El abrió mis piernas y me hizo suya

Por privacidad no mencionare mi nombre, así que únicamente me describiré. Para iniciar diré que tengo treinta y ocho años de edad. Soy caucásica, mi cabello es negro el cual es largo y muy bien cuidado, mis ojos son cafés claros e igualmente poseo unos labios bonitos y muy sensuales.

Mido 1.69 y soy delgada, por fortuna gozo de tener un cuerpo en forma y digo es una fortuna considerando que ya tengo un hijo, mis senos son abultados y muy suaves, mis bellas piernas son extremadamente sensuales e igualmente mis nalgas. Como ya dije soy madre soltera de un niño de casi nueve años ya, hasta el momento no he encontrado al hombre ideal para formalizarme y así poder formar una familia, no más bien como otros dirían me gustan de vez en cuando las aventuras únicamente, aunque en dichas aventuras ya tuve un hijo y ahora de nuevo estoy embarazada de esta presente experiencia que ahora estoy por relatar. Aun así no piensen que soy del todo una mujer fácil que se entrega a cualquier hombre, no como ya dije únicamente me gusta de vez en cuando y eso si únicamente con hombres que sepan hacer el amor muy bien. Me encanta salir de compras con mis amigas, entre muchas otras cosas pero eso cuando tengo tiempo pues por mi empleo y además yo soy la que llevo a mi hijo al colegio, no siempre tengo tiempo para mí. Otra de mis pasatiempos favoritos es bailar, así fue como queriendo tomar clases de salsa tuve dicho encuentro, si en definitiva la música salsa es mi favorita e igualmente comentare que tengo un sinfín de discos de salsa principalmente cubana, en verdad me encanta ese sensual baile. Con esto me convencí de tomar clases de salsa en una academia de baile de la ciudad donde vivo, ahí en dicha academia conocí a ese hombre a quien tampoco diré su nombre, así que en este relato le presentare con el alias de “Mi amante ocasional” pues sin duda eso fue únicamente en mi vida.

Todo un caballero galán con cuarenta y un años de edad. El es americano, blanco, sus ojos son color negros y su cabello corto lo tiene teñido de rubio claro, también él posee un rostro muy varonil e increíblemente rudo. Su cuerpo es perfectamente musculoso pues hace todo lo posible para mantenerse en forma. Es un buen hombre aunque mujeriego e infiel pues después de haberme acostado con él supe que era casado por una carta que me escribió, pero fuera de eso es muy amable, refinado, cariñoso, romántico e increíblemente caballeroso pues sin duda por ello me gusto para hacerlo con él, es muy trabajador además y como goza de un buen empleo no se queja de problemas económicos. Todas estas cualidades lo hace el hombre ideal para mí y debo confesarles que si no estuviera casado sin pensarlo dos veces me casaría con él, pero tristemente está casado y con esto creo que mi destino es el únicamente andar teniendo sexo sin casarme formalmente con mi hombre ideal y así por fin formar la familia que anhelo.

En fin como decía desde que lo vi quede enamorada perdidamente de él, al igual que también notaba como me miraba coqueteándome. Así transcurrió el tiempo de más de un mes, conforme iba avanzando en mis clases de baile podía bailar con más profesionalismo y sensualidad todos los campases de la salsa, como consecuencia a esto yo vi claramente como él se quedaba mirándome fijamente mientras yo bailaba, con forme paso el tiempo nos fuimos conociendo y nos hicimos amigos, más sin duda ambos sabíamos que esto era algo más que amistad, ambos deseábamos en nuestro interior ser amantes, esto prosiguió hasta que ninguno de los dos aguanto más y sin medir consecuencias yo me entregue en cuerpo y alma a él. Esa tarde me sentía más sensual que nunca. Yo portaba un precioso vestido de verano color blanco, el mismo poseía falda un poco debajo de las rodillas y era ajustado. También tenía puesta una chaqueta café que cubría el escote del vestido, lleve zapatillas de tacos altos y una diadema que sujetaba mi cabello por mi frente mientras caía suelto a mi espalda. Esta forma de vestir sin duda fue la causante de que su encanto hacia mi aumentara desesperadamente, todo el ensayo note como su mirada de lujuria era muy obvia pero sin duda toda la acción inicio al salir del ensayo. Al terminar él voluntariamente me acompaño y al salir del lugar él sin prevenirme me empujo hacia la pared besándome apasionadamente en los labios mientras masajeaba mis senos, esto basto para ya no pensar en nada más que no fuera follar, con prisa nos subimos a su auto rumbo a un lujoso hotel donde fuimos.
El estaba desquiciado con migo pues tan pronto alquilamos la suite e ingresamos él actuó como si no hubiera un mañana. Tomo la falda de mi vestido y lo subió con algo de esfuerzo pues estaba ajustado, de una vez hecho esto él con brusquedad bajo mis bragas, separo mis piernas y me retranco en la pared de la suite iniciando a comerme el coño, sin duda fueron minutos de inmensa gloria pues al instante que su lengua recorría mi vagina y me daba ligeros mordiscos a mi clítoris, yo mordía mis labios de tanto placer pues sin duda me estaba llevando al cielo. Al terminar no espero ni un segundo más, a prisa bajo sus pantalones por completo, ahí pude apreciar su vergota ya bien erecta, se puso el condón e inmediatamente me la metió en mi vagina haciéndome gemir como loca, así sin retirar su pene de mi vagina me llevo cargando hasta la cama donde sin duda me estaba haciendo el amor con toda su pasión. Por esto con la misma velocidad de penetración lamentablemente el maldito condón se salió, pero con la misma lujuria y placer ninguno de los dos lo notamos hasta nuestro clímax donde yo clarito sentí como algo muy caliente se vació en mi vagina, al principio me extraño pero cuando retiro su pene de mi vagina pude notar que se había salido el condón, como consecuencia a esto un mes después me hice la prueba de embarazo saliendo positivo. Sin duda quise buscarlo pero por des fortuna de mí tras algunas semanas de buscarlo por fin me envió una carta diciéndome que era casado, así que ahora llevo tres meses de embarazo y él sin saber que espero un hijo suyo.