confesiones de un cornudo, espiando a mi novia

Estoy hincado afuera de la alcoba, escuchando como Elizabeth, disfruta de una tarde sexo con su amigo Samuel, no hace falta acercarme demasiado a la puerta, para escuchar como Samuel la hace gemir de placer, estoy seguro que se la esta metiendo de a perrito, ya que puedo escuchar el singular ruido de su pelvis chocando contra las nalgas de Elizabeth, ella bien sabe que estoy escuchando todo, ya que cada ves gime mas y mas fuerte, y hasta puedo adivinar, que ya lleva dos orgasmos seguidos, Samuel es imparable, y en momentos Elizabeth le pide que se detenga, que la deje descansar, pero el hace caso omiso y continua embistiéndola, yo permanezco hincado y mi verga esta a punto de estallar, ella me tiene prohibido masturbarme, pero me es imposible, así que retiro la diminuta tanga que llevo puesta y dejo libre mi miembro, siento un gran descanso, y comienzo a acariciarme, pero en eso escucho algo que me hace detenerme,

- no Samuel, por el culo no, esperatee,,,

y después escucho un fuerte grito de ella, es obvio, Samuel se la acaba de meter por detrás, Samuel lanza un gemido y después ambos guardan silencio unos segundos y los gemidos de ambos vuelven a comenzar, pero ella ahora comienza a gritar, Elizabeth no es muy adepta al sexo anal, pero es claro, que eso no le importo a Samuel y es motivo suficiente para continuar masturbándome, y no dejo de imaginarme a Elizabeth bien empinada, con su rostro cubierto de sudor y lagrimas, implorando que el se detenga, así que comienzo a mover cada vez mas rápido mi mano, puedo escuchar como Samuel la nalguea en repetidas ocasiones mientras ríe y le llama puta, Elizabeth continua gritando, hasta que de pronto, el lanza un fuerte gemido y después vuelve el silencio y yo termino viniéndome sobre mi mano, después de unos segundos, escucho sus voces, ella se queja y el solo ríe y le pregunta si le gusto, Elizabeth le responde diciéndole que es un salvaje, pero después, ambos ríen, para ese momento mi pene esta ya completamente flácido, así que lo vuelvo a acomodar dentro de la diminuta tanga y permanezco hincado, esperando escuchar algo mas, pero para mi mala suerte ambos han guardado silencio, y de pronto, la puerta se abre de golpe y del otro lado aparece Elizabeth, esta completamente desnuda y al verme en esa posición comienza a a reírse de mi, mientras me señala y le dice a Samuel que venga a verme,

- pero mira al cornudito de mi novio, a estado escuchado todo..!!

Samuel se levanta rápidamente de la cama y se para a un lado de ella y ambos comienzan a burlarse de mi, típico de ella, le fascina humillarme frente a sus amantes,

- tremendo cornudo tienes por novio, pero eso no es todo, hasta se a masturbado,

Bajo la mirada y veo que unas gotas de semen han caído justo bajo mis rodillas, elizabeth me mira algo molesta a la vez que me dice,

- y ahora cornudito, quien va a limpiar eso,

- no..no..se Elizabeth..

- no sabes, pero si aparte de cornudo eres un poco lento,

Entiendo perfectamente sus palabras, así que me levanto, mientras le digo que voy por una jerga, pero ella me detiene,

- no, olvídate de la jerga, ahora por fisgon y desobediente, lo vas a hacer con la lengua, hincate,

intento explicarle que no era mi intención, espiarla y mucho menos masturbarme, pero ella no me hace caso, me toma por el cabello y me hace hincarme hasta que mi rostro casi toca el suelo,

- ahora saca la lengua y comienza a lamer el suelo,

Lentamente abro mi boca y comienzo a lamer aquel charco de semen, el sabor amargo de inmediato inunda mi boca y hace que mueva mi cabeza hacia un lado para evitarlo, pero ella me hace bajar aun mas la cabeza, hasta que una de mis mejillas choca de golpe contra el suelo, ella al verme completamente sometido, mueve mi cabeza de un lado a otro, restregando mi rostro, en el charco de semen y después de unos segundos me suelta, de inmediato me enderezo y alzo la mirada y ambos me miran fijamente mientras se rien de mi,

- que pasa cornudito, no te gusto..jajajaja…

Mi rostro esta enrojecido y cubierto de mi propio semen,

- ya vete a la cocina cornudito, y tráenos algo de beber,

Me levanto de inmediato, y corro hacia la cocina, saco dos cervezas del refrigerador y cuando vuelvo a la sala, veo que ellos ya están de nuevo en la recamara, toco ligeramente la puerta, pero ahora aparece Samuel, toma las cervezas y me dice,

- gracias cornudo, ahora si quieres, puedes seguir escuchado como me cojo a tu novia, la voy hacer gritar tanto que hasta los vecinos van a saber lo cornudo que eres,

Después cierra la puerta y yo me quedo afuera, no se si quedarme o volver a la cocina, y después de unos segundos los gemidos comienzan de nuevo, pero ahora ella gime aun mas fuerte, algo dentro de mi, me dice que me vaya, que ya fui humillado demasiado, pero el morbo me hace quedarme y en pocos minutos la erección vuelve, no lo puedo evitar soy un tremendo cornudo y me gusta saber que mi novia esta siendo cojida,

Continuara…