¡Desflórame! Mi vaginita es toda tuya

Hola amigos lectores, debo decirles que esta es mi primera vez que entro a esta increíble pagina web y por ello aprovecho para contarles mi real experiencia mágica de desvirgación que tuve hace dos meses siéndole infiel a mi novio de verdad. Espero les guste y me escriban sus opiniones.

Me llamo Ana Laura, soy una chica colegiala de 17 años de edad, piel blanca, pelo rubio natural y ojos celestes claros, tengo unos labios muy sensuales. Mi cuerpo está bien sexy, principalmente mis senos bien formaditos y mis muy hermosas piernas envueltas en medias cristalinas las cuales hacen que me luzcan perfectas cuando uso mi falda escolar, mi vaginita es pequeña y de color rosita bien dulce. Pertenezco a una familia de excelente posición económica gracias a mi padre que es un exitoso político mexicano y estudio el segundo grado de preparatoria en un colegio privado. El chico con quien perdí mi virginidad es también hijo de padres ricos, se llama Ángel y es alto, delgado y atlético, pelo claro, con ojos color miel muy hermosos pues con su mirada mata a cualquier mujer, también por su encantador pene y bien rico, además de suavecito, tiene 18 años. Estudia en mi mismo colegio aunque en diferente aula pues él ya cursa el último año de preparatoria.

Yo desde niña he sido muy caliente y coqueta con todos mis compañeros, claro a escondidas de mis padres pues ellos son los típicos padres que desean una hija totalmente santa, más no lo soy, además sin que mis papas se enteren he comprado toda una colección de películas porno las cuales veo por la noche en mi computadora personal sin que ellos me ven en mi habitación, gracias a esos videos me he dado increíbles pajeadas pero sólo mi clítoris sin penetración por lo que ya estaba ansiosa de sentir una verga de hombre dentro mi vaginita virgen. Desde hace medio año estuve en noviazgo con Rubén mi ex novio al cual engañe entregándome a Angelito, yo sentía amarlo de verdad pues él era muy detallista y dulce con migo por lo que pensé en que el seria el hombre que me quietara mi virginidad pues todavía no conocía a Ángel. A mi amado Angelito lo conocí cuando se cambio de otro colegio a el mío, desde el primer día en que lo vi me enamore perdidamente de él pues considerablemente era el más guapo de todos los chicos del colegio y no tan sólo yo pues varias niñas también se enamoraron de él por ser todo un galán y príncipe azul soñado, lo malo es que cursaba un grado diferente al mío por ello no pude acercarme a él por una semana entera, además era muy caballeros y un poco tímido pues a pesar de los coqueteos de mis demás compañeras él no hacía caso. Hasta que en la segunda semana por fin me anime a hablarle en el receso, por mi gran suerte él me trataba muy bien por lo que me hice su amiga rápidamente.

En todo el receso sólo me la pasaba con él pues no tenía más amigos que yo, por ello mi novio se empezó a enfadar y poner celoso y obviamente con toda su razón pues si que pensaba ponerle el cuerno con él, las peleas por celos con él ya eran muy frecuentes hasta que decidí terminarlo para irme de una buena vez con mi adorado Angelito, al ver ello se enojo tanto que luego al otro día fue donde él para encararlo y casi de daban una buena pelea pero como ya amaba a Angelito lo defendí con todo lo que causo que a mi ex lo suspendieran por un mes completo, él cual aproveche para hacerme su novia y para mi romántica suerte me acepto (claro pues soy linda). Por el noviazgo con el todas las chicas me envidiaron por ser novia de un chico en verdad guapísimo con quien sin dudarlo de inmediato planee perder mi virginidad con él pues sin duda me satisfaceria como yo deseaba. Así fue como decidí empezar a seducirlo, me ponía faldas más cortas, fragancias excitantes y todo lo que estaba a mi alcance me puse para verme más linda que una princesa, esto sin duda lo maravillo como nunca.
La primera vez que llegamos más lejos fue al terminar un lunes la clase de matemáticas, el me fue a visitar a mi salón y yo ya muy coqueta no espere más, me senté en el escrito abriendo mis piernas considerablemente, él al verme así me dijo que hacía más yo le dije con voz muy dulce y sexy ¡Soy tu novia mi amor quiero que me veas! El lentamente se acerco a mí cuidando que nadie nos viera y me miro por primera vez mi vaginita rosadita pues ya me había hecho a un lado mi calzón, note como en su mirada creció la excitación hacia mí y me pregunto muy caballerosamente ¿Puedo besártela?, con mi cabeza le dije que sí. El puso su cabeza entre mis piernas besando mi vagina con delicadeza, pero como escuchamos que los demás alumnos del otro turno se acercaban al salón tuvimos que parar fingiendo naturalidad y me vestí lo más rápido que puede.

Nuestra gran oportunidad de hacer el amor fue en mi casa una noche de viernes en que mis padres habían salido de viaje, por lo que estaba perfecto. Entramos a mi habitación besándonos apasionadamente y yo le dije al oído ¡Ahora si mi amor seré toda tuya!, ¡Desflórame! Que mi vaginita es toda tuya, al sólo escuchar eso me subió mi falda acostándome en mi cama con mis piernas totalmente abiertas y comenzó de nuevo a comerme el coño ¡umm, umm! No paraba yo de sentir placer enorme pues al fin mi sueño de hacer el amor con todo un príncipe azul ya estaba haciéndose realidad. Hasta que al fin libero su hermoso pene y lentamente me inicio a metérmela, al principio sentía un dolor un poco fuertecito hasta que yo misma sentí como desgarro mi himen metiéndomela hasta en fondo. Me estaba haciendo el amor con todo, así duramos como una hora hasta que se vino llenándome mi raja vaginal de toda su leche caliente, a este punto ya no me sentía una niña si no toda una mujer de verdad.
Por ello esta noche sí que soñare con angelitos.