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Demetria, la de Independencia

Relato enviado por : Anonymous el 14/04/2021. Lecturas: 2249

etiquetas relato Demetria, la de Independencia   Confesiones .
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Resumen
Una bella campesina de Cochabamba despierta a la vida sexual a manos de su patron, logrando tener un bebé.


Relato
Demetria, la de Independencia
Me llamo Ernesto Nishikawa de La Riva, soy Pandino de nacimiento y vengo de una familia con muchas raíces en la historia de ese departamento del norte de Bolivia, incluso mi padre fué prefecto el año 1964, cuando pasó esta historia, allá por 1978, yo contaba con 31 años y vivia en Cochabamba, en una casita en la Avenida Oquendo, entre las calles Federico Blanco y Venezuela, tenia una tienda de artículos deportivos en una galería en la Avenida San Martin, mi auto, si bien era antiguo, funcionaba muy bien y siempre me servía para traerme una que otra amiguita para pasar la noche, también tenía una moto Italiana Guzzi de gran cilindrada, en general vivía muy bien, dinero no me faltaba y mujeres tampoco. Pero como todo hombre que vive solo, mi casa andaba muy desordenada, el jardín descuidado, ropa sucia por todo lado, botellas vacías, etc. En una ocasión mi madre Elena llegó de Cobija, me llamó la atención por ser muy descuidado, que mi auto andaba sucio al igual que mi moto, mi casa con polvo, mis muebles sucios , etc.

A los pocos días se apareció con una cholita bastante alta, larguirucha, blanca y muy bonita llamada Demetria, tenía 16 años, era de Independencia, pueblo de la provincia Ayopaya, zona muy fría y lejana, mi madre le indicó sus labores domésticas, donde sería su cuarto y su bañito, cuanto sería su sueldo, etc, después de unas semanas, y cuando la cholita supo sus obligaciones, mi madre se marchó a Cobija. Yo era un soltero con bastante dinero, me cogía a cuanta hembra se ponía en mi camino, casi siempre los domingos amanecía con alguna mujercita, Demetria se puso al tanto de mis aventuras, incluso alguna vez me insinuó algo sobre mi vida aventurera, pero yo andaba muy ocupado cogiendo a cuanta perrita se cruzara en mi camino. Un fin de semana, mi empleadita me pidió permiso para salir con su amiga, una cholita que trabajaba en la esquina de la Oquendo y Federico Blanco, cuando volvió, a eso de las 8 de la noche, Demetria estaba muy alegre, señal de que había tomado chicha, costumbre Cochabambina, me contó que en una chicheria conocieron a unos hombres que las invitaron a una casa a tomar y bailar con ellos, pero ella se negó pues sabía que yo le llamaría la atención, no es que me importara lo que la cholita hiciera con su vida, pero a mi me inculcaron el respeto por la casa donde una persona vivía, y eso incluía el llegar temprano. Pasaron unos 4 meses, Demetria estaba mucho mas rellenita, se compró ropa nueva y sus polleras dejaban ver mas arriba de sus rodillas, se volvió muy coqueta, de pronto mis amigos empezaron a visitarme mas seguido, me di cuenta que era por ver a Demetria, yo me quedaba mirándola, tenía un cuerpo de adolescente campesina, con su trasero bien levantado y sus pechos casi reventando su blusa de cholita. Una mañana de domingo, cuando se alistaba para salir en su permiso, me pidió algo de dinero para su salida, le dije que le regalaría 50 bs, con la condición de que llegara temprano pues yo deseaba hacer una parrillada y quería que me ayudara a servir y atender a mis invitados. Demetria me respondió que si quería portarme como buen cochabambino, primero debería invitar cerveza a mis invitados y luego chicha, que esa era costumbre cochala, con tal de que se apurara en su salida para regresar temprano, le di 200 bs para que comprara chicha, un bidón plástico, verduras, chorizos y morcillas, necesarias para mi parrillada. Al poco rato la vi pasar muy elegante por mi sala hacia la puerta de calle, su pollera nueva dejaba ver unas hermosas piernas, sus pechos de adolescente parecían romper su blusa, no pude dejar mi asombro y le di un gran silbido, Demetria se puso muy enojada y salió sin despedirse. A eso de las 2 de la tarde se apareció de nuevo en la casa con un bidón grande de chicha, unos 4 kg de chorizos y morcillas y bastante verdura, diciendo: don Ernesto: que cositas hay que hacer para tus amigos ? Le dije que fuera a cambiarse a su cuarto, poco después salió con su mandil de diario y se puso a picar las ensaladas, fritó las papas, hizo cocer el arroz con queso, puso la cerveza en la heladera, en fin, me ayudó bastante, hasta que mis amigos empezaron a llegar a las 3 de la tarde, Demetria terminó de poner la mesa, y se fue a su cuarto. Poco después mi casa era un bullicio total, algunos amigos se vinieron con pareja, y las mujeres se pusieron a bailar en medio de la sala, mi pareja en ese tiempo era Martita, una mujercita de Cochabamba, recién egresada de la facultad de Arquitectura, muy