Desde que fui adolescente, siempre supe que eso de ser varón no era lo mío. Aunque procuraba guardar las apariencias, ocasionalmente cuando estaba a solas, usaba la ropa de mis hermanas, y alguna que otra de mi madre.
Relato
Ya casi terminando la escuela superior, digamos que perdí mi virginidad, anal y oral. Ya que Hernán, uno de mis compañeros de clase, estando en la practica de fútbol, no se como dio cuenta, de que yo usaba bragas en lugar de calzoncillos. Y un día estando en su casa, a donde me invitó a jugar en su computadora, sin darme oportunidad, se puso a luchar conmigo. Diciéndome que aquel que primero perdiera toda su ropa, perdía el juego.
Bueno Hernán que era del equipo de lucha olímpica, prácticamente en un abrir, y cerrar de ojos, me ha dejado completamente desnudo. Así que cuando me quitó hasta las medias. Dejé de luchar, ya que había perdido, pero fue que él entonces me dijo, que por perder tenía que pagar una penitencia. Y sin quitarse de encima de mi, separó mis piernas, y a pesar de todos los intentos que hice por evitar que me penetrase, finalmente cuando comencé a sentir que me enterraba su miembro entre mis nalgas, digamos que al principio me violó.
Ya en ese instante dejé de ofrecer toda resistencia, y así mientras que él comenzó a penetrarme, por un rato me quedé llorando, no tanto por el dolor físico, sino más bien por no haber podido evitar que me hiciera eso. Hasta que comencé a sentir algo que jamás había sentido en toda mi vida. Y al poco rato mientras que Hernan, continuaba metiendo y sacando todo su miembro de entre mis nalgas, yo no se ni como, ni por qué, a pesar de lo mal que me sentía, no tanto por el dolor, sino por dejar que me hiciera eso, comencé a mover mi cadera.
Así que a medida que Hernan continuaba empujándome toda su verga dentro de mi cuerpo, también comenzó a besarme, y lamer mi nuca, mordisquearse las orejas, al tiempo que sin parar de moverse, me decía que yo era su chica, su perra, su puta, en fin que él era mi macho. Yo que hasta esos momentos la verdad es que a pesar de no sentirme un varón, nunca había pensado en el sexo, es más ni tan siquiera me masturbaba. Por lo menos hasta esos momentos.
Al rato Hernán me apretó con mucha más fuerza contra su cuerpo, metiendo todo su caliente pedazo de carne dentro de mi culo, hasta quedarse quieto, mientras que yo sin dejar de mover mis caderas, gemía, y lloraba de placer.
Bueno después de eso. No conforme con haberme roto, y comido mi culo, como dicen en la calle. Hernán se lavó su verga, y convocándola frente a mi cara, me ordenó que se la mamase. Yo al principio, me rehusé hacer eso, me parecía de lo más asqueroso. Pero cuando me ofreció caerme a golpes, sino le mamaba su verga, no me quedó más remedio que ponerme a mamar.
Al prncipio cuando comencé a chupársela, estaba floja, pero a medida que mis labios, boca, y lengua comenzaron a succionarle, su rabo se fue volviendo a poner bien duro. Y cuando se le volvió a parar por completo, me lo ha vuelto a encajar entre mis nalgas, sin que yo me opusiera. Esa misma tarde después de haberme estado enterrando nuevamente toda su sabrosa verga, una y otra vez, mientras que yo como una loca, movía mis caderas, y le pedía que me diera más duro. Al volver a venirse dentro de mi, me ha dejado tirado a un lado, con todo mi culo bien abierto, y resumando se leche.
Al rato ya no tuvo ni que obligarme a que le volviera a mamar su verga, sino tal y como la sacó de entre mis nalgas, me dediqué a mamársela, hasta que volviéndosela a poner bien dura, al poco rato se vino dentro de mi boca, y garganta. Obligándome a que me tragase todo.
Bueno después de ese día me convertí en su cu chica, por decirlo de alguna manera. Así que aunque yo procuraba comportarme como un varoncito, estando a solas con mi compañero de clase, con que él tan solo me lo insinuase, me convertía en su chica, por no decir que en su puta. Y así seguimos manteniendo relaciones, en ocasiones en su propia casa, a veces en la mía, pero siempre de la manera más discreta posible.
Aunque yo para dichos encuentros, me vestía ya fuera con ropa usada, de mis hermanas, cuando estábamos solos en mi casa, o de hasta su misma mamá, cuando nos encontrábamos en su casa. Sin que nadie se diera cuenta. Fue cuando comencé a fantasear, con llegar a tener sexo, no tan solo con Hernán, sino con otros chicos de la escuela. Pero el miedo a que se burlasen de mi, y que todos me señalasen como maricón, digamos que evitaba que yo me diera a conocer con otros chicos. Ya que por otra parte, mi mayor temor era que me golpeasen, como acostumbraban a golpear a los maricones, en mi barrió.
Bueno yo procure en todo momento, en guardar las apariencias. Pero con lo que no conté fue que el mismo Hernán, por jactarse, comenzara a contárselo a otros chicos, quienes ya comenzaban a verme y tratarme de manera diferente. Bueno, a pesar de las constantes indirectas, me contuve, y como me veían tan serio, quizás llegaron a pensar que mi compañero de clases, era un hablador.
