Todo pienso que comenzó, justo cuando mi novio, y yo habíamos terminado de tener, una salvaje sesión se sexo. Ya era de madrugada, y hacía un frió tremendo, en esos momentos Edmundo al parecer le dieron ganas de orinar, y al levantarse por pura coincidencia o casualidad, su miembro quedó a la altura de mis ojos.
Relato
Fue cuando me di cuenta, de que contrario a muchas otras ocasiones que me había fijado en su cosa, en esos momentos me pareció ver que su miembro se encontraba bien pequeño, bueno quizás estaba recogida por el frio, o quien sabe que. El detalle es que yo casi de manera automática y de forma bien espontanea me ha dado esta clase de ataque de risa, que no me podía contener. Y cuando Edmundo me preguntó de qué carajos yo me reía. Sin poder dejar de reírme, al mismo tiempo que señalaba su extremadamente corto miembro, le pregunté a manera de chiste. Y que le pasó, casi desapareció, como que se te encogió.
De hecho a mi novio eso no le agradó para nada, y comenzó a decirme que se debía al frio, y a quien sabe que más. Pero yo no dejaba de reírme, y con mi dedo índice, colocándolo a la mitad del pulgar, seguí diciéndole. Ahora lo que te queda es nada más eso. Yo no me había dado cuenta, pero Edmundo se había enojado, y mucho conmigo por ese tonto chiste. Es más el resto del día ni me habló. Cosa a la que no le di importancia.
Pero al irnos a dormir, él me dijo que se iba a costar más tarde. Yo pensé, este anda todavía molesto por lo del chiste, pero no le di mayor importancia, yéndome a dormir. Cuando de momento, yo que estaba disfrutando de un tremendo sueño, siento que Edmundo me despierta, y mi primera sorpresa fue el sentir tanto mis manos como pies atados, al principio no logré darme cuenta de lo que sucedía, y es cuando también me doy cuenta de que no tan solo estoy atada de pies y manos, sino que cada una de mis extremidades está atada a una esquina de nuestra cama, por lo que también me encuentro con mis piernas bien abiertas, y para colmo, completamente desnuda. Además con un paño tapándome la boca, que me impedía gritar.
Pasaron unos cuantos segundos, y lo que veo es a mi novio, que trae entre sus brazos, y manos, una cosa larga, gruesa y de color negro. Ya más despierta, no salgo de mi asombro al ver que eso tiene definitivamente una forma fálica, en si era como una verga con cabeza, tallo, y hasta tremendos testículos, que Edmundo cargaba entre sus brazos, al tiempo que me iba diciendo. Así que, ¿yo lo tengo chiquito, y a ti te gustan grandotes, verdad? Yo a todas estás tenía mis ojos clavados en esa inmensa cosa, asustada vi como Edmundo se me acercaba lentamente, al tiempo que fue apuntando la cabeza de ese monstruo directo a mi coño.
Yo estaba terriblemente asustada, pensando en el daño que le produciría a mi vagina, cuando Edmundo comenzó a pasarlo, por entre los labios de mi vagina. A medida que mi novio presionaba ese enorme dildo suavemente contra mi coño, comencé a sentir como me iba penetrando con esa monstruosa cosa. Yo debido al trapo que tenía dentro de mi boca, inútilmente trataba de gritar, pidiéndole llena de miedo, y pavor que no continuase.
Pero Edmundo como si fuera sordo, continuó introduciendo dentro de mi coño eso. Yo sentía como centímetro a centímetro mi vulva se iba dilatando, o estirando por dentro. Fue cuando al no poder creer lo que me estaba sucediendo, aunque estaba atada de pies, y manos. Apoyada en mis codos logré levantar mi torso, y observar sorprendida como Edmundo ya me había enterrado más de la mitad dentro de mí.