bonita y con lindo cuerpo, pero no le gustaba nada del Oriente de Bolivia, era una “comecambas”, como se conocen en Bolivia a las personas que son racistas, era muy buena en la cama, pero fuera de ella teníamos bastantes discusiones por su racismo hacia la gente del “cambao”. Ese día se pasó muy rápido, mucha cerveza y chicha, bastante carne y buena música hicieron que me olvidara de mi sirvientita. No supe en que momento entré con Marta a mi dormitorio, hicimos el amor de borrachos y nos dormimos, cuando salimos a la mañana siguiente, encontré a Demetria recogiendo todo el desorden del día anterior, vasos, platos, botellas y basura por todo lado, la cholita estaba con una jeta hasta el suelo, me imaginé que era por el trabajo extra y la suciedad de la casa, nos duchamos con Martita y la fui a dejar a su casa, después fui a abrir mi tienda, donde pasé todo el día. Cuando llegué a mi casa esa noche, encontré un silencio total, pensé que Demetria estaba descansando después de limpiar mi casa, su cuarto estaba sin luz, al entrar a mi dormitorio me llevé una sorpresa, la cholita estaba dormida sobre mi cama, el televisor prendido, se notaba que había hurgado mis cajones, algunas cosas estaban revueltas, en fin, no hallé muy grave la falta, e intenté despertar a la cholita para que se fuera a su cuarto, pero Demetria parecía muerta, no me quedó mas que ir a su cuarto, prender la luz y dejar la puerta abierta, volví a mi dormitorio, alcé a la cholita y la llevé a su cuarto, pero al depositarla en su cama, casi me tropecé con una alfombrita, lo que hizo que caiga a su cama sobre la cholita, ese momento Demetria despertó muy asustada y lanzó un grito, intenté calmarla y decirle que todo era un accidente, Demetria se levantó furiosa y me exigió que saliera de su cuarto. Nunca la había visto tan enojada a mi empleadita, sus ojos le brillaban de furia, solo pude decir una disculpa y salir como perro apaleado. Al dia siguiente todo estaba muy tranquilo, aunque noté que Demetria estaba mucho mas alegre que otros días, pero evitaba mirarme a los ojos, tomé mi desayuno y salí rajando hacia mi tienda, ni me animé a volver para almorzar, cuando llegué en la noche, solo hubo un: Buenas noches don Ernesto, saludo correspondido por mi parte, entré a mi dormitorio con temor por el sentir de la cholita, seguro pensó que quise aprovecharme de ella cuando estaba dormida, yo no sabia como encarar ese malentendido, las campesinas cochabambinas son muy bellas, pero tienen carácter muy fuerte, cuando se enojan pueden golpearte con lo primero que encuentran, y yo no quería llegar a esos extremos. Pasaron algunas semanas donde el trato con Demetria fue de lo mas frio, solo un saludo y nada mas, yo seguí con mi rutina de traer amigas a mi casa, cogérmelas por la noche y despacharlas por la mañana, hasta que una compañera de cama me preguntó una mañana….por que no te la tiras a tu sirvientita? Es bien macanuda, blanquita, virgencita y esta bien enamorada de vos !! Yo no supe que responder, hasta ese rato, Demetria era solo mi sirvienta, muy linda y atractiva, pero como yo andaba con puras chicas jailonas, no se me paso por la mente cogerme a la linda cholita, solo pude preguntar a mi amiga como se dio cuenta de que Demetria estaba enamorada de mi, me respondió que las mujeres se dan cuenta por la forma de mirar de las mujeres hacia los hombres, y ella se fijó que la cholita no me perdía de vista con la mirada.
Desde ese día el trato con Demetria fue muy especial, muchísimas veces pillé a la cholita mirándome, y a la vez yo no quería que sufra por mí, las visitas de mis amigas a mi casa fueron mas espaciadas, pues prefería irme a un hotel para tener sexo, solo por no herir a mi sirvientita, pensaba que estando enamorada de mi, sus sentimientos podrían hacerle pensar demasiado, y yo no quería herir a una mujercita joven, un día de esos se me ocurrió mirar algunos papeles que me dejó mi madre, entre ellos estaba una fotocopia del Carnet de Identidad de Demetria, su cumpleaños 17 se acercaba, al llegar el día de su cumpleaños y como regalo le compré un televisor bastante grande, se lo instalé en su cuarto, también le regalé dinero para que se comprara ropa,la cholita estaba radiante, pues creo que nunca se había festejado en su cumpleaños, ese día salió de permiso con su amiga, comieron, Demetria se compró linda ropa de cholita y volvió a eso de las 8 de la noche. Despues de unas semanas, uno de mis amigotes, Sergio Claure, cumplía años, y se le ocurrió hacer su festejo en mi casa, no pude negarme, ya que era el primer amigo que tuve cuando llegué a Cochabamba. Este amigo deseaba hacer una parrillada con baile, con bastante bebida y mujeres, como el programa me gustó bastante, en pocos días se armó todo, la comida, bebida y el conjunto musical, tuve que mover bastantes muebles de mi casa, lo que hizo que Demetria colaborara al máximo, ahí noté que mi amigo Sergio era