Siiente como su vagina se dilata al máximo para unirse en un extravagante apareamiento a mi pene, que placer sentirme refugiado por una amante, esta hembra gemía y se afligía con cada penetrada
Relato
Como llueve parece un diluvio, voy manejando con mucho cuidado mi camioneta debido a la lluvia y concentrado en el manejo no me entero de una casera y vecina del negocio de mi padre quien golpea mientras estoy detenido mi vehículo para llamar mi atención, lo logro y permito a esta señora acompañada por otra a subirse en mi móvil, ambas mojadísimas, me dice la de mas edad, estamos mojadas hasta nuestras ropas interior, cierto afirma la mas joven toca y veras me dice, que me han dicho me dan permiso a manosearlas y eso no me lo pierdo…, mientras manejo toco a la mas cercana y disimuladamente recorro su dorso deteniéndome unos breves momentos en sus senos, duros y bien formados…, me mira y como me ve concentrado en manejar no alega a pesar del apretón dados a sus deliciosas tetas.
Al mover la palanca del cambio mi mano roza sus piernas, ella no las retira sino que mueve una de sus piernas abriéndose de estas para permitirme maniobrar mejor esa palanca. Al ocuparla ahora la palanca en los cambios ingreso entre sus piernas mojadas, pero bien cubiertas por medias de color negro. La malicia me aflora y realizo más cambios de los necesarios y cada vez introduzco mas mis dedos entre esas piernas rozándolas…, ella me miraba de reojo, pero no alegaba por que me veía concentrado en el manejar y no pensaba en mi perversidad al realizar los cambios. Hasta deje mi mano derecha descansar en su rodilla al realizar algún cambio, ella suavemente la retiraba y la ponía en la palanca, así varios cambios, hasta que me permitió que mi mano descansara en su rodilla, mis dedos adquirieron vida propia y con suavidad y destreza recorriendo a esta.
Llegamos a nuestro barrio y dejamos a la señora de mas edad en su casa para continuar a la de Hortensia, en el camino esta me reclama, esta mano es muy intrusa me dice, debes castigarla… es que tienes preciosas piernas y esta intrusa desea agasajarlas para felicitarlas, escúchame me dice Hortensia, una mujer madura de 32 años, casada con dos críos de 11 y 8 años, no soy ninguna puritana, soy mujer y como mujer tengo mis infortunios corporales a satisfacer por culpa de mi marido un buen esposo, pero pésimo amante… él no sabe satisfacerme en mis desesperados días de mis apetitos carnales por la llegada de mi ciclo sexual, solo lo ha logrado dos veces y de ahí mis hijos, pero dos veces en mas de nueve años de matrimonio comprenderás que es muy poco y siempre en este ciclo estoy deseosa, ardiente, aceptante de cada gesto amoroso carnal, sedienta de sexo… y tú te atreves a excitarme manoseándome mis piernas y diciéndome que son hermosas, como crees que estoy… estoy ardiente de deseos carnales a satisfacer por un macho, pero que me los satisfaga no que me deje caliente como mi marido.
Vamos a unas cabañas y te recompensaré le digo, no, no me dice si quieres algo que sea aquí esta oscuro nadie sale a la calle por la lluvia y yo deseo entrar a mi casa a ver mis hijos… ahora o nunca… por supuesto a mis 17 años estaba excitadísimo por los comentarios de esta hembra y mis excitaciones estaban a mil grados, fue ahora…
Me introduje entre sus piernas besándole sus piernas por sobre sus medias, luego como pude aparté el calzón introduciendo mi lengua en su vagina, como se agito la dama, levantando su culo lo que me permite extraer sus calzones, baje mis ropas de mi cintura hacia abajo y aparece ese miembro altivo crecido a mas no poder con sus venas y músculos marcados deseando penetrar a esta mujer…, recuesto la butaca de la camioneta en el asiento del acompañante del conductor y la acomodo tratando de introducir mi pene en sus cavidades vaginales, no lo logro y ella lo toma y ayuda guiándolo hacia a su matriz, siente como este grueso y ancho pene como del tamaño de su antebrazo destroza sus paredes genitales introduciéndose en ella, ella estaba excitadísima y abre lo que mas puede sus piernas para cobijarlo y amasarlo entre sus pliegues vaginales como se menea parece una coctelera, me abraza hasta casi asfixiarme, menea sus caderas maravillosamente mientras yo meto y saco mi pene en ella, diez minutos y tanto ella Hortensia como yo aullamos y nos apretamos en un delicioso coito desesperados en el apareamiento y finalizamos el enlaces entregando nuestros fluidos sexuales bañando su matriz y ella gime gustosa con la llegada no de uno sino dos orgasmos, casi seguidos, ante las poderosas descargas de semen en su entrañas, parecía mi pene una manguera regando su matriz y ella gustosa los recibía gimiendo y llorisqueando excitada entregándose a una deliciosa copula, dada por este joven semental. Luego abrazos, besos y caricias. Mas calmados ella me dice mi marido sale mañana con mis hijos eso de las ocho y ocho diez minutos con mis hijos para llevarlos a la escuela y luego el se va al trabajo te espero después de las ocho y media. Sale apurada como puede se acomoda su ropa y me deja en la camioneta sus calzones entrando a su casa.