Era algo increíble, aun no me lo había llegado a penetrarme totalmente con eso, cuando de la misma manera suave, y lenta comenzó a extraer el enorme dildo de mi abierta vulva. Yo aun continuaba con mi torso ligeramente levantado sin poder dar crédito a lo que estaba viendo, cuando nuevamente pero de manera más rápida Edmundo me volvió a penetrar, enterrando dentro de mi coño mucho más de la mitad de semejante cosa.
Mis ojos aun lagrimeaban, pero cuando comencé a sentir, por tercera o cuarta vez que él nuevamente me penetraba con eso. De manera involuntaria, comencé a mover mis caderas. El profundo miedo a ser destrozada por dentro, fue desapareciendo, a medida que en su lugar el placer que comencé a disfrutar fue algo inaudito. A medida que yo continuaba moviendo mis caderas, y Edmundo seguía penetrándome con esa tremenda cosa, me di cuenta de que cada vez que él empujaba eso dentro de mi coño, más y más adentro de mí llegaba. Hasta que llegó el punto en que prácticamente lo tenía casi todo dentro de mi cuerpo. Hasta en ciertos momentos me pareció ver como mi bajo vientre se levantaba ligeramente, cuando Edmundo sin detenerse me lo continuaba enterrando todo.
Fue cuando él sin dejar de continuar metiendo y sacando ese enorme dildo dentro de mi cuerpo, al tiempo que me arrancó con una mano, la mordaza que previamente mientras yo dormía, él me había puesto. Acto seguido sin dejar de continuar penetrándome una y otra vez, giró su cuerpo, y su parada y ya no tan pequeña verga la tenía sobre mi rostro. No hay que tener un Doctorado, para saber qué era lo que mi novio deseaba, así que mientras él continuaba enterrándome ese tremendo juguete, yo abriendo mi boca me dediqué a mamar intensamente su verga. La que a medida que él continuaba enterrándome divinamente mi nuevo juguete, yo sentía que se deslizaba dentro de mi boca y garganta, hasta que finalmente lo hice eyacular. De la misma manera que él me provocó uno de los más fuertes orgasmos que hasta esos momentos yo haya disfrutado.
Después de que ambos nos quedamos tendidos sobre la cama, se me ocurrió preguntarle como se le había ocurrido hacerme eso, y del gran susto que me hizo pasar. Fue cuando me dijo, que por lo visto yo había olvidado que semanas antes, mientras él me mamaba el coño, comenzó a introducir su mano dentro de mi vulva. Y tras cerrar el puño, me lo ha metido hasta casi a nivel de su codo, y yo la verdad sea dicha me recordé que lo disfruté un montón.
Lo cierto es que el castigo resultó ser un gran premio para mí y desde luego que para mi novio también.
Mi Madre, a sus 42 años, es una hembra que está rebuena. Mi Padre, un pobre idiota. Así que una noche decidí darle marcha a ella con mis amigos, mientras mi padre miraba..........
Relato erótico enviado por domo54 el 12 de December de 2008 a las 11:35:56 - Relato porno leído 313439 veces
Era un día normal, común y corriente, yo regresaba de la prepa, yo soy un chavo moreno, alto, con buen cuerpo, bien dotado y muy atrevido, no tengo novia y ese día fue uno de los mejores en mi vida
Relato erótico enviado por Anonymous el 29 de August de 2008 a las 13:06:42 - Relato porno leído 213149 veces
Mi nombre es Alicia, y hasta no hace mucho mi familia, y yo desde luego vivíamos en un retirado pueblo, en el que apenas y nos enterábamos de las noticias, ya que ni tan siquiera llegaba la señal de la Tele. Por lo que cuando nos mudamos a la ciudad, lo que más me impresionó fue el baile del perreo
Relato erótico enviado por Narrador el 04 de June de 2012 a las 23:00:35 - Relato porno leído 150466 veces
Si te ha gustado El castigo… vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.
Por eso dedica 30 segundos a valorar El castigo….
narrador
te lo agradecerá.
Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 21:49) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF katebrown
(18 de October de 2022 a las 19:25) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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