demasiado amable con la cholita, y ella le correspondía con algunas sonrisas, los celos se apoderaron de mi, yo sabía que Demetria era virgen, y como toda mujer joven, esperaba tener su primera experiencia sexual, y si la cholita deseaba tener sexo por primera vez, debería tenerlo conmigo y no con alguno de mis amigotes. Desde ese momento me propuse llevar a Demetria a mi cama, hacerla mi mujer y convertirla en mi amante, no iba a ser muy fácil la tarea, ya que en Bolivia hay diferencia de clases, ella era una campesina, de un lugar lejano, y yo era del otro extremo del país, donde tener una relación con una mujer de pollera era muy mal visto, y mucho mas si la tenia como mi amante. Analizando todo lo que se me podría presentar de seguir con mis intenciones para con Demetria, mas vi lo bueno que lo malo y desde ese momento ví a la cholita mucho mas deseable que nunca, su cuerpo ya no era de adolescente, sino de una joven mujer que deseaba sexo y que la hicieran gritar de placer para sentirse mujer hecha y derecha, al menos así lo creía yo. Demetria se dio cuenta que empecé a mirarla fijamente, trataba de no estar junto a mi en la misma habitación, por mi parte, yo la llamaba con cualquier pretexto, para que me sirva un vaso de agua, que cerrara las persianas de mi dormitorio, o que me hiciera una comidita, casi no cruzábamos las miradas, pues Demetria siempre miraba al piso, muy nerviosa y colorada como un tomate. Llegó por fin el día del cumpleaños de Sergio, ese sábado temprano aparecieron mujeres y hombres en mi casa para el festejo, Demetria, como siempre se metió a su cuarto a ver televisión, echada llave. Poco después la fiesta se hizo grande, el baile, la comida y las ganas de beber no faltaron, era una fiesta ruidosa y muy alegre, sin darme cuenta se hicieron las 8 de la noche, todos estábamos bastante tomados, el grupo musical y algunas parejas empezaron a retirarse, yo estaba bastante tomado, por lo que despaché a todos mis compinches, incluso fui a dejar a su casa a Susana, mi amiga de cama momentánea, mi pretexto para que no se quede a dormir en mi casa fue que al día siguiente tal vez llegaría mi madre de Cobija y yo quería dejar la casa limpia y ordenada. Al volver a mi casa, eran las 11 de la noche, guardé mi auto en el garaje y al entrar a la casa, vi a Demetria recogiendo el resultado de la fiesta, había lavado los vasos, platos, recogido las sobras de comida, limpiado el piso y limpiado el parrillero, solo pude agradecerle su trabajo y al atravesar la sala rumbo a mi cuarto, me resbalé en una alfombrita y caí como bolsa de cemento, Demetria me ayudó a levantarme y me abrazó para llevarme a mi cuarto, en mi borrachera, vi la oportunidad que estaba buscando por mucho tiempo, entramos a mi dormitorio y cuando Demetria quiso soltarme a mi cama, la forcé a caerse sobre mi, la cholita quiso levantarse al instante, pero como yo me hice el dormido, Demetria se quedó sobre mi unos minutos, yo sentía que ella respiraba muy agitada, sin embargo, tampoco se movía, por lo que asumí que la cholita estaba conforme con la situación. Creo que pasaron unos 15 minutos, Demetria estaba mas tranquila, echada sobre mi, no se como pero logré girar un poco, lo que hizo que Demetria cayera a mi lado en mi cama, pero tampoco se levantó, es mas, la sentí acomodarse mejor para dormir, pero mi borrachera me jugó una mala pasada, pues yo también me dormí en unos minutos, desperté mucho después, Demetria dormía a mi lado, toda la casa estaba iluminada, me levanté, apagué todas las luces y volví al dormitorio, prendí la lamparita de noche, tomé un cubrecama y tapé a la cholita, cubriéndome yo también, después apagué la luz y me dormí. A las 3 de la mañana desperté y noté a Demetria apegada a mi cuerpo, y aprovechando la situación la abracé, mi boca estaba cerca a la suya, noté un tufillo a trago, imaginé que Demetria se habría tomado algunos tragos mientras yo no estuve, poco después la cholita despertó, se quedó quietita, vió que estaba tapada, vestida completamente, al igual que yo, se sentó un momento y luego se volvió a echar a mi lado, yo temblaba como adolescente, mi corazón latía a mil por hora, pero con disimulo la volví a atraer hacia mi y la abracé nuevamente haciéndome el dormido, pero mi deseo pudo mas y en cierto momento acerqué mi boca a la suya y la besé, esperaba un insulto o algo peor, no pasó nada, entonces la besé de forma mas ardiente, mi lengua entraba en su boca, mordí sus labios suavemente, mis manos poco a poco subieron hasta sus pechos, comencé a acariciarlos muy despacio, siempre temiendo una reacción terrible de la cholita, mas no pasó nada, solo sentía su respiración como caballo, mis besos eran bien correspondidos, hasta que poco a poco me fui echando sobre ella, ahí ya pude besar su cuello, sus orejas, mis manos acariciaban sus senos. Pero mas pudo el cansancio de la fiesta y los tragos, pues en medio de mis afanes