el ahijado de mi esposo

Los otros días estábamos hablando con mi esposo Joaquín acerca de unas reparaciones que debíamos hacer en nuestra casa como mantenimiento por el transcurso del tiempo llegamos a la conclusión que eran varios los trabajos que se debían hacer, pero no sabíamos a quien recurrir¸ después de mucho pensarlo, Joaquín se acordó que su ahijado Ricardo se dedicaba a mantenimiento de edificios; a pesar de su corta edad (23 años), hacía ya más de ocho años se dedicaba a eso y ya había formado una pequeña empresa, por lo que decidimos llamarlo para pedirle un presupuesto a pesar de los años que mi marido no lo veía; yo lo recordaba de haberlo visto cuando tenía alrededor de 10 años y nunca más, por lo que no tenía noción de cómo podría ser el tal Ricardo.-
Yo soy una señora casada hace muchos años con mi actual y único esposo; tengo actualmente 47 años, lamentablemente no pudimos tener hijos, por lo que mi vida es bastante cómoda, pudiendo dedicar horas al cuidado de mi cuerpo y haciendo gimnasia por lo que me conservo bastante bien, resaltando de mi cuerpo, de acuerdo a las opiniones de los demás es mi culo, que todo el mundo considero hermoso y respingón; también tengo buenas piernas y tetas tamaño 100 de corpiño, lo que hace de por só un buen conjunto; mi nombre es Dora, algunos me llaman señora Dora, otros doña Dora, pero yo prefiero que mis amistades me llamen Dorita, lo que me hace sentirme mejor.-
Habiéndome presentado, sigo con el asunto de la casa; mi esposo me dice que va a venir el tal Ricardo para tomar las medidas necesarias para realizar el presupuesto por los trabajos a realizar; yo espero llegar a uno de esos albañiles toscos y mal entrazados, pero la verdad que me llevo una gran sorpresa porque se trata se un joven muy bien vestidoy muy educado; al abrirle la puerta quedé impresionada por su hermosa presencia; me pregunta si soy la señora Dora y me apuro en contestarle que preferiría que me llame Dorita ya que no dudo que el mejor presupuesto va a ser el de él, y además tendría desde ya mi complacencia con mi esposo, porque es un hermoso ejemplar de hombre aunque esto no se lo digo pero lo pienso íntimamente; me dice que su nombre es Ricardo, muchos lo llaman Richard, pero el prefiere que íntimamente le digan Riki, por lo que de entrada quedamos de acuerdo en que desde ya seríamos Dorita y Riki en nuestro trato.- Abrió el maletín que traía de donde sacó un metro y un cuaderno para hacer sus anotaciones mientras yo miraba atentamente todos sus movimientos.- Tomó todas las medidas necesarias, guardo nuevamente sus cosas y me dijo que en unos días le presentaría su presupuesto a mi esposo, luego de lo cual me saludó dándome un beso en los labios, demostrando que aparte de muy buen mozo, era bastante atrevido, diciéndome “hasta pronto, Dorita” y yo le contesté: “hasta muy pronto Riki” contestándole también con un beso en sus labios.- Por supuesto que sus precios y condiciones fueron aprobados y Riki tuvo la delicadeza el día anterior a comenzar su trabajo de pasar por mi casa y avisarme que al día siguiente iba a tener el placer de verme poe cuanto iba a llevar todas las herramientas necesarias para iniciar su trabajo; me gustó mucho su actitud además de gustarme Riki como hombre; yo sabía que había entre nosotros muchos años de diferencia, pero mi marido me tenía bastante desatendida sexualmente y Riki podía llegar a ser la persona que me sacara las ganas.-
Al día siguiente, cuando Riki iba a traer sus herramientas, yo, contrariamente a mis costumbres, me vestí ese día con una liviana pollera bien ajustada que hacía resaltar bien mi culo y arriba me puse una blusa también fresquita por el tiempo caluroso que estaba haciendo, pero también muy escotada, dejando ver el canal que se formaba entre mis dos poderosas tetas, todo para impactar de primera intención a Riki.-
