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Disfruto de mi venganza

Relato enviado por : jacke el 26/08/2008. Lecturas: 5387

etiquetas relato Disfruto de mi venganza .
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Resumen
POR INFIEL, ENCONTRÉ UN DELICIOSO CARAMELO


Relato
Mi nombre es Jackeline, soy una mujer casada y trabajo en una empresa importante, como Contadora.

Mi matrimonio, no anda muy bien, porque mi esposo, se acuesta con su secretaria y jura que no es cierto. Tonto por no decirme la verdad, pues soy muy vengativa y por eso mismo, es que me animé a relatar mi venganza, que además me ha gustado mucho y la he repetido una y otra vez.

En mi trabajo, hay varias personas, hombres y mujeres, con quienes converso, por cuestión laboral. Muchos hombres, me lanzan piropos, y el gerente, un profesional muy joven y simpático, una tarde, se animó a decirme que le gustaba y me invitó a cenar. Todo fue tranquilo, durante la cena y ganamos más confianza.

Mi trabajo es por turnos, así que una noche, que no me tocaba turno, me vestí con una falda corta, un escote muy atrevido y me fui a visitar al gerente, ingresé a su oficina y le comenté que me había gustado mucho la cena y que me gustaría comer algo más delicioso. No entendió la indirecta, y tímidamente me dijo que me invitaba otra vez a cenar. Me acerqué al costado de su sillón y puse mi vista sin disimulo a su paquete y le dije que quería comer algo más rico. Todavía con un poco de timidez, me preguntó ¿como qué?. Le dije, sin quitar mi vista de su paquete, ¿Qué le daría Usted, a una mujer como yo?. - lo que quisieras, me respondió mirándome a los ojos con deseo.

Sin más, puse mi mano sobre su paquete y le di un beso en los labios. Sentí que se puso duro y comenzó a hacerse muy grande, noté que verdaderamente era un hombre muy bien dotado, lo tenía más grande que la de mi marido, no podía dejar pasar esa oportunidad de tener dentro de mí un pene tan exquisito así que rápidamente, liberé ese rico palo y lo comencé a chupar, de una manera muy sensual, como se lo hago a mi marido. Me dijo que podíamos irnos a su cuarto, porque su esposa, vivía en otra ciudad y que él iba a visitarla sólo los fines de semana. Le dije: seguramente, esta cosa, necesita de una hembra que le saque toda la lechecita, sin dejar de chupar esa delicia.

Nos pusimos de acuerdo para evitar sospechas, bajé yo primero y me fui a la parada de buses y él en seguida se apareció, tomamos un taxi y me llevó a su pieza. En el taxi, no dejé ni un momento de tomar ese pene entre mis manos y él se atrevió a darme besos y manosearme un poco.

En su cuarto, apenas entramos, saqué ese rico paquete y lo comencé a chupar, luego me llevó a su cama y no me desprendía de ese delicioso bulto. Tenía que abrir mi boca mucho, para evitar hacer daño esa delicia. Él se colocó debajo y comenzó a acariciar mi clítoris con su lengua, mientras yo gemía de placer, sin dejar de chupar esa rica verga que estaba al máximo de su tamaño y dureza. Ya deseaba tener ese palo dentro de mí.

Así que comencé a cabalgar ese potro, me senté mientras él estaba tendido sobre su cama y comencé a meter, poco a poco y meneando mi cuerpo, ese delicioso pene, realmente, noté la diferencia, con el de mi esposo, este palo, me hacía vibrar y como me encanta hablar y que me hablen mientras me penetran, le dije: ¡Qué rico palo, tienes papito, me estás haciendo vivir, mi rey! Ah! Qué rico! papito, dame tu rico palo, papacito, dame así que rico tiras papito! Eres un verdadero macho, dame más pene papito, me haces gozar, mi amor!. Se animó a decirme: Qué rico cabalgas, putita, eres una verdadera hembra.

No quería terminar tan rápido, pero comencé a gritar ¡ Qué rico tiras papito!, ¡Qué rico palo que tienes ay, ah! ¡qué rico!¡aahah!.

Luego, cambiamos de posición, me puse de cuatro y el comenzó a empujar por detrás, sentía más ese exquisito palo, introduciéndose dentro de mí, le decía ¡Tiras muy rico papito! ¡ah!¡ay! que rico palo tienes mi rey! ¿¡así le haces vivir a tu mujer?! ¡Me estás traspasando papacito ay, ah!.
El decía mientras clavaba ese enorme y rico palo dentro de mí ¡Qué rico culo tienes mamacita!¡eres una hembra maldita!, mientras me tomaba de la cintura con mucha fuerza para meter ese rico pene muy dentro de mí.
Cuando él estaba por terminar, le dije Quiero toda tu leche papito, toda, toda, hasta la última gotita, cuando terminó, yo misma forcejé y le dije ¡ quiero toda tu leche papacito, me estoy moviendo por si acaso tienes algo más!.

Como no había terminado por segunda vez, yo, empecé nuevamente a chupar esa verga que me había hecho gozar hasta ponerla otra vez grande y dura como me gusta.

Me acomodé de costado, para que me diera en esa posición. ¡Qué rico palo me estás dando papito, quiero más, ah, ay, ah!
- ¿Te gusta esta verga mamacita?
- ¡Me haces vivir!, ¡¿Qué le voy a decir a mi marido cuando me tire y note que mi vagina, está desbocada por tu rica verga, papacito?!
- Vas a decirle que te han dado tu rico, como te gusta.
- ¡Ay, ah!, dame mi rico , papito, dame, dame.
- Eres una rica perra, hembra maldita, cada vez que te veo, se me pone dura y solo quiero tirarte, mamacita.
- Papacito, soy tu hembra, ay, que rico, papito, ahah, que rico tiras, mi rey…

Me llenó de su exquisita leche una vez más. A partir de ese día, hasta tres veces por semana, siempre la misma rutina: Yo decía a mi marido que tenía que ir a mi trabajo por una reunión, ir a la oficina de mi macho, pedirle la llave de su apartamento, no sin antes chuparle ese rico palo que me hacia gozar y gemir de placer y esperarle en su cama, lista para ser traspasada.