sexuales sentí la necesidad de ir al baño, dejé a Demetria en mi cama y entré a mi baño donde vomité bastante, y sin darme cuenta me dormí. Desperté ya con la luz del día, mi baño estaba un asco, yo bañado en vómito, ahí mismo me duché y cuando salí mi cama estaba tendida, mi dormitorio bien arreglado y ni rastro de Demetria. Me vestí rápidamente con una resaca tremenda, no estaba seguro de lo que había pasado la noche anterior, pensaba que mi borrachera me hizo cometer barbaridades con Demetria, pero al salir al comedor encontré a la cholita que acababa de servirme un desayuno que sería la envidia de muchos, nos saludamos muy atentos y cada quien se dedicó a lo suyo, yo a comer y Demetria se fue a lavar el resto de trastos sucios del día anterior. Despues de esa noche evitaba a mi empleadita, así como ella me evitaba donde sea, dejaba mi comida servida en la mesa del comedor y se entraba a su cuarto, una vez yo terminaba de comer, salía de su cuarto, limpiaba todo y de nuevo a su cuarto, así pasó mas de un mes, donde no pasamos del saludo, ya ninguna amiguita se quedaba a dormir en mi casa, y ni que decir de los amigotes, ninguno volvió a venir desde ese domingo del cumpleaños de Sergio Claure. Se acercaba el 14 de Septiembre, aniversario de Cochabamba, ese año sería un largo feriado de cuatro días, ideal para viajar, pero mi dilema era con quien dejar a Demetria, pues estaba seguro que en cualquier descuido mío alguno de mis amigotes le calentaría la oreja a la cholita y la haría su amante. Hubo algunas programas muy entretenidos de amigos y amigas para viajar al Chapare por varios días, mas yo solo pensaba en mi sirvientita y en algún amigo durmiendo en mi casa, esa idea me resultaba inverosímil, me propuse no viajar con mis amigos ese feriado, sino mas bien dar permiso a Demetria para que viaje a Independencia, así tendría varios días para mi y podría hacer travesuras con alguna amiguita. LLamé a Demetria a la sala y le expuse mi idea, yo le pagaría sus pasajes y le daría una buena cantidad de dinero para su viaje por una semana. La cholita se puso muy contenta pues estaría en su pueblo varios días, me dejaría la casa ordenada, el refrigerador lleno, y los baños limpios, con todo ya acordado nos retiramos a dormir a nuestros cuartos, a eso de las 3 de la mañana desperté por un ligero gemido, me levanté y me fui a averiguar de donde venía ese sonido lastimero, ni bien salí al patiecito trasero me di cuenta que el sonido venía del cuarto de Demetria, me acerqué despacio y ahí noté que la cholita lloraba con total sentimiento. No me animé a preguntarle que sucedía, tal vez por no involucrarme con la cholita mas de lo que ya estaba, me fui a mi cuarto a esperar el dia siguiente, que era cuando Demetria debía viajar a su pueblo. Al llegar la mañana escuché que Demetria alistaba todo para dejar la casa ordenada, mi desayuno estaba servido en la mesa, se me ocurrió invitar a Demetria a desayunar conmigo, la cholita se puso muy inquieta, pues no es normal que los patrones coman junto a las empleadas, pero ante mi insistencia, por fin se sentó a desayunar, hablamos de su futuro viaje, me dijo que los buses para viajar a su pueblo salían de Quillacollo por la mañana, viendo la hora creí que ese día ya no le daba para viajar, mas Demetria me dijo que los buses salían a diferentes horas, pero solo en las mañanas, notando que la cholita estaba muy nerviosa por su viaje, terminé mi desayuno y gentilmente me ofrecí a llevarla hasta Quillacollo para embarcarla en el bus, en un instante Demetria se apareció bien cambiadita y con una maletita y un saquillo donde llevaba varias cosas, me pareció que era mucho equipaje para pocos días, ella me dijo que llevaba algunos regalos para su familia, subí sus cosas a mi auto y partimos hacia Quillacollo, en el trayecto no hablamos ni una sola palabra, al llegar a la parada del bus, vimos todo vacío y al preguntar nos dijeron que el bus salió una hora antes, pero como estábamos en auto, podríamos alcanzarlo en alguna de sus muchas paradas, o en Liriuni, donde paraba un buen rato, como el siguiente bus saldría dentro de dos días, no quedó mas que salir poco despues por el camino que iba hacia Independencia, yo corría bastante por el afán de alcanzar el bus, pasado un buen rato de viaje llegamos al balneario de Liriuni, famoso por sus aguas y excelente comida, paramos para preguntar por el bus, nos dijeron que pasó hace mucho rato pues iba lleno y no necesitó parar para recoger pasajeros. Como ya no había nada que hacer, estacioné mi auto y entramos al restaurante, muy vacío a esa hora, pedimos algo de tomar y un enrollado con escabeche, comimos en completo silencio, noté que Demetria estaba furiosa por haber perdido su bus, pero trataba de disimular su rabia comiendo, cuando terminamos de comer, se me ocurrió pedir una cervecita como asentativo para bajar la tensión, pues estuvimos sin hablar en toda la comida.
