De la pantalla a la realidad

Desde que empecé a escribir relatos solo me impulsaba la satisfacción personal de poder expresar de esta manera los momentos mas sublimes de mi vida, nunca espere nada a cambio sin embargo recibía gustoso las muestras de apoyo y de solidaridad pero sobre la aceptación de la forma de plasmar de modo un tanto poético o de perdida romántico mis aventuras.
Nunca espere llegar a nada más aunque gracias a los relatos hice varias amistades en el Internet, algunas que todavía conservo. Sin embargo lo que a continuación leerán ni por asomo lo podría imaginar.
Un tiempo después de publicar la segunda parte de “Mi cuñada 3 años de venganza 3 años de placer”, me llego un mail para felicitarme como varios otros que habían llegado a mi correo y al igual que todos los demás lo conteste y agradecí su preferencia, esto fue el inicio de una amistad que con el paso del tiempo se fue estrechando, pasamos de los e-mails al contacto por Messenger, compartimos muchas cosas y así fue creciendo un sentimiento mutuo, al inicio del año empezamos a mandarnos mensajes de texto vía celular y al mismo tiempo empezamos a hablarnos por teléfono.
Para ese tiempo ya teníamos un romance a distancia, era raro el día que no nos mensajeabamos, nos hablábamos o de perdida contacto por Messenger. Daniela es una chica por demás tierna y soñadora y a pesar de la diferencia de edades me entendía a las mil maravillas con ella, además de ser una mujer muy atractiva y sensual.

Muchas palabras de amor salieron de nuestros labios y el teléfono las llevo a oídos del otro, empecé a escribir pensamientos llenos de inspiración pero sobre todo llenos de amor, los cuales le enviaba a su correo, acompañados de las imágenes mas bellas que encontraba en la red.
Sin embargo no era suficiente este contacto, ambos deseábamos vernos, estar frente a frente y desahogar todo lo que sentíamos, pero había mucha distancia entre ambos y teníamos que conformarnos con eso, mas sin embargo en mi mente y en mi corazón me fui enamorando de esta chiquilla linda y de su forma de ser y de ver la vida. El deseo se transformo en necesidad, y busque la forma de poder estar con ella aunque fuera por poco tiempo, hay un dicho que dice que el amor todo lo puede y es verdad, así que al poco tiempo pude ir hasta donde ella estaba; es un lugar con playa, es un lugar maravilloso.

Tal y como lo habíamos acordado Daniela fue a recibirme, no fue ningún problema reconocerla en la Terminal aérea, aparte de que ya conocía su rostro a la perfección, el brillo de su mirada destacaba entre las demás personas, sin prisa me acerque a ella y sin decir ninguna palabra tome sus manos entre las mías, las lleve a la altura de mi cara y las bese agradecido por darme en la vida esa nueva ilusión. Un beso en los labios que rompió con todos los estándares establecidos fue la mejor palabra de bienvenida que hubiéramos podido darnos y así en silencio salimos de aquel lugar y nos dirigimos al hotel donde previamente había hecho mi reservación. Ya nos habíamos dicho muchas cosas por teléfono como para seguir hablando y dejamos que nuestros labios unidos durante todo el trayecto al hotel se encargaran de presentar a nuestras almas. Cualquiera en el hotel podía pensar que éramos unos recién casados por el trato que nos dábamos.

Había sido un viaje largo con un trasbordo y ansiaba llegar a la habitación para ducharme y entonces si, disfrutar de la compañía y los encantos de mi hermosa tocayita, tiempo atrás habíamos planeado una velada romántica en la playa y hacerle amor sobre la arena, yo estaba plenamente conciente de nuestros planes y pensaba llevarlos a cabalidad pero Daniela tenia algo mas en mente, apenas entramos en la habitación y se volcó sobre mi para llenarme de besos, besos suaves, besos tiernos, besos alocados, besos de posholate. Y así en medio de esa danza erótica llegamos a la cama, nos tiramos en ella y seguimos con el ritual amoroso, me puse sobre ella y deslicé su vestido por sus hombros hasta dejar al descubierto sus opulentos pechos, Daniela es una chica de medidas casi perfectas, morena y bronceada por causa de lugar donde vive, con boca grande y carnosa, vientre plano y piernas dignas de un certamen, el aroma de su cuerpo es embriagador y sus manos grandes pero delicadas, sus pechos no son ni grandes ni pequeños tienen el tamaño justo. Los tomo ambos con mis manos y la beso una vez mas, bajo mi boca y muerdo su barbilla, sigo descendiendo y me entretengo mucho tiempo con mis labios por todo su cuello, hace ya un rato que Daniela esta quieta, completamente entregada y eso me llena de dicha, meto mi nariz entre sus pechos y con las manos los repego a mi cara para empezar a besarlos con frenesí, sus pezones endurecidos son el centro de mi atención ahora, con mi lengua hago círculos alrededor de ellos y después meto lo mas que puedo de su seno en mi boca y lo chupo ansioso, sabe por las platicas de mi fascinación por el cunilingulis y deseosa de disfrutar de mi boca en su sexo empuja mi cabeza hacia esa exquisita parte de su cuerpo, levanto su vestido y quedo gratamente sorprendido al ver que no hay nada debajo de el, me aproximo y al estar a un par de centímetro aspiro ese olor que tanto me gusta, no voy directamente a su vagina en vez de eso paso mi lengua y mis labios por sus piernas las cuales levanta y enrosca en mi cuello para obligarme a posar mi boca en su pelvis, se halla rasurada casi en su totalidad, solo un pequeño triangulo de bello pubico en la parte superior de su rajita, empiezo con mis labios a succionar su vagina manteniendo mi lengua aun fuera de acción, aprisiono uno a uno sus labios vaginales entre los míos y la siento acelerar su respiración.
La penetro con mi lengua y un intenso – Ahhhh – escapa de su boca, mi lengua como serpiente se retuerce en su interior mientras ella mueve su pelvis en círculos y la pega mas a mi cara, si esto no fuera suficiente toma mi cabeza entre sus manos y me obliga a centrarme mas en la comida de raja que le estoy dando hasta que llega al orgasmo y su vagina se deshace en un río de fluidos los cuales bebo con avidez sin dejar escapar ni una gota. Afloja sus manos de sobre mi cabeza y su cuerpo sudoroso se convulsiona todavía un poco antes de relajarse por completo mientras en mi boca sus jugos me dejan el mejor de los gustos.
No puedo dejar de admirarla, tan bella siempre y ahora mas que esta satisfecha. Siente mi mirada sobre si y abre un poco los ojos solo para decirme con una sonrisa en los labio – Te amo –
Es imposible describir con palabras el sentimiento que esto me provoco, Daniela cierra otra vez los ojos y yo me dispongo a ducharme. Cuando estoy dentro de la regadera de súbito ella esta a mi lado, completamente desnuda, la tomo de la mano y la atraigo hacia a mi para besarla, el agua corre sobre nuestros cuerpo, ella se separa de mi boca y al igual que yo lo hice con anterioridad, ella baja sus labio por mi cuello, por mi pecho, por mi vientre y llega hasta mi miembro, con delicadeza sus labios rodean el prepucio y lentamente se va introduciendo toda mi verga en la boca, yo por mi parte echo la cabeza hacia atrás y disfruto de sus caricias, sus manos recorren mi cuerpo, y su lengua hace maravillas en mi miembro. Daniela succiona con habilidad y sus manos en mi cuerpo aumentan el placer, siento un dulce cosquilleo en mis testículos y con los dedos acaricio su cara, la tomo con suavidad de los cabellos y le impongo un ritmo mas intenso a la felación, ella obediente aumenta la velocidad, hay mucha saliva y muchos fluidos de mi pene lo que hace que la mamada sea muy suave, cuando siento que me llega el orgasmo empujo levemente su frente para indicarle que es tiempo de retirarse pero ella al contrario se repega mas a mi y aprieta con suavidad mis testículos que en un instante descargan todo su contenido en la garganta de Dany. Aprieto los ojos y los puños durante el orgasmo y una luz intensa llena mi cabeza.

