Espero que hayan escuchado hablar de los trastornos del sueño, cosas como el insomnio, sonambulismo, pesadillas, etc., pero yo desconocía de la existencia de un trastorno llamado sexsomnio. Es una perturbación del sueño en la que la persona realiza conductas de tipo sexual mientras está dormida. La persona que sufre de este padecimiento no recuerda nada al despertar, ya que mientras duerme puede llegar a tener un episodio de tipo sexual, pero no está consciente de sus actos, los cuales pueden ir desde las caricias, desnudarse completamente de manera espontanea, decir palabras de índole sexual, incluso hasta masturbarse, y hay quienes pueden llegar a tener una relación sexual con otra persona, sin acordarse de nada al despertarse. Como lo es el caso de mi esposa Adriana.
Relato
La Asociación Australiana del Sueño, documentó el caso de una mujer que durante la noche y completamente dormida, salía de su casa para buscar individuos con los cuales tener relaciones sexuales. Su estado fue descubierto por su esposo, quien al despertar en las madrugadas no la encontraba en la cama, por lo que en una ocasión la siguió para conocer su destino. Les digo esto porque algo muy similar me a sucedió a mí, con mi esposa.
Si me había dado cuenta de que en ciertas ocasiones, Adriana en medio de la noche, mientras que yo me encontraba en un profundo sueño, me despertaba al escucharla decir entre sueños lo que ella deseaba que le hiciera, cuando no era que al levantarme a orinar en medio de la noche, al regresar a la cama asombrado veía como furiosamente se autosatisfacía con sus dedos, aun estado dormida. Luego en ocasiones ella me despertaba, de una manera muy poco convencional. Cuando no era que sentía que me masturbaban, era que me estaba mamando mi miembro. Desde luego que mi reacción inmediata era la de continuar, lo que ella tan sabrosamente había comenzado. Así que tras estar masturbándome completamente desnuda, Adriana abría sus piernas, y de inmediato al tiempo que nos envolvíamos en una serie de ardientes besos, yo la penetraba, a lo que ella de inmediato comenzaba a mover deliciosamente sus caderas, como poseída por espíritu sexual muy fuerte. Yo desde luego que nunca me oponía a sus avances. Aun en las ocasiones en que nos acostábamos sumamente disgustados, ella parecía olvidarse de nuestra discusión y actuaba de esa manera.
Pero siempre al día siguiente, cuando yo le comentaba la manera tan ardiente en que se había comportado, Adriana negaba todo, yo al principio pensaba que era por algo de pudor. Por lo que dejé de tocarle el tema, y decidí seguir disfrutando de su particular manera de despertarme. Todo iba de maravilla, pero debido a que desarrollé una hernia de tipo inguinal, que para mi desgracia invadió mis testículos. Me sometí a una operación supuestamente de rutina, pero que la recuperación me llevó casi mucho más de un mes completo. El médico me había dicho que cero de actividad sexual, mientras me recuperaba, cosa que se le dije a mi esposa un sin número de veces. Por lo que como a la tercera noche, de estar en casa, me desperté para orinar, y me encontré con que estaba solo en la cama. Pensé que Adriana seguramente se había ido a dormir a la habitación para huéspedes, a fin de no molestarme. Cuando le di las gracias por su consideración, ella me miró con cara de que no sabía de que le hablaba. Pero no le di mucha importancia, hasta que como a los cuatro días, volvió a pasar lo mismo, y nuevamente volvió a suceder como a tres días después.
Siempre ella actuaba como si no supiera que yo le hablaba, hasta que una noche al despertarme a orinar, la vi que salía de nuestra habitación, y como si yo no estuviera presente, pasó a mi lado, saliendo de casa únicamente vestida con su translucida bata de dormir. De inmediato me vestí como pude, la seguí, y le di alcance, preguntándole a donde se dirigía. Pero ella continuaba actuando como si yo no existiera, Adriana se encaminó directamente a la puerta que da a la calle, sin tomarme en cuenta siguió caminando, en dirección a la puerta trasera de la casa de nuestro vecino, abrió la puerta sin dificultad, y ya dentro se quitó la bata completamente, y de inmediato se dirigió a la habitación de él. Ella abrió la puerta, y pude ver como Manolo mi vecino dormía plácidamente, que al igual que acostumbro hacerlo yo, duerme sin nada de ropa. Adriana en medio de la oscuridad de la habitación, se dirigió a la cama, y aunque estuve a punto de detenerla, me acordé haber escuchado en un sinfín de ocasiones, que aun sonámbulo, no se le debe despertar porque hasta puede morirse de la impresión o por lo menos caer en una crisis que los deja medio locos.