Como unos vasos de cerveza le sueltan la lengua a cualquiera, la cholita empezó a quejarse del transporte a su pueblo, de la incomodidad del viaje, del frío, etc, yo solo la escuchaba en silencio, el garzon vino y nos puso un par de cervezas mas, la cholita no dejaba de hablar, de a poco el dia fue muriendo, ya era mas de las 6 de la tarde y nos habíamos tomado seis cervezas. No se en que momento se me ocurrió la idea de ir a dejar a Demetria a su pueblo, cuando le expuse la idea a Demetria se puso muy alegre, pero ahora que haríamos ? Volver a la casa en Cochabamba o quedarnos en el hotelito de Liriuni, total, el viaje lo haríamos por la mañana temprano, el garzón nos dijo que habían bastantes piezas, y que esperaría nuestra decisión, la cholita estaba muy inquieta, seguramente pensaba que por la ocasión me aprovecharía de ella, poco después pedí dos habitaciones, el garzón me dijo que debía meter mi auto al garaje del hotel, sacó las cosas de la maletera y las llevó a las dos habitaciones. Mas tranquila, Demetria quiso cenar, pedimos un pique macho y cuatro cervezas, a eso de las 9 de la noche, me sentí agotado y le dije a Demetria que nos fuerámos a descansar, cuando se paró la cholita casi se cae, estaba bastante chupadita, tuve que abrazarla para llevarla a su habitación, el garzón me lanzó una mirada de complicidad, apagó las luces del comedor del hotel y se fue a dormir, me quedé abrazado a mi sirvientita, en un corredor vacío, de a poco nos fuimos acercando a nuestras habitaciones, abrí la puerta de su pieza y la hice sentar en la cama, cuando sentí que Demetria lloraba en silencio, me sentí muy incómodo por la situación, prendí la lamparita de noche y quise salir de la pieza, de pronto Demetria se paró, me abrazó y me besó, un beso sin gracia, sabor a lágrimas, me dijo que yo era un maldito canalla, que no tomaba en cuenta lo que ella sufría por mi comportamiento, etc, como consuelo, empecé a acariciar su pelo y su cara, y sin darme cuenta estaba besando a mi sirvientita, Demetria respiraba muy agitada, se prendia a mi cuerpo muy fuerte, yo estaba chupadito y mi arrechura subió de intensidad, hasta que la alcé y la hice echar en la cama, ahí mi deseo por la cholita se desencadenó, mis besos ya eran con lengua, acariciaba sus pechos y mi mano entró bajo su pollera para acariciar su sapito, la cholita solo jadeaba y correspondía a mis besos en silencio, pude soltarme de sus brazos y cerrar la puerta de la pieza, al volver con la cholita, ya no me pude controlar mas, empecé a desvestirla rápidamente, Demetria no decía nada, pero tampoco se opuso a mis afanes, hasta que solo quedó con un sostén y su calzoncito, en silencio alzó las sabanas y se metió dentro la cama, su mirada me pedía sexo y yo se lo daría hasta cansarme, me desvestí como rayo y entré a su lado, nos tapamos muy bien pues hacía mucho frío, mis manos fueron directo a sus pechos, le quité el sostén y empece a chupar esos bellos pezones, la cholita estaba teniendo sensaciones raras por primera vez, a sus 17 años su cuerpo de hembra joven pedía ser mujer por vez primera, su voz solo repetía…Ernesto…Ernesto, logré sacarle su calzoncito, a la poca luz de la lamparita de noche pude ver su cochito con poco vello, le abrí las piernas y comencé a lamer ese sapito de hembra, Demetria me dijo: eso no se hace….eso no se hace, pero con cada lamida se retorcía como resorte, chupando y lamiendo su cochito me la pasé un buen rato, hasta que sentí el sabor salado de sus jugos vaginales, lo que me indicaba que ya estaba lista para ser penetrada, me hinqué sobre la cama, ya no me importó el frío y le metí mi paloma muy despacito, al principio no me dijo nada, pero cuando sintió la yema bien adentro, lanzó un breve chillido y me dijo: ya..no…ya..no, me duele mucho, Ernesto, sacá tu cosa, por favor, ya no me hagas doler mas !!! Le saqué mi paloma llena de sangre, me asusté un poco, pero me limpié con la funda de la almohada, y le limpié el sapo a la cholita, ella me miraba con una mirada que nunca me miró antes, ahí supe del amor de mi sirvienta hacia mi, nuevamente comencé a penetrar a Demetria, aunque siguió gimiendo al principio, luego ya se agarró de mis brazos, gemía con cada metida mía, acabé echándome sobre ella para besar esa linda boca, besar su cuello, sus orejas, Demetria solo jadeaba como caballo, no se cuanto rato estuvimos así, cuando sentí que me iba a deslechar, empecé a moverme muy rápido, hasta que acabé eyaculando dentro mi hermosa sirvienta, Demetria al sentir orgasmos por primera vez, acabó mordiéndome un brazo, así como me arañó mi cuello y mi espalda. Me bajé de la cholita, limpié su cocho y mi paloma, nos tapamos con las colchas, nos acomodamos bien abrazados y tratamos de dormir. Pero había demasiada tensión, de pronto Demetria me preguntó: y si me embarazo ? Hasta ese momento solo había pensado en tener sexo con la cholita, iniciarla en la vida como mujer y hacerla mi amante, ante semejante pregunta, solo respondí que casi nunca en la primera vez pasaba algo, que eran necesarias muchas cogidas para que la mujer se embarazara, que si algo