Una joven que conoce el amor en casa de su tía Katy.
Relato
Estaba sentada en el sofá de la sala viendo televisión, me había ido de vacaciones donde la tía Katy y ya llevaba una semana en su casa cuando escucho que me llama a su cuarto, cuando entro me dice que me tiene un regalo, y de una bolsa de papel sacó una pijama que me había comprado, era de dos piezas; short y blusita, me pidió que me las probara, yo tomé la pijama para irme a cambiar al baño cuando ella me tomó suavemente de la mano y me dijo que me la probara ahí mismo, que no tenía que irme, así que me quité una camiseta que tenía puesta, luego me quité una sudadera y quedé en ropa interior, mi tía se me quedó viendo por un momento y me dijo que como había crecido, que ya era toda una mujer, cogió la parte de arriba de la pijama y me iba a ayudar a ponérmela cuando me dijo que por qué mejor no me la probaba sin brasier, y con sus dos manos rodeo mi cuerpo para soltarme el sujetador, lo tomó de las puntas y me lo ayudó a quitar, no me dio tiempo a decirle nada, simplemente lo hizo con tanta naturalidad que yo no opuse la menor resistencia, mis senos quedaron al aire y yo rápidamente los cubrí con mis brazos, ella me empujó los brazos hacia abajo y me dijo que estuviera tranquila que estábamos entre mujeres, y me ayudó a ponerme la blusa, luego tomó el short y lo hizo subir por entre mis piernas hasta ajustarlo en mi cintura
- Te queda precioso, date una vuelta.
Yo empecé a hacer un giro cuando mi tía me puso las manos sobre las caderas y me hizo frenar quedando mi espalda hacia ella, bajó lentamente presionando sus palmas contra mis caderas y nalgas, me acomodó la pijama por la parte de atrás, sentí como sus manos me rozaron la entre pierna, un escalofrío recorrió todo mi cuerpo porque ella con sus dedos casi toca mi vagina, fue una sensación muy intensa; ella se puso de pié y metió sus manos debajo de mis brazos y tomó suavemente mis senos, sentí todo mi cuerpo estremecer cuando ella suavemente los apretó para decirme:
- Te encaja perfecto, tengo buen ojo.
Y me dio un beso en la mejilla, yo me giré para darle otro beso y decirle que gracias por el regalo, y le di un abrazo, ella abrazó mi cuerpo con los de ella y me dijo al oído que me quería mucho, y fue deslizando suavemente sus manos hasta llegar a mis nalgas, y las empezó a acariciar, yo que todavía estaba con mis brazos puestos sobre su cuello, tiré la cabeza un poco hacia atrás para mirarla a los ojos, ella se me quedó viendo por un instante y cuando menos lo pensamos, nuestros labios se juntaron lentamente, primero fue un pico en los labio, luego ella abrió su boca y tomó mi labio inferior entre sus dientes y me empezó a besar apasionadamente, comencé a sentir como sus manos recorrían desde mis nalgas hasta mi cuello mientras nos seguíamos besando, ella metió sus manos por debajo de mi blusa y subió hasta apretar mis senos, los acariciaba, sentía como cogía mis pezones entre sus dedos
- Qué rico que te hayas venido a pasar las vacaciones aquí, te prometo que van a ser unas vacaciones inolvidables.
Y puso sus labios en mi cuello y sentí como su lengua se empezó a deslizar sobre mí. Yo estaba demasiado excitada, mi respiración se empezó a entrecortar y sutiles quejidos empezaron a salir de mi boca mientras sentía como sus manos y sus labios hacían que me pusiera cada vez más arrecha. Me pidió que subiera las manos y me quitó la blusa, se sentó sobre la cama y me empujó hacia ella, empezó a lamer mis pezones y a jalarlos con sus labios, estaban completamente hinchados, yo sentía un estallido de placer cada vez que ella succionaba uno de mis pezones entre su boca. Me empezó a acariciar la entrepierna y las nalgas, no paraba de besarme por todo el cuerpo.
- Quiero saber que tan mojado tienes ese coñito.
Y mi tía metió los dedos por debajo del pantalón de la pijama, con ellos me separó las tanguitas y los metió hasta llegar a mi clítoris y empezó a apretarlo delicadamente.
