Delicioso trabajo extra de una edecán ( CON fotos)

Era un momento confuso, pero a pesar de que me sentía como puta esto mismo me excitaba mucho. Sergio se puso cuidadosamente el preservativo, estaba en shock mirando aquel pene que me iba poseer esa noche. El volvió a subirme la falda, me sentó en el escritorio y comenzó a hacerme el amor. Sentí cada centímetro de su grueso instrumento entrar en lo más profundo de mis labios vaginales, él estaba en éxtasis, pero la manera en que me lo estaba haciendo, su delicadeza me excito al mil, yo solo cerré mis ojos entregándome al momento, a aquel hombre que me estaba haciendo suya enteramente.

Me inicie como edecán a mis 19 años, actualmente tengo 23 años. La verdad me gustaba mucho mi trabajo, ser admirada por los hombres y sentirme una diva era lo máximo que me hacía sentir muy bien. Pero nunca, nunca hasta ese momento tuve que hacer algo semejante, siempre todo mi trabajo consistía en posar para empresas de ropa, pasarelas y modelar para tiendas de prestigio. Todo era muy normal en lo que cabía y mi talento veía crecer cada día llenándome de entera satisfacción. En otro tema nunca había sido una chica loca, aunque tampoco era virgen a mi edad, yo me inicie en el sexo desde mi etapa en la secundaria y escasamente a mi edad solo me habían poseído dos chicos diferentes.

No más bien todo sucedió cuando yo acepte un contrato para una prestigiada empresa de cosméticos. Recuerdo bien el apuesto hombre que me contrato. Sergio el mismo hombre que me hizo gozar tanto aquella noche. Él era un ejecutivo de unos 35 años quizás, muy bien vestido y elegante, su seguridad y la forma en que me trato me impresiono. El me pago a mi junta a otras tres chicas de la misma agencia para ir a promover a su empresa el lanzamiento de uno de sus nuevos productos, fue muy generoso en su pago y recuerdo bien que antes de despedirse me dijo que solo era un adelanto y que al terminar mi trabajo recibiría mucho más. Al principio no lo entendí, pero ahora si se dé que hablaba. Aquel día llego, fue un sábado del mes de agosto, un día muy caloroso, por cierto. Yo en las pasarelas nunca pierdo el equilibrio, no soy lo mejor, pero soy una mujer que más de un hombre quisiera llevarse a la cama. Lleve un fino vestido ajustado azul, la falda era tan corta que casi todo el día tuve que estármela acomodando para que no se me viera de más, porte zapatillas altas y llegue al lugar del placer. Cuando llegue ya estaban las otras dos chicas, bien sensuales igual, una de ellas era Fanny una de mis amigas de la agencia, antes de empezar el evento nos pusimos a chismear un poco y entre selfies y glamour se nos pasó el tiempo.

Fanny en tono pervertido me dijo - ¿Por cierto, si te dejaste tomado algún anticonceptivo verdad? - Yo me desconcerté por no saber de qué hablaba y ella graciosamente me dijo que al terminar el día lo sabría. El evento del día fue todo un éxito, mucha gente, party y comida en abundancia. Muchos chicos no paraban de mirarnos a todas estando ahí paradas en la puerta de la empresa causando morbo en todos, pero a fin de cuentas era mi trabajo y ya me había acostumbrado a las miradas masculinas. Al fin ya de noche, los clientes ya se estaban retirando, tienda estaba por cerrar y al fin había llegado el verdadero momento por el que fuimos contratadas. Pasaron las 9:00 pm y todos los clientes se habían ido, también los empleados hasta que nomás quedaron los señores ejecutivos. Eran tres incluyendo Sergio, al cerrar la tienda pensé que ya era la hora de retirarnos, pero no fue así. Ellos nos metieron al interior de sus oficinas y nos sirvieron champagne.
Empezaron a brindar entre ellos y Cesar el jefe principal dijo aquello que al fin me hizo entender lo que iba a pasar en ese momento.
- ¡Bien señores, todos hicimos un buen trabajo, un éxito total en la venta de nuestro producto! Hemos tenido una excelente venta y ahora para celebrarnos horas de trabajo es momento de disfrutar a lado de las hermosas damas señores-

Me quede inmóvil al ver como mis amigas fueron hacia donde ellos, se sentaron sobre ellos comiéndoselos a besos. Sin duda ellas si sabían en que acabaría la noche, yo era la única ingenua inocente. Yo solo me quedé viendo con la copa en mano, por un momento quise huir, pero algo me decía que las cosas no iban a ser tan sencillas, un nerviosismo recorrió mi cuerpo mientras las veía cachondear con ellos. Aún estaba congelada cuando Sergio me tomo del brazo.
- ¡Ven, no temas te prometo que esto será más placentero que desagradable! - Tienes suerte de que yo este contigo, pero descuida no haremos nada que no quieras hacer y si ahora mismo quieres retirarte no pasara nada-
-¡Aunque preferiría que te quedaras, eres muy hermosa, me enamore de ti desde que te vi y me encantaría pasarla contigo esta noche!-
Sergio comenzó acariciar mi cabello suavemente, me lo basaba y se deleitó con el aroma de mi cuerpo. Lentamente bajo su boca a mis pezones, inicio a besármelos delicadamente. La forma en que me trataba me hizo sentirme en confianza, mientras el lamia mis pezones yo volteé la mirada, vi a Cesar con mi amiga Fanny, la tenía acostada en una mesa con la falda subida y ya sin pantis, le estaba comiendo la concha como loco. Cesar era el más sucio de los tres, mientras que el otro ya estaba comiéndose a mi amiga en el piso. Ella gemía muy rico mientras aquel hombre se lo hacía de perrito, ¡no podía creerlo! Era una verdadera orgia lo que estaba viendo y Sergio no quiso quedarse atrás conmigo.
No se imaginan como me prendió sentir sus manos perderse bajo mi falda, me tocaba mi intimidad muy suavemente ocasionando una humedad natural. Sergio se dio cuenta que estaba observando las escenas.
-¿Qué vez?, ¿te gusta cómo le están comiendo la concha a tu amiga? Yo puedo hacértelo mucho mejor preciosa-
El me quito las pantis y clavo su cabeza entre mis piernas para comerme mi vaginita, me hizo estremecer al sentir su lengua recorrer mi intimidad mojada y muy excitada que ya pedía a gritos ser penetrada, yo gemía sin parar y el placer era tanto que en pocos minutos tuve mi primer orgasmo, sentí salir de mi vagina un chorrito caliente que mojo toda la cara de Sergio. A él le encanto y se excito mucho más. Para este momento mis amigas ya estaban siendo deliciosamente folladas. Sus gritos de placer eran inmensos y se las estaban bombeando al máximo. Ellos les daban nalgadas, incluso logre ver como Cesar le metía dedos en el ano de Fanny mientras la penetraba vaginalmente.
¡- Bueno corazón es hora de unirnos a la diversión! - me dijo Sergio.

Me tomo en sus brazos sentándome en un escritorio, volvió a subirme la falda y me abrió las piernas dejando a su vista todo mi coño. De su pantalón saco un preservativo, se lo puso cuidadosamente y comenzó a hacerme el amor. Clavo cada centímetro de su miembro en mi entradita, mis labios vaginales dieron paso a aquel instrumento que me iba a dar el mayor placer de mi vida. Sergio no era como sus amigos, él me estaba haciendo el amor no fallándome y esto mismo me dio mucho placer y entera satisfacción. Me penetraba muy suavemente, disfrutando cada segundo dentro de mí. Al mismo tiempo me besaba con mucha pasión en la boca y apretaba mis pezones en sus manos. El inicio a aumentar la velocidad hasta que ya se escuchaba el sonido del vaivén de la penetración. Sus amigos continuaban fallándoselas por todos lados. Yo estaba llegando al éxtasis del placer al mismo tiempo que Sergio. El al casi terminar me la saco, se quitó el condón y dejo caer su semen sobre mis senos, yo estaba cesando de placer. Sergio se apartó de mí dejándome acostada con las piernas abiertas. Yo antes que pudiera levantarme Cesar llego sobre mí, me pego una nalgada con todas sus fuerzas.
-¡Ven aquí putita tu eres la única que aún no me cojo!-
Cesar tiro de mi pelo con fuerzas y me puso a cuatro patas sobre el escritorio. Mi vagina estaba muy mojada por la follada de Sergio y esto facilito que me la metiera de un solo golpe. Aunque su miembro no era tan potente como el de Sergio aun así me lo hizo muy rico y esta vez al natural. El pene de Cesar entraba y salía de mi raja y él me estaba gozando al máximo.
Con todas sus fuerzas me lo hizo hasta que se cansó y vacío su semen en mi cara. Las tres estábamos bien cogidas. Nos limpiamos lo más que pudimos y nos despidieron dándonos nuestros muy generosos cheques. La verdad que, si era una cantidad muy buena para todas, ellos nos pidieron un taxi y salimos del lugar. Al salir vi como a Fanny aún se le estaba escurriendo el semen por sus piernas, a ella le terminaron dentro sin duda. Al llegar a casa tomo un baño caliente para relajarme y tratar de asimilar lo ocurrido, esa noche me habían poseído dos hombres distintos y ¿saben algo? Me encanto tanto como a mis amigas y el dinero… Bueno ni hablar del dinero, eso sí lo ame.