pasaba yo me haría responsable, que la llevaría donde un médico, etc, etc. El sueño nos ganó, y acabamos durmiendo completamente abrazados, desperté a eso de las 2 de la mañana, con una sed terrible, me levanté a tomar agua del lavamanos del bañito, al volver pude ver a Demetria durmiendo, completamente desnuda, era una bella chola, con un cuerpo envidiable, y era mi sirvienta, sin darme cuenta se me paró el mazo, entré a la cama, acomodé a la cholita y de nuevo la penetré, Demetria se asustó al sentir mi paloma dentro, abrió los ojos y me abrazó muy fuerte, esa cogida estuvo mucho mejor, creo que ya no le dolía el cochito, y el placer se le manifestaba mucho mas fuerte, por mi parte, solo deseaba que esa mujer se sienta feliz disfrutando del sexo por primera vez, cada empujada mía hacía que la cholita gimiera, hasta que se tapó la boca con la punta de una frazada, así estuvimos hasta que después de varios minutos ambos acabamos en un excelente orgasmo, sudando copiosamente, de nuevo nos limpiamos, nos acomodamos y nos dormimos profundamente. Despertamos a eso de las 7 de la mañana, Demetria evitaba mirarme por vergüenza, pero le di un beso de buenos días y fui muy bien correspondido, y de nuevo acabamos cogiendo, esta vez con mas calma, acomodé a la cholita para que se sentara sobre mi, le enseñé como debía moverse para tener mayor placer, poco después Demetria me cabalgaba entre gemidos y suspiros, hasta que después de buen rato acabamos casi gritando de placer. Viendo la hora no nos quedó mas que vestirnos, asearnos un poco, arreglar el cuarto, agarrar nuestras cosas y salir a desayunar al comedor del hotel. El garzón nos esperaba con una sopa sustanciosa y una mirada picaresca, desayunamos en silencio, luego fuí a pagar el alojamiento y la comida, cuando metíamos nuestras cosas a mi auto, la cholita me preguntó: don Ernesto, ahora vamos a ir siempre a mi pueblo ? Yo no quisiera ir, pues tengo vergüenza de mis papás, que va a decir la gente de que esté llegando con mi patrón en su auto, ya no quiero ir !! Yo imaginaba algo así, por lo que subimos a mi auto, salimos del hotelito y nos fuimos de nuevo a Cochabamba, llegamos a eso de las 9 y 30, entramos a mi casa, Demetria agarró sus cosas y se entró a su cuarto, por mi parte hice lo mismo, pero ahora la situación había cambiado completamente, le había hecho el rompe a mi sirvienta y Demetria había sido mi amante por primera vez, desde ahora las cosa serían muy diferentes. Yo estaba cansado por la noche de sexo con Demetria y por el viaje desde Liriuni. Después de un buen rato escuché a Demetria poniendo la mesa para almorzar, había cocinado algo muy sencillo, me levanté y entré a mi baño a ducharme, cuando me estaba jabonando sentí la puerta corrediza moverse y poco después entraba Demetria tapada con una camiseta larga, fue una sorpresa total, nos abrazamos y besamos muy excitados, cuando la desnudé por completo vi la ocasión de cogerme por el culito a mi sirvienta, pero cuando la di vuelta y ella sintió mi paloma entre sus nalgas me dijo, don Ernesto: no quiero que me trates como a tus birlochas, yo voy a ser tu chola pero con respeto, nada de cochinadas ni malicias !! Está claro ?? Solo pude decirle que si, que la trataría con mucho respeto, pero que ella también debería callarse, nada de comentarios a nadie sobre nosotros !!! Con ese acuerdo sellado, me senté en el piso de mi bañero, la cholita se acomodó encima, cuando le entró mi paloma, gimió muy fuerte de placer pues el agua caliente nos servía de lubricante, Demetria me abrazó muy fuerte, cada metida era un gemido, hasta que mucho después acabamos casi gritando, nos paramos y terminamos de bañarnos. Demetria salió a su cuarto y yo me quedé a vestirme en el mío. Durante el almuerzo no dejamos de mirarnos, la cholita recogió y lavó todos los trastos, luego nos fuimos a mi dormitorio a dormir una siesta, era muy extraño para mi estar abrazado a mi sirvienta, y mucho mas saber que podía cogérmela a cualquier hora, donde sea, y en mi propia casa. Mucho mas tarde salí a la farmacia para comprar anticonceptivos, me vendieron Rendells, Neosampon, Lorofim, y algunos otros, todos óvulos vaginales, también me dieron algunas pastillas para contrarrestar algún embarazo no deseado, lo que hice al volver fue dar a Demetria varias pastillas, para evitar cualquier contratiempo. A partir de ese día Demetria dormía conmigo, me gustaba chuparle la conchita, y a ella le gustaba el 69, pues eso la ponía arrechinga, el sexo con la cholita era excelente, le enseñé bastantes posiciones, fue muy interesante tener una sirvienta bonita en tu casa y dispuesta a cualquier cosa por su patrón, yo salía rápidamente de mi negocio pues sabía que en mi casa me esperaba una ardiente cholita. Un tiempo después Demetria me dijo que deseaba continuar sus estudios, casualmente había una escuela nocturna en el antiguo seminario San Luis, sobre la Avenida Papa Paulo, a unas cuadras de mi casa, no tuve mas que ceder, tuve que ir a inscribirla a sexto de primaria, de esa manera, Demetria salía todos los días a las 6 y 30, con su amiga, otra sirvienta