Se levanta y al hacerlo nuevamente recorre mi cuerpo con sus labios, y nuevamente me hace estremecerme de placer, llega hasta mis labios y me entrega en un beso la pasión que le queda. Nos dedicamos a ducharnos y a la vez jugamos, nos enjabonamos mutuamente y también nos acariciamos, la suavidad de su piel me encanta y no puedo evitar excitarme nuevamente, ella siente la dureza de mi miembro rozando sus nalgas y se alegra, lo rodea con sus manos y exclama divertida.
– A que bicho tan travieso, quiere mas guerra –
No hacemos nada mas porque debemos guardar fuerzas para la gran velada que nos espera. Salimos de ducharnos, la dicha es total, es evidente cuanto nos deseábamos y nos necesitábamos ya que no pasa un minuto sin que nos demos un beso, bajamos a comer algo ligero para después de eso llevar a cabo el plan principal, la velada en la playa. Cuando terminamos de comer el mesero nos ofrece postre – no gracias – replico – el postre ya lo tengo –
Esto provoca la risa de Daniela y el mesero rie del comentario con una mirada picara y se aleja divertido.

Salimos cuando ya anocheció, una noche calida pero agradable, la brisa marina refresca e impregna de su aroma la playa, abordamos un taxi para dirigirnos al sitio donde seguiremos disfrutando de ese amor nacido a distancia. El lugar esta desierto y las rocas altas cercanas ocultan de la vista lo que ahí sucederá. Sentados en la arena nos tomamos de la mano y platicamos acerca de la relación tan especial que llevábamos, de cómo se fueron dando las cosas hasta llegar a ese momento, de la ansiedad que teníamos de conocernos y entregarnos al sentimiento que nació entre ambos.
Y así nuestras bocas se unen nuevamente, recostados en la arena su cuerpo y el mio ruedan y se acarician con intensidad, tomo su cara entre mis manos y la beso poniendo en ese beso todo la pasión de que es capaz mi corazón. Estamos de rodillas, frente a frente, me despoja de mi camisa y luego hace lo mismo con su vestido y queda desnuda delante de mi, la abrazo juntando nuestros pechos, los besos suben de intensidad mientras Daniela suelta el cordón de la bermuda que llevo puesta y la baja quedando mi pene expuesto, con sus rodillas avanza un paso mas y nuestros pelvis quedan unidos, mi pene se ha metido entre sus piernas y Ella metiendo la lengua en mi boca provoca que puncé de placer, nos dejamos caer en la arena, se pone a ahorcajas sobre mi y se mete todo mi miembro en su interior, yo, de cara al cielo no puedo ver mas que su rostro lleno de placer y el cielo estrellado que es mudo testigo de nuestro encuentro, siento el peso de su cuerpo sobre mi pero siento también una entrega como pocas antes he tenido, ella se mueve en vaivén sin despegarse un milímetro de mi, mis manos se han apoderado de sus pechos y los acaricio en silencio, mis manos descienden por la curvatura de su cuerpo y se prenden a su cintura para apretarla mas a mi cuerpo, Daniela pasa de los suspiros a unos quejidos suaves que poco a poco aumentan de intensidad y de volumen, me atemoriza que alguien la pueda escuchar e interrumpa este sublime momento, por fortuna esto no sucede pero el temor hace que me desconcentre un poco y apenas me doy cuenta de que ella esta terminando y al hacerlo se agacha sobre mi para besar y morder mis labios.
- faltas tu – me dice – la giro para hacerla quedar en cuatro y la penetro desde atrás, disfruto de su cuerpo entregado al mi y con fuerza empujo mi pelvis contra sus nalgas que tiemblan no se si de emoción o de placer.
La profundidad de la penetración hace que haga grandes esfuerzos para no acabar y pueda seguir disfrutando de este glorioso momento. La escucho suspirar y la siento empujarse a mi con fuerza y se que nuevamente esta gozando, me abandono al sentimiento que esto me provoca y al momento de llenar su vientre de mi venida su cuerpo se convulsiona ante un nuevo orgasmo que supera los anteriores y exprime al máximo mi exhausto ser.

Por el momento dejare hasta aquí la historia para no cansarlos con la lectura, en breve aparecerá el resto de la entrega en la playa y la despedida que fue genial.
No quiero despedirme si agradecer a quienes desde antes y ahora me apoyan, desde ya un sincero GRACIAS. Por siempre su amigo, Neofilder