Dos jovencitos me dieron lo que buscaba

Yerko, es un lindo crío de 19, que se ha convertido en uno de mis amores, aunque lo hacemos pocas veces, porque mi macho dominante, Antonio, es insaciable y me posee cada vez que quiere, disfruto de sus locuras, su virilidad y su dulce lechecita.

Cada vez que voy a su habitación de estudiante, para que me posea, no me molesta ser vista por las vecinas y por sus compañeros de casa. La casa en la que vive, es enorme y viven muchos estudiantes. Algunos de ellos, me ven con mucho deseo, imaginando cómo disfrutamos Yerko y yo, de lo nuestro.

Uno de sus amigos, es muy lindo, más joven y me di cuenta que le atraigo bastante, pues siempre sale a saludarme con un beso y no deja de mirarme. Frecuentemente visita mi trabajo, me invita chocolates, me regala algunas cositas tiernas y me llama por teléfono. La verdad, él, también me gusta mucho y me entró deseo por ese muchachito que tendrá 17 ó 18 añitos.

Tuvo que pasar mucho tiempo y varios planes míos, para que sucediera…El último fin de semana, me cité con Yerko “al final de la tarde”; quedamos en que iría yo, directamente a su habitación; pero sabía también que Yerko, estaría con su novia desde las 5:30, así que a esa hora, salí de mi casa, diciendo que iría de compras y a visitar a una amiga del trabajo. Cerca de las 6, llegué a esa casa y como siempre el conserje me abrió la puerta, mirando mis piernas y mi escote…

Sabía que Yerko no estaría; pero era parte de mi plan, caminé hacia la habitación de Yerko. Por el sonido de mis tacos, sabían que era yo y algunos jóvenes, abrieron sus ventanas y me lanzaron piropos “Ven aquí mi reinita, voy a abrigarte, mi amor”…Como siempre salió también Danielito y un compañero suyo y ambos me saludaron con besos en las mejillas. Danielito, me dijo que Yerko había salido…- Y ahora dónde le espero a mi Yerkito – le dije, mirándole a los ojos. Con timidez, me invitó a pasar a su habitación. Mi plan estaba funcionando, ese día sería poseída por un muchachito lindo.

Entramos a su habitación, en ella estaba su amigo Manuel, a quien me presentó. Manuel, era muy extrovertido y sus ojos brillaron al verme, me halagó con algunos piropos y me explicó que estaban haciendo una tarea juntos. No sabía qué hacer, pues mi intención era seducir a Danielito; pero a la vez, Manuel, se veía muy guapo también. Conversamos y ganamos mucha confianza los tres. Manuel puso un poco de música y me puse a bailar mientras ellos realizaban su tarea universitaria…No me explico qué me pasó; pero decidí seducirlos a ambos y para ello, aproveché mi baile…me movía lo más sensualmente que pude, sacudía mis senos y observaba cómo los dos muchachitos, me miraban con los ojos llenos de deseo.

Invité a bailar a Daniel, con timidez, apenas se movía, su timidez me hizo más agresiva y comencé a tocar su cuerpo con el mío disimuladamente; pero lo suficiente como para excitarlo y sentir su órgano endurecido, pero él seguía moviéndose con timidez mezclada con excitación. Manuel, no esperó más y se acercó a mí, bailando. Acerqué mis caderas a su miembro y lo rocé con más disimulo y él aprovechó, para apretar su miembro sobre mis caderas, luego rozó su miembro por mis nalgas, yo me dejé hacer eso con gusto y le miré a los ojos y sonreímos.

En ese baile, poco a poco el disimulo y la timidez se fue desvaneciendo…Manuel frotaba con fuerza contra mis nalgas y hasta me cogía por la cintura, apretándome contra su cuerpo. Yo, tuve que rodear mis brazos por el cuello de Danielito, para acercarlo a mí para que sintiera mi cuerpo. Bailamos muy pegados unos instantes y Manuel ya me cogía por la cintura sin ningún disimulo y golpeaba su miembro endurecido con mi nalgas, entonces aproveché para dar un beso en los labios tiernos de Danielito; mi cuerpo se estremeció al sentir su beso y sus brazos que me apretaron contra su cuerpo. Me di una media vuelta, para besar a Manuel y éste además me acarició mis senos y mis nalgas mientras nos besábamos.

Volteé hacia Danielito y lo volví a besar, luego le agarré por las mejillas, mirando los lindos ojos de ese niño y le acerqué a mis senos – Lámelos y chupalos como si fueses mi bebé, amorcito – le dije. Danielito, comenzó a chupar mis senos y aprendió a lamer los senos de su maestra de amor. Entretanto, Manuel, el alumno aventajado, ya había levantado mi falda y sus manos acariciaban mi pubis mientras besaba mis nalgas.

Desnudé mis senos completamente para entregarlos a Danielito, quien los chupó, lamió y manoseó locamente. Sin darme cuenta, mi falda corta y mi tanguita roja, habían caído al suelo y estaba totalmente desnuda, Manuel, lamía y besaba mis nalgas y los labios de mi vagina a la vez me manoseaba con lujuria intensa. Sentía manos, labios y lenguas por todas partes de mi cuerpo y era verdaderamente delicioso…esos dos jovencitos me manoseaban y me preparaban para fornicarme; mientras yo acariciaba suavemente dos sabrosos pajaritos nuevos que había conseguido.

