía, ¿Te gustaría que te cogiera?
-¡Puede ser! ¡Así, así!
¿Se te antoja otra verga, entre tus piernas?
-¡A veces! ¡Más! ¡Más!
Si Paco te pide las nalgas ¿Se las darías?
-¡Quizás! Pensando en los dos pitos que me ya me había tragado por el coño, me corrí de nuevo.
¿Te gustaría que Paco te diera por todos tus hoyitos?
-¡Siiiiiii! ¡Si me gustaría!
¿Te volverías una putita?
¡Sí! ¡Sí! ¡Si me convertiría en una putita!
Cuando sentí el chorro de esperma anegar mi agradecido culo.
Ya reposando la agitación y los resoplidos provocados por la acción de tremenda cogida. Daniel me dijo:
-Oye Pau, ¿es verdad que te dejarías coger por Paco?
-Mmmmmm-
-Anda contesta!
-Es que no sé-
¿Si? O ¿No?
No sé, ¿Por qué lo preguntas?
Porque sé que eres muy caliente y en ocasiones ni el consolador te calma las ansias de coger y el pinche Paco, me comentó un día, que si no fueras mi esposa, te daba por donde quisieras.
¿Eso de dijo?
¡Si! ¡Te tiene ganas!
¿Tú me dejarías?
Yo pienso que las mujeres de tu edad, cogen como locas y la mera verdad conmigo no lo haces seguido, si accedo estando yo, ¿te animarías?
-¡Sí!
Sin dudas ni quejas
-¡Sí!




