Dani y Carlos (I)

Dani y Carlos son pareja desde hace tiempo. Dani es joven, promedia los 30 y Carlos es maduro, en los jóvenes 60. Dani es activo. Un día, curioseando en la página de sexo, encuentro una visita a mi perfil. Por curiosidad pregunte el motivo de la visita y encontré que Dani estaba buscando darle una sorpresa a Carlos y buscaban un sesentón pasivo para una sesión de sexo, ya que la fantasía de Carlos era ver a Dani cogerse a otro maduro pasivo y el participar tan solo con estímulos para el partenaire. Dado que mi perfil manifiesta activo, supuso que no me interesaría pero he ahí que la cola del diablo se metió y mas precisamente entre mis piernas, llenándome la cabeza de fantasías y escenas eróticas con los dos amantes.
Me insinué interesado y después de un corto chat, me propuso cámara. Acepte y me encontré con un grandote que me tentó mas aun. Quería verme a ver si nos gustábamos ya que el tendría que ser mi cogedor. No se por qué dije si, que me gustaba la idea. La verdad es que me ratonaba sin cesar hasta que llego el día del encuentro. Fui a la casa de Dani, que era el anfitrión y allí conocí a Carlos, muy agradable también. Pasamos al living y nos sentamos a dejar fluir las cosas ya que todos sabíamos a que íbamos.
Cambiaron miradas cómplices entre ellos y Dani se arrimó a mí y me desprendió un par de botones de la camisa y la abrió para acariciar mi pecho. Me toco los pezones y para mi sorpresa, ya eran dos piedritas. La verdad yo estaba ya caliente desde la charla y no veía la hora de que se consumara todo. Carlos termino de desprenderme la camisa y me la fue sacando mientras Dani me besaba la oreja, el cuello y me hacia cerrar los ojos y entregarme. Carlos me desprendió el pantalón y Dani metió su mano para acariciarme el pene. Estaba acordado que excepto penetrarlos, cosa que era exclusiva entre ellos dos, no teníamos otra restricción así que entreabrí mis piernas dejando que la mano de ambos se entretuvieran con caricias que me calentaban mas y mas. Dani, que es muy fuerte, me levanto las caderas y con la ayuda de Carlos me bajaron el pantalón y se sorprendieron al ver que debajo no llevaba un calzoncillo sino una bombachita. A ambos les gusto y los excito. Carlos me la saco y quede desnudo entre ellos que aun estaban vestidos. Consciente de mi función de partenaire y no de protagonista, me deje llevar por ellos.
El primero en comenzar a desvestirse fue Dani a quien Carlos amorosamente besaba y le iba sacando la ropa hasta dejarlo en boxers. Luego él se alejó un poquito y también se fue quitando la ropa, pero él no se dejo nada. Era impresionante ver el bulto de Dani y no resistí la tentación de tocarlo y hacerle unas caricias. Carlos soltó un suspiro de aprobación y Dani desenvaino su hermosa estaca y la puso en mis manos. Me beso en la boca, explorándome con la lengua y de a poco comenzó a bajarme la cabeza hacia su entrepierna. Se acomodó en el sillón y quedo allí, erguida como un tótem al que me aferre y cerrando los ojos, deje entrar en mi boca deleitándome con su sabor de macho caliente. Él puso una pierna entre las mías para masajearme el sexo pero en sus movimientos iba separando mis muslos. Carlos se acercó con un pote de gel y con delicadeza casi femenina, comenzó a untarme las nalgas y el agujerito, deslizando el canto de su mano por mi rajita que hervía y haciendo presión en el culito para que se fuera ablandando para recibir a Dani. La verga de Dani me llenaba la boca y se la recorría y lamia con una calentura creciente. Carlos ayudaba metiéndome sus dedos en la colita, como haría con una amiga para prepararla. Por fin, Dani me hizo cambiar de posición y miro a Carlos que le hizo un guiño. Entonces me hizo arrodillar en el sillón y apoyar las manos en el respaldo. Me separo con caricias los muslos y se paro detrás mio. No veía la hora de sentir como entraba dentro de mí esa hermosa pija. Carlos se la apoyo en la puerta de mi agujerito y con su otra mano me acariciaba suavemente las bolsas y la pija que colgaba blandita con mucho esfuerzo.
Dani comenzó a apoyar sus manos en mi cola y a empujar despacio, no por temor a que me lastimara ya que sabía el trabajo previo y la historia de ese culito, pero si para que Carlos disfrutara de la visión de su macho penetrando a otro hombre, tal como era su fantasía. Cuando tuve la pija bien metida le pedí a ambos que por favor me dieran una pija para mi boca. También era mi fantasía tener todos mis agujeros con algo adentro. Dani me acomodo atravesado en el sillón y Carlos se puso delante de mí con sus piernas abiertas y su pija semidura para que la chupara. Le pedí que se sostuviera las piernas en alto para lamerle el culo y las bolas primero. Luego me dedique a sacarle su lechita a mi maduro espectador. Me acabo en la boca y me trague todo ese rico semen, dejando que se le ablandara dentro de mi boca con suaves chupaditas y caricias con la lengua. Mientras tanto, Dani continuaba bombeándome las entrañas con un constante mete y saca. Cuando vio a Carlos acabar, acelero sus movimientos y ya a punto del orgasmo me aferro las caderas y me empujo la pija hasta lo imposible y allí me largo un hermoso chorro de leche calentita que golpeo contra mi intestino produciéndome estertores de placer. Yo les había dicho que tardaba mucho en acabar y así era, por lo que deje que Dani me la sacara y como yo estaba limpito por dentro, me di vuelta y le lamí la pija suavemente para limpiársela. Ellos se miraron con sus ojos de amantes y me hicieron sentar entre ellos mientras descansaban. Los dos acariciaban mi pija, mis bolas, hurgaban suavemente hasta llegar a mi objetito y lo acariciaban con ternura. Me besaban mis tetitas y de tanto en tanto me besaban los labios buscándome la lengua. Los tres queríamos seguir y así iba a ser, pero nos quedamos descansando uno contra el otro. En mi mente rondaba la idea de tratar que Carlos, que era pasivo, tuviese también una erección así podía disfrutar de las dos pijas amantes dentro de mi colita. Eso se los cuento en la próxima.