Guié a Manuel a mi clítoris y liberé el miembro de Danielito, ya estaba muy duro y lubricado por su excitación. Mientras Daniel enloquecía con mis senos, Manuel me hacía vibrar chupando mi clítoris.

Como una maestra experta, le pedí a Daniel que se sentara sobre su cama y a Manuel que se recostara debajo de mí para seguir preparando mi vagina. - ¿Seré la primera que voy a chupar este dulce caramelito? – le dije a Daniel, quien sólo me miró con excitación.

Cogí ese delicioso pajarito, duro y cabezoncito y comencé a lamer desde sus testículos hacia arriba, mostrando toda mi experiencia y gozando de la excitación loca de este lindo crío. ¿Es tu primera vez, mi rey?...¿Te gusta?, le pregunté. Tan solo suspiró diciendo ¡Qué rico!. Mientras chupaba ese rico caramelito virgen, Manuel, había dilatado mi vagina con sus dedos y su deliciosa y lujuriosa lengua jugueteaba con mi clítoris…
- Dame papito, dame mi rico – dije a Manuel.
- Te voy a dar tu rico, mamacita.
No demoró en levantar mis nalgas y acomodar su miembro durísimo a la entrada de mi vagina. Me cogió por las caderas y empujó con toda su virilidad su miembro endurecido dentro de mí.
Mientras, Manuel me cogía salvajemente, mi boca y mis expertas manos, hacian ver las estrellas a Danielito, quien comenzó a moverse sin control cogiendo mis cabellos y apretando mi cabeza para que me trague su delicioso pajarito.

- ¡Qué rico palo tienes papacito!...tiras muy rico, ahh – dije con mucho placer a Manuel.
- Toma, mamacita, disfrutá esta pija…oh, que rica vagina tienes…
- Aaah, seguí …dame duro, mi rey, no pares….ahh, que ricooo!.
- Te gusta más mi pija o la de Daniel.
- Tu pene está muy delicioso, ooh; pero deseo más la de Danielito…ahh.
- Veremos quién te hace gemir más mamacita…

Ya Danielito, estaba por terminar, así que dejé de saborear ese mi deseado caramelo, lo calmé y le dije: Ahora, mi amor, dame tu rico pajarito y hazme vibrar, por favor.

- Quiero darte por ese rico culo que traes, Jacke – me dijo Manuel.
- No corazón, deja que me tire mi amorcito, mientras déjame enseñarte como chupo tu rico palo.
- Aah, eres una chupadora…con razón Yerko, te espera con ganas…dejando a su novia, jaja.

Daniel, estaba como enloquecido, no demoró en acomodarse detrás de mí, me abrió las nalgas, Manuel, le indicó que colocara sus dedos humedecidos con mis jugos, sobre mi clítoris, para penetrarme.
Agarré el pene de Daniel, con mi mano, para llevarlo al lugar correcto…realmente, noté la diferencia este pene, era menos grueso que el de Manuel; pero más larguito…Comenzó a clavar…me cogía como poseído, con todo su vigor.

- ¡Aaah, qué ricoo, que rica eres, mamacitaa!.- Gritaba Daniel mientras me daba.
- Qué rico comerse tu pajarito, ohh…aah rico palo, papito…
- Que jugosita eres…rica mamacita, ooh.
- No termines, por favor, ahh, mi amor. Ohh que ricooo…

Ahora era follada por mi deseado niño mientras chupaba el palo grueso de mi amante ocasional, Manuel. Mi primera vez con dos hombres, críos; pero realmente ricos.

- Dinos de quién te gusta más – dijo Manuel.
- El tuyo, es gruesiiito, le dije lamiendo la enorme cabeza de su pene. Muy rico. El de mi Daniel, llega donde me gusta…Aah. Que rico Danielito, dame más…Ahora quiero sus dos pijas dentro de mí.
- ¿Quieres la mía por el culo, mamacita? – dijo Manuel.
- No amorcitos, los quiero a ambos por la vagina…

Se enmudecieron un instante; pero pronto, Manuel se recostó, esperando que lo montara. Cabalgué ese delicioso pene un poco…confieso que me gustó más este pene. Luego le pedí a Danielito, que se acomodara para darme. Demoró un poco, no fue fácil para ninguno. La verdad, no me di cuenta, al principio si esos dos deliciosos penes estaban dentro de mí.

- ¿Ya están adentro?, les pregunté
- Síii, - respondió Manuel.
- Denme duro, papacitos…

No era fácil coordinar las clavadas de mis críos; pero cuando lo lograron, sentí placer, como jamás en mi vida. Me daban doble de lo que más me gusta.

Duró poco mi enorme placer, porque Danielito, terminó primero.

- Terminen dentro, por favor – les dije.
- Daniel, que te lo chupe para que sigas dando lo que quiere nuestra hembra – dijo Manuel.
Yo, no paraba de gritar de placer intenso, tuve mi orgasmo y recibí la leche de esos dos jovencitos.
Continuamos nuestra tarde de lujuria sin límites, hicimos un 69 maravilloso con Manuel, mientras Danielito, me daba mi rico, por detrás…Desde entonces, la habitación de esos dos jovencitos, se convierte cada semana, en mi paraíso de placer y lujuria. Únicamente cuando estoy en mis días de riesgo de quedar embarazada, no les visito; porque ellos, no se contienen y quieren llenarme de su leche, sin ver las consecuencias.