Por supuesto al día siguiente estoy eso de las 8:15 minutos en su casa… me recibe en bata de levantarse y apenas ingreso saca mi suéter y mi camisa mientras bajo mis pantalones , al sacarle la bata ¡oh!, sorpresa, nada hay debajo de ella solo su cuerpo, nos acomodamos en su cama y… mi pene me dolía por lo dilatado al engrandecerse excitado, su grosor era sorprendente, mi glande una cabezota cruzada por las venas enorme quise acoplarme con Hortensia, pero esta mimosa se deslizó a un costado y entre gemidos y sollozos de pasión y dolor recibe mi monstruoso pene en su rendija sexual y siente como esta se dilata al máximo para unirse en un extravagante apareamiento a mi pene, que placer sentirme refugiado por una amante, esta hembra gemía y se afligía con cada penetrada… diez minutos estuve penetrándola sacando y metiendo mi pene en su vagina, cuando comenzó locamente a sacudir sus caderas la empotraba con mayor fuerza hasta sentirla gritar de fogosidad y apasionamiento y entregarme sus efluvios vaginales al sucumbir con sus orgasmos el deleite de una frenética y festiva entrega junto a un delicioso meneo de su cintura que me lleva a descargar mis emisiones de esperma en ella… más me decía… más quiero otro orgasmo dámelo por favor dámelo, me apretaba desde mi ancas desesperada en su entrega y al sentirse bañada por mis chorros de semen enloquece pues no había sido bañada con esa cantidad de líquidos en su matriz así ya que su marido apenas la humedecía con sus escaso volumen de esperma, ahora se sentía repleta, satisfecha, colmada con los ríos de semen lanzados en su matriz. Llegándole un nuevo orgasmo que recibe satisfecha abrazándome y entregándose como mi hembra, mientras me dice, si soy tuya, eres mi segundo marido… satisfecha y extasiada por la cantidad de semen en sus entrañas me abraza y besa mimosa satisfecha de este apareamiento y diciéndome que me espera en una semana más para repetir el enlace…, vuelvo mañana digo y yo dice no, pueden descubrirnos el lunes te espero…
No alcanzo a durar hasta el lunes el viernes cuando su marido va al club a juntarse con sus amigos aprovecho que sus hijos eso de las 22:00 horas duermen, me aproximo a su casa, exijo de ella mis satisfacciones, Hortensia apurada me las concede y ambos realizamos una copula apurada, pero satisfactoria para ambos y ella me dice, debemos cuidarnos o nos pillaran ¿entendido?
Me marcho hasta el lunes y así fue mía durante este mes, dos veces a la semana.
Le subí completamente su falda abriendo sus piernitas exquisitas, inicie a mamarle sus piernas cada centímetro de ellas hasta que llegue a su zona vaginal todavía cubierta por su calzón, con mi boca muy lentamente le fui retirando el calzón hasta que le vi por primera vez su vagina hermosa, la cual estaba súper mojada de sus flujos vaginales, ella comenzó a gritar de placer y fue más cuando tome un poco de crema de chantillí aplicándole en toda su raja vaginal, con esto empecé a comerle el coño.
Relato erótico enviado por Anonymous el 25 de September de 2009 a las 17:28:48 - Relato porno leído 234409 veces
Llegue al bar y estaba Sebastian esperandome, me vio y no sacaba su vista de mi cuerpo, lo salude con un beso muy cerca de su boca para hacerle los ratones, inmediatamente me pregunto si no queria ir a su departamento (era del padre que se lo habia dejado encargado por unos dias ya que estaba en Chile). Le dije que bueno y subimos a su auto- Llegamos a su departamento y cuando entre hice un movimiento sexy con mi culo.....
Relato erótico enviado por gatitacelosa el 04 de April de 2012 a las 23:28:46 - Relato porno leído 201957 veces
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learcu
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