Después de lo que me sucedió en el Centro Comercial, casi como por arte de magia dejé de estar fantaseando, ya que mientras me duchaba o me encontraba a solas, recordaba lo que ese joven me había hecho, o mejor dicho lo que yo de una manera u otra, propicie que me sucediera, ya que de no haberme portado de manera tan coqueta, seguramente nada hubiera sucedido, además yo no tenía que bajar al sótano para nada. Así que decidí que la próxima ocasión, que se me ocurriera llevar a cabo una de mis fantasías lo haría de manera bien consciente.
Relato
Eventualmente como al mes volví a estar fantaseando, sobre todo cuando mi esposo, parecía ignorar que existe algo llamado sexo en el matrimonio. No sé por qué motivo, un día que me encontraba de compras, me topé en una de las tiendas con una modelo y vendedora, que desde que la vi me impresionó no tanto por su belleza, sino por la manera tan particular que me miraba. Parecía querer comerme con sus ojos. Cosa a la que estoy acostumbrada cuando se trata de hombres, pero que otra mujer como yo me viera de esa manera, me puso algo nerviosa.
Ella se debió dar cuenta de cómo me había impactado, ya que de momento se me acercó y sin decir una sola palabra me condujo tras los probadores, en el corto trayecto agarró un grupo de pequeños trajes de baño, y sin soltarme la mano le dijo a una de sus compañeras, tras guiñarle un ojo, que me iba a mostrar varias prendas en el vestidor especial, tras lo cual nos dirigimos como ya les dije de tras de los vestidores comunes.
Se trataba de un pequeño salón de color rosa, fina y delicadamente decorado y amoblado, pero que a diferencia de los otros vestidores, su puerta tenía cerradura con llave. Ya dentro la chica comenzó por decirme que se iba a quitar la ropa para que yo mientras ella me lo modelaba, viera como lucían las prendas. Y a medida que ella se fue desvistiendo, me di cuenta de que mi excitación iba en aumento, imaginándome o mejor dicho fantaseando lo que ambas podríamos hacer juntas, mi excitación creció cuando me percaté que Denise la vendedora, bajo su falda y blusa no llevaba más nada puesto.
No bien ella se puso uno de los pequeños y ajustados biquinis tipo tanga, me di cuenta que a diferencia mía Denise no se depilaba su coño, por lo que aunque algo vulgar para mi gusto noté como bajo la corta y pequeña tela de la parte inferior del biquini, los vellos de su monte de Venus, casi ocultaban el pequeño corte de tela. Yo que me había quedado extasiada viendo su coño, de inmediato también me quité toda mi ropa, mientras le decía que también deseaba probarme uno, para ver cómo se me veía puesto uno de esos tangas.
Pero a diferencia de ella yo no llegué a ponerme ninguna de las dos piezas del biquini que había escogido, me le acerque a ella y si sin más ni más, mientras le miraba directamente a los ojos, le he plantado un tremendo beso. Denise respondió de manera bien ardiente, besándome intensamente y dirigiendo una de sus manos directamente a mi depilado coño.
Así que entre los besos y caricias que nos dábamos mutuamente, lentamente nos fuimos dejando caer sobre un largo, amplio y mullido sofá de color rojo. No bien ambas nos encontrábamos recostadas, cuando ella deslizó su rostro sobre mi cuerpo, hasta que su boca quedo sobre mi coño, y de inmediato comencé a sentir las delicias que ella con sus labios, lengua, y hasta con sus blancos dientes, me producía intensamente dentro de mi excitada y húmeda vulva.
Una especie de corriente eléctrica, recorría todo mi cuerpo cuando ella con sus dientes, mordisqueaba delicadamente todo mi inflamado clítoris. Generando que yo de manera involuntaria moviera todo mi cuerpo, gimiendo profundamente, y hasta llorando pero de alegría, disfrutando en todo momento de lo que ella con su boca me hacía.
No sé cuánto tiempo, Denise estuvo sabrosamente mamando y chupando todo mi coño, pero en cierto momento, me sentí en la obligación de retribuirle de la misma manera, los placeres que ella me estaba generando, así sin que ella separase su rostro de mi coño, me las arreglé para al mismo tiempo yo también dedicarme a hacerle lo mismo que ella me hacía a mí.
Apenas solté los pequeños lazos que mantenían el tanga en su lugar, quedó ante mis ojos, su peludo y llamativo coño, con mis dedos fui haciendo a un lado todos los largos y negros vellos, que cubrían su vulva, su aroma a mujer en celo me embriagaba, y sin perder más tiempo enterré mi rostro entre sus piernas. De inmediato procuré corresponderle de la misma manera que ella me estaba tratando, así que sin demora alguna mis labios lengua y hasta con mis dientes, al igual que ella, chupe, lamí, y mordisqueé todo aquello que tenía al alcance de mi boca.
