Tío Teo y mi papá se la montan con una putilla de carretera; yo, mientras, observo y aprendo sobre la condición humana.
Relato
Querido diario:
Tío Teo ha telefoneado a casa y le ha dicho a mi padre que ha tenido una avería con su camión. Necesita urgentemente que papá se desplace hasta la carretera donde el vehículo ha quedado tirado y se lo arregle. Aunque el problema mecánico se ha producido a más de 500 kilómetros de nuestra ciudad, papá no ha dudado en ponerse en camino, pues es mucho el cariño que le tiene a su hermano. Me he ofrecido a acompañarle, ya que estoy de vacaciones, y papá ha aceptado gustoso, pues en el fondo tiene la esperanza de que yo siga con la tradición familiar y, como no me van muy bien los estudios, llegue a ser un buen mecánico (como él) o un buen conductor de grandes camiones (como mi tío Teo).
Así que iniciamos el viaje aprovechando que uno de los camiones de la empresa donde trabajaba Teo hacía la ruta justo por la carretera donde estaba estropeado el camión de mi tío. Al cabo de unas cinco horas llegamos al lugar donde estaba Teo y su camión. Un buen rato estuvo papá cambiando piezas y probando una y otra vez el arranque. Por fin, después de unas dos horas, el camión funcionaba perfectamente. Como la mercancía tenía que descargarla unos cien kilómetros más adelante, fuimos hacia allá. Después retornaríamos en el camión para nuestra ciudad.
Era fin de semana, a papá no le urgía volver a su taller, así que tomamos las cosas con calma. Después de realizar la descarga, comimos tranquilamente en un restaurante y nos dispusimos en hacer el camino de vuelta. Papá y Teo iban en la parte de delante, hablando de sus cosas y riéndose mutuamente sus gracias. Yo iba detrás en la litera habilitada en los grandes camiones para que descansen los conductores. Desde allí, veía el paisaje e iba escuchando música con mi MP3, y de vez en cuando me llamaba la atención como en la carretera aparecían cantidad de chicas que hacían señas a los camioneros para que les parasen; sin duda, eran prostitutas que se ganaban así la vida.
Al poco rato, me quedé dormido sobre la litera. Me desperté al cabo de un buen rato, cuando noté el camión parado. Me incorporé, corrí la cortinilla que me separaba de la cabina del conductor, y pude observar que ni mi padre ni Teo estaban allí. "Deben estar meando", pensé, al ver que estábamos aparcados junto a un bosquecillo. Esperé un rato, pero al ver que no volvían, bajé en su busca...
Me interné entre los arbustos y allí los encontré. Pero no estaban solos: con ellos había una muchachita mulata de bonita cara y mejor cuerpo completamente desnuda.Habían extendido sobre la hierba una manta que yo había visto en la litera y ambos, con el pantalón bajado hasta la rodilla y las vergas enhiestas como sables, se la estaban trajinando. La chica tumbada a cuatro patas le estaba chupando la polla a Teo mientras mi padre le metía los dedos en la concha. Me sorprendió la gran poronga que tenía mi tío, y me la imaginé dentro del coño de mi madre la noche que sustituyó a papá en la cama (capítulo 10). No tardé en empalmarme como un burro al ver aquella tórrida escena y me escondí tras un grueso árbol lo suficientemente cerca para no ser visto pero sí oír todo lo que allí se decía.
La morena chupaba que daba gusto. Tenía la polla de Teo tan ensalivada que caían chorros de líquido, que ella volvía a sorberdesde la punta hasta los huevos. Papá ya le estaba metiendo su polla en la chucha, mientras ella gemía de placer. No tardaron en cambiar de postura. Mi padre metió de golpe su polla en la garganda de la mulata con tanto ímpetu que le produjo arcadas, pero él no la dejó ni respirar: la polla entraba hasta los mismos cojones mientras él le sujetaba con las dos manos la cabeza hasta notar que con el glande tropezaba con mismísimas amígdalas. El embiste vaginal de mi tío también era brutal, pero la joven soportaba todo aquello placenteramente. A punto de correrse (y yo también), mi padre indicó a Teo con un gesto de que iban a hacer un sandwiche. Como la pirola de papá era ligeramente más pequeña que la de su hermano, decidió que la penetración anal la haría él. Estaban ya dispuestos a ello (papá tumbado sobre la manta y sujetando por la cintura a la muchacha para penetrarla analmente) cuando ésta muy enfadada les grito:
- Ya os dije que de dar por el culo nada, que soy virgen del ano y eso duele mucho.