Creo que en realidad logré mi objetivo porque cuando llegó, aparte de darme un beso en los labios me dio un hermoso abrazo, haciéndome sentir perdida entre sus brazos, pero no pasó nada más porque él se dedicó a bajar todas sus herramientas y acomodar todo para al día siguiente iniciar su trabajo que en principio llevaría alrededor de veinte días.- Al día siguiente vino y empezó a trabajar, toda su vestimenta era una bermuda y un camisa de manga corta; al poco rato de trabajar, debido al calor reinante su camisa sudaba y se mojaba completamente; muy respetuosamente se acercó a la casa y me llamó para pedirme permiso para sacarse la camisa y quedarse en cueros; yo sonriendo le dije que no había ningún problema en que mostrara sus bellezas mientras trabajaba; el me lo agradeció también sonriendo; yo de solo ver como brillaban esos músculos por el sudor me excité de solo verlo, y aproveché yo para ir a cambiarme de ropa, y aparecí vestida con un short bien justito que dejaba ver todas mis piernas y en la parte de arriba me puse un top que me abrazaba las tetas y dejaba un pancita al aire.- Cuando Riki me vió vestida de ese modo, paró un momento de trabajar y dijo algo que no llegué a entender para seguir con su trabajo.- En un momento que paró para tomar un poco de agua helada, me acerqué y me tomé el atrevimiento de tocar sus brazos diciéndole admirada que duros que los tenía: Riki riendo que era cierto que los tenía duros, pero que viendo a Dorita vestida de esa forma, también tenía dura otras cosas; yo siguiéndole la broma le dije que ese era el primer día, pero que más adelante me gustaría conocer esas otras cosas tan duras, después de eso ya entré en mi casa y no volví a salir hasta que me vino a avisar que se retiraba y me saludó con el consabido beso en los labios.- Yo me quedé pensando que Riki era el ahijado de mi marido, que era muy joven para mi, pero también que la calentura que estaba sintiendo por el, más tarde o más temprano tendría que reventar.-
Fueron pasando los días, íbamos ganando más confianza, ya Riki se movía como si estuviera en su casa; yo seguía vistiendo como una dama pero mostrándole lo más posible de mi cuerpo; una tarde que lo vi descansando, me acerqué y tocándole los brazos, le pregunté si siempre se mantenían duros; el me contestó que si y que también las demás cosas que él ya me había dicho, yo, ya desvergonzada, tiré la mano y le agarré lo que el decía que también estaba duro; sentí algo bien duro y apreté suavemente agarrando por sobre el pantalón lo que supe que era una hermosa poronga, pero cuando la sentí tan viva, la solté y salí corriendo para adentro de la casa, sin volver a salir en ningún momento, también lo saludé desde adentro porque no le tenia miedo a él, sino que me tenia miedo a mi mismas por la forma en que me desahogaría.-
Riki se fue y yo quedé pensando en esa hermosa poronga que había tanteado y pensé que muy pronto estaría toda adentro mío, no encontré mejor manera de sacarme un poco la calentura que masturbarme después de muchísimo tiempo de no hacerlo yo sola.-
Al día siguiente vino Riki y se puso a hacer sus tareas habituales, yo no me asomé todavía avergonzada después de haberle tanteado la poronga el día anterior, pero en el momento que el se toma para descansar, como yo no aparecía, el me llamó; Salí pata ver lo que quería vestida con un pequeño short: me pidió que me acercara y cuando estuve bien cerca de el, se sacó los guantes de trabajo y empezó a acariciarme las piernas, diciéndome que tenía una piel muy suave, especial para ser acariciada, yo sin decirle nada, trataba de alejarme pero Riki me lo impedía, hasta que al final sin soltarme las piernas me dijo; “ayer cuando me tocaste la poronga ví tu cara de satisfacción, así que ahora me vas a hacer una linda paja”; al oir esas palabras la verdad que me excité, pero enseguida reaccioné y le dije que era un mocoso desubicado, que yo era la esposa de su padrino, que yo le llevaba 25 años de edad, pero a él todo eso no le importó, me agarró la mano, sacó su poronga y me la hizo agarrar a pesar de mi fingida negativa; cuando la tuve en la mano me di cuenta que se trataba de una señora poronga y me dispuse a dejarlo contento, empezando a pajearlo lentamente, mientras el me acariciaba las piernas suavemente y yo me estremecía completamente y empezaba a gemir; la que le hice fue una muy buena paja, pero la verdad que debido a su juventud enseguida acabó llenándome la mano y salpicando mis piernas; se levantó y me dio un beso de lengua mientras yo todavía tenía su poronga en la mano, que se iba achicando notablemente.-
