El Calzoncillo Amarillo de la Buena Suerte

Un día de Noviembre de hace unos pocos años, veo en un Diario la publicidad de unos masajistas para varones, un pequeño aviso entre varios otros, masajes para varones con cuatro manos masculinas....interesante pensé. Llamé al celular indicado preguntando si está vigente un aviso que aparece en la prensa ....Si, así es. Somos dos jóvenes estudiantes universitarios, que atendemos masajes para costearnos los estudios. Y tienen tiempo ahora en una hora más? ....si claro puedes venir, no te vas a arrepentir. Si no vienes te arrepentirás para siempre. Aquí te vamos a tratar muy bien, con harto cariño. No te haremos nada que tu no quieras. Me calenté mucho. Voy, pensé Voy de todas maneras. Solo que soy un poco gordito y tengo más de cuarenta años. Eso es magnífico, no hay ningún problema, te esperamos.
Cual es la dirección? En toda la esquina de la calle Bolivar con San Martín en pleno centro de la ciudad. En menos de una hora estoy allá. Ahhhh que bien ....me arreglé un poco, me puse los calzoncillos amarillos de la buena suerte, pantalón suave y polera, zapatos y calcetines, eso sería todo. Hacía calor en Buenos Aires ese día. Camino a la estación del Subte y llego al lugar del encuentro. Por celular me comunico con uno de ellos es en el piso doce, pero yo voy a bajar a buscarte, para evitar cualquier inconveniente con el conserje del edificio. Yo estoy en la puerta del subte aquí al lado en avenida San Martín. Estoy con polera azul y tengo el diario en la mano y me llamo Miguel. Nombre falso claro.
Menos de cinco minutos llega un joven muy alto y delgado de unos 25 años, se me acerca y me dice a ti te espero, tu eres Miguel? Así es, Hola que tal?
En el ascensor conversamos de cualquier tema, lo antiguo del edificio y del mismo ascensor. Entramos al apartamento donde está el otro Masajista más gordito, pero no tanto tampoco. Ninguno de los dos era un Adonis espléndido, pero estaban bien de aspecto, nada grotesco, debe tener unos 28 años.
Quieres agua mineral? me ofrecen ..... claro, muy bien acepto. El apartamento era muy pequeño, una sala comedor y cocina a la vez y el dormitorio tampoco muy grande, pero acogedor y el baño.
Ven pasa al dormitorio, te voy a poner este líquido en la espalda, quítate la polera y acuéstate aquí ....muy bien, sigo las instrucciones. Me tiro en la cama y me quito la polera y por si acaso, también los pantalones, quedo solo con los calzoncillos amarillos. Se me acerca el mas delgado de los dos, dice llamarse Jorge y me frota la espalda con un líquido muy fresco y suave, mientras que el otro Andrés, se ha sacado también la polera, solo que no lo veo bien por estar en posición contraria en la cama, también empieza a masajearme la espalda y las piernas por atrás con el mismo líquido fresco y yo con mis manos y sin mirar nada .....busco hasta que encuentro los dos penes, uno en cada mano. Ahhhhh que gustito tan bueno. Dos penes al alcance de las manos ...maravilloso. Ya estaba feliz. Mientras los masajes continúan y Andrés empieza con mucho cuidado a sacarme el calzoncillo amarillo, el de la buena suerte. Estupendo, por supuesto que lo dejo y colaboro para que salga el famoso calzoncillo.
Date vuelta por favor dice Jorge, muy bien ahora de frente los tres desnudos, los tres penes al frente la cama, estupenda, nos resistió bien, me masajearon de lo lindo, por un lado y por otro, no quedó una pulgada de territorio iba a decir .... no del cuerpo, que no recibiera las manos espléndidas de estos dos jóvenes masajistas, con su líquido mágico. Mi pene, ya no daba más de erección. Estaba feliz, igual que su dueño, o sea yo. El masaje siguió con besos en la boca de parte de Jorge, mientras Andrés se tiro sobre mi pene con su exquisita lengua, dando un masaje extraordinario, suave, húmedo, erótico y luego se invirtieron los papeles. Les pedí un sandwich o emparedado, conmigo al medio, fue fantástico, estupendo nos restregamos los cuerpos de norte a sur y de este a oeste .....mucho mejor que una fornicación normal. La cual también he practicado, solo que en otras ocasiones. Fue muy bueno. Andrés abajo, yo encima y de frente Jorge encima mio, un trío estupendo. Después cambiamos las ubicaciones. Por supuesto que les chupé el pene a cada uno.... eso es algo que me gusta mucho. A mi también me lo chuparon los dos. Por último les pido pajearse y eyacular en mi boca. Y yo en la boca de uno de ellos. Así no más fue. Semen por el campeonato. Tragué el semen de Jorge amarillo casi café claro, algo salado pero muy rico y el semen de Andrés más pegajoso pero muy agradable también.
A mi me pajearon entre los dos y eyaculé muy rápidamente y en gran cantidad. Total todo resultó estupendo, pagué, me duché con ellos, me puse el calzoncillo amarillo y me fui Feliz.