Ante mi sorpresa, papá se echó saliva en la punta de la polla, la agarró fuertemente por la cintura y la penetró en medio de grandes gritos por parte de la mulata. Quedó tumbada sobre él, mientras le magreaba sus soberbias tetas, y tío Teo se dispuso a metérsela por la vagina. Así acoplados, empezó un ritmo trepidante en la que, además de los jadeos y quejas de la chica, los dos hombres bombeaban al tiempo en los dos orificios y gritaban como posesos. Al poco rato se convulsionaron simultaneamente y se vaciaron dentro de ella. Yo me había corrido dos veces sin necesidad de tocarme, tanta fue la excitación que sentí al presenciar aquella orgía. Mientras ellos se recomponían y la muchacha se cagaba en su puta madre, corrí hacia el camión, me metí en la litera y simulé seguir durmiendo.
La noche se echaba encima y papá y Teo decidieron que pernoctaríamos en un hostal de carretera. Como no fue posible encontrar camas para los tres, nos dieron una habitación con sólo dos; así que a mí me tocó dormir con mi tío. Al poco de acostarnos, escuché roncar a papá.
Yo estaba tan excitado por lo vivido aquella tarde que no pensaba más que en pajearme, pero el cuarto de baño estaba fuera de la habitación y era una lata levantarme. Así que cuando supuse que Teo también estaba dormido, le di la espalda y empecé a meneármela muy despacito con la mano metida detro del calzoncillo para que la corrida no pringase la sábana. En esas estaba cuando noté que mi tío se daba la vuelta y colocaba su cara muy cerca de mí. Noté su aliento en mi nuca; entonces me susurró muy bajo:
- Sé que has visto cómo nos follábamos a la putita.
Noté que estabas detrás de aquel árbol observándolo todo ... ¿Te gustó?
Hice como si no le hubiese escuchado y como si estuviese durmiendo profundamente. Pero él siguió hablándome:
- Tu padre no debía hacerlo porque es un hombre casado ... Además la chica era muy jovencita, como para ser su hija ... ¿Has visto desnuda a tu hermana? ¿Tiene Vanesa un cuerpo así?
Yo seguía haciéndome el dormido.
- Además tu padre es un hijo de la gran puta, porque le dio por el culo a la chica cuando ella no quería - continuó.
Su conversación me estaba recalentando aún más. Insistía mucho en conocer intimidades sobre mi hermana y ello me excitaba sobremanera (imaginándomelo follar con mi odiosa hermanita)Yo con la mano me apretaba el paquete, pues parecía que la polla me iba a estallar. Pero él siguió susurrándome:
- Nos corrimos dentro de la mulata; yo notaba la polla de tu padre dentro de su orto y nuestros cojones chocaban entre sí, tan dentro teníamos las pollas de sus agujeros ... Y eso no está bien, debimos follarla con condón ... La leche se deslizaba por sus muslos cuando sacamos las vergas ... Y por si fuera poco, tu padre no le pagó los cien euros convenidos.
Tan recaliente y fuera de sí estaba yo que ante aquellas confidencias tan excitantes, que me bajé el slip, cogí la mano de mi tío y se la llevé a mi polla, indicándole con un movimiento que empezara a masturbarme. Así lo h izo, mientras sentía su respiración entrecortada y sorprendida en mi cuello. ¡Qué bien sabía menearla el muy hijoputa! No tardé en correrme en su mano, manchando de abundante y caliente lefada las dos sábanas... Luego, ambos nos echamos a dormir plácidamente.
A la mañana siguiente, de vuelta ya a casa, papá dormitaba en el asiento del acompañante, tío Teo silbaba y canturreaba alegremente y yo le echaba una mirada cómplice a través del espejo retrovisor.
Había sido un viaje inolvidable ...
Mi Madre, a sus 42 años, es una hembra que está rebuena. Mi Padre, un pobre idiota. Así que una noche decidí darle marcha a ella con mis amigos, mientras mi padre miraba..........
Relato erótico enviado por domo54 el 12 de December de 2008 a las 11:35:56 - Relato porno leído 312271 veces
Era un día normal, común y corriente, yo regresaba de la prepa, yo soy un chavo moreno, alto, con buen cuerpo, bien dotado y muy atrevido, no tengo novia y ese día fue uno de los mejores en mi vida
Relato erótico enviado por Anonymous el 29 de August de 2008 a las 13:06:42 - Relato porno leído 212296 veces
Mi nombre es Alicia, y hasta no hace mucho mi familia, y yo desde luego vivíamos en un retirado pueblo, en el que apenas y nos enterábamos de las noticias, ya que ni tan siquiera llegaba la señal de la Tele. Por lo que cuando nos mudamos a la ciudad, lo que más me impresionó fue el baile del perreo
Relato erótico enviado por Narrador el 04 de June de 2012 a las 23:00:35 - Relato porno leído 149891 veces
Si te ha gustado DIARIO DE UN JOVEN SALIDO (11) vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.
Por eso dedica 30 segundos a valorar DIARIO DE UN JOVEN SALIDO (11).
xoel
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Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 20:36) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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