A continuación les narro esta historia caliente la cual trata de cómo logre saborearme la intimidad de una mujer que es mi profesora de historia, espero sus comentarios.
Relato
Su nombre es Carmen, ella es una mujer ya madurita debo decir que desconozco su edad exacta pero aparenta un poco más de cuarenta años y aun está muy buenota. Es caucásica, tez blanca, su cabello lo tiene negro con corte redondo, sus ojos son de color negros, posee una nariz perfecta y un rostro aunque de apariencia madura pero aun es guapa, le gusta maquillarse sin duda para tapar algunas imperfecciones de su edad pero son mínimas, así como también le gusta pintarse sus labios de rojo. Ella luce un cuerpo en forma y envidiable que muchas mujeres a su edad desearían tener, goza de unas hermosas piernas libres de varices o imperfecciones así como igual posee unas nalgas apetecibles, claro debo mencionar sus hermosos pechos de mujer madura también. Pues no se mucho de su vida personal ignoro si es casada o tiene hijos pero lo que sí puedo decir es que es una excelente mujer pues aparte de su atractivo sexual femenino ella es muy amable y como profesora se desempeña muy bien, sus enseñanzas son claras y nunca es exigente con sus alumnos, ella imparte clases de historia y geografía en una escuela preparatoria de la ciudad de México, ahí es donde la conocí. Por mi parte sólo mencionaré que soy un chavo de 18 años de edad a un estudiante y pues si debo confesar que una de mis fantasías sexuales personales es la de coger con mujeres mayores que yo, no sé porque pero desde adolecente me han excitado mucho las maduritas incluso más que las chicas de mi edad, por ello cada vez que compro pelis porno siempre escojo las de maduras pues son mis favoritas. Claro debo decir también que no soy ningún principiante pues yo ya he cogido un par de veces con una chava de mi edad que era mi novia hace tiempo, pero esto no logro quitarme las ganas de hacerlo con una madurita, hasta que por lo menos logre chuparle la panocha a mi profesora deliciosa.
A ella ya la conocía desde que entre a esta escuela pero no tenía contacto con ella hasta que pase de semestre y ahí fue donde a mi grupo nos toco clases con ella, desde ese primer día de clases con Carmen comenzó a excitarme pues ella le guasta vestir con puras faldas cortas y con sus deliciosas piernas neta que hasta se me paraba la verga en varias ocasiones, cada que escribía en el pizarrón podía verle sus pinches nalgas de puta y no saben lo cuanto deseaba que fuera mía y no tan sólo yo era el único pues varios de mis amigos igual les calentaba su forma de vestir pues sin duda le gustaba enseñar las piernas. En diversas ocasiones quise manosearla pero el temor de que me expulsaran por eso me detenía pero, más esto no fue por mucho tiempo pues un día de esos me arme de valor y pasara lo que pasara intente casi abusar de ella pero al final termino corriéndose riquísimo y lo más bonito es que todo su flujo vaginal me lo probé. Esa tarde de jueves al terminar la clase ella fue vestida muy provocativa como siempre, porto un traje color negro el cual tenía una falda a sus rodillas, un saco del mismo y unas zapatillas muy sensuales. En fin ella al terminar la clase se dispuso a retirarse fue donde cuidando que nadie se diera cuenta la comencé a espiar discretamente, primero paso a la dirección y luego de ello paso al sanitario y fue donde aproveche mi gran oportunidad. Cuidando de no ser visto me colé al baño de mujeres donde ella entro primero, fue donde la vi frente al espejo del baño pintándose los labios.
Fue donde la lujuria me poseyó y no aguante más, inmediatamente ella me vio por el espejo y es cuando ella casi a gritos me dijo que saliera de inmediato pero desde luego no lo hice, sino comencé a confesarles hasta con palabras picaras lo que sentía por ella. Ella intento abofetearme pero la detuve y con forcejeos la lleve a una cabina del sanitario, donde sin esperar más inicie a tocarle sus nalgas sobre su falda, ella poco a poco bajaba la resistencia pero seguía murmurando en voz baja ¡Esto no pude ser, esto no puede ser! Yo por mi parte introduje mi mano entre sus piernas bajo su falda e inicie a manosearle su zona vaginal sobre sus calzones, en breve por instinto femenino ella se mojo y fue donde me di cuenta que al fin ella era mía. Sin dudarlo tome sus calzones y se los baje hasta sus pies, levante su falda y ahí fue donde por primera vez logre verle su deliciosa raja vaginal. Creía que por su edad la tenía peluda pero no ella tenía su zona intima afeitada completamente y color de rosita, era muy evidente que aun estaba sexualmente activa pues sus labios vaginales estaban muy abiertos, claramente se le notaba que muchos penes habían entrado ahí. Con mi lengua empecé a chuparle toda su vagina sabrosísima, esto al mismo tiempo que le metía mis dedos en su raja y fue donde ella sin querer emitió un gemido de placer, ella se chupaba los labios y su rostro placentero era muy notable, sus flujos vaginales manaban como manantial y eran tan dulces como la miel para mí. Sin duda era tanto el placer que en menos de cinco minutos ella se vino bien rico soltando todo su flujo vaginal en mi boca. Aun aunque ya se había venido siguió permitiendo que se la mamara un poco mas y que le siguiera metiendo los deditos, mientras hacía esto sin que ella de diera cuenta libero mi pene y lo enfunde con mi otra mano en un condón. Ella tenía cerrado sus ojos, yo coloque mi pene frente su vagina y por su misma abertura no costo y entro todita hasta el fondo de su vulva, pero no sé porque al instante que sintió mi pene dentro su vagina ella reacciono impulsivamente pues tomo mi pene sacándolo de su intimidad, me rempujo y al instante se fue subiendo sus calzones, se acomodo la falda y salió despavorida del lugar dejándome con ganas aun. Pues solo logre metérsela una vez, pero aun así tengo la satisfacción que logre cogerla, al día siguiente de clase ella sólo me veía muy sospechosamente y evadiéndome pero por suerte no le dijo a nadie.
...-“Espera”.-Le dije. Me terminé de quitar la blusa, me desabroché el sujetador y liberé mis senos.
Él ni corto ni perezoso acercó los labios y me los empezó a chupar uno a uno. Yo ya no daba, mi vagina se humedecía anhelando tener su erección dentro. Sergio me acariciaba y me chupaba las tetas y pronto puso su mano por encima del pantalón en mi vagina, lo que me hizo soltar un gemido de excitación...
Relato erótico enviado por charly_bo el 19 de February de 2013 a las 00:00:03 - Relato porno leído 150906 veces