Sube sus brazos y me besa… Hasta ahí me recuerdo, luego actuó mi instinto de macho salvaje, mis hormonas sexuales actuaron y mi actuar con ella fue de poseerla lo mas impetuoso y enérgico con mi pene tratando de introducirse en su vagina abriéndola en su extensión hasta casi partirla en dos al penetrarla,
Relato
Mis vecinas angustiadas 7
Leo
Bueno uds ya me conocen soy un adolescente de casi 17 años en verdad tengo 16 años 6 meses, tengo una particularidad que cuando bebe sufrí un rasguño en mi glande jugando con una perra, el medico al cual me llevaron de urgencia en la posta rural por que estábamos en el campo hizo lo que pudo salvándome mi pene y mi arreglo mi cabezota del pene saturándola y cosiéndola como mejor pudo, no quedo mal, pero esta deforme, grotesca y monstruosa de grande por que no se desarrollo normal sino que formo una pelota en su punta la cual no me impide orinar u otro uso de ella, pero si es redondeada y gruesa en su tamaño por que esta desarrollada hacia los lados y no hacia delante, mi pene asemeja a un bastón de billar con una de sus pelotas en su extremo, si sin exagerar….
En mis primeros años de vida me coartaba a mostrarla, pero en mi adolescencia a mis amigos les encantaba y cuando lo comentaban con sus amigas me pedían fotos de él, llego a tal extremo que algunos de mis amigos lo comentaron con su madre y estas me lo pidieron ver, eso si les cobre una probada de mis carnes en el dormitorio y así esas mamás fueron mías, el caso de Cristian, de Daisy y Juan por ejemplo.
En estas vacaciones creía que tendría unas felices vacaciones por los comentarios y adulaciones de estas mujeres que les agradaba que trabajara cerca de ellas y me miraban con pasión, pero Úrsula la profesora de arte un par de veces me solicito compañía después me olvido cuando quedo embarazada su amiga Clarisa se asusto y prefirió olvidarme, algo parecido con Alejandra la esposa del profesor esa vez y si te he visto no te conozco o no me acuerdo. La más fiel y que hasta hoy todavía nos amancebamos a sido Clarisa.
A sus 40 años tendrá un hijo, si un hijo fecundado por otro macho, ese otro macho un juvenil semental con el cual ella grita y gime de pasión y se menea en su cama matrimonial, este macho la ayuda a descargar sus hormonas cargadas de emociones irracional vibrando y gozando con unas deliciosas cópula, con ese bestial glande de ese pene que pertenece a su juvenil amante, compañero de curso de su hija mayor de 16 años, ese soy yo.
Clarisa cumplirá su octavo mes de embarazo, todavía me busca con desesperación cuando sus hormonas se le revolucionan. Yo complaciente la consiento y la admito en mi vida sexual como mi hembra favorita, visito su cama a lo menos tres o cuatro veces al mes y ambos nos satisfacemos llenándonos de dichas y felicidad.
La hija mayor no sospecha, sino que ya se imagina lo que sucede con su madre y su compañero por eso en un recreo habla conmigo afirmando conocer todo…, me dice, callaré por el bien de mamá, pero igual te pido a ti… silencio. Claro que se aprovecha en los recreos a veces me busca y me dice tengo sed cómprame una bebida, otras que sean galletas…, es una sinvergüenza aprovechadora.
Un día de paseo con el curso fuimos a una piscina y granja agrícola en esta cada cual realizó sus movimientos libremente y los dos profesores solo se preocupaban de que nos portáramos bien.
A Clarisa hija se le ocurrió que la acompañara a una travesía en caballos, la acompañé. Tanto cabalgar no sabiendo ella llevar bien su montura esta tomaba un trote y ella parecía un muñeco saltando en la montura a cada paso del animal, alejados del grupo ella me solicita si puedo sostener su cabalgadura ya que desea descansar de los golpes que esta da en su entrepiernas en cada salto y además desea orinar y no sabe donde realizar su evacuación. Nos metemos entre unos árboles y bajo unos sauces ella descansa de los golpes de su magullada vagina llevándose su mano hacia su entrepiernas acariciándosela y su gesto se nota por que ella andaba solo cubierta por su bikini de baño, desea evacuar sus orinas y me pide que la proteja, date vuelta me dice y no mires… soy macho y no iba a perderme la oportunidad de ver una vagina joven y casta. La tenía bien acicalada y era, como me gustan a mi, abultada hacia delante…, la miré y ella algo noto en mi mirada por que me dice… que pasa…acariciándose aun su vagina, tratando de subir a su caballo resbala del estribo cae en mis brazos, mis hormonas masculinas ya estaban excitadas por su hermosa vagina y tenerla entre mis brazos atracada entre el caballo y mi pene este detonó y se endureció contra cu trasero, ella no era santurrona por lo que lo noto y me mira, oye no soy mamá dice…, veo que te excito, significa que soy de tu interés… no contesto, pero si la abrazo y beso su nuca, fue como si le hubiese dado un golpe eléctrico, salto en su puesto y me sacudió estimulada, cuidado me dice que muerdo…, gira en su puesto me mira a los ojos y dice me apeteces, bien yo también te anhelo…, sube sus brazos y me besa… Hasta ahí me recuerdo, luego actuó mi instinto de macho salvaje, mis hormonas sexuales actuaron y mi actuar con ella fue de poseerla lo mas impetuoso y enérgico con mi pene tratando de introducirse en su vagina abriéndola en su extensión hasta casi partirla en dos al penetrarla, en su entrada sentía ella como le arañaban sus paredes vaginales sintiéndose poseída por un garrote mas que un delicioso pene, esto despertó sus instintos femeninos y sus hormonas trabajaron hasta hacerla extraviarse en su entrega rezongando y bufando de placer, sus labios se abrían a cada penetración para expeler aire y sentía ese fabuloso descomunal glande hasta su estomago, gemía, llorisqueaba sintiéndose partida por este macho. en sus locos meneos de su cintura acompañando las duras penetraciones del macho que copulaba con ella, pensó en su madre y entendió su pasión por este semental, entendía sus alteradas hormonas solicitándole este vigoroso y enérgico macho. Su padre minero llegaba cada veinte días a casa estaba diez y se iba y de esos diez pasaba en el bar cinco y con los amigos dos dejando uno o dos días para su mujer, era memorable, apoteósico estar siendo penetrada por este macho, pronto sintió la llegada de sus orgasmos y se entrego totalmente a su compañero saboreando sus profundas acometidas llenándose de placeres.