Luego de eso, yo fingidamente enojada, le dije que iba a hablar con su padrino para comentarle su abuso, pero él sonriendo me dijo que seguramente me había gustado y que lo volveríamos a hacer varias veces; me fui a asear convenientemente para sacar todos los rastros de su semen y mientras lo estaba haciendo sonó el timbre de la casa; terminé de limpiarme, fui a abrir y era ni hermana dos años mayor que yo y viuda hacía mas de ocho años; todavía aturdida por lo que había sucedido le conté a mi hermana, la que enseguida se interesó por conocer a Riki; lo llamé y mi hermana lo saludó de beso en los labios y le preguntó si el era el dueño de esa poronga que tanto había impactado a la hermana; Riki no se cortó en absoluto; sacó nuevamente su poronga y tomó la mano de mi hermana para que lo pajeara; mi hermana no se achicó en absoluto, pero en vez de pajearlo con la mano, llevó la poronga a su boca y le empezó a hacer una poderosa mamada, mientras yo asombrada miraba la escena y Riki agarraba la cabeza de mi hermana y la guiaba para que la mamada fuera a su gusto, hasta que se la clavó completamente en la boca, acabando por segunda vez, ahora en la boca de mi hermana, con lo que quedó satisfecho por ese día.-
Ya quedaban pocos días para el trabajo programado; Riki me dijo que le gustaría quedarse unos días más para hacer cosas que aun no habíamos hecho: me pidió que hablara con mi esposo para hacer otros trabajos y lo convencí para hacer trabajos por aproximadamente otros veinte días; cuando se lo dije a Riki me dijo que ese día no se iba a conformar con solamente una paja; a la hora del refresco, él se iba a bañar para que lo lo esperara en mi dormitorio porque quería cogerme en forma; yo que ya estaba entregada a él, acepté y le dije que a la hora indicada entrara a la casa sin ningún problema; así lo hizo, se bañó y con solo el slip puesto se vino hasta mi dormitorio donde yo lo esperaba con un short y un top; en cuanto entró, me sacó el top y me dejó con las tetas al aire; era la primera vez que el las veía; las había tocado varias veces pero esta vez era la mejor; se lanzó como un becerrito a chuparlas con ansia mientras que mis pezones `parecía que iban a reventar de lo grande y duro que se habían puesto; mientras esto ocurría, Riki metía su mano a los costados del short y los iba bajando, dejando enseguida mi concha a la vista, por que no me había puesto nada debajo del short; también era la primera vez que me veía la concha, la que lucía bien arreglada con mi monte de venus hecho un primor; su poronga ya reventaba el slip; me recostó y me metió esa hermosa poronga que me llenaba toda: se movía con mucha experiencia a pesar de su juventud; con su poronga adentro mío, tuve un orgasmo majestuoso quizá por el tiempo que hacía que no tenía uno; me dejó reponer y enseguida continuó moviéndose dentro mío, hasta que sentí su leche fluir llenándome la concha con su tibio semen; quedé desvencijada deseando que no se saliera nunca de adentro mío; Riki pareció leer mis pensamientos, porque se vació por completo y se quedó hasta que su poronga cobrara otra vez fuerza, iniciando lo que sería el segundo polvo conjunto, porque fue tan bueno su movimiento y tan rica su cogida que nuevamente acabé, lanzando un enorme grito de satisfacción; Riki siguió muy feliz adentro mío, logrando su segundo polvo, quedándose adentro mío y cuando se le salió sola, nos fuimos a bañar los dos, donde nos metimos mano sin parar, hasta que terminamos enlazados con un beso y prometiéndonos nuevos placeres para el día siguiente.- El día siguiente llegó y Riki como todas las mañanas trabajaba mucho para después por la tarde dedicarse a los juegos sexuales; ya nuestras cogidas eran diarias, ya no había más diferencia de edad, hasta que Riki me dijo que quería cogerme por el culo; yo la verdad que estaba esperando ese pedido, pero hacía tanto tiempo que no lo hacía y además el tremendo grosor de su poronga me hacían asustar, pero ante su insistencia, una tarde se hizo dueño de mi culo; fue para él una tarde gloriosa, y para mí, después que me acabara dos veces dentro de mi culo, me gustó y con su poronga bien metida en mi culo, tuve un deseado y esperado orgasmo.- Seguimos cogiendo un tiempo, hicimos muchas poses, me siguió rompiendo el culo, hacíamos el 69, todas las poses posibles hasta que un hermana me preguntó como andaba nuestra relación, cuando le conté aproximadamente como estábamos, la muy turra lo contrató por 10 días, pero no para hacer algún trabajo en la casa, sino para que durante diez días Riki se la cogiera, cosa que cumplió con mucho gusto.—
Después que terminó con mi hermana, muchas tardes venía a visitarme y a cogerme y yo lo recibía con gusto, y cuando lo comentaba con mi esposo, su padrino, se ponía contento por como Riki se había aquerenciado con nosotros después de tantos años sin saber de él.-
Tambien a veces me llama por teléfono y quedamos de acuerdo en encontrarnos en algún hotel, donde cogemos como si fuera la primera vez; ya no me preocupa los años que nos separan, solo me interesa su poronga que sigue haciéndome goza