Carla es mi amiga y antes que nada he decir que es lesbiana, lo que sucedió aquella noche no atribuye a un cambio en sus preferencias ni a una conquista mas para mi, fue solo un desliz, un dulce momento que disfrutamos los dos y seguimos siendo amigos como siempre.
Relato
Déjenme hacer un poco de historia, conocía a Carla hacia como 3 años y su sinceridad fue lo que mas me gusto, ella es lo que acá en México conocemos como Mari-macha es decir mujer que le gusta vestir de hombre, trabajaba como bailarina en un night club (no se como se llamen en otros lugares pero es donde las chicas se desnudan bailando) obviamente que para ese trabajo debía vestir como mujer y con ropa muy provocativa, pero fuera del trabajo siempre usaba ropa de hombre y ocultaba su cabello dentro de una gorra, se las voy a describir para que sepan de que estoy hablando, es una mujer menuda, como de 1.50 mts de altura y delgada pero bien formada, su cara es de un aspecto angelical, su mirada es misteriosa, sus labios parecen de muñeca, es rubia natural de cabello amarillo opaco y de carácter fuerte.
En aquellos años yo era el DJ del lugar y Carla goza de mi preferencia entre todas las chicas, como lesbiana tenia su pareja, Susana, una chica de 19 años muy bella y muy sensual a quien yo respetaba mucho. Las infidelidades también forman parte del mundo homosexual y Carla fue victima de una traición y lo peor de todo es que su pareja la había engañado con un hombre. Le herida era mas fuerte porque también estaba herido el orgullo propio, Carla recurrió a mi apoyo de amigo y a la bebida para afrontar el coraje y la decepción que sentía. Casi toda la noche estuvo metida en la cabina conmigo tomando, podía sentir su tristeza en su forma de hablar y veía su coraje en el brillo de sus ojos, es difícil decir las palabras correctas en esos momentos tan difíciles y solo le demostraba apoyo abrazándola y apretando su mano, la deje que se desahogara y la vi temblar de coraje. No fue suficiente toda la noche tomando y me insto a que la acompañara a seguir tomando, pedimos una cervezas al encargado del negocio y nos fuimos a seguir tomando en mi carro.
Carla no tenia a donde ir, vivía con su pareja y no quería regresar a esa casa y su familia la desdeñaba por sus inclinaciones sexuales, yo no podía llevarla a mi casa por mi familia así que anduvimos por la ciudad, las canciones acentuaron el sentimiento de mi amiga y a la vez su coraje, Carla gustaba de fumar marihuana y llegamos a comprar un poco, me dijo que la llevara a un motel a pasar la noche y para que siguiéramos tomando, a mi me gusta tomar pero me controlo porque se que debo manejar así que no seguía su ritmo, las cervezas casi se terminaban cuando entramos al motel y Carla me pidió que le comprara un “seis” solicite el servicio a recepción y entre con ella a la habitación a esperar que las llevaran para pagar.
Algo que me gusta mucho de Carla es que en su trato conmigo ella siempre demostraba ser todo un hombre y yo le correspondía tratándole igual que a un amigo, tanto así que a veces olvidaba que trataba con una mujer, las palabrotas y los golpes un poco fuertes era parte de nuestro vivir. Recuerdo perfectamente sus palabras cuando quise dejarla sola en la habitación del motel “No seas culero no me dejes sola, chingate otra conmigo, vamos a tomar por culpa de esa pendeja y del ojete que me la quito, todos los hombres son unos culeros. Tu no wey porque tu no eres hombre, tu eres mi amigo”
Por dentro me reía de sus cometarios pero no dejaba que la sonrisa asomara a mis labios porque Carla pensaría que me burlaba de su desdicha. Las horas transcurrían lentamente y yo quería regresar a mi casa porque mi familia se iba a preocupar y como en aquellos años no eran tan comunes los teléfonos móviles y en mi casa no había teléfono no me era posible avisarles donde estaba. Cuando mi mente se ocupaba de esos pensamientos Carla salio del baño a donde había entrado para fumarse un cigarro de mota ya que sabe perfectamente que no tolero el humo de cigarro y menos el de la marihuana, su mirada estaba perdida, enrojecida de la marihuana y de tanto llorar se abrazo a mi y me dijo “eres un cabron a toda madre, lastima que no seas vieja para poder amarte” las palabras de Carla penetraron profundamente en mi mente, nunca había siquiera pensado en ella mas que como amiga y lo que me dijo me turbo mucho.
