Las puertas se abrieron y me desvelaron una de los grandes secretos de la humanidad.
Relato
El sexo. Y fui mi prima del pueblo la que me abrió los ojos .
Tenía ese año catorce y mi prima quince .
El verano empezaba tras el colegio y llegaba la cosecha.
Los hombres iban al campo y nosotras jugábamos en la casa y perdidas por el río y el pueblo.
Aquel día de calor fuimos al río a refrescarnos a la tarde.
Las dos solas , unas niñas todavía pero con la naturaleza sexual a tope.
Me pasa un año y me hablaba y me miraba .
Aquella noche anterior mientras dormíamos juntas en la misma cama nos habíamos rozado y yo había sentido algo.
No sabría expresarlo pero era algo distinto.
Nos acostamos apenas sin ropa y yo le había visto las tetas y su mata de pelo bajo la braga.
Me intrigó un poco.
Me pregintaba cosas de la ciudad y le respondía . Se acercaba y me tocaba. Me tocaba y me tocaba.
Sentía su aliento tras de mi .
Y me sentía violentada en parte .
Tras el sueño nocturno le miré y me sonrió.
Sentí algo por ella . Y ahora lo sé .
Las dos no lo sabíamos pero nuestros cuerpos se necesitaban.
La siguiente noche nos miramos y me señaló mis tetillas con el dedo.
Yo hice lo mismo y nos enseñamos mutuamente nuestros pechos.
Me acarició un pezón y luego el otro.
Nos acostamos y nos tocamos .
Era un gustito especial . Me abrazaba , me besaba y me chupaba.
Los besos eran con lengua , nunca había tenido . Me confesó que a ella le había enseñado una persona mayor que ella y le había gustado.
Nos entregamos al placer .
Al día siguiente descubrimos algo distinto . Su vulva repleta de pelo estaba mojada y tomó mi mano y la metió allí.
Luego se desnudó y se acariciaba la vulva y cerraba los ojos . Gemía .
Me tocó a mi e hizo lo mismo .
Sentí algo emocionante . Algo me decía que era distinto y placentero.
Me masajeó el clítoris que no sabía qué era y tuve un orgasmo .
Después ya fue todo distinto .
Cada minuto que pasaba nuestra simbiosis era perfecta .
Nos hicimos amantes ese verano y apredimos la tira .
Cada noche nuestros dedos hurgaban la concha contraria.
Cuando llegó la regla había precaución pero existía la boca y la saliva.
El verano de auqel año no se olvidará nunca .
Ella tiene pareja lesbiana en otra ciudad y yo zascandileo por ahí buscando placer.
A partir de ese momento ya no pude ver a mi sobrino como tal, sino ya lo veía como un hombre que deseaba cogerme sin control, a cada oportunidad que mi sobrino tenia lo aprovechaba para ver mi cuerpo, esto era cuando me cambiaba, bañaba, entre muchos otros momentos que tenia para verme y lo más lascivo era que yo no hacía nada para evitar que me viera, al contrario cada vez que me bañaba dejaba la puerta abierta para que me viera y así en la ducha con la certeza que me estaba viendo yo hacía movimientos sensuales e incluso con el pretexto de lavarme mi zona intima yo me la tocaba con tanta sensualidad que sin duda sabia que él tenía su pene bien erecto desde donde estaba viéndome.
Relato erótico enviado por putita golosa el 27 de July de 2010 a las 23:14:27 - Relato porno leído 309821 veces
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Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 19:52) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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