Pasaron dos semanas y un sábado, terminando de bañarme con el niño y dejándolo dormido, desvestida, solamente me puse una bata encima, para ir a buscar algo de cenar, cuando me encontré sorpresivamente a Daniel y Paco en la sala tomando unas copas, lo único que pude decir fue: -no esperaba visitas, pero en seguida me cambio-.
Daniel, caminando hacia la puerta, exclamó: -no te preocupes, voy por refrescos y otra botella, mientras, atiende a Paco-. Y salió de casa
No supe que decir ni que hacer, tartamudeando, solo le pregunté. ¿Cómo has estado?
Se acercó a mí y agarrando mí cintura me plantó un beso, el cual quise evitar y al no poder, simplemente dejé que me lo diera, luego dijo: -Esperando a que mi putita, quiera otra cogida-.
¡No! ¡La otra vez fue suficiente!
Abriendo ágilmente la bata y viendo mi desnudez, exclamó: -No te preocupes, tengo permiso de Daniel-.
¡Pero como …………!
No me dejó decir más, besándome de nuevo, clavando sus dedos y jugueteando con mi concha, me excitó y acepté que su lengua se entrelazara con la mía.
¡Es que ……..!
Ssshhhh, ¡cállate! Me llevó a la recámara, me quitó la bata, arrojó dos sobres a la cama, me sentó en el borde y abrió mis de piernas, parado se plantó entre ellas y se desvistió (ahora si pude ver por completo la extensión su verga), y tomándome la cabeza, la acercó a su oito para que se lo mamara.
Parecía niña con paleta, me estaba produciendo un delicioso placer, chupar y lamer esa polla que ya había engullido por mi coño, cuando me atiborró la boca con su cálida leche, salía tanta que una parte me la tragué, y otra comenzó a escurrir por la comisura de mis labios. Luego se arrodilló, observando y acariciando suavemente mi empapado coño dijo: -¡Que rica panochita tiene mi putita! ¡Hinchada y rosadita! ¡Se ve rica, rapada y con mechoncito! ¡Ya se asoma tu botón bien levantado! Y comenzó a mordisquear mi clítoris y a chupar toda mi rajita, con lo que me puso al 100%. Estaba ansiosa y desesperada por que me cogiera, cuando noté que colocaba un condón en su garrote, rápidamente dije:¡No! ¡Lo quiero natural!
Me recosté a lo largo de la cama y abrí las piernas rogando: ¡Cógeme Paquito! ¡Ya! ¡Cógete a tu putita!
Se puso un anillo de plástico hasta donde nacía su verga y escuché un leve –Rrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr-.
Sentí la punta jugar en la entrada de mi cueva, haciendo que la humedeciera más, cuando notó que estaba bien dilatada, con ligeros empujones la enterraba y sacaba un poco, volvía a enterrar y sacaba tantito, así estuvo jugando varios minutos y yo, con solo la mitad adentro, me estremecía de dicha y placer, cuando tuve mi primer orgasmo, pero con su lengua dentro de mi boca, solo pude emitir un –Mmmmmmmmmmmm-
Percibiendo mi éxtasis, preguntó:
¿Quiere más verga la puta?
¡Sí! ¡Toda! ¡Dame toda!
Y me la incrustó de una brusca arremetida, hasta el fondo, que sin sacarla y moviendo su pelvis, comenzó a raspar sus vellos sobre mis desnudos y floreados labios vaginales, pero sobre mi clítoris y mi ano, sentía unas riquísimas vibraciones, que me hacían arquear y contorsionar mi cuerpo gimiendo -¡Así! ¡Paaaco, que rico! ¡Así! ¡Asíiiii! ¡Aaaah! ¡Rico! ¡Delicioso!
¿Le gusta el pito a la putita?
¡Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiii! ¡Siiiiiiiiiiiii! ¡Me encanta! ¡Sigue! ¡Sigue! Y me vino otro delicioso orgasmo.
Con el mete-saca, me tenía totalmente perturbada, atontada, me hacía sentir un inmenso placer.
¡Se lo quiero dar a mi putita por el culo! Exigió
¡Sí! ¡Dámelo por atrás! ¡Rómpeme atrás!
Se zafó y cuando me estaba poniendo en cuatro patas, ví que Daniel, desde la puerta, que estaba parcialmente abierta, observaba todo, sobando su bulto sobre el pantalón, eso me excitó más.
Me desentendí de Daniel, al momento de sentir la fuerte embestida de Paco, que sin vibrador y de un solo empujón, hundió su polla en mi trasero y solo pude exclamar un –Ouuuuuuuuuuch-. Tirando de mis cabellos hacia atrás, hizo que me enderezara, me tuve que sostener con las manos de la cabecera, me tomó de los senos y pellizcando mis pezones, inició su montada con duras arremetidas, haciendo golpear sus bolas sobre mi ranura,
¡Así papá! ¡Duro! ¡Dame más duro!
¿Le gusta por el culo a la putita?
¡Siiiiiiii papá! ¡Rómpeme! ¡Dame todo Paquito! ¡Más! ¡Dáselo todo a tu putita! ¡Cógeme más!
Estaba desenfrenada, frenética, movía mis nalgas, para sentir los raspones internos que me producía, cuando un torrente de ardiente líquido inundó mi culo, que a base de contracciones, le exprimí su verga por completo.
Se tendió boca arriba en la cama y señalando su medio flácido pito, dijo:
¡Si esta puta quiere más verga, que lo enderece y se lo clave ella solita!
Con grato placer se lo chupé y besé hasta endurecerlo nuevamente y de rodillas y abierta de piernas, me lo acomodé en la entrada de mi coño y con ligeros sentones, me lo engullí hasta el fondo. Mientras él me estimulaba el duro clítoris con los dedos, yo movía mis nalgas para sentir en su totalidad la dureza y dulzura de la cogida, cuando exhalando ¡Aaaaahh! ¡Aaaaaahh! ¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaahhhh! Tuve otro orgasmo.
Desfalleciendo de placer y jadeando, me recosté sobre su pecho, con mis piernas totalmente abiertas, diciendo: Esta putita aún quiere verga ¿Ya te cansaste?
Me abrazó tan fuerte que me inmovilizó, musitando: ¡Si esta putita quiere verga, ahora se aguanta! Y con una mano en mi nuca, su lengua buscó la mía para enredarse en un fogoso beso. Con la boca ocupada, no pude expresar nada, al notar que otra verga me perforaba el culo, ¡era Daniel! ¡Me estaban haciendo sándwich! ¡Me tenían clavada por todos lados! ¡Pero que rico sentía! ¡Me tenían extasiada!, Paco, percibió que no me oponía y aflojó el brazo con el que me sujetaba, pero sin dejarme de besar.
Al apreciar como se rezaban las dos exquisitas vergas en mis diferentes conductos, me corrí una vez más, únicamente con unos leves ¡Uuuuuuummmm! ¡Uuuuuuummmmmm! ¡Uuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuummmm!
Las excelentes pollas, no tardaron mucho en expeler una gran dosis de mocos en sus respectivas cavernas.
Cuando iba al baño, caminaba con las piernas un poco abiertas, pues tenía bien floreados tanto mi culo como el coño, de donde escurría hacia mis muslos gran cantidad de espeso líquido.
Cuando salí, ya no estaba Paco, pero Daniel me dijo:
-¿Estas satisfecha con la cogida?-
-¡Si! ¿Pero que va a pensar Paco?-
-¡Nada! ¡Que quiere seguir cogiéndote!-
-Pero es que ……….
-¿Te vas a seguir dejando?-
-¡No sé!-
-¿No te gusta?
-¡Sí! pero ¿Y tú?
-¿Te gusta como te coge?
-¡Sí!-
-¿Cuánto?-
-¡Mucho! ¡Me gusta mucho!
-¡Que bueno, a mi también me gusta mucho cuando me coje!














