DOS VIAJERAS EN UN CAMION por FELIPEPAN

En mi tiempo de trabajar en una empresa de transporte, mucho tiempo tenía como ruta el sur de mi país, hacia un tramo de 400 km.. Diarios en la Zona de Santa Cruz, Cruzaba, a lo largo una ruta entraba en todos los pueblos, que están distantes, algunos a mas de 100 km. Distancias muy largas.,
Ya nos conocíamos, en todos los parajes. Un día de una Estación de Servicio, donde cargaba combustible, me piden si podía arrimar a 2 maestras que iban a dar clases. A una Escuela Rural. Distante a 140 Km. De allí.
Accedí, sin problemas era pleno invierno, mucho frió. Las maestras a medida que viajábamos fueron soltándose, entrando en confianza, Se llamaban, Liliana, y Elizabet.
Mi camión era de última generación, muy confortable. En la charla, me comentaron que las había salvado, porque el señor que las llevaba, se había jubilado y no las llevaría más, y los horarios con los micros no coincidían,
Ellas iban los lunes y volvían los viernes.
Me ofrecí a hacer coincidir mis viajes, con los días y horarios que ellas viajaban dado que no tenía horario que cumplir.
Así durantes varios, meses los lunes las llevaba a la Escuela y los viernes las traía de vuelta.
Un día viniendo de regreso, se desata una tormenta de nieve y viento, cuando llego a buscarlas, que las hizo dudar de viajar. Yo si bien no tenía mucha prisa por arribar, iba a seguir, dudaron pero al final tomaron coraje
Y se vinieron el ritmo de ruta era menor andaba despacio, el frió era atroz casi la calefacción no alcazaba, las hice cubrir con una frazadas, las piernas, avanzamos unos 30 km. La cosa se transformo en casi imposible de proseguir se venía la noche. El frió era imposible, saque una botella de coñac, y comencé a tomar con café, ellas me servían, les dije que tomaran,
A lo primero no querían, pero despacio comenzaron a tomar, no se aguantaba, (yo botellas de coñac, siempre llevaba 3 o 4 y café, con el calentador preparaba litros)
Cuando nos quisimos acordar no habíamos bajado unos 2 termos de café y 2 botellas de coñac.
A Unos Km. Yo me di cuenta que estaba un poco mareado, pare y les dije que hasta mañana no podíamos seguir, había un apeadero, estacione el camión. Nos acomodamos, arme la cama cucheta, las hice acomodar, note que ellas estaban bastante borrachitas
Al rato las chicas se reían por cualquier cosa, empezaron, a jorobar, a reírse, al rato se manoseaban, no paso mucho tiempo, que vi que se Fran heleaban, y se calentaron, una de ellas, me empieza a acariciar, y vi que
Se puso una mano abajo, la otra le tocaba una teta, yo rápido me preste, en un rato estábamos apretados en la cucheta una con mi pene en su boca y la otra sentada con mi lengua en su vagina, lengüeteando, de arriba abajo, no se pero en tan poco lugar primero a Elizabet, la penetre, en una cogida, y Liliana, en cuquilla, era objeto de la lengua de Elizabet, se meneaban, con las dos tuvimos un sexo infernal, terminamos en que después de haber acabado ambas me chupaban el pene entre las dos , hasta hacerme desbordar muchísimo semen que Liliana, trago toda, no dejo desparramar una gota.
Yo estaba fogoso y quería mas, seguí frotando sus pechos y lamiendo sus pezones, hasta que ya fuera de mi le pedí la cola, Elizabet, dijo no pero Liliana, no puso oposición, se coloco para que la penetre, se acostó de lado inclino su cola contra mi abrí un poco sus cantos y busque su agujerito hasta que luego de jugar un poco puertee y despacito fui penetrando su caliente cola, cuando llegue a fondo agarrando por atrás sus tetas comencé a empujar ella movía su cadera en un poco instante le inunde la cola mientras ellas se masturbaban mutuamente, terminamos. Abrasados debajo de los cobijones. No les puedo narrar lo putas y fiesteras que eran las dos.
Les cuento en otro pero desde ese día, Fueron los viajes más placenteros que recuerde.-