- Qué rico como estás de mojada.
Sacó su mano y sus dos dedos estaban completamente empapados, los llevó hasta su nariz, inspiró profundamente, me miró a los ojos, y metió sus dedos en la boca y empezó a saborearlos, se veía en sus ojos el placer que le había causado sentirme así, tan mojada; me tomó de las caderas, y empezó a empujarme en la cama, quedando encima de ella y me empezó a besar. Me hizo girar quedando yo debajo de ella, mi tía se sentó sobre mí y se quitó la camisa, luego el brasier, me tomó de las manos y las puso sobre su pecho y empezó a apretar mis dedos fuertemente para que sintiera sus senos, apretaba su pubis contra mi cuerpo y podía sentir como movía sus caderas adelante y hacia atrás constantemente; se hizo a un lado mío, me besó y empezó a acariciar mi cuerpo, metió la mano en el short por debajo de mis tanguitas y empezó a frotar sus dedos contra mi clítoris, sentía como pequeños conrrientazos de placer que me recorrían por todo el cuerpo, me tenía entre las nubes, sacaba su lengua y la posaba sobre cualquiera de las partes de mi cuerpo, la sentía húmeda, jugueteando sobre mi piel; sentía sus dedos que con cada movimiento hacían que temblaran mis rodillas y gimiera sin poder parar, ella de vez en cuando bajaba los dedos y los hundía un poco en mi coñito, podía sentir lo mojada que estaba.
- Déjame te quito esto.
Y con sus manos separó el resorte del short y me lo empezó a quitar, dejándome las tanguitas puestas. Empezó a acariciar mis piernas, ponía la punta de los dedos sobre ellas y los empezaba a recorrer por todo mi cuerpo.
- Estás tan hermosa
Y puso su lengua en mi estómago, cerca de mi pubis, eso hizo que saliera de mí un fuerte gemido de placer que no pude contener, la sentía tan cerca de mi coñito que casi podía sentir sus labios sobre él. Bajé el cierre de su falta, me ayudó a quitársela, tenía ganas de sentir que tan mojada estaba ella, metí la mano debajo de su ropa interior y llegué hasta su clítoris, bajé un poco más los dedos y pude sentir como su coño estaba completamente húmedo, empecé a mover mis dedos lubricándola con su propio jugo, y al igual que ella, saqué mis dedos y los llevé hasta mi nariz, inmediatamente pude sentir su olor, me dejé llevar por él mientras cerraba mis ojos y luego, bajándolos hasta mi boca, los puse dentro y sentí como se esparcía por toda ella, el sabor de su coñito; cuando abrí los ojos mi tía estaba mirándome fijamente y sin que sacara los dedos de mi boca, puso su lengua sobre ellos y los pasó de mi boca a la suya.
- Veo que aprendes rápido
Y yo le sonreí tiernamente. Me empujó hacia la cama y me separó las piernas, se hizo en la mitad, las puso entre sus muslos y empezó a rozar mis entrepiernas con sus dedos, yo sentía que me temblaba todo el cuerpo, sus caricias eran tan sensuales, que con cada movimiento que hacían sus dedos mi cuerpo respondía dando pequeños espasmos de placer que me iban fluyendo entre sus dulces caricias. Tomó el borde de mis tanguitas y las empezó a bajar muy despacio, me hizo subir las piernas para terminar de quitármelas, me separó nuevamente las piernas y puso sus labios entre mis muslos, sacó su lengua y comenzó a lamerme hasta que llegó a mi coñito, lo olió y me dio un pequeño mordisco entre la pierna y mi clítoris, hizo lo mismo al otro lado, y puso su lengua en los labios de mi coñito y empezó a subir hasta que llegó a mi clítoris, repitió lo mismo varias veces y luego succionó mis labios y mi clítoris al mismo tiempo que hacía mover su lengua en ellos, con sus manos empujaba mis piernas hacia atrás para quedar cada vez más abierta, me estaba haciendo gozar, sentía mi cuerpo invadido por el placer, era tan fuerte lo que estaba sintiendo que con mis caderas daba pequeños empujones pegando cada vez más mi coñito contra su boca, mi tía no paraba de saborearlo, sentía como su lengua recorría todo mi coño de diferentes formas, como con la punta de su lengua exploraba mi clítoris hasta encontrar el punto en que hacía que mi cuerpo temblara, cerraba mis ojos y arqueaba mi espalda sumida en un éxtasis de emociones placenteras que hacían que mi corazón palpitara a toda marcha. De un momento a otro sentí como si mi cuerpo se fuera a explotar, una intensa sensación empezó a recorrer lo, lo tensioné y de mi interior salió un intenso gemido, interminable, con mis manos tomé a mi tía por la cabeza y la empujé hacia mi coño fuertemente, su lengua no paraba de moverse, ni yo de sentir ese inmenso placer que ello me causaba hasta el punto en que sentí que ya no podía sentir más su lengua, mi clítoris estaba tan sensible que hasta con el más mínimo contacto mi cuerpo se retorcía de la sensación, ella empezó a subir sus labios hasta mis senos y los comenzó a lamer hasta llegar a mi cuello.
