el circo

Hola A todos mi nombre es Ana, tengo 29 primaveras y le voy a contar lo que me sucedio en el circo. Fue hace apenas dos semanas, mi esposo estaba de viaje, como siempre y yo estaba aburrida, deprimida, pero sobre todo caliente. Mi vecina me propuso que llevaramos a nuestros hijos al circo, tengo dos uno varon de 7 y una hembra de 9. A pesar de tener dos hijos me coservo en muy Buena forma, no es por nada pero todas mis amigas me envidian. Todas me dicen que soy muy bonita por mis ojos verdes y mi melena roja y puedo notar un poco de envidia cuando me chulean mi hermoso culo y my estrecha cinturita. Esa noche era muy calurosa asi que me fui muy ligera de ropa, un vestido blanco muy cortito pero muy delgadito, sin sosten, acentuado por una diminuta tanga y unas sandalias de tacon alto y delgadito. Cuando me vio mi vecina casi se va de nalgas, “Ana parece que vas a una disco de piruja” me dijo. El comentario me excito mas que molestarme. Sin decir mas nos subimos al coche y nos enfilamos al circo.

Al llegar a la explanada sucedo algo curioso, toda la gente me miraba. Yo podia sentir las miradas lascivas de los hombres. Algunos incluso se aventuraban a aventarme vulgares piropos como “A esa de blanco yo me la atranco” o “Preciosa te gustaria vergotitas o vergototas”. Aunque los ignore con desden, puesto que era una dama decente, el el fondo me gustaron. Tambien pude sentir las miradas de envidia de las mujers que me miraban con desprecio porque sus hombres no apartaban la vista de mis bien torneadas piernas.

En fin nos dirigimos al circo, mi vecina quiso entrar a la arena de los animales pero mi hija queria ver a los payasos, asi que nos separamos. En el primer acto aparecieron los payasos, mi hija los vio y despues perdio el interes. En el Segundo acto aparecieron los trapecistas y fue cuando yo me quede atonita. Su ropa pegada al cuerpo dejaba ver que los dos poseian tremendas vergas yo estaba baba caida no me dicuenta cuando mi vecina llego “Ana estas segura que no quieres ir al otro lado tiene girafas” esto convencio a mi hija quien se marcho de imediato, yo me quede boquiabierta mirado los esculturales cuerpos de los trapecistas. Sin darme cuenta ya me estaba tocando mi rajita, estaba toda mojada, no habia duda necesitaba verga. Desafortunadamente, el acto acabo pronto y siguieron otros actos a cual mas aburridos. Sin darme cuenta me quede dormida con las piernas abiertas y la mano en mi raja.

Cuando desperte una cara conosida estaba enfrente de mi, era el trapecista “Pero mira nadamas que tenemos aqui” exclamo. “Una perra caliente en busca de verga”. Cuando abri bien los ojos me di cuenta que el circo esta vacio a exepcion de los dos trapecistas, un payaso gordo, un malabarista, un negro gigante como de dos metros y bien musculoso (probablemente un cargador), y el presentador del circo, un joven Delgado muy apuesto. Yo estaba en una position que me hacia ver como toda una puta. El vestido subido, las piernas abiertas, la mano en la panocha y el aciento mojado. Sin decir mas el primer trapecista se bajo los pantalones y se saco una tremenda verga muy curveada hacia la derecha “Andate puta mama verga” me dijo mientras me la ponia en la boca. Yo estaba helada no sabia que hacer. Me daba miedo, nunca le habia sido infiel a mi marido, pero estaba demasiado caliente y la tranca estaba en verdad apetitosa. Me negue timidamente y me hice hacia atras solo para encontrarme con la verga mas gigantesca que haya visto jamas muy cerca de mi cara, le pertenecia al negro. Trate de levantarme pero una mano me detuvo, era el anuciador, quien aprovecho para meter mano debajo de mi vestido y para mi desgracia (o suerte ) comprobo que estaba totalmente mojada. “Esta perra esta caliente” les dijo al tiempo que me despojaba del vestido. Ahi fue cuando ya no me pude contener: sola, caliente, mojada,vestida solo con tanga y tacones, rodeada por media docena de vergas paradas y apuntando hacia mi.