Ser pareja de Carla era un privilegio porque era sincera en todo y cuando amaba, amaba de verdad y sentí pena por Susana y por la oportunidad había dejado ir, sabia muy bien que nuestros destinos no estaban marcados para seguir el mismo rumbo pero no deje de envidiar a quien se ganara su amor.
Yo no pensaba en ella como mujer y su cercanía y su contacto no provocaban ningún deseo sexual y menos viéndola vestida de hombre pero en determinado momento su cara junto a la mía busco mis labios, me beso suavemente acariciando mis labios con los de ella. Yo permanecí impasible, no correspondí a su beso y espere a que terminara y se separara de mi seguro de que todo era producto del momento que estaba viviendo. Su voz sonó cargada de rabia “ahora si ya valí madre, no puedo provocar a otra mujer y ni siquiera a un hombre” me aleje un poco de ella y me dispuse a irme, sus ojos se llenaron de lagrimas y regrese para abrazarla. Mi mente era un caos, Carla es la amiga perfecta, con la que puedes contar siempre y jamás nos habíamos defraudado el uno al otro, ahora no sabia que hacer, responder a sus besos y arriesgarme a que el día de mañana me culpara de aprovechado o dejarla sola y sentirme culpable por abandonar a un amigo cuando mas me necesitaba, en medio de todos esos pensamientos Carla entro al baño y salio vestida con uno de los vestidos mas provocativos que tenia y con una voz por demás sensual me dijo quiero que me hagas sentir mujer. Camino de manera atrevida y se dejo caer en mis brazos, la acaricie tiernamente, recorrí con mis dedos su carita y me acerque para tomar con mi boca las lagrimas de sus mejillas y así llegue a su boquita que me esperaba sedienta de besos, rozaba apenas mis labios con los de ella, era mas que un beso una caricia con los labios, Carla suspiraba muy quedito y así fui llegando hasta su cuello que era como una cascada de agua limpia, blanco y perfecto, deje que mis labios recorrieran cada parte de su cuello desde su nacimiento hasta la nuca, apartaba su cabello para completar el recorrido y de paso su lóbulo auricular se metía entre mis labios.
Sus manos pequeñas estaban dentro de mi camisa y con la yema de sus dedos palpaba mi pecho y mi espalda produciéndome un delicioso cosquilleo, su cuerpo junto al mió demostraba la entrega total y a partir de ahí olvide que estaba con un amigo, centre mis pensamientos y mis caricias como lo habría hecho con cualquier mujer… no perdón, no con cualquier mujer porque ella era y es especial.
Su pecho tibio se hinchaba a cada suspiro y mis labios no tardaron en llegar a sus pezones, pequeños como botoncitos de rosa el primer día de abril, dirán que exagero pero tenían un dulce sabor, con los labios los aprisionaba y arrancaba de Carla quejidos intensos de placer, yo soy nalgoncito y carla no se quedo con las ganas de acariciarme las nachas utilizaba mucho las yemas de sus dedos para acariciarme y seguía recorriendo mi espalda bajando su mano para apretar con fuerza y delicadeza mis nalgas. Sus labios llegaron hasta mi pecho y rozaba con sus labios toda su extensión, con mis ojos cerrados disfrutaba en silencio de las caricias de quien sabe como tocar y como excitar a otra persona, apenas me di cuenta cuando sus manos desabrochaban mi pantalón y me bajaban el zipper, con un movimiento brusco bajo mis pantalones y mi verga salto desafiante. Pasaba la parte exterior de su mano por mi pene y con sus manos apretaba suavemente mis testículos. Nunca esperen que una lesbiana les haga una mamada y esta vez no fue la excepción, con suavidad pero con fuerza me fue empujando sobre la cama, se recostó sobre mi y volvió a besarme pero esta vez con mas intensidad sus labios mordían los míos y esas mismas mordidas se repetían en mi cuello y en mi pecho, las manos estrujaban mi cabello con fuerza pero sin llegar a causarme ningún dolor, con la misma actitud que tuviera una tigresa fue subiendo sobre mi cuerpo y posiciono su pelvis