El chico del micro 2

El chico del Micro 2

Hola mi nombre es Marcela, tengo18 años, para los que no me conocen soy boliviana y como toda cruceña me considero atractiva (vean la foto).

Lo que les voy a narrar es la continuación a mi relato anterior, recuerden que Miguel me enseñó a conocer el sexo y de una manera fenomenal. Pasaron como dos semanas sin saber de Miguel, no lo encontraba en el bendito micro donde lo conocí, yo quería saber de él, esperaba que me llame pero me doy cuenta que el no tenía mi número ni nada y talvez tenía miedo visitarme, yo quería llamarle pero pensé que llamarlo era ofrecerme y no me agradaba esa idea. Hasta que tras los 15 días decidí llamarle a su celular y me contestó tan galantemente como sólo él puede ser, le dije que quería verle entonces me invitó a tomar un café, yo accedí apresurada pues estaba algo nerviosa al hablarle. Tal y como acordamos Miguel me recogió del trabajo, y me dijo que el café nos lo podíamos tomar en su departamento, la verdad me agradó la idea pues yo quería estar a solas con él, entonces hacia allá me llevó.

Ya en su departamento me invitó el café, platicamos de todo, del trabajo, lo que hicimos y pues nos conocimos más porque la primera vez casi no platicamos de nosotros. Entre plática y plática nos fuimos acercando el uno al otro y ya de pronto solo sentí su brazo en mi cintura que me acariciaba. Entonces supe que él sabía lo que yo quería y me dejé llevar, pero esta vez yo le quité la camisa apresurada lo eché en su sofá y le quité los pantalones y lo dejé tan solo en boxer como me gusta, comencé a besarle el cuerpo, mmmmm que placer sentía ya.

Luego Miguel me tomó entre sus brazos me quitó la blusa que llevaba, y ahí estaba yo con mis senos al descubierto pues desde entonces que ya no uso sostén, tomó mis senos y los comenzó a besar de esa manera única que él tiene, que placer sentí, mientras él besaba mis senos y nos abrazábamos Miguel ya estaba quitándome la minifalda que llevaba como era a broches salió fácil, entonces fue bajando poco a poco me besaba el estómago y me desnudó por completo, mmmmmmmm que rico como me besaba en la vagina, mientras oí que le hablaba a mi vagina:

- Mmmm que rica está pero hoy no serás penetrada, no tu no.
Yo no entendía nada pero poco me importaba pues yo gozaba de placer al ver como ese pene crecía y se ponía tan duro como aquella vez.

Entonces vi como él me miraba las nalgas y me dijo hoy te lo voy a meter por atrás. Me hechó boca abajo en el sofá y comenzó a lamerme el ano, mmm que rico se sentía luego me metía de a poquito su lengua juguetona, haciéndome rosquillitas en el ano, yo ya estaba nuevamente en las nubes de tanto placer que le dije que me penetre de una vez por donde sea pero que lo haga.


Así fue entonces que agarró su verga que estaba tan dura y caliente, y lo acercó a mi ano y lo acomodó a la entrada de mi ano, poquito a poquito trató de meterlo pero nada que entraba, me ensalibó el huequito incluso me puso ese líquido preseminal que le salía pero nada, no entraba, entonces me dijo:

- Marcela eres muy estrecha, no puedo meterlo.
- Mételo como sea pero mételo Miguel. – le decía yo
- Ok, ya se, te pondré esta crema.
Sacó una crema de una caja de por ahí, me la untó en el ano y me dijo, que con calma se lograría, me pidió que me relajara. Tras buenos minutos de caricias, besos me dijo: solo lo sentirás cuando esté adentro, por lo visto paso a paso ya hemos logrado abrir campo. Así como me dijo colocó la pomada esa en mi culo, se colocó un poco en el pene y nuevamente colocó la cabezota de su pene en la entrada a mi ano, me tomó de las caderas y aaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh, que dolor, me encajó semejante verga, semejante grosor en el ano, me salieron algunas lágrimas del dolor que se convirtió en placer, entonces Miguel comenzó con un magnífico mete saca mete, que me hizo volar de placer, que rico se sentía, ese dolor tan apetecible, me dolía pero me gustaba. Entonces después de un buen rato así, entre su penetración tan excitante y placentera, entre besos que me daba, caricias, me masajeaba la vagina, me hacía unas caricias que me llevaban a la luna junto a ese mete saca tan bien ejecutado, hasta que sentí que su pene se hinchaba de gran manera, entonces supe que se trataba de algo que yo ya conocía, pues aquella vez que lo conocí sentí esa misma sensación pero con su pene en mi boca.

- ¿Miguel ya te vás a correr?
- Si marcela aaaahhhhh, que rico culito, que estrecho es
- Entonces sacalo para que le lo chupe.
- No mamita voy a eyacular esta vez dentro.
Y ni bien me dijo eso sentí dentro de mi como ese pene tan grueso duro y rico, bombeaba su primer chorro de semen, luego el segundo y así sucesivamente, me metió una enorme cantidad de semen (me dio la impresión que desde aquel día que lo conocí, él no hubiera tenido sexo).

Fue la mejor experiencia sexual que tuve hasta ahora, al margen de mi primera vez. Luego de ello nos estuvimos besando, nos bañamos como la otra vez y me llevó a mi casa. Desde entonces ya no supe más de él.
La verdad que prefiero el sexo anal, es lo mejor, claro que si mi pareja aguanta que me lo haga por ambos lados.

En adelante les contaré de mis siguientes experiencias sexuales, aunque nadie me complació y me hizo gozar como Miguel.


Besos a todos mis lectores. Comentarios a mi e-mail: chelita_linda2000@yahoo.es