Haciendo el amor con mi tía en la cocina de mi casa.
Relato
Bueno para iniciar les comento que me llamo Giovanni, soy un joven de 22 años de edad, hispano, piel medio morena, ojos color negro, pelo negro un poco largo y poseo un rostro muy masculino. Mi cuerpo es atlético, en forma y con músculos pero sin embargo de lo que estoy particularmente orgullos es de mi bien formado pene con él que hago gozar a las mujeres hasta dejarlas rendidas. Parezco a una familia de clase media, vivo con mi madre pues mi padre falleció desde hace años, no tengo hermanos ni hermanas por lo que soy hijo único, mi madre es profesora de biología en una secundaria de la ciudad, también convivo con mi tía que es la protagonista de esta historia a quien logre tener sexo con ella en la cocina de la casa. Mi tía de nombre Lucia, es una mujer de 37 años, ella de caucásica al igual que su hermana o sea mi madre, es de piel blanca, pelo negro pero pintado con tinte rubio obscuro, ojos claros y labios carnosos, es la hermana menor de tres que tiene mi madre. Ella es delgada, tiene senos grandes bien paraditos, nalgas cachondas y goza de unas encantadoras piernas. Acostumbra vestirse con blusas muy escotadas que me provocan mucho y no le pueden faltar sus minifaldas bien cortitas con las que luce sus piernas de puta, ella nunca se ha casado pero si ha tenido diversos amantes de ocasión únicamente. Bien después de presentar a los protagonistas iniciare la historia para no alargarla mucho.
Mi deseo y excitación hacia mi tía nació ya hace medio año en un descuido de ella. Bueno hace dos años mi tía se enfermo de una leve pero molesta infección vaginal, en ese entonces tenía yo 21 años y como ya sabrán los medicamentos para tratar ese padecimiento son las típicas cremas vaginales que por medio de un aplicador se introducen en la vagina, ahí fue donde vi desnuda por primera vez a mi tía en su descuido. Era una tarde de sábado como eso de las 5:00 de la tarde, yo n estaba pues había salido a jugar futbol con mis amigos pero llegue pronto, mi madre había salido de compras y debo decir que cuando no hay nadie en casa mi madre le encarga a su hermana o sea mi tía que realice la cena de la tarde, también debo decir que desde aquel hecho me he venido manoseando a mi tía pero nunca había podido tener sexo con ella hasta ahora. En fin entre sin ruido a la casa y me dirigí a mi habitación pero antes de entrar vi que la puerta de la habitación de mi tía estaba un poco abierta así que me propuse ver si no estaba ahí adentro y sin duda una increíble sorpresa fue la que me lleve cuando vi a mi tía totalmente desnuda en su cama con sus piernas completamente abiertas, esa escena me puso caliente rápidamente y pensé que se estaría masturbando así que decidí espiarla por la leve abertura que había dejado en la puerta, más para mi incertidumbre vi que tomo un tubo con crema, s lo substrajo con una como jeringa aplacadora e inicio a metérselo en su vagina, ahí fue donde supe que padecía de alguna enfermedad vaginal pero aun así me seguía excitando viendo por primera vez la zona vaginal de mi tía, a causa de la tremenda calentura que tenía yo me descuide e intencionalmente tuve que golpear la puerta con mi zapato, ante eso ella supo que la estaba espiando, yo intente salir pero ella me dijo que pasara a su habitación de inmediato, yo pensé que ya se había vestido y que de seguro me iba a dar una buena llamada de atención por ello pero me equivoque. No al contrario cuando entre vi que seguía con sus piernas abiertas, de nuevo intente salir pero ella me lo impidió, ella me dijo que ya estaba en edad para ver una mujer desnuda así que deseaba que me quedara en su habitación pero no antes de asegurar la puerta con llave.
Después de eso con mirada picara me dijo ¡No quieres aplicarme la crema por mí! Yo me quede sorprendido de esto y le dije ¿Qué? Ella me respondió ¡Si sobrino mío quiero que me metas el aplicador dentro mi vagina y que sueltes la crema dentro de mí! Yo dudando un poco con lentitud tome el aplicador a inicie a metérselo dentro su vagina, esto me calentó de nuevo al ver directamente su vaginita de cerca, de esta manera aplique toda la crema en su vagina caliente, al terminar con mis dedos le estuve acariciando su clítoris hasta que se vino en un intenso orgasmo, ahí fue donde vi por primera vez una eyaculación femenina y fue un intenso placer ver como chorreo todo su flujo vaginal mesclado con la crema que ya tenía dentro su raja. La muy zorra me dijo ¡Te gusto verdad nene! Yo sólo respondí que si con mi cabeza, luego me dijo ¡Si no estuviera enfermita de mi vagina te permitiría hacerme más cosas pero por el momento no nene!, además agrego ¡Si gustas después hasta te puedo dejar que me hagas el amor si nene! Yo salte de júbilo en ese momento de saber que me cogería a mi propia tía, también me advirtió que no debería hablar de esto con nadie pues si lo hacía ya no podría poder tocarla libremente, más tuvo que pasar medio año para que pudiéramos tener sexo de verdad, sin embargo como ya dije todo ese tiempo permitió que la estuviera manoseando a mi antojo claro sin que nadie nos viera.
Pero mi gran oportunidad de hacerle el amor fue hace una semana apenas cuando mi madre no había regresado del trabajo y mi tía se encontraba cocinando en la cocina de la casa. Esa noche estaba vestida con una blusa escotada de color azul, no tenía sostén, llevaba puesta una falda un poco larga debajo de las rodillas color café con adornos de flores y para mi gran sorpresa no tenia bragas la muy puta. Yo estaba navegando en páginas porno en internet por lo que mi lujuria ya estaba crecida, e inmediatamente me entro las ganas de manosearla de nuevo, me dirigí a la cocina después de apagar mi computadora y llegue atrás de ella sin que me viera. Al instante subí la falda de su vestido y metí mi mano entre sus piernas, ante esto medio se asusto pero al ver que era yo volvió a relajarse, ella estaba picando zanahorias pero tuvo que parar a causa de que la manoseaba muy cachondamente por toda su intimidad.
Luego le dije que se sentara en la mesa y abriera las piernas, fue todo un deleite de nuevo ver su rica concha ya húmeda de la excitación, lentamente tome una zanahoria e inicie a metérsela dentro su rica vaginita, ella dio leves pero agudos gemidos de tanto placer a no poder más. Así estuve comiéndole el coño mientras metía mis dedos dentro su vagina hasta que ya no aguante más y le dije ¿Tía puedo metértela? Ella sin dudarlo me dijo ¡Si sobrino mío métemela hasta el fondo! Libere mi verga erecta y la puse en la entrada de su vagina e inicie a metérsela y con cada centímetro que se la metía yo ella daba gritos de tanto placer que pudieron escucharse desde el camino.
Así estuvimos haciendo el amor por varios e interminables minutos de placer, ella se venía constantemente en diversos orgasmos como si llevara mucho tiempo sin tener sexo. Fue una increíble follada entre yo y mi tía, claro sin que mi madre se enterara que tuve sexo con su hermana o sea mi propia tía.
Relato erótico enviado por Anonymous el 14 de December de 2007 a las 13:35:08 - Relato porno leído 783568 veces
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reycolegial
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