sobre mi cara, no tardo mi lengua en empezara recorrer toda la extensión de su rajita. Disfrutaba de ese exquisito sabor de hembra ardiente y me deleitaba al escuchar los sonidos de su boca entregada al placer. Carla presionaba su pelvis sobre mi cara impidiéndome a veces respirar pero eso no fue impedimento para que mi lengua la acariciara exhaustivamente hasta hacerla temblar de placer, un orgasmo fue poco para ella y de inmediato descendió sobre mi cuerpo, tomo mi pene y lo apunto a su vagina y se dejo caer encima de el, sus recortadas uñas presionaban mi pecho sin causarme ninguna molestia al contrario me daban mucho placer, veía su rostro mas bello que nunca, las muecas de placer la convertían en una de las mujeres mas hermosas que habían compartido la cama conmigo, levante mis manos para tomar sus delicados pechos entre mis manos y apreté con mis dedos sus pezones, eso fue el detonante de su segundo orgasmo durante el cual se levantaba sobre mi y se dejaba caer casi con furia, el cansancio se apodero de su cuerpo y dejo de moverse sobre mi, la recosté boca abajo en la cama y me dedique a acariciarla, sus nalguitas eran pequeñas pero bien paraditas y firmes y mi boca se deleito llenándolas de besos, su espalda blanca igual que el resto de su piel también disfruto de mis besos y de las caricias de mis manos, cuando sentí no aguantar mas la monte y la penetre desde atrás, me movía con la misma cadencia de una péndulo y retenía mi respiración para gozar mas, su vagina era estrecha pues tenia mucho tiempo sin recibir adentro algo que no fuera una lengua o un dedito y cuando sentí a Carla empujarse con fuerza hacia mi me salí intempestivamente para evitar algo no deseado ya que en esos entonces aun era fértil (me hice la vasectomía hace varios años) y termine en sus nalgas y en su espalda, quise acariciar con mi lengua su clítoris para que terminara otra vez pero ella ya no me lo permitió, y volviendo a besarme se fue quedando dormida en mis brazos, se acurruco junto a mi y nos dormimos desnudos y abrazados.
Hola saludos mi nombre es joselyn,
Tengo 43 anos ,
vivo en el DF,Mi marido es pablo tiene 52
anos ,Tenemos un hijo de 18 anos ,
Relato erótico enviado por Andytorres el 08 de December de 2015 a las 21:47:15 - Relato porno leído 145821 veces
Si te ha gustado EL DESLIZ DE CARLA vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.
Por eso dedica 30 segundos a valorar EL DESLIZ DE CARLA.
Neofilder
te lo agradecerá.
Comentarios enviados para este relato
katerine moreno
(8 de August de 2012 a las 00:12) dice:
de verdad me encanto tu relato, y tu gran manera de expresarte.... y lo mejor que suguen siendo amigos......... Lokita14
(4 de July de 2012 a las 03:04) dice:
EXCELENTE RELATOOO ME ENCANTO... QUE BIEN ESCRIBES chantajista
(23 de June de 2009 a las 23:23) dice:
no cabe duda supiste sacar, lo mas excitante de una situacion y plasmarlo en algo muy bello sin necesidad de escribir tanto morbo y paja, gracias por deleirarnos katebrown
(18 de October de 2022 a las 21:25) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF fascinante
(16 de February de 2010 a las 23:27) dice:
muy buena anecdota coronelwinston
(15 de June de 2009 a las 18:57) dice:
¿Qué puedo decir Neofilder? Sencillamente "Chapeau".
Me quito el sombrero. Sabes que disfruto leyendo relatos de nivel. Y este lo es. Por su historia, por como lo cuentas, por lo que enseña. Una historia perfectamente contada. Te felicito y te envío un fuerte abrazo. marianolopez
(15 de June de 2009 a las 12:09) dice:
Le felicito Neofilder, sólo suelo leer a Coronelwinston y a usted. Muy bueno su relato. Supreme
(15 de June de 2009 a las 07:34) dice:
buen relato... aunq hoy ni tu majestuosa manera de escribir pueden qitar este dolor tan grande sigue asi...tocayito :'(
Registrate
y se el primero en realizar un comentario sobre el relato EL DESLIZ DE CARLA.
Vota el relato el relato "EL DESLIZ DE CARLA" o agrégalo a tus favoritos