Oculto tras la puerta, asombrado vi como ella, se introdujo en la cama de mi vecino, de inmediato agarró el miembro de Manolo, y automáticamente se lo ha metido dentro de su boca, con la que se dedicó a mamar intensamente, hasta que Manolo se despertó, diciéndole. Pero chica la verdad es que tú sí que eres especial, pero sin decir más nada, Adriana separó sus piernas, y por la rendija de la puerta vi la siluetad de ellos dos, como mi vecino la penetraba. Ella en esos momentos, al igual que lo hacía conmigo en casa, se comportaba como toda una puta profesional, gimiendo, y moviendo su cuerpo frenéticamente, mientras que Manolo, disfrutaba de las atenciones que mi mujer le brindaba, sin que ella lo supiera. Bueno yo en esos instantes, estaba a punto de entrar y caerles a patadas a los dos, pero el hecho de ver a Adriana en brazos de otro, y disfrutando de la manera en que ella lo hacía, me excitó de sobre manera, y ni me acordé de las recomendaciones de mi médico, por lo que de manera impulsiva me dediqué a masturbarme, mientras observaba como Adriana, se revolcaba con nuestro vecino. Él que no contento con clavársela por el coño, en cierto momento, se lo ha sacado, y tras colocarse tras de ella, se lo ha enterrado por el culo salvajemente, cosa que en medio de su situación Adriana lejos de incomodarse, pareció apreciar mucho, ya que no dejaba de pedir que le diera más y más duro. Hasta que eventualmente Manolo se debió venir dentro del culo de ella, y yo acabé entre mis dedos.
Al terminar, Manolo le preguntó bueno cuando me vas a decir quién eres, a lo que Adriana sin responderle salió de la habitación, y él se quedó de lo más cómodo en su cama. En el camino a casa, mi mujer tomó su ropa de dormir, atravesó el patio, y ya dentro se metió a nuestra cama como si nada hubiera sucedido. Yo estaba que no sabía qué hacer, pero al día siguiente busqué a un amigo mío que es psicólogo, y tras decirle que a un conocido mío le estaba sucediendo eso con su mujer, me dijo. Eso es un trastorno del sueño, denominado sexsomnio, sobre el cual me dijo que no había mucha literatura, pero por los momentos me recomendó que le dijera a mi conocido, que no se le ocurriera despertar a su mujer, ya que es la manera o forma en que ella trabaja con la ansiedad que le produce el sexo, pero de manera completamente involuntaria. De paso al masturbarme, se me abrieron par de puntos, por lo que mi recuperación demoró más de lo que yo pensaba.
Por lo que Adriana en innumerables veces, visitó a nuestro vecino, quien por lo visto ante tal suerte no se preocupaba por saber quién era la mujer que se acostaba con él. Cuando finalmente me recuperé del todo, las cosas no volvieron a ser como antes, ya que Adriana continuó visitando a nuestro vecino. Así que después de pensarlo mucho, decidí hablar con ella, al principio me dijo que yo estaba loco, pero cuando le presenté varias fotos de ella, entrando y saliendo desnuda de la casa de nuestro vecino, comenzó a llorar y muerta de vergüenza me decía que no sabía qué era lo que le pasaba. Por lo que juntos fuimos a ver a mi amigo el psicólogo, quien después de escucharnos, refirió a mi mujer, a un terapeuta del sueño, con el que actualmente está en terapia. Aun Adriana se despierta de noche con muchas ganas, y en muy raras ocasiones después de estar conmigo, se duerme por un instante y nuevamente se despierta como si nada para ir donde nuestro vecino. Ahora a la hora de la verdad no sé si es a consecuencia de su condición, o es que le ha agarrado gusto de acostarse con nuestro vecino.
Mi Madre, a sus 42 años, es una hembra que está rebuena. Mi Padre, un pobre idiota. Así que una noche decidí darle marcha a ella con mis amigos, mientras mi padre miraba..........
Relato erótico enviado por domo54 el 12 de December de 2008 a las 11:35:56 - Relato porno leído 312203 veces
Era un día normal, común y corriente, yo regresaba de la prepa, yo soy un chavo moreno, alto, con buen cuerpo, bien dotado y muy atrevido, no tengo novia y ese día fue uno de los mejores en mi vida
Relato erótico enviado por Anonymous el 29 de August de 2008 a las 13:06:42 - Relato porno leído 212263 veces
Mi nombre es Alicia, y hasta no hace mucho mi familia, y yo desde luego vivíamos en un retirado pueblo, en el que apenas y nos enterábamos de las noticias, ya que ni tan siquiera llegaba la señal de la Tele. Por lo que cuando nos mudamos a la ciudad, lo que más me impresionó fue el baile del perreo
Relato erótico enviado por Narrador el 04 de June de 2012 a las 23:00:35 - Relato porno leído 149872 veces
Si te ha gustado Creo que mi esposa padece de sexsomnio. vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.
Por eso dedica 30 segundos a valorar Creo que mi esposa padece de sexsomnio..
narrador
te lo agradecerá.
Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 21:32) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF bill y lety
(12 de November de 2011 a las 22:40) dice:
Que barbaro... no creiamos mi esposa y yo que lo leimos juntos que exisiera una enfermedad asi...es muy exitante por que el ver a la pareja hacerlo con otro..wow.
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