Yo ya la había echado el ojo en muchas ocasiones. Aquel culito respingón hacía que un bulto saltase dentro de mi pantalón...
Relato
Yo ya la había echado el ojo en muchas ocasiones. Aquel culito respingón hacía que un bulto saltase dentro de mi pantalón cada vez que la veía.
Aquel verano ninguno de los dos teníamos vacaciones. Una tarde Lidia (que era su nombre) me llamó para que la ayudase en su tarea de recuperar una materia que había suspendido.
A la hora acordada toqué su timbre. Yo llevaba puesto un pantalón vaquero ancho y caído, de tal modo que dejaba ver perfectamente mis calzoncillos boxer (además llevaba una camiseta pequeña para acentuar el efecto), unas zapatillas de skate desatadas y el pelo corto y de punta (yo sabía que ese look le gustaba mucho a ella). Cuando abrió la puerta quedé fascinado: llevaba un mini-short rojo, un sujetador de bikini e iba descalza. Me dió dos besos y me dijo que estaba muy guapo. Yo la repondí de igual modo, ya que mi polla comenzaba a crecer. Me dijo también que no había nadie en casa, por lo que me alegré bastante.
Pasamos a su habitación, donde ella estudiaba, y me quité mis zapatillas para andar más cómodo. Nos sentamos uno junto al otro y comenzamos. A la media hora (momento en que yo no hacía más que mirarle el bikini) ella me dijo riendo: "¡Hey! me estás mirando las tetas". Yo enseguida dije que no, y ella rió de nuevo (pero como yo ya sabía que era muy bromista) añadió: "como hace mucho calor y me las vas a seguir mirando, es mejor que me quite el bikini". Yo dije que como quisiera (lo estaba deseando). Desabrochó su sujetador y ví aquéllas tetas espléndidas, que aun no teniendo un tamaño enorme, eran espectacularmente bellas. Yo, siguiendo el rollo del calor (que en verdad hacía) me quité mi camiseta, dejando mi pecho al descubierto; pero dado que mis panatalones estaban caídos de cintura, Lidia notó un cierto bulto dentro de mi boxer. Ella añadió: "No te empalmes tan rápido que hay mucha tarde por delante". Reímos los dos como quitándole importancia a la "cosa" y nos sentamos de nuevo en su mesa. Pero la calentura hacía insoportable el trabajo. Entonces de repente, cambiando de tema, ella me preguntó: "¿Tú te masturbas?". A lo que respondí: "Claro que sí, casi todos los días". Ella replicó: "¿A que no te atreves a masturbarte delante de mí?". "¡Buff!"-pensé yo. "De acuerdo"-dije-"pero ¿que me das a cambio?"."Me quitaré mis shorts y te enseñaré mi precioso tanga naranja".
Acto seguido, metí mi mano en mis boxer, y, tumbándome en su cama fui tocándome mi dura polla. Entonces ella dijo: "¡Bájate los vaqueros!" Y así hice, junto con mis boxer, dejando al descubierto mis 17 centímetros de miembro. Ella hizo un ¡Oh! y se acercó a tocarlo con sus manos. Añadió: "Vamos a ver cómo funciona" y yo comencé a masturbarme. Entonces le dije: "¿No tenías que dejarme ver tu tanga?". ¡Ah, sí! y acto seguido se bajó sus shorts y apareció un diminuto tanga naranja que sólo tapaba a duras penas su chochito. "¿Te gusta?"-dijo. "Mucho" respondí yo, que seguía con mi mano arriba y abajo por toda la longitud de mi polla. "Quiero saber a qué sabe tu polla" dijo Lidia, y en un segundo chupó lentamene la puntita, para después seguir introduciéndola en su boca hasta su garganta. Lidia comenzó a masturbarme con sus labios y yo gozaba de placer. Estuvo cuatro minutos arriba y abajo, mojando mi falo con su saliva y escupiéndolo. Al final, la dije "Me voy a correr" y ella añadió: " Hazlo en mi boca" y siguió chupando hasta que todo mi semen llenó su boca. Entonces la dije: "Dame un beso con mi semen". Así, se acercó con sus húmedos labios e intercambiamos un beso con lengua con mis fluídos mientras yo metía mis dedos tras el tanga en su chochito. Cuando acabamos el beso, la arranqué su tanga y comencé a follarla salvajemente. Tras diez minutos saliendo y entrando de su concha, ella se dió la vuelta y dijo: "hagamos un 69" y así fue. Estuvimos follando hora y media y practicamos sexo anal y yo la hice hasta una cubana.
Exhaustos tras la bacanal, nos quedamos relajados tumbados en la cama, los dos desnudos y yo con mi polla aún en su vagina.
Una hora después, nos duchamos juntos en su baño mientras nos besábamos y ella masturbaba mi polla. Después, para salir a la calle, ella se puso su tanga naranja de nuevo con unos vaqueros como los míos, rotos y caídos, que dejaban ver la tira de tu tanga a la perfección. También se puso una escotada camisetita y unas chanclas.
Al rato, salimos a pasear por la calle como si nada hubiera pasado...
relato verdadero de como conoci a una nena de 12 años y en una noche en que su madre la deja sola, ella se convierte en una mujer, y le queda gustando!
Relato erótico enviado por Pezebre el 01 de November de 2005 a las 06:21:07 - Relato porno leído 574497 veces
Hola mi esposa y yo llevamos 5 años de casados y tenemos un hijo de 3 años ella tiene una hija de su antiguo matrimonio, de ella es de quien les voy a hablar ,
Todo comenzó un día que mi esposa tuvo que ir a su trabajo y yo tenia descanso
Relato erótico enviado por Anonymous el 02 de July de 2008 a las 16:37:40 - Relato porno leído 202744 veces
Relato erótico enviado por Anonymous el 27 de October de 2009 a las 10:37:19 - Relato porno leído 111774 veces
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Comentarios enviados para este relato
Manpara
(5 de April de 2013 a las 01:27) dice:
delicioso y muy excitante relato.Felicidades katebrown
(18 de October de 2022 a las 20:17) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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