Lo que me ha sucedido, sólo me ha pasó por curiosa, y por otras cosas más. Recientemente me encontraba compartiendo en mi casa, con mi amiga Raquel, ambas estábamos bebiendo cerveza, mientras hablábamos sobre alguno de los hombres que habían salido con nosotras. La conversación se fue poniendo un poco indiscreta, ya que tanto Raquel como yo nos dijimos las muchas cosas que habíamos hecho en la cama con esos hombres, aparte de su esposo.
Relato
De momento Raquel me preguntó de manera abierta, que era lo más loco que yo había hecho, le respondí rápidamente. Acostarme con varios hombres a la vez. De inmediato, le conté lo que me había sucedido, una semana después de que finalmente quedé divorciada de Ernesto. Esa fue la noche en que estando sola, me dirigía a tu casa para salir contigo y tu esposo. Cuando me di cuenta de que ya no me quedaban cigarrillos, por lo que entré a un bar con la intención de comprarlos y continuar para tu casa, pero ya dentro del bar un grupo de chicos universitarios, me buscaron conversación, y cuando les dije que iba a salir con una amiga y su esposo para celebrar mi recién divorcio, me invitaron un par de cervezas, las que me tomé como si fuera agua, después me ofrecieron una margarita, después un Blody Mary, y después seguimos tomando ron.
Bueno me di tremenda borrachera, y acostándome con todos ellos, y en cierto momento mientras uno de ellos, me tenía metida toda su verga dentro de mi coño, vino un segundo chico y me clavó su miembro por mi culo, no había terminado de recuperarme, cuando un tercero colocó su verga dentro de mí boca. El resto de la noche me la pasé bebiendo, de brazo en brazo y de verga en verga.
Raquel se comenzó a reír y me dijo que eso no era nada con lo que ella había hecho. Desde luego que me picó la curiosidad, por saber qué locura había realizado mi amiga. Así que después de preguntarle de manera insistente, ella me dijo que mejor lo olvidase, pero tanto insistí en que me contase que era lo que había hecho. Que finalmente me dijo. Bueno te lo voy a contar, pero con la condición de que no se lo digas a nadie, ni me digas que estoy loca.
Cuando me comentó eso, lo cierto es que pensé no sé por qué, que Raquel se había acostado con más de un desconocido, como en mi caso, o que había participado de una orgía monumental. Pero de inmediato me comenzó a contar, que hacía un par de semanas, durante un fin de semana en que se quedó sola en su casa, ya que Sergio su marido había salido de viaje, y sus hijos estaban visitando a sus abuelos. Se había levantado bien tarde, y apenas con su bata de dormir puesta, sin más nada abajo, había salido al patio trasero de su casa.
Como tiene una verja bien alta, no se preocupa porque los vecinos la pudieran ver, así que se quitó la bata y se tendió sobre una silla playera a tomar el sol. Ya estaba por quedarse dormida nuevamente, cuando sintió que algo húmedo tocaba su coño. Se trataba de su propio perro, un pastor alemán llamado Ken, al principio eso la turbó y hasta regaño al animal, pero como ella misma me dijo, de pronto se puso a pensar en cómo sería el hacerlo con Ken, y aprovechando que se encontraba completamente sola en su casa, llamó al perro, y como para disimular agarró la manguera y comenzó a bañarlo.
Poco a poco fue toqueteando el miembro del animal, y dejando que él le oliera y lamiera el coño de ella, hasta que finalmente se colocó en cuatro patas, y dejó que Ken la montase como a una verdadera perra. Yo me quedé boquiabierta con su confesión, y más sorprendida me quedé cuando me dijo que en ocasiones, espera ansiosa que Sergio salga de viaje, para convertirse en la perra de su perro.
Yo no podía creer lo que Raquel me contaba, hasta que me fue dando detalles, como el tiempo que se quedaban pegados, si ella no sujetaba bien la verga del perro, y diciendo lo bien que se sentía cuando su perro, la penetraba o lamía y limpiaba su coño después de que terminaban, y que hasta en ocasiones ella misma se había puesto a mamar el miembro del animal.
Después de contarme eso, yo me quedé sin saber que decirle, desde luego que no le dije que eso si era algo propio de una enferma sexual, después de eso Raquel se marchó a su casa, y yo me quedé con ganas de hacerle un sinfín de preguntas, pero a la vez quedé como medio excitada, así que agarré varios de mis juguetes sexuales, y yo misma me di gusto, hasta que terminé completamente exhausta. Pero lo cierto es que no podía apartar de mi mente, las imágenes que tan bien me describió mi amiga sobre su perro y ella.
Desde luego que busqué en el internet, todo lo relacionado con el tema, lo que después de leer un sinfín de relatos, en que las personas llegaban a tener relaciones sexuales con sus perros, incluso hombres. Me quedé con unas ganas locas de probar eso, pero ya saben una no puede ir por ahí diciéndole a sus amistades, préstame tu perro para que me lo meta. Así que procuré no pensar más en el tema, pero fue inútil, más pensaba en tener relaciones con algún animal.
A los pocos días como no dejaba de pensar constantemente es eso, me di un buen baño de agua fría, y salí de compras, hasta llegué a entrar a una tienda que venden animales, pero lo único que tenían eran cachorros de apenas dos o tres semanas de nacidos, así que después de que terminé de comprarme algo de ropa, regresaba a casa, cuando vi en la entrada de la urbanización donde vivo, a un gigantesco perro, se trataba de un perro sato, de esos que no tienen nada de pedigrí, propiedad de uno de mis vecinos, que por lo general lo tienen encerrado en su casa, pero por lo visto se les había escapado. Leal como es que le dicen al perro, es bien manso, y eso fue lo que me dio el valor de acercármele, y como si fuera mío lo conduje a mi casa.
