El deseo me quemaba...

Ya hacia varios dias que estaba excitado. Pensaba en muchas formas de placer. Como soy unisexual, los placeres pasaban desde fantasias en una vista a un medico que debiera hacerme un tacto anal, o hacer una experiencia con una linda travesti o una excitante sesion de sexo bajo la ducha con una bonita mujer. Todas sumaban a las ganas pero era mi cola la que me estaba pidiendo algo excitante en esta oportunidad. Los pensamientos de la visita al medico siempre rondaban por una camilla especial donde me pondria buca abajo y plegaria una parte para que mis piernas bajaran y quedar arrodillado y recostado boca abajo. Entonces por algun mecanismo el separaria las posapiernas y dejaria mi cola bien abierta y ofreciendose. Discretamente al principio me untaria el agujerito con mucha vaselina, como suelen hacerlo, y haria un primer tacto con un solo dedo. Al ver que no reaccionaba sino con cierto murmullo me decia que necesitaba ir mas profundamente y que podria molestarme un poco. Entonces metia dos dedose iba abriendose camino para tocarme mas adentro. Los giraba para buscar lo que ambos sabiamos que no estaba buscando. En un momento se puso del lado de la camilla hacia el cual yo miraba y pude ver que debajo de su ambo se mostraba tieso y abultado un hermoso pene que inmediatamente desee. Asi que para darle mas seguridad, cuando el introdujo nuevamente sus dedos yo levante atrevidamente mi cola hacia el y luego aprete las nalgas para sentir el contacto mas intensamente. Deje escapar un gemido inequivoco de placer y al ver que el hundia mas sus dedos, ya en forma sensual, estire my brazo y busque su entrepierna para acariciarle su hermoso tronco al que imaginaba grueso y totalmente depilado. Obviamente su destino final seria mi boca y mi hoyito. Esa idea me excitaba tremendamente. Y asi las otras fantasias me dejaron con un homigueo interno. No teniendo mas que hacer ya que vivo solo, comence el habitual camino hacia las mejores masturbaciones que suelo tener. Me comence a lavar internamente a la par que iniciaba el gozo. Fui introduciendo el tubo flexible del duchador, previo desenrroscarle el cabezal y fui dejano fluir el agua. Relajando bien el ano mantenia una corriente que me iba limpiando por dentro. Cada vez mas profundamente ya que de por si, me resulta muy placentero ir vaciandome con el agua ay sentir como el fino tubo se va metiendo dentro mio y sintiendo como avanza por mi intestino a medida que va quedando libre. A veces lo siento en el medio de mi vientre y eso me excita mas aun. Asi que deje todo limpio y me lubrique mucho el ano y el interior. Debe ser suave asi que me entretuve metiendome los dedos y lubricando prolijamente no solo el agujerito y su alrededor sino tambien metiendo gel adentro para que los consoladores resbalen bien. Tome el primer dilatador anal y le ate como siempre un fino cordon, por que cuando los meto,con contracciones de mi cola, los hago entrar dentro. Despues puse el segundo, de igual modo, pero ya mas grueso, y lo hice seguir el camino. Asi lo repeti varias veces, para sentir la progresiva dilatacion que cada vez los hace entrar mas facil y prepara mi hambriento agujerito para la verdadera maraton.
Pase varias horas haciendo esto y gozandolo. Me gusta caminar desnudo por mi departamente con los dos dilatadores aderntro, sintiendo como rozan mis intestinos. Cuando ya senti que estaba poniendome a punto, saque el verdadero consolador, un vibro grande, con base gruesa, al que hago entrar hasta casi dejarlo adentro. Ese temo que se trabe y no pueda salir por eso lo controlo bien. Entonces me sente en mi silla de lectura y lo deje entrar hasta que quede bien sentado y apoyado, con el bello tarugo metido hasta la perilla de velocidad. Mi ano estaba hermosamente dilatado por lo que lo podia hacer entrar y salir a mi gusto. En esos instantes me dan ganas de tener una enorme verrga como la de Mandingo a mano para enterrarmela hasta el estomago. Comience a apretujarlo con contracciones de mi ano que me fueron levantando la temnperatura.A veces se me escapaba y gritaba de desesperacion para volverlo a meter. Ya bien abierto lo someti a su siempre deliciosa prueba de fuego. Tome un paraguas de esos mdernos, con mango casi cilindrico y no muy grueso y apyandolo en un rincon hice entrar el mango, cosa que ocurrio muy sueltamente. Tome un segundo paraguas similar y apoyando la cabecita al lado de la otra, lo mande hacia adentro, controlando la entrada con movimientos de mi cadera y flexionando las rodillas hasta que estuvieran juntos y ocupando bien la entrada. Finalmente, tome el consolador grueso y apoyando su cabeza por el costado de los dos mangos, comence a presionar en mi colita que al principio se negaba a dejarlo entrar. Se resbalaba hacia un lado u otro y las maderas de los mangos no cedian ni un milimetro. Por fin, pude hacer que apenas encontrara un resquicio entre las dos, un pequeño desnivel que dejaba un minimo espacio y por ahi lo mande al ataque. Comenzo a abrirse paso mientras yo sentia como se iba estirando, noble y resistente como siempre y senti a grueso pene de goma entrar por fin dentro de mi, sintiendome inundado de los jugos anales, que cuando esta limpio tiene un perfume muy particular y muy excitante. Cuando se pudo quedar comodo, lo sacaba de tanto en tanto y me lo metia en la boca, chupandolo como si fuera una verga real. Metia mis dedos en mi agujero y los sacaba empapados y me los chupaba. Luego volvia a meter el consolador hasta que entendi que ya no aguantaria mas. Entonces mande todo hacia adentro, al extremo, con los dos mangos de los paraguas y la verga de gel metidos hasta lo maximo posible y en la excitacion de sentirme colmado de pijas hasta el maximo, comence a sacudir la mia propia primero suavemente, retorciendome para que el movimiento dentro de mi colita me excitara hacia el climax y luego con mayor y creciente velocidad hasta que pude acabar entre gritos ahogados de placer. En ese instante desee meterme todo y que quedara pero siempre lo pienso y dejo que vayan saliendo mientras los chupo y saboreo mi interior. Mi semen, que suelo tratar de derramar en mi mano o en algo donde no se caiga, lo llevo a mi boca y lo saboreo, ya sea pensando que esel mio en realidad o que es fruto de una buena chupada de una gruesa verga bien depilada, como la del doctor de mi fantasia.
Asi, ya calmo, vuelvo a mi vida normal hasta que vengan las proximas ganas y viendo cual fantasia sera la que me lleve a estas hermosas sesiones de deseo por mi mismo, queno es mas que eso disfrutar de una buena masturbacion.