Ambas nos encontrábamos envueltas en un largo e intenso frenesí. Después de un largo rato de caricias íntimas, se nos ocurrió colocar nuestros coños, uno contra el otro, con nuestras piernas abiertas, era como si fuéramos un par de tijeras abiertas. Así que tomándonos por ambas manos, nos restregábamos la una contra la otra, generando un profundo placer desconocido para mí hasta esos momentos.
Fue cuando ambas nos quedamos como paralizadas al escuchar y ver que la puerta, a la que estaba bien segura que Denise le había pasado la llave, se abría ante nosotras dos. Se trataba de Mary su compañera de trabajo, que al vernos completamente desnudas, y tiradas sobre el sofá, restregándonos nuestros coños. Sin demora alguna tras cerrar la puerta y pasar la llave, en un santiamén se ha quitado lo poco que tenía puesto, ya que al igual que mi pareja, tampoco estaba usando nada de ropa intima.
Mary se acercó a nosotras, le dio un beso a Denise, y otro a mí, y tras esa pequeña y corta presentación, se unió a nosotras. En cierto momento, mientras yo le continuaba mamando sabrosamente su coño a Denise, Mary me mamaba el mío, y Denise por no quedarse atrás le mamaba el coño a Mary. Si Denise y yo habíamos disfrutado intensamente de lo que estábamos haciendo al sumarse a nosotras Mary, el sentimiento de placer se multiplicó. Entre las tres hicimos cosas que yo jamás había ni tan siquiera soñado o fantaseado en alguna ocasión, ya que Mary en un pestañar extrajo de la gaveta de una pequeña mesa de esquina, algunos juguetes sexuales, vibradores de todos los modelos tamaños y formas.
Así que Mary agarró uno de esos juguetes y tras adosarlo a su cuerpo por medio de varias correas, me colocó en sobre la alfombra, y tras darme un alargo y profundo, de algo que ella me dijo era un beso negro, en todo mi esfínter, me penetró por dé tras con su juguete, y a los pocos segundos Denise, usando sus manos, me comenzó a penetrar con otro de similar tamaño por mi coño, al tiempo que una de ellas me besaba intensamente, la otra me acariciaba y apretaba mis tetas, hasta que prácticamente desfallecí del placer que ambas me produjeron. Después de mis primeros orgasmos dejé de llevar la cuenta, fueron tantos y tan profundos que desde ese momento entendí porque hay chicas que no les llaman la atención los hombres, y máxime si son como el mío, que apenas no hace nada más que meterlo que se viene de inmediato. Eso sin contar con aquellos, que piensan que una mujer, es una especie de pera de boxeo, pero con piernas culo, coño y boca. Para hacer con ella lo que se les antoje.
Esa tarde cuando llegué a casa, me sentía inmensamente feliz, súper realizada, y por un buen tiempo dejé de fantasear despierta, ya que los recuerdos de las cosas que me han sucedido, superaban por mucho mis más locas y descabelladas fantasías. Además que como conocí a Denise y a Mary, aparte de que me dan un buen descuento, también me dan ese trato tan especial que a mí me gusta tanto.
Mi Madre, a sus 42 años, es una hembra que está rebuena. Mi Padre, un pobre idiota. Así que una noche decidí darle marcha a ella con mis amigos, mientras mi padre miraba..........
Relato erótico enviado por domo54 el 12 de December de 2008 a las 11:35:56 - Relato porno leído 312633 veces
Era un día normal, común y corriente, yo regresaba de la prepa, yo soy un chavo moreno, alto, con buen cuerpo, bien dotado y muy atrevido, no tengo novia y ese día fue uno de los mejores en mi vida
Relato erótico enviado por Anonymous el 29 de August de 2008 a las 13:06:42 - Relato porno leído 212613 veces
Mi nombre es Alicia, y hasta no hace mucho mi familia, y yo desde luego vivíamos en un retirado pueblo, en el que apenas y nos enterábamos de las noticias, ya que ni tan siquiera llegaba la señal de la Tele. Por lo que cuando nos mudamos a la ciudad, lo que más me impresionó fue el baile del perreo
Relato erótico enviado por Narrador el 04 de June de 2012 a las 23:00:35 - Relato porno leído 150076 veces
Si te ha gustado Decidí poner en práctica todas mis fantasías (CAP II)… vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.
Por eso dedica 30 segundos a valorar Decidí poner en práctica todas mis fantasías (CAP II)….
Narrador
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Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 21:31) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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