Dudas

Dudas

Esto es un relato que sucedió cuando fui a estudiar por un año a Portugal, me lleve a toda la familia. Mi esposa, Mary se incorporo también a la facultad para avanzar en su tesis de doctorado. Desde que llegamos, me di a la tarea de fornicar con las portuguesas, quería saber cómo lo hacían por lo que descuide a mi esposa, después de 3 meses solo me la había cogido una vez y es que no quería gastar mi leche en una puta más que conocida.
A los 5 meses de nuestra estancia llego a la facultad un profesor de Costa de Marfil, Philip, un tío muy guapetón como de 60 años pero muy bien conservado físicamente, nos hicimos amigos de él ya que era un hombre muy accesible además de hablar muy bien el español, salíamos por la noche a tomar una copa, o simplemente a caminar, en una de esas charlas nos comento a mi mujer y a mí que venía por 5 meses y que no pudo traer a su esposa ya que venía de Francia en donde estuvo 3 meses trabajando en un instituto de investigación por lo que la extrañaba muchísimo. Nos tomamos mucha confianza y lo invitábamos a comer o tomar la cena.
Al mes de que llego, empecé a notar que le llamaba la atención mi esposa, cada vez que ella salía de la oficina se le quedaba mirando el culo, ella lo noto también y le gusto la forma en que la miraba, note que ella se sentía atraída hacia él, ya que por las noches que estábamos en cama siempre sacaba a flote a Philip, además me daba la impresión que buscaba estar con él debido a sus salidas a la facultad por las tardes o incluso el sábado, cosa que no había hecho desde nuestra llegada a Portugal, estas salidas coincidían justo cuando él estaba en la oficina y para colmo de males, me di cuenta de los e-mail que se escribían, yo conocía el password de su cuenta de correo y cuando estaba dormida aprovechaba para leerlos; él siempre la adulaba con su inteligencia y su bello cuerpo cosas muy difíciles de conjuntar y ella siempre le contestaba lo halagada que la hacía sentir.
Él tenía mucha experiencia con la mujeres y no tardo en darse cuenta que la tenía muy desatendida, por lo que aprovecho la ocasión para calmar su mucho apetito sexual debido a la ausencia de su mujer.
Ella siempre salía temprano de la oficina para hacer la comida, en una ocasión Philip salió un poco después que ella y desde nuestra oficina se puede ver la entrada a la facultad descubrí que la alcanzo y le dio un paquete despidiéndose de beso cosa que nunca hacía, ella nunca me dijo nada sobre este hecho y esa fue la gota que derramo el vaso y mis dudas sobre la honorabilidad de mi esposa crecieron mucho, para atraparla en pleno acto busque un lugar por donde podía espiarlos cuando estuvieran solos en la oficina, para mi buena suerte lo encontré. Una mañana fingí estar muy cansado y que no iría a la oficina; mi sorpresa fue que mi esposa si iba a ir al trabajo, se prendieron todos los focos en señal de alarma, por lo que decidí ir para espiarla desde mi escondite. Philip siempre llegaba una hora después que nosotros, por lo que cuando llegue al escondite solo veía a mi mujer; cuando él llego y notar mi ausencia, pregunto por mi y al recibir la respuesta de ella esbozo una sonrisa de pillo como la que habría tenido el lobo cuando estuvo solo con caperucita. Fueron a tomar un café a la cafetería de la escuela y regresaron 20 minutos después, y se pusieron a trabajar en sus respectivos escritorios, pero un rato después empezó el ataque de Philip, se acerco al escritorio de ella y:

Oye Mary, a ti y a Pedro los considero mis amigos y quisiera pedirte un favor.
Gracias por la consideración y si te puedo ayudar dímelo.
Sabes tengo 5 meses sin mi mujer, me entiendes?”, “claro, la extrañas”.
Sí, pero son 5 meses sin nada, son noches de soledad, me explico?
Háblame claro, le pidió ella.
Obviamente se estaba dando a desear, no quería quedar como una mujer fácil.
Es que no sé como pedirlo, sin que te ofendas.
Mientras tanto, él le acariciaba las rodillas y lo peor es que ella no las retiro y tampoco presentaba resistencia a sus caricias me parecía ver en su rostro cierta satisfacción, ya que tenía tiempo sin sentir manos de hombre acariciándola.
Te necesito como mujer
Philip estoy casada y soy una mujer decente, además aquí nos pueden ver.
No quise ofenderte, pero nadie se enterara ya que todos se fueron al evento en rectoría.
No sé qué decir, me atraes mucho y me imagino estar contigo pero de eso a ...
Mientras ella seguía hablando, él se levanto y se dirigió a cerrar la puerta con llave, después fue hacia la ventana para bajar la persiana para darle seguridad de intimidad a ella, solo dejo la persiana un poco levantada dejando la oficina con poca luminosidad pero aún se veía muy bien, “Philip eres mi fantasía, pero soy mujer decente” volvió a repetir mi vieja, pero a este le valió madre.
Cuando este fue hacia mi mujer se le notaba una gran erección, ella se acariciaba un seno y cuando él llego a su lado noto su enorme miembro erecto, al notar que mi esposa estaba muy cachonda le desabotono la blusa para luego quitarle el brassiere y chuparle las tetas y morderle el pezón con mucha pasión, se notaba que tenía mucho tiempo sin tener a una mujer, a ella le gusto su gesto y con sus manos tomaba su cabeza como evitando que se alejara, el muy cabron se puso de pie dejando su pubis frente a la cara de mi vieja, ella le acariciaba su verga, y luego tomo la iniciativa de quitarle el pantalón y sus bragas dejando salir su gorda, cabezona, pelona y enorme verga, “madre mía, que vergota” dijo ella al tocarla, se hinco y le dio una mamada empezando con el glande mientras lo masturbaba, no podía hacer lo que más le gustaba metérsela toda a la boca. Era tan grande la verga, que mi mujer la tomaba con las 2 manos y aún sobresalían como 5 centímetros, él sintió que se venía por lo que le pidió que se detuviera, muy a su pesar dejo de mamar y se desnudo mientras él la esperaba parado, tanto el cómo su vergota. Cuando ella quedo totalmente desnuda, “guau, estas buenísima y que cosa tan peluda”, la sentó en un escritorio le abrió la piernas y empezó a lengüetearle la vagina, al sentir las caricias linguinales de otro hombre la puso más que caliente e insistía en que era casada y decente, cosa que demostraba muy bien la muy puta, la lengua era larga y se la metía por el conducto vaginal, ella movía la pelvis lo que le permitía la posición en que estaba; dejo de mamar se puso de pie y dirigió su enorme pene al peludismo burro, se lo metía lentamente, ella dio un gemido de placer al sentir como esa negra verga le invadía poco a poco su cosa. Cuando se la metió toda empezó a menearse, desde mi escondite veía como la penetraba y como sus huevos chocaban contra las nalgas de ella, se contorsionaba de placer, después de mucho tiempo estaba saciando su sed de sexo con un hombre muy bien dotado, él se notaba que estaba disfrutando de mi vieja ya que mientras que se la cogía, le chupaba las tetas. Ella parecía que se estaba viniendo ya que se tapaba la boca para evitar gritar; él se dio cuenta de eso
se la saco y la puso de a perrito, la sujeto muy bien para evitar que se moviera ya que quería penetrarla por el ano, ella al darse cuenta no opuso resistencia solo le pidió que lo hiciera lentamente ya que era virgen del chiquito (nunca me ha permitido metérsela por su ojete); al sentir como ese enorme pene se abría camino empezó a llorar de dolor y solo cuando la tuvo toda dentro de su ano empezó a gozar ya que jadeaba de placer, el cabron gozaba con las embestidas que le daba a mi esposa y no iba aguantar más; “Elisa me quiero venir” exclamo él y ella le pidió que no se viniera dentro de ella ya que no quería que me diera cuenta de su infelidad.
La hinco, y empezó a masturbarse frente a la cara de mi mujer, ella se la mamo nuevamente hasta que le aventaron en la cara toda la leche que tenia almacenada en más de 5 meses él cabron; eran kilos de semen que le escurrían por la cara y le llegaban a las tetas.
Salí de ahí completamente excitado y arrepentido por haber descuidado a mi mujer y llevarla a ese comportamiento pero también salí pensando cómo podría sacar provecho a esta experiencia para enriquecer nuestra vida marital.
Por la noche, después de que ella tomara un baño, la esperaba en la cama con la verga totalmente erecta, ella se sorprendió debido a que tenía mucho tiempo sin atenderla y me dijo que estaba muy cansada, se metió a la cama para dormirse; “vi lo que te hizo Philip y me gusto mucho”, la pobre se quedo helada no sabía que decir en su defensa; le dije que no se preocupara ya que yo era el único responsable de su comportamiento; al notar que yo estaba tranquilo y que estaba tomando su experiencia con madurez, me mamo la verga, la puse de a perrito y me dio su chiquito que había crecido con la ayuda de Philip.
Al terminar, le dije “tenemos que despedir a Philip, te animas hacer un trío?”y su respuesta fue afirmativa, en los siguientes días planeamos la despedida, pero eso se los dejo para otra ocasión.