- ¿Te gustó?
Me dijo al oído, yo comencé a besarle el cuello.
- Mucho –le respondí-.
Se sentó de tal forma que quedó apoyada sobre sus rodillas, me tomó de las manos y me hizo girar de manera que yo quedé dándole la espalda apoyada en mis rodillas igual que ella; me acarició los senos mientras me besaba dulcemente en el cuello, comenzó a bajar su mano hasta que llegó a mi clítoris, lo masajeó, se llevó los dedos a la boca, los puso en mi coñito y los empezó a mover hasta que sentí como me empezó a penetrar con ellos, sentía como los iba hundiendo cada vez más dentro de mí, los hacía entrar y salir suavemente mientras besaba mi cuello y mi espalda, comencé a cabalgar sobre sus dedos, ella con su pulgar acariciaba mi clítoris al mismo tiempo que me penetraba, era un sensación maravillosa, sentía sus senos apoyados firmemente en mi espalda, su otra mano me sujetaba por el pecho aferrándome firmemente hacia su cuerpo, volteé mi cara hacia ella y con la voz entrecortada le dije:
- Me voy a volver a venir.
Y ella empezó a mover firmemente sus dedos hasta que vio como me arqueaba nuevamente volviendo a sentir un fuerte orgasmo que ya no pude contener. Saqué sus dedos de mí y los llevé hasta mi boca, los lamí y luego me volteé para darle un beso mientras aun sentía mi jugo por la lengua. Se acostó sobre la cama, se quitó las tangas, abrió sus piernas y comenzó a masturbarse.
- Ahora te toca a ti.
Yo me acerqué hasta su cuello y comencé a besarlo, bajé hasta sus senos, puse mis labios en uno de sus pezones.
- Mételo en tu boca y chúpalo duro.
Lo succioné fuertemente.
- Hazlo otra vez
Y volví a succionarlo nuevamente, e hice que mi lengua se moviera sobre él mientras lo tenía dentro.
- Ahora muérdelo suavemente y tiras de él. A mí me gusta que me chupen duro los pezones.
Tomó mi cabeza con las dos manos y me llevó hasta su otro pezón, yo repetí lo mismo que le había echo al otro, así como me había dicho que le gustaba. Pasé mi lengua por todo su seno, me dejé ir hasta su estómago, puse mis manos sobre sus senos y los acaricié mientras iba bajando con mi lengua por su abdomen, ella empezó a respirar fuertemente, sentía su cuerpo excitado respondiendo a mis caricias. Al llegar a su pubis pude sentir nuevamente su olor, alejé mi cara un poco de ella para poderla ver, mi tía tomó una de mis manos, se llevó mis dedos a su boca, los humedeció y los puso sobre sus clítoris y los empezó a hacer girar sobre él, primero suave, y luego los apretaba fuertemente contra ella y los hacía girar con mayor velocidad, se llevaba nuevamente los dedos a su boca humedeciéndolos con su saliva y los ponía nuevamente sobre su coñito, soltó mi mano y yo como mecánicamente, absorta por las cosas que ella me iba indicando que le gustaban, las seguía repitiendo para ver como su cuerpo me iba indicando en qué partes era donde debía de tocarla, y de qué manera hacerlo.
- ¿Quieres probar el coñito de tu tía?
- Tengo muchas ganas –le dije-.