Creyéndome toda una experta en el tema, por lo que ya había leído, lo primero que se me ocurrió al pasar la puerta de mi casa, fue asegurarme que nadie nos había visto entrar, después de eso me fui a mi habitación y me desnudé completamente, me armé de valor y regresé a la sala donde había dejado al perro.
Me senté en el sofá de mi sala, abrí mis piernas y comencé a darme dedo yo misma hasta que mi coño comenzó a humedecerse todo, a todas estas el perro se me quedó viendo, y cuando estiré mi mano al tiempo que lo llamaba, se fue acercando lentamente, le acerqué mi mano a su nariz, y casi de inmediato se puso a lamerme los dedos, los que lentamente fui acercando a mi propio coño.
Cuando Leal me dio el primer lengüetazo sobre mi coño, sentí un placer tremendo, y cuando continuó lamiéndome entre mis piernas, yo con mis dedos separé mis labios vaginales y su rugosa lengua me llegó más adentro y golpeo divinamente todo mi clítoris. Yo estaba extasiada, con lo que estaba pasando, hasta que me di cuenta de que la rosada punta del miembro del animal se encontraba fuera. Según lo que Raquel me había comentado, era el momento preciso de ponerme en cuatro, y sin pensarlo mucho así lo hice.
En efecto sentí divinamente cuando el miembro de ese perrazo penetró mi coño, y por un buen rato disfruté, de ser la perra de ese perro. Pero estando en medio de ese loco arrebato sexual, comencé a sentir como su miembro se ponía más grande y caliente dentro de mi coño. Fue cuando me acordé que debí habérselo agarrado para evitar el quedar pegados. Pero ya no importaba, el placer fue infinito, sus patas delanteras me sujetaban con fuerza contra su peludo cuerpo. Sentí varios rasguños en mis costillas, pero lo cierto es que no me importó mucho en esos momentos.
Cuando finalmente sentí que mi coño se llenaba de su caliente semen, disfruté de múltiples orgasmos, como nunca antes había disfrutado. Si me tuve que quedar con mi culo pegado al suyo, después de que se bajó de mi espalda, pero aunque esperé casi cerca de más de media hora a que finalmente se retirase. La experiencia fue única, inigualable.
Luego para completar un mayor placer el mismo perro, volvió a lamer todo mi coño, dejándome completamente agotada, nuevamente por el sin numero de orgasmos que alcancé. Después fue que me di cuenta, del sin numero de rasguños que tenía por mis costillas, producto de las uñas de mi amante de cuatro patas al momento de sujetarme contra su cuerpo. Después de que descansé, me bañe y vestí, llevé a Leal a la casa de sus dueños, quienes al verlo, se pusieron bien contentos, les dije que lo había encontrado en mi patio, hacía unos pocos minutos.
Después de eso decidí comprar un perro, pero antes, decidí ir a visitar a mi amiga en su casa, quería contarle todo y darle las gracias por haber confiado en mí y abrir mis ojos. Al llegar después de saludar a su esposo Sergio y a sus hijos, pregunté por curiosidad por su perro ken, Sergio me vio de manera bien triste y me dijo. Ken lo atropelló un auto y del golpe murió, ya hace más de un año. Cuando escuché que el perro había muerto hacía más de un año, me acordé claramente, que Raquel me había dicho que lo de ella y su perro había sucedido hacía un par de semanas, y ahora su esposo me decía que el animal tiene más de un año de muerto.
Cuando finalmente llegó a la sala de su casa, Raquel para recibirme, le dije al oído sin que su esposo me escuchase, eres una desgraciada mentirosa. Ella al principio pareció no entender de que yo le hablaba, pero cuando le dije que Sergio, me había dicho, que Ken tenía más de un año de muerto, riéndose calladamente me dijo, es que después de que te escuché contarme de cómo celebraste tu divorcio con todos esos hombres, no me quería quedar a tras, e inventé todo eso.
Yo desde luego, que no le dije nada de lo que había hecho con el perrazo de mis vecinos, pero una vez que se me pasó la rabia, como le había agarrado el gusto a tener sexo con un perro, decidí comprar uno. Pero mientras tanto cada vez que Leal se escapa de la casa de sus dueños, seguramente lo pueden encontrar dando vueltas por los alrededores de mi casa esperando que yo llegue.
Mi Madre, a sus 42 años, es una hembra que está rebuena. Mi Padre, un pobre idiota. Así que una noche decidí darle marcha a ella con mis amigos, mientras mi padre miraba..........
Relato erótico enviado por domo54 el 12 de December de 2008 a las 11:35:56 - Relato porno leído 312203 veces
Era un día normal, común y corriente, yo regresaba de la prepa, yo soy un chavo moreno, alto, con buen cuerpo, bien dotado y muy atrevido, no tengo novia y ese día fue uno de los mejores en mi vida
Relato erótico enviado por Anonymous el 29 de August de 2008 a las 13:06:42 - Relato porno leído 212263 veces
Mi nombre es Alicia, y hasta no hace mucho mi familia, y yo desde luego vivíamos en un retirado pueblo, en el que apenas y nos enterábamos de las noticias, ya que ni tan siquiera llegaba la señal de la Tele. Por lo que cuando nos mudamos a la ciudad, lo que más me impresionó fue el baile del perreo
Relato erótico enviado por Narrador el 04 de June de 2012 a las 23:00:35 - Relato porno leído 149873 veces
Si te ha gustado Confesiones entre amigas… vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.
Por eso dedica 30 segundos a valorar Confesiones entre amigas….
narrador
te lo agradecerá.
Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 20:54) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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