Otros relatos eroticos Infidelidades

mi compadre me dejo embarazada

Categoria: Infidelidades
Ambos iniciamos a besarnos con toda pasión, con aun más pasión que la primera vez, mientras nos besamos Armando comenzó a tocarme mi zona intima debajo la falda de mi vestido y como consecuencia a esto de inmediato me moje toda, ¡Quiero hacerte el amor! Me dijo suavemente al oído, -Lo sé y también quiero- le conteste.
Relato erótico enviado por putita golosa el 29 de August de 2010 a las 23:31:22 - Relato porno leído 505459 veces

todo por mi hijo

Categoria: Infidelidades
Una madre es capaz de todo por sus hijos, aunque eso conlleve serle infiel a su marido.
Relato erótico enviado por Anonymous el 12 de July de 2009 a las 22:03:27 - Relato porno leído 433957 veces

como me cogi a mi suegra 6

Categoria: Infidelidades
Después de cogermela en secreto, mi mujer me propuso a mi suegra:
Relato erótico enviado por Investigador el 14 de February de 2006 a las 09:24:31 - Relato porno leído 307914 veces
Me coji a Sol la mujer de mi primo, ella tiene 33 años y yo 22, por fin hice realidad mi sueño de follarla en mi propia casa.
Relato erótico enviado por Anonymous el 20 de September de 2012 a las 00:19:51 - Relato porno leído 296743 veces

putas casadas

Categoria: Infidelidades
Relato casi en su totalidad real que demuestra que toda mujer casada es una puta sumisa en potencia
Relato erótico enviado por morboso sadico el 29 de July de 2009 a las 18:09:16 - Relato porno leído 294128 veces
Si te ha gustado Con permiso de mi esposo bisexual vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.

Por eso dedica 30 segundos a valorar Con permiso de mi esposo bisexual. bareta te lo agradecerá.


Comentarios enviados para este relato
katebrown (18 de October de 2022 a las 22:25) dice: SEX? GOODGIRLS.CF

katebrown (18 de October de 2022 a las 19:59) dice: SEX? GOODGIRLS.CF

TIM_DRAKE11 (11 de May de 2012 a las 06:38) dice: excelente relato, como todos, me he masturbado como 4 veces, gracias por compartirlos


Registrate y se el primero en realizar un comentario sobre el relato Con permiso de mi esposo bisexual.
Vota el relato el relato "Con permiso de mi esposo bisexual" o agrégalo a tus favoritos
Votos del Relato

Puntuación Promedio: 5
votos: 1

No puedes votar porque no estás registrado