- Saca tu lengua y la pones sobre mi clítoris.
Cuando lo hice, sentí el sabor de su jugo, empecé a bajar y a subir la lengua por todo su coñito.
- Muévela más despacio.
Yo iba haciendo todo lo que ella me pedía, me excitaba que me estuviera enseñando como hacer vibrar su cuerpo. Me pidió que la mirara a los ojos, me quitó delicadamente el cabello del rostro y se quedó mirándome fijamente.
- No pares.
Y pude ver lo arrecha que estaba, su mirada fija en la mía, sus ojos tenía un brillo especial, podía oír como empezaba a gemir de placer mientras su cuerpo se movía frenéticamente con el movimiento de mi lengua, succionaba sus labios, su clítoris, los saboreaba, jugaba con ellos, disfrutaba sintiendo la textura de su coño en toda mi boca, su olor, su sabor, estaba completamente absorta en lo que estaba haciendo, me hacia arrechar a mí también verla a ella de esa manera, la forma en que la estaba haciendo gozar con lo que hacía. Tomó mis dedos índice y anular, los metió en su boca, los cubrió con su saliva y me pidió que se los metiera mientras le seguía bajando; cuando los metí sentí lo húmeda que estaba por dentro, mis dedos se deslizaron fácilmente, sentí lo caliente que estaba, los empecé a mover, podía sentir como apretaba y aflojaba su coño mientras se los hundía.
- Así, así, no vayas a parar.
Y eso hice, continué moviendo mis dedos y mi lengua, mientras ella gemía de una manera imparable, su cuerpo se levantaba levemente de la cama para luego dejarse descargar nuevamente contra ella, lo hacía una y otra vez. Sentí como su mano agarró la muñeca de la mía con la cual le estaba metiendo los dedos, la empujó fuertemente hacia ella en repetidas ocasiones, su cuerpo se apretaba más contra mis dedos para sentirlos más adentro, los empezó a meter y sacar rápidamente hasta que tensionó su cuerpo empujándolos del todo dentro, sentí como su coño apretó mis dedos mientras me decía gimiendo:
- Me vine mi amor, me vine.
Me tomó de la cabeza y me hizo subir hasta su boca, me empezó a besar y a acariciarme ya con más delicadeza, todavía podía sentir su respiración agitada, se quedó boca arriba, puso mi cabeza en sus senos y me siguió acariciando, y así nos quedamos, acostadas en la cama, yo sentía mi cuerpo completamente relajado, todavía no podía creer lo que acababa de pasar, fue una experiencia maravillosa que jamás voy a olvidar en mi vida.
Ese viernes fue el mejor de todos, porque desde entonces nunca me separo de mi amiga Lorena Con la que mas de una vez, y desde entonces nos hemos enloquecido de placer juntas!!!!
Relato erótico enviado por Anonymous el 07 de February de 2009 a las 22:46:05 - Relato porno leído 304559 veces
Mi nombre es Antonia, pero mis amigas me llaman tan solo Ant, cuando llegué a casa de Valeria mi amiga, me encontraba llorosa, triste y bien deprimida ya que me novio, momentos antes, sin más ni más, me dijo que terminaba conmigo, y que no lo buscase más. No me dio razones, y simplemente se montó en su motora y se marchó. Dejándome toda confundida y sin saber qué hacer, fue que me di cuenta que me encontraba cerca de la casa de Valeria, y me llegué hasta su casa, buscando consuelo, pero al tocar la puerta, salió su madre la señora Estela, únicamente cubierta con una pequeña toalla de baño alrededor de su cuerpo, pero nada más al verme, sonriendo me dijo, que Valeria había salido con su padre y regresaba a la noche. Fue cuando sintiéndome más sola y abandonada, estallé en llanto, Estela al verme en esas condiciones, de inmediato me hizo entrar a su casa.
Relato erótico enviado por Narrador el 24 de October de 2009 a las 11:09:24 - Relato porno leído 127179 veces
Acariciándonos nuestras piernas hasta que ya estábamos lo suficiente calientes nos quitamos nuestros calzones y comenzamos a mamarnos nuestras vaginas y a besarnos.
Relato erótico enviado por Anonymous el 22 de July de 2009 a las 23:49:21 - Relato porno leído 110305 veces