Uno de esos días, que recuerdo con tanto placer, decidí esperarle sobre su cama, desnuda, con las piernas completamente abiertas. Mi macho, no demoró en llegar y al verme en esa posición, me dijo, que rica hembra que eres, y se quitó desnudó completamente, para ensartarme con su exquisito miembro que ya estuvo previamente en su oficina, muy bien saboreado por mi boca.

Sentí cómo me traspasaba sabrosamente, ese maravilloso pene, mientras sus manos llenas de lujuria, apretaban mis senos, esa tarde, grité de placer sin importarme que me escucharan sus vecinos. Como no podía dejar su leche dentro de mí, levó su verga a punto de explotar, entre mis senos y me regó el cuerpo con su caliente semen. Después, me dio la vuelta, como una perra y agarrando mis caderas, comenzó nuevamente a meter y sacar ese pene, haciéndome gritar de placer, en esa posición, gozo mucho más, por lo que comencé a gritar: papito, que rico ahh, oh, qué macho eres mi rey, dame más de tu pene papito, ah, ay, dame más papito, me estás haciendo vibrar ah, ah. – ¡Callate perra maldita, los vecinos te están escuchando, van a querer clavar sus vergas dentro de ti!. – ¡Que sepan que eres mi macho y que tiras rico, papacito, dame más ay, ah.! – Qué rico cuerpo tienes, mi hembra, que rico es joderte así … Acabó nuevamente, fuera, entre mis nalgas.

No es fácil describir, el inmenso placer que te da un macho de verdad; pero no todo dura para siempre. Como es gerente regional, le llegó su cambio a otra ciudad o región, tuvimos que despedirnos, les juro que jamás me llenaron de tanta leche como esa semana de despedida que tuvimos. Como siempre, fuera de mi turno, visitaba su oficina y era un polvo seguro, como siempre, me iba con falda larga, para que sea más fácil disimular todo si alguien entraba a buscarle. Para que sea más sencillo, para nosotros, me dio turno por la tarde, de modo que por la tarde, como merienda, me daba de su rica leche y por la noche, después de descansar y comer, mi macho, me tiraba exquisitamente, en su apartamento. El domingo, descansamos, aunque extrañé esa rica verga…

El día en el que mi macho, debía entregar su oficina, al medio día, salí de mi casa a las 11:00 a.m., diciendo que debía entregar un informe. Estuve vestida con una falda larga y una blusa escotada, para que mi macho, se diera cuenta de lo que quería. Como siempre, me dirigí a su oficina, le encontré hablando por teléfono, me acerqué directamente, liberé su capullo y comencé a chuparlo, como un exquisito helado caliente, no pudo disimular el placer que le dí, así que terminó su charla. Te voy a extrañar, me dijo. Le contesté, sólo para darle celos que yo encontraría otro macho, tal vez el nuevo gerente, le dije, y se lo voy a chupar así…- verdaderamente, eres una hembra maldita -.

Me acomodé colocando mis nalgas sobre su escritorio y él comenzó a bajar mi blusa, para fornicar mis senos, jugó con ellos, los besó, los lamió y mordisqueó, hasta dejarme más excitada y deseando su rico pene. Levanté mi falda y abrí mis piernas y él deslizó su mano acariciando mis nalgas y levantó mis piernas, llevándolas sobre sus hombros y yo me recosté sobre su escritorio. Sujetó mis muslos y puso su órgano endurecido cerca de mí, acariciando con su pene mi clítoris, luego, con sus dos manos, me abrió acariciándome lentamente, haciéndome sentir la cabeza de su pene que estaba a punto de reventar y listo para traspasarme. Sería la última vez que me penetrara, así que le dije que quería que me deje toda, toda su leche dentro de mí. Empujó suavemente su miembro duro dentro de mí, haciéndome gemir de placer. No tuve temor de gritar, aunque estuviésemos en su oficina, porque ya se iba y no sabían quién era la hembra que estaba vibrando de placer ahí.

- Ah! - , grité con mi voz más sensual posible, para excitar más a mi macho. – Qué rico papito, dame más, mi rey.
- Disfruta mamacita esta verga dura, que te gusta.
- Ooh!, Ay!, que rico tiras papito, qué rico palo me estás dando, ay! Ah!.
- Me gusta ver cómo se sacuden tus tetas mientras te tiro, rica puta.
- Sacúdeme, papacito, soy tu hembra, ay! Ah!, que rico pene, voy a extrañarlo ah!, ooh! Ay!.
- Toma tu rico, mamacita, por última vez.
- Ay!, seguí, seguí, así papito, dame toda tu leche, hasta la última gotita, dame ay! Aaah!.

Después de recibir mi merecido, salí de la oficina y me dirigí rápidamente a mi casa, desde ese día, no volví a ver ni sentir ese exquisito miembro. Pero aunque llegó una mujer como nueva gerente, comencé a seducir a mi supervisor…les contaré las aventuras con mis dos nuevos machos. Así doy venganza a las infidelidades de mi esposo

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Comentarios enviados para este relato
jcaxxx (7 de September de 2009 a las 21:47) dice: afortunado jefe y tu una verdadera come pijas

katebrown (18 de October de 2022 a las 20:19) dice: SEX? GOODGIRLS.CF


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