El anunciador sin soltarme me pregunto “Verdad que andas buscando quien te quite lo caliente” al mismo tiempo que me quitaba la tanga. Yo le respondi con la cabeza, pero ya no conteste, mis manos ya tocaban la verga de uno de los trapecistas. El anunciador no perdio tiempo y de un solo empujon me enterro toda su verga. Parecia que tenia tiempo sin coger porque me clavo como una vestia, me la metia hasta los huevos con una fuerza espantosa, yo tenia las vergas de los trapecistas en las manos y las chaqueteaba, pero la cogida era tan brutal que no me podia concentrar. Las vergas eran tan hermosas, los trapecistas eran gemelos y las tenian iguales cabesonas, llenas de venas y chuecas. Yo estaba en el cielo chaqueteandolas cuando el mounstro del negro me la acerco a la boca y me ordenaba “Traga verga perra”. Era hermoso una verga en mi puchita, cogiendo como un piston, una tranca en cada mano chaqueteandola y una tremenda vibora en mi boca. Solo de mirarme ahi me vine otra vez. En realidad no se si fue el sentimiento de verme tan puta o el chorro de leche caliente que recibi en mi panocha, el caso es que me vine deliciosamente.
Apenas se salio el anuciador me preguntaron a quien queria ensequida, yo respondi sin chistar “A los dos, los quiero juntos, desde que los vi ya me imaginaba ser cogida por esas vergas, cojanme sin misercodia, metanmela como si no hubiera otro dia, quiero vergaaaaaaaa, yaa cojanmeeee”. Yo misma me sorprendi de lo puta que me conporte. Sin decir mas se pusieron uno abajo y otro arriba. Y por lo caliente que estaba y los mecos del primer guey yo estaba bien lubricada, asi pues los dos trapecistas me la clavaron por mi puch
a al mismo tiempo. Fue maravilloso sentir dos vergas al mismo tiempo, me corri de volada, me senti desmayar pero estaba demasiado caliente. Yo misma les decia “Denme mas quiero maaas, mas rapido, mas profundo, quiero pitoo. Asi papi Metanmela toda los dos no pareeen, estoy bien calienteee mas chileee”. Los vatos no lo podian creer, yo estaba ensartada por dos vergas y todavia pedia mas. El negro me agarro de la cabeza y me clavo su piton en la boca y ya no pude hablar mas, solo gemia. Mientras mamaba aquella boa de hierro, no me cabia toda pero el negro empujo y empujo hasta que me la metio hasta la garganta.yo sentia que me desmayaba dos vergas en mi pucha y una tremenda tranca atravezada hasta las anginas mamando como desesperada y sin darme cuenta ya estaba pajeando al payaso. Me senti la perra mas puta del mundo. Asi duramos como quince minutos que me arrancaron incontables orgasmos los trapecistas no aguantaron mas y se vinieron en una corrida que parecia no tener fin. Me llenaron mi chocho de leche caliente, aquello parecia un volcan erupted leche cuando retiraron sus vergas. Me dejaron caer como un trapo en el aciento toda llena de leche y exausta pero yo queria mas, yo queria al negro, queria saber si podia con esa enorme verga que le colgaba entre los pies.

Agarre aire y lo rete, vente papi, quiero que me cojas como la perra que soy. Cogeme hasta que me desmaye, quiero tu verga papi damela. El negro (se llamaba Lito) no parpadeo se me acerco y se sento en la banca y me dijo. “Puta caliente si quieres verga ya la encontraste ven sientate aqui”. La verdad la concha ya me dolia pero esa verga era demasiado Buena para dejarla pasar. Me acerque, me abri de piernas y me sente, quise clavarmela toda de un solo jalon, y pense que lo habia consequido pero solo fue la mitad, fue entonces que me di cuenta de la gravedad del asunto. Subi y baje intentando meterme todo ese garrote, pero parecia imposible y mi conejito ya me dolia. Lito me pregunto “En verdad la quieres toda” y le respondi “Si cabron, ya no me hagas sufrir metemea toda, atraviezame toda tu verga, quiero sentirla toda” Y el mendigo no se dejo esperar. Empezo un bombeo encabronado hasta que me la metio toda. Yo estaba en la gloria ensartada por esa mounstrosa verga, cabalgandola sintiedo cada centimetro que entraba y salia otro orgasmo me alcanzo, yo le seguia pidiendo mas, no queria que terminara nunca, le suplique “No pares cabron, asi asi papacito cojeme asiiii, matame cabron cogeme hasta mas no poder, quiero vergaaaaa”. Estaba tan asorta que no me di cuenta cuando el cabron payaso me empezo a dedear el culo. Cuando me di cuenta ya tenia tres dedos adentro. Enseguida el pinche payaso me la metio por el culo, ya no me importaba ni siquiera me dolio yo estaba en trance siendo cogida por aquella anaconda. Orgasmos me ivan y venian ya no podia contar, cuando los dos machos explotaron en mi yo estaba en el cielo, ya no sabia de mi. Yo era una masa de carne y mecos, leche me escurria por todos lados, estaba exausta, pero feliz era una puta muy satisfecha. Me llevaron a un camerino donde desperte una hora despues, mi vecina me llamaba al celular “pos donde andas cabrona, no te fuiste por ahi de loca verdad” ”no como crees el circo me aburrio y me sali a tomar una malteada” No le dije de que tipo de leche. Mis amigos del circo me despidieron y me dieron pases gratis para otra ocasion. Me dijeron que era una puta muy talentosa y que la proxima vez seria la estrella del show.