El dia que me rompieron las pantimedias ( CON fotos)

Lo que les voy a contar en esta oportunidad no es de los recuerdos más agradables que tengo, como ya les había adelantado en mi anterior relato de como consegui este trabajo, que iba a tener momentos malos, bueno este fue uno; y lo hago en un intento de desahogarme más que para que les guste, porque realmente la pase muy mal, y también entiendo que es una vivencia increíble por lo sumamente difícil de creer, pero para mi desgracia y recuerdo horrible, me sucedió. Me ocurrió en el invierno pasado (2013), era julio y hacia mucