CUANDO ERA UN CHICO TIMIDO

CUANDO ERA UN CHICO TIMIDO
Esto que estoy relatando, ocurrió en mi época de colegio, en lo que tenía yo 17 años, y me encontraba en mi último año de estudios secundarios, sexualmente me calentaba Rosalía quiero hacer una apología de ella, una chica poco común, de 1.72 metros, peso 60 kilogramos, una joven delgada, con unas largas contorneadas piernas, su atractivo, principal sus senos, para su edad grandes, al lado de las demás compañeras de salón, las que no tenían nada, nada que hacer, su culito bien formado.
Todos los días en el bus, nos encontrábamos cuando nos dirigíamos al colegio, me atraía su forma de usar el uniforme, sabía que tenía novio que estaba ya en la universidad. En verdad nunca le llame la atención, también para que lo hiciera. Para ese entonces, yo muy tímido serio y buen estudiante, tenía pocos amigos, pero yo siempre andaba con ellos, como yo mis amigos, nos dedicábamos a boludear y a bromas estúpidas para esos, tiempos un grupo de pajeros pelotudos, y timoratos con las mujeres.
Siempre eran ellas las que nos acechaban, De repente no se porque, pero Rosalía comenzó a hablarme era prácticamente la única chica del aula, que me hablaba.
Realmente muy tarados, el blanco de las cargadas de los otros chicos que eran más lanzados. A nuestras espaldas, hablaban de todos nosotros fue así que llego a mis oídos que en el curso, se rumoreaba que todos nosotros de este grupo éramos vírgenes, y nunca habíamos visto un pesebre.
En esas charlas con Rosalía un día me preguntó esto, como buen pelotudo me puse rojo como un tomate, el silencio fue mi respuesta no iba a confesar tal gran verdad, creo mi respuesta estaba en mi rostro, no volvió a preguntar, nunca mas, ahora si me pregunto si tenía novia, o alguna amiga especial, la respuesta era no por supuesto, no sabía el porque pero ese tema era recurrente, sin saber en ese momento ni sospechar las razones, ni nada por el estilo, esto me llamó más la atención.
Pero sin experiencia sexual, yo no lo había hecho nunca, solo muchas pajas pensando en Rosalía, y en realidad, la verdad era clara, un inexperto, primerizo, conocido popularmente como "Virgen". Quizás No sé, pero esto le dio compasión, o por ser serio, por qué comenzó a tenerme confianza a contarme sus cosas, yo le contaba de las mías, miren si era pelotudo un día en clases, se encontraba un poco distraída, me acerque y le dije que me sentara mejor que se le veía las bombachas, se acomodó en su asiento.
Me contó que Le llamó la atención que hasta el momento sólo yo me había percatado de su posición y como no lo había dicho con morbo, sólo se limitó a decírmelo, sabiendo ciertamente que nunca en mi vida había visto un panorama tan lindo de una mujer de verdad.
Esto primero me lo insinúo, y como yo siempre me ponía colorado, y tenía vergüenza me lo dijo con todas las letras, a ningún otro chico había hecho esto, si era otro hombre, (por mi reacción agrego,) ella estaba segura, le habría dicho a sus amigotes que miraran, y que al ella verlos a todos mirándole la entrepierna, habría cerrado las piernas, riéndose me dijo no estaba bromeando que sabia que seria para mi solo; por eso lo hizo, (fue una indirecta que yo en ese momento por como era deje pasar)
Para ese momento no veía, lo que era evidente me estaba invitando a que la poseyera, y yo no se si por mi tremenda timidez o vergüenza, no reaccione como debía pero este no fue el colme, de mi estupidez.
Otro día, pasó algo inesperado, me pidió si la ayudaba en Física, que le costaba mucho, me pidió que vaya a su casa estudiar. Llegue a la hora acordada, ella estaba durmiendo la siesta, cosa que me extraño, si habíamos quedado, otra en la casa no salio nadie a atender al primer llamado, casi estaba por irme, cuando escucho un ya voy, fue Rosalía la que me abrió la puerta, ,mis ojos se desorbitaron, estaba con su tanga, y corpiño, solamente, me dice “pasa, me quede dormida, ya me visto” , mi pene se puso enorme, duro, pedió que la siguiera ella entró al cuarto sin apuro, me mostraba su culito pomposo, el que extremaba en su contorneo, y se puso una camiseta y en tanga, se quedó. Yo petrificado me quede. Cerró la puerta con mucha cautela y serenidad, yo estaba nervioso ante su tranquilidad, sentate y me indicaba la cama, no me hice de rogar, caminaba por la habitación, la miraba de arriba abajo la desnudaba con la mirada, no pensé que me fuera a incomodar pero sí, me puse nervioso sentí que se exhibía, me sentí expuesto, no sé pero me puse, tan nervioso, que no atinaba, a nada es mas creo que tartamudeaba, mientras comenzamos a estudiar, por ahí sin que nada tenga que ver me dice “sabes me pelee con mi novio”, yo tímido “ ah, bueno”, ella “te dije que me pelee con mi novio” “ah claro”,“si estoy un poco caliente”, me quede mudo, sin Amin halarse me tomo, con su mano el pene sobre mi pantalón el que estaba duro, ella dice “ah muy bien”, mirándome a los ojos, me acerco sus labios, y me beso, vino un segundo, metió su lengua creo que hasta mi garganta, yo sin nada de experiencia, seguí como, pude, pero la iniciativa, era de ella totalmente, bajo mi cierre de y saco mi falo, el que así, ante un zambullo de ella desapareció en su boca, me estaban dando mi primer mamada, yo no podía creer pero era tan magnifica que me relaje, la deje que su calida boca, me excitara a un punto como cuando me masturbaba, lo que no supe disimular ella abruptamente se paro, se quito todo, saco la parte de arriba mía, y me dijo colabora en algo, sácate todo, yo no me daba cuenta, de nada le hice cazo, quede desnudo, ella me puso sus senos en mis labios, me dijo “chupalos despacio”, torpemente, lo hice, me emocione que casi la lastimo, ella grito “despacio, lámelos, en los pezones, lámelos despacio todos”, ya me apure y sus dos pechos, los lamia con mi lengua ella comenzó a emitir unos gemidos, luego me tomo de la cabeza, y la empujo, para abajo, entre sus piernas, me dice “lámeme igual”, yo no estaba para discutir, aunque su olor era feo, como a pescado lo hice, con la misma intensidad que en sus pechos ella al rato gritaba, y se contraía, la lengua me picaba y ella gritaba me decía “seguí, así, así si, si”, yo emocionado, no afloje hasta que pegó unos corcovazos, y así estuvo repitiendo eso, como yo no paraba, ella con sutileza, se movió, lo que m indicaba de parar, pero yo estaba que explotaba, no sabía si masturbarme, hasta que ella me hizo tender. A lo largo, se subió, a mi se metió mi pene, lentamente, ante mi fascinada mirada, comenzó lentamente a cabalgarme, subía y bajaba yo no sabía mucho, ella hizo todo, hasta tomo mis manos los llevo a sus pechos, sin para le fue metiendo, ritmo hasta que volvió a gemir y mas se apuraba, comencé a sentir que iba a estallar y sin atenuante concluí espetando tanta leche, que no terminaba de empalmar, casi como una metralla, ella apretó con su vagina, se contrajo un par de veces, y se desplomo sobre mi, abrazándome, y dándome besitos, estaba trastornado, y feliz, había tenido mi primera vez, ya no era virgen, ella me adopto para coger y fue la que pese a su corta edad, me enseño casi todo, fue una relación, extraña. Se había arreglado con su novio, e igual seguía con migo, por que me dijo que todo lo que me pedía se lo hacía, Además de ser dotado, que a ella la hacia gozar como loca, así luego de casi un año, deje de ser tímido, me logro hacer vencer ese obstáculo, y todo se termino cuando una compañera nuestra, Marina, que era su amiga busco lo mismo y desde ya yo accedí, ellas se agarraron de las mechas, pero con migo termino abruptamente sin decirme nada, sin reproches solo Adiós, lo de Marina, lo cuento, en el otro.-