Aunque yo soñaba despierto con la mayoría de mis compañeros de clases, estaba más que seguro, que si le decía a alguno que si, el resto también iba a querer que yo los complaciera. Bueno, ya estaba por finalizar el curso, cuando mis compañeros y yo, salimos supuesta mente de excursión, la realidad es que nos fuimos a la casa de campo, de la familia de otro de mis compañeros de clases.
Donde desde que llegamos nos pusimos a beber cerveza, al parecer Hernán, y el resto de los chicos, se pusieron de acuerdo, y cuando mi novio, por no decir que mi chulo, me convenció fácilmente de que me cambiase de ropa, y le diera el culo. Una vez que me quité toda la ropa, y me vestí como él quería, lo dejé que él me lo empujase por entre mis nalgas. Fue cuando aparecieron de un solo golpe, todos mis compañeros de clase, bueno nada más los varones, ya que las chicas no asistieron.
Así que esa noche, me convertí en la única chica del grupo. Por lo que después de que Hernana terminó conmigo, y me lavé el culo. Con lo borrachito que yo estaba, sin que me lo pidieran comencé a comportarme como si realmente fuera una puta. Ya que cuando, no era que yo vestidito de mujer, me ponía a bailar para ellos moviendo mi nalgas, caminaba y hablaba como una chica.
Pero no conformes con eso, uno a uno, fueron comiendo el culo, o poniéndome a mamar sus vergas. Fue cuando, por decirlo así, se cumplió mi mayor fantasía, por lo que cuando alguno me clavaba su sabrosa verga, yo al mismo tiempo se la iba mamando a otro, al mismo tiempo que una y otra vez me masturbaba como un loco.
Pero cuando ya estaba por amanecer, fue que se hizo realidad mi mayor miedo, ya que no se que les pico, que varios de ellos, sin provocación alguna de mi parte, me cayeron a golpe. Dejándome muy mal trecho, tanto que tal, y como me encontraba salí corriendo, y me interné en el bosque. Estaba tan confundido que a medida que corría, me fui quitando toda la ropa de mujer, hasta que ya del todo desnudo, me encontré en medio de una carretera.
En la que los autos pasaban a toda velocidad. Bueno uno de esos autos trató de frenar, pero de todas maneras me golpeó, alguien me recogió tal y como me encontraba me llevaron a un hospital, ya que estaba muy golpeado, lleno de semen por todas partes, votando sangre por ojos, nariz, orejas, boca, y desde luego que también por el culo.
Yo me di cuenta que me recogieron, que me habían montado en una camilla, pero me hice el inconsciente, para ver que sucedía. Ya que se regó como pólvora que me habían asaltado, sodomizado, golpeado, y quien sabe que otras cosas más dijeron. La cosa fue que cuando recuperé el sentido, cuando me preguntaron que me había sucedido, yo solo dije que un grupo de tipos con mascaras me habían asaltado, y poniéndome a llorar le dije a los médicos y policías que me habían hecho de todo, me había atacado, y que tras golpearme en la cabeza, perdí el sentido, hasta que llegué al hospital.
Bueno aunque era más que evidente que había sido sodomizado, y era algo que yo no negué, la gente me agarró lastima, y hasta sintieron mucha pena por mi.
Una vez que me recuperé el temor de mis compañeros era que yo los fuera a delatar. Pero cuando Hernán me visitó en el hospital, apenas tuve oportunidad, le dije, que yo no iba a decir nada que los perjudicara, siempre, y cuando, cuando yo quisiera me satisficieran. Así que uno a uno, los fui obligando a que volvieran a tener sexo conmigo. Pero sin necesidad de golpearme. Yo por mi parte me encantaba que me dieran por el culo, o ponerme a mamar sus vergas.
Después de la graduación, decidí estudiar en la ciudad, aunque ocasionalmente regreso a mi pueblo, en donde aun quedan algunos de mis ex compañeros de clase, los que me hacen el favor cada vez que yo se los pido…
Yadira y yo que me llamo Luis, llevamos varios años de casados, pero no nos consideramos una pareja común y corriente, ya que desde que éramos novios nos dimos cuenta que tanto ella como yo somos personas de mente abierta, ella no se considera dueña de mi cuerpo, ni yo tampoco me considero dueño del suyo, por lo que si nos place en algún momento llegar a tener relaciones con otra persona, las disfrutamos abiertamente, sin que por ello el amor que nos sentimos mutuamente se vea lesionado o disminuido. En ocasiones tanto ella como yo también le damos rienda suelta a nuestras fantasías, con la completa colaboración tanto mía como de parte de ella.
Relato erótico enviado por narrador el 13 de March de 2011 a las 21:45:11 - Relato porno leído 121179 veces
es rico usar hilos mas si te ven y te tocan mas si te miran y luego no te quieren dejar de coger lee mi relado
Relato erótico enviado por Anonymous el 02 de June de 2012 a las 22:38:28 - Relato porno leído 89856 veces
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Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 20:27) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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