Me esforzaré por contarles lo más detalladamente posible mi increíble experiencia, aquel momento en que un señor maduro me poseyó y me hizo gozar como nadie a mi edad lo había hecho.
Relato
Iniciaré contándoles de don Alfonso al que todos conocemos como don Poncho, un señor de unos cincuenta años, ya con algunas canas en el pelo, un tanto gordito, tez blanca y aspecto robusto. Según rumores don Poncho se andaba tirando a ciertas chicas de la escuela, no lo creía del todo hasta el momento en que me hizo suya y es que… Bueno primero diré que don Poncho tiene una cabaña a las afueras de la ciudad, en la cual casi todos los fines de semana los chicos de la escuela íbamos a armar partys y desmadre en ese lugar debido a que don Poncho accedía a vendernos alcohol a todos sin importarle que fuéramos estudiantes o menores de edad.
Todos los chicos de la escuela ocupábamos su cabaña para ir a tomar, tener fajes y hasta para ir a tener coger. Un par de veces fui con mi novio para tener intimidad en ese lugar, era el lugar ideal porque nadie llegaba hasta ahí. Don Poncho tenía en su tienda de todo, desde cervezas, condones y hasta ciertas drogas, aunque la tenia ocultas a simple vista, sólo las vendía a quien así lo solicitara. Al parecer las autoridades no tenían idea de lo que pasaba en ese lugar.
Bueno yo sólo mencionaré que me llamo Ana Vianey, tengo diecisiete años. Deje de ser virgen desde hace algún tiempo, la verdad soy una chica medio fácil que escucha el llamado de su cuerpo y no me apena admitirlo, actualmente estoy saliendo con un chico. En fin aquel momento que me hizo suya paso un fin de semana de ese mes de agosto, específicamente un viernes en el que varios compañeros de la escuela habíamos organizado otra party en ese lugar, pedimos varias cajas de cerveza. La verdad yo ya había tomado un poco y me sentía bien movida, estaba con mi novio en la fiesta, ambos ya estábamos bien calientes y con ganas de coger por tremendas manoseadas que me estaba dando, sin embargo por la cerveza yo me estaba muriendo de ganas de orinar. Le dije a mi novio que me esperara mientras iba al baño, pero rayos los baños de la cabaña estaban ocupados y yo sentía que estaba por orinarme.
La verdad se me hizo fácil ir hasta la tienda de don Poncho a pedirle su baño.
-Don Poncho, ¿Me prestaría su sanitario de favor es que los de la cabaña están ocupados?
-¡Claro, pasa! Me dijo amablemente aunque noto que estaba bien movida ya.
Ni pensé nada, sólo llegue, me baje las pantis y me senté en la taza del baño. Por unos segundos cerré mis ojos pero de pronto sentí la presencia de alguien y al abrir los ojos vi a don Poncho, el muy degenerado me estaba viendo y tenía su cosa fuera del cierre.
Quise vestirme pero el tajantemente me ordeno que no me pusiera las pantis, no había opción pues sabía que si ponía resistencia quizá me iría mal, sabía que don Poncho me haría suya en ese momento. Llego conmigo, al instante metió su mano entre mis piernas tocando mi intimidad mojada, sus dedos me masajeaban toda la vagina e intentaba meterme dedos torpemente. Me quito las pantis totalmente, remango mi falda hacia arriba y me tomo entre sus brazos, sentí como estaba acomodando su miembro en mi intimidad, me dio un feroz golpe metiéndomela hasta el fondo de mi vaginita, la verdad me dolió un poco por falta de lubricación y debo confesar que su cosa era más grande que de los chicos con quien había estado antes, me estaba penetrando salvajemente duro, por momentos sentía que no podía más y quería liberarme de él pero era imposible -¡haber mi amor, date vuelta ahora probaremos tu culito!- Don Poncho me volteo y sin que me diera cuenta en cuanto sentí ya me había penetrado, por esa zona estoy más estrecha y eso le encanto mucho más -¡Si, si putita, cierra las piernas, que rico es tu culo!- me decía sin parar.
Don Poncho me estaba dando la cogida de mi vida, como nadie me lo había hecho hasta ese momento, tenía un vigor increíble para su edad, los chasquidos de penetración eran inmensos, sentía que estaba destrozándome el culo. No demoro mucho en que el canalla se vació entre mis nalgas. Tan luego hubo terminado me dijo –¡Lárgate de aquí zorra y no digas nadie por tu bien!- A prisa me vestí así con el culo bien mojado y regrese a la cabaña con los otros, todavía el idiota de mi novio quiso volverme a manosear, sin querer me desquite con el dándole un bofetón, no le dije nada y me fui del lugar.
Hola saludos mi nombre es joselyn,
Tengo 43 anos ,
vivo en el DF,Mi marido es pablo tiene 52
anos ,Tenemos un hijo de 18 anos ,
Relato erótico enviado por Andytorres el 08 de December de 2015 a las 21:47:15 - Relato porno leído 145820 veces
Si te ha gustado Don Poncho me dio la cogida de mi vida vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.
Por eso dedica 30 segundos a valorar Don Poncho me dio la cogida de mi vida.
te lo agradecerá.
Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 22:13) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF katebrown
(18 de October de 2022 a las 19:45) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
Registrate
y se el primero en realizar un comentario sobre el relato Don Poncho me dio la cogida de mi vida.
Vota el relato el relato "Don Poncho me dio la cogida de mi vida" o agrégalo a tus favoritos