EL CALENTÓN Y LA GORDA

Ya era cosa por todos en el colegio conocida, la monstruosa calentura que aquel chico sentía por aquella linda y muy humorista gorda que se divertía excitándolo.
-"Vamos a follar por favor!!!" le imploraba por lo claro, él.
-"¡NO!" le respondía siempre, ella.
Y entonces trascendió un día, algo que él comenzó a decir a algunos amigos: que iba a agarrarla a la fuerza en cualquier oportunidad, y a violarla le gustase a ella, o no.
-"¿Así que quieres atraparme a la fuerza y piensas violarme???" le increpó ella sin perder jamás su buen humor, preguntándoselo así en tono de risa y hasta sacándole la lengua en graciosa mofa burlona. Él, riéndose y respondiéndole, así le dijo:
-"¡Sí, gorda divina!!! te voy a agarrar, y te voy a volver loquita a goces y placer!!!"
Ambos, mirándose con risas desafiantes, reían diciéndose de ahí en más, mil sentencias a cuál más obscenas y lukuriosas.
Sí: la gorda también, ahora lo amenazaba con a él capturarlo y violarlo, sumergiéndolo en mares de cosquillas enloquecedoras hasta hacerlo echar ríos de leche a chorros pija afuera. Aquel chico, ahora...andaba ya, echando humito por todos los poros!
Cierta tarde, mientras él paseaba por el parque, vé cómo un grupo de chicas del colegio vienen hasta él sonrientes y como a saludarle. Él las espera tranquilo y sonriente para saludarlas, pero al llegar éstas a él, lo atrapan dominándolo con rapidéz así atrapándole de brazos y piernas, para inmediatamente comenzar a trasladarlo hacia un apartado lugar del parque allá entre un boscaje donde entre todas y en medio de las protestas y quejas inútiles de él, proceden a desnudarlo completamente desnudo, y amarrándole manos y pes de manera tal que lo amarran a dos palmeras casi juntas que allí habían, así lo dejan amarrado con sus brazos extendidos y sus piernas bien separadas, así completamente desnudo. Y sin decirle palabra alguna, ríen mirándolo así, para entonces, recién decir:
-"Aaaaay, pero qué lindos huevos y qué vergota divinaaaaa! qué contenta que va a quedar la gorda ahora..!"
-"Quééééééééé???" exclamó él ahí desesperadamente nervioso y amarrado, mientras las chicas ahora gritaban:
-"Gooooooordaaaaaa...ya está prontito tu juguetito, veeeeeeeennnnnn!"
Las risitas de la gorda, se oían llegando por el boscaje. Retorsiéndose desesperado y caliente, el chico la veía llegar brazos en alto, danzante y riéndose mientras le venía yá, haciendo las más socarronas morisquetas y sacadas de lengua. Las demás chicas, soltaban las carcajadas.
-"Pero qué lindo muchaaaaaaaachooooo!" eclamaba la gorda ahí llegando, y colocándose al lado mismo de él, mirándole los huevos y la pija bien parada y gruesa y dura, mientras se retorsía desesperado y sacudía la cabeza así indefenso y bien amarrado. Con los brazos en alto, la gorda bailaba alrededor de él...dos vueltas...tres...cuatro...y de pronto, con los dedos de una mano, comenzó a deslizárselos por la espalda primero, giró hacia el pecho, y comenzó a bajar...bien despacito...bien despacito...
Aquel chico, parecía enloquecer ahí amarradito! La gorda ya comenzaba a "torturarlo", y la verga del calentón aquél paracía una cosa monstruosamente loca vibrando en en el aire empinada y gruesa, y el humo le salía por la punta. La gorda, no podía reír más de lo que reía.
Los diez dedos de la hermosa gorda, se deslizaban por toda la desnudéz hermosa del desesperado chico aquél que no sabía ya qué hacer para poder soportar tal delicioso tormento al que lo sometía la gorda aquélla. Las otras chicas allí, se revolcaban en el suelo a las carcajadas.
La gorda, riéndose y haciéndole morisquetas y mirándolo, le recordaba:
-"¿Qué fue lo que yo tedije que iría a pasarte conmigo, mmmhhh???? qué fue???"
El chico gemía y se retorsía y sacudía la cabeza en el aire así extendidos sus brazos amarrados a cada palmera, y sus piernas bien separadas le dejaban los huevos y la pija...bien expuestas al manoseo de la gorda, que...no se hizo esperar mucho en llegar "hasta allí".
El chico aquél, soltaba ahora, verdaderos alaridos! La gorda era como una verdadera maestra haciendo cosquillas, y el chico enloquecía sintiendo las manos de la gorda haciéndole las cosquillas aquéllas.
Gemía, gritaba, suplicaba, reía, lloraba, aullaba, se retorsía y nada podía lograr que no fuera desesperarse aún más. La gorda reía, y sus dedos se deslizaban sutiles por la tensa piel del chico desnudo y viríl.
Y cuando los dedos de ella se deslizaban por los testículos de él, ahí, su locura parecía querer estallar en desesperaciones monstruosas. Su inmensa verga vibraba en el aire y temblaba dura y gruesa, y luego de encenderlo ella a límites asombrosos, ahí...comenzó a mamarlo! El chico aquél, ya parecía un loco de manicomio, en la más absoluta desesperación de desenfrenada locura. En contracciones como eléctricas así metida la cabeza grandota de la verga en la boca de la gorda que lo mamaba, la verga aquélla del chico comenzaba a manar chorros potentes y alocados de leche que la gorda no daba abasto a tragarse todo, escapándosele de la boca abundantes manaciones cremosísimas y muy blancas que arrancaban las exclamaciones de admiración de las chicas que todo aquéllo contemplaban.
La gorda, atrapando con sus dos manos la verga aquélla inmensa del chico, lo mamaba como energúmena ahí amarrado a la palmera.
Aquéllo, en realidad...recién comenzaba! (continuará)