de la Federico Blanco y Oquendo, y volvía a las 9 y 15 o algo mas tarde. Una noche después de coger me contó que se había hecho amiga de una chola algo mayor que vivía en la otra esquina de mi casa, sobre la calle Venezuela, esa chola tenía 3 hijos y era madre soltera, le gustaba tomar chicha y tenía muchos hombres que dormían con ella, todo el barrio la conocía por que lavaba ropa y por borrachita alegrona, Demetria nunca había estado con un hombre y no sabía muy bien como funcionaba su ciclo menstrual, por lo que antes de cogerla siempre le colocaba un óvulo vaginal, para prevenir cualquier contratiempo, tenía a mi disposición una hembra joven, campesina muy linda, y con ganas de aprender todo sobre sexo, compré películas pornos, para que Demetria supiera mas sobre sexo, y que chupar una paloma no era lo peor del sexo, así como tener sexo anal no era antinatural, hasta que una noche, Demetria vino a mi cuarto muy bien vestida pues se había comprado ropa de cholita muy elegante, mi reacción de macho fué levantarle la pollera, sacarle el calzon y chupar ese cocho hasta que la cholita grite de placer, en lo poco que hablamos le dije: ahora si, voy a romperte el culito, ya es hora que sepas lo que es sentir placer por atrás !! Y antes de que pueda reaccionar, la di vuelta y empecé a chupar su culito, Demetria solo repetía : No…no, por ahí no !! Me han contado que duele mucho !! Por favor !! No quiero por ahí !!! Sin embargo no se movía, de rodillas sobre mi cama, solo gemía por su chupada de culito, hasta que le introduje un dedo, moviéndolo dentro su ano, la cholita trató de zafarse, pero mis brazos eran mas fuertes, cuando le introduje dos dedos, gimió muy fuerte, …Ya no …ya no…me duele…… No me hagas así…. Ya no quiero !!!! Pero yo estaba muy caliente y mi sirvienta no se me iba a escapar esta vez, con mis dedos dentro su culito, con mi otra mano me desvestí completamente, acomodé a la cholita y la cabeza de mi paloma rozaba su culito, notando que no podría zafarse esta vez, Demetria se quedó tranquilita, saqué mis dedos, escupí ese culito y empecé a meter la cabeza de mi yema a ese culito virgen, la cholita empezó a llorar, mientras me decía : Ya no….ya no !!! Me duele harto !! Pero yo no soltaba sus caderas, logrando meter toda mi paloma, me quedé adentro de la cholita unos instantes, luego empecé a bombear muy despacito, luego un poco mas fuerte, Demetria ya no se quejaba ni decía nada, yo escuchaba su llanto muy apagado, de a poco me fui acelerando y mis bombeos fueron mas fuertes y rápidos, hasta que acabé dentro el ano de Demetria, le saque la paloma, nos limpiamos con una toalla, y cuando la cholita me miró, sus ojos brillaban de rabia, había sido mi mujer en todo sentido, se levantó y se fue a su cuarto. Los días siguientes fueron un martirio, Demetria me dejaba el desayuno en las mañanas y se encerraba en su cuarto, cuando llegaba en la noche, mi cena estaba servida en la mesa, como Demetria llegaba después de las 9 de la noche de su escuela, entraba directamente a su cuarto, nos nos veíamos para nada. Esta situación me tenía muy mal, solo pensaba en Demetria y el sexo, pero desde la última cogida ”por atrás” la cholita andaba brava conmigo, yo también andaba muy calenton, pero como no quise dar mi brazo a torcer, solo esperaba que Demetria me hable primero, hasta que llegó un domingo de su permiso, ahí no le quedó mas que hablarme para que le regalase algunos pesos para su salida, cuando entró a mi dormitorio con la cabeza gacha y la mirada en el piso, estaba muy bien vestida, era una chola alta, bonita, con muy lindo cuerpo, cabellera abundante, su pollera dejaba ver unas piernas bien torneadas, muy serio le entregué algunos billetes, y cuando ella los tomó de mi mano, con mi otra mano la jalé para besarla, Demetria creo que adivinaba algo así, ya que solo levantó la cabeza y ese beso fue espectacular, nos abrazamos muy fuerte, y acabamos revolcándonos en mi cama, como desesperado le saqué toda su ropa, hasta que pude chupar ese cochito casi sin pelos, yo también quedé desnudo, y poco después y sin hablar estábamos en un 69 muy caliente, Demetria me hacia una mamada que casi me hizo gritar, y a la vez la sentía temblar de rato en rato, señal que alcanzó orgasmos varias veces, de a poco la di la vuelta y la penetré muy fuerte, la cholita gritó de dolor por mi brutalidad, pero se prendió de mi cuello y empezamos un metesaca tremendo, oía a la cholita gemir con cada empuje mío, casi gritaba de placer, hasta que nos vinimos besándonos como locos. Bien abrazaditos nos echamos a descansar, Demetria no dejaba de acariciarme ni de mirarme tiernamente, hasta que luego de varios minutos la cholita empezó a besarme el cuello y fue bajando hasta mi verga, me la chupaba muy sabiamente, su lengua rozaba la cabeza de mi verga causándome gran placer, de pronto me paré y la puse de perrito, le escupí el ano y se la mandé de una sola vez, la cholita ya no gritó, solo se le escapó un gemido leve, la agarré de su cadera y comencé un bombeo muy fuerte, Demetria puso su cabeza en la almohada y empezó a gritar muy despacito, hasta que le escuché decir: mas…mas….mi amor …mas…….ahí supe que el sexo anal le gustó, poco después acabé llenándole el culo de leche a mi ardiente sirvientita. Ese domingo fue muy especial, tuvimos sexo varias veces, en toda forma y por todos los orificios de mi sirvienta. Como ya no había nada que Demetria no conociera, nos volvimos unos animales, cogíamos a toda hora y en donde sea, me encantaba tirarmela cuando estaba lavando ropa, asi agachadita la hacia temblar de placer, me gustaba tirarme a la cholita antes que se vaya a su escuela, solo para que esté oliendo a mi leche y los otros llokallas no la desearan, fueron muchos meses de sexo desenfrenado con la ardiente sirvienta, se volvió muy calentona, andaba con muy poca ropa en la casa, solo se ponía una pollera, una blusita, sin sostén y sin calzon, varias veces la pillé en la cocina completamente desnuda, yo andaba de lo mejor, pues tenía una linda mujer joven a mi disposición a toda hora. Despues de varios meses de coger como muchachos, un día la noté muy seria, le pregunté que le pasaba y ni me contestó, pero poco después la hice hablar, estaba embarazada de 5 semanas, me quedé frío, ahí caí en la cuenta que no siempre me cogía a mi sirvienta con algún ovulo vaginal, y las consecuencias pronto se notarían, habían dos opciones, que Demetria se fuera a tener mi hijo a Independencia, su pueblo, yo le daría una buena cantidad de dinero, y luego le mandaría mas dinero de acuerdo a sus necesidades, la otra opción era que la cholita se quede en mi casa hasta tener mi hijo, total, yo era mayorcito y como no quería perder a mi hembrita pues el sexo con ella era excelente, decidimos que Demetria se quedaría en mi casa hasta desembarazarse, total, yo no rendía cuentas a nadie y decidimos que el bebé nacería en Cochabamba. En esos meses de espera, mientras Demetria engordaba por el bebé, el sexo fue excelente, cogíamos en toda mi casa, los gemidos de Demetria se escuchaban hasta la calle. Cuando Demetria ya estaba con siete meses de embarazo, mi vecina, quien tenía una tiendita al lado de mi casa y sería futura médica, me dijo que había visto a un compañero suyo de facultad, entrar a mi casa a visitar a Demetria cuando yo no estaba. Se me entró la duda sobre la cholita, y si ese niño no era mio ? Y si la cholita me engañaba desde hace tiempo ? Esa noche la encaré y le pedí explicaciones sobre su comportamiento, me contó que ese universitario vivía a la vuelta de la casa, que la iba a recoger a su escuela de noche, y que solo lo metio a su cuarto 4 veces, y que “ siempre el se ponía una bolsita en su pichi para que a ella no le entrara su leche”, que ella me quería a mi no importando lo demás. Ante semejante confesión, no me quedó mas que pedirle que se fuera a su pueblo a tener al bebé y que yo le mandaría dinero después. Despues de 2 días Demetria recogió todas sus cosas, yo le di mas de cuatro mil bolivianos para sus gastos en Independencia, muy triste subió a un taxi en la puerta de mi casa y se fue a su pueblo. Mi casa era la desolación entera, me quedé muy solo y vacío, fueron meses de absoluta incertidumbre, pensando que el hijo que pariría Demetria, si sería mio o no. Cuando se cumplieron los 9 meses o algo mas, una tarde vino la chola borrachita de la esquina de mi casa, me avisó que Demetria tuvo un bebé sanito, blanconcito, bastante chinito, igual a su padre, esto me lo dijo riéndose, dijo que Demetria ya no pensaba volver a Cochabamba nunca mas, que se quedaría en su pueblo, pondría una tienda con el dinero que le mandé y que yo debía olvidarme de ella para siempre. Dicho esto la vecina se fue. Quedé muy pensativo, pues me enseñaron que no es nomas echar hijos al mundo y luego olvidarse de ellos. Pasaron varias semanas, hasta que un día me animé a viajar a Independencia, no en mi auto, iria en el bus común, fueron bastantes horas de un viaje infernal, camino curveado y lleno de baches, cuando llegué al pueblo, lo primero que hice fue registrarme en un alojamiento, comer algo y dormir. Al día siguiente empecé a buscar a Demetria, en el pueblo todos la conocían por su belleza y porque tuvo un bebé de su patrón, después de varias vueltas llegué a su casa, muy humilde, salió su mamá algo brava, me dijo que Demetria estaba en casa de sus tías en un pueblo llamado Altamachi, y que volvería en algunas semanas, traté de averiguar con la sra si era posible viajar a ese pueblo, me contestó que no había camino carretero y solo se llegaba a lomo de mula. Muy decepcionado, le pregunté a la sra si le podía dejar algo a Demetria, y si mas le entregué un sobre con bastante dinero, luego me fui a mi alojamiento, al día siguiente me volví a Cochabamba, por la chola vecina supe que Demetria puso un negocio de ropa, pero no en Independencia, sino en otro pueblo desde entonces nunca mas supe de mi sirvientita Demetria, ni del bebé, que por ahora debe tener 40 años.

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Comentarios enviados para este relato
katebrown (18 de October de 2022 a las 20:13) dice: SEX? GOODGIRLS.CF


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