Pensó en una de las mamas de sus amigas y conocidas y en especial en doña Celia madre de unos de sus amigos de la tropa de lobatos que tenía a cargo en la iglesia donde colaboraba, esa mujer se quejaba de su marido un camionero que viajaba por todo el país diez días viajando dos o tres en casa y no pernoctaba mas de dos noches seguidas en su lecho conyugal ya que gustaba de sus amigos y de delicioso mostos extraído de las deliciosas uvas y la buena música de los bares.
Para variar estaba de viaje y la joven Clarisa deleitaba de conversarle de ese fabuloso macho que ella había deleitado en el paseo activando sus hormonas y desesperándola en sus anhelos sexuales y ella sin marido.
Dos días después llega esta con su amigo a su casa, se lo presenta diciéndole este es el macho consolador que te he hablado.
Celia una mujer casada de 31 años se estremece al recordar los episodios que le ha contado esta chica y sin pensar en su hijo de siete años y en el hijo menor de cuatro están presente se acomoda al lado del semental y comienza a seducirle mostrándole sus piernas, abrazándolo, y mencionarle la palabra sexo cuando puede. Este no es un inocente y capta las intenciones de la mujer.
No pasan muchos minutos cuando ambos están manoseándose sin reparo alguno, para luego pasar al dormitorio donde Celia le dice a su amiga hazte cargo de mis hijos por unas horas.
Un momento mas tarde desde este salían ruidos de golpes contra la pared y quejidos de placer y llantos de goce…, Clarisa curiosa entreabre la puerta y mira en la penumbra se ven sobre la cama una mujer insertada a lo perrito afirmada de la cabecera de su cama totalmente desnuda soportando violentas arremetidas que el hombre con su pene daba en su vientre afirmado de sus caderas, junta la puerta al ver que estos pequeños hijos quieren ingresar a este dormitorio los entretiene con juegos y los deja entretenidos en el comedor y nuevamente curiosea en el dormitorio, ahora la pareja esta sobre la cama y ella con sus piernas abiertas las reposa sobre los hombros del macho mientras este menea su entrepiernas con sus penetraciones en su vagina, mientras la mujer con su boca entreabierta busca aire gimiendo, sus ojos cerrados y sus manos estrujan las sabanas desesperada ante la llegada de los orgasmos… como Celia se entrega a la pasión de sus orgasmos refugiándose en este juvenil macho que la penetra y realizan un supremo y trascendental apareamiento con ella.
Pasan unos minutos y Clarisa nuevamente siente gemidos y rezongos en el dormitorio, cuando menos espera Celia la empujo de vientre sobre su cama y sin sus bragas comienzo a lamerle el culo, mientras mis manos le descubrían sus senos, le lamí su vagina por detrás y recorría con mi lengua hasta su ano, como se estremecía en la cama y gimoteaba sintiéndose deseada, mi lengua trabajaba imaginativamente a rato en el culo, otro rato en su clítoris, otra en sus muslos y mis dedos exprimían esos grandes pezones que coronaban sus maravillosas mamas.
Luego se giro para atraparme y besarme desesperada ante el tratamiento que le daba, basta truhán me dice, me vas a desmembrar y vienen los espasmos de mis orgasmos, y tomándome fuertemente entre sus brazos me atraca a su cuerpo mi miembro encontró la vagina abierta y muy mojada entrando de un golpeen su matriz sacándole gritos de pasión y aullidos de placer, al tiempo que se contoneaba moviendo en círculos sus caderas ante la llegada de sus orgasmos que no fue uno, sino fueron dos seguidos me apretaba y succionaba con su vagina mi pene que casi me lo arrancaba de mi pelvis, luego se relajó y pude moverme hasta vaciar mis líquidos sementales en su útero. Se estremeció cuando mi leche caliente regó sus entrañas… No me dice… que no me cuido y te vaciaste dentro de mí, puedes preñarme…
Descansamos luego ella me lleva a la cocina y me prepara un rico plato de vienesas con cebolla y huevos diciéndome debo alimentarte bien o te enfermaras y te necesito para saciar mis arrebatados espasmos de placeres de mis hormonas.
Ambos iniciamos a besarnos con toda pasión, con aun más pasión que la primera vez, mientras nos besamos Armando comenzó a tocarme mi zona intima debajo la falda de mi vestido y como consecuencia a esto de inmediato me moje toda, ¡Quiero hacerte el amor! Me dijo suavemente al oído, -Lo sé y también quiero- le conteste.
Relato erótico enviado por putita golosa el 29 de August de 2010 a las 23:31:22 - Relato porno leído 514138 veces
Relato casi en su totalidad real que demuestra que toda mujer casada es una puta sumisa en potencia
Relato erótico enviado por morboso sadico el 29 de July de 2009 a las 18:09:16 - Relato porno leído 300266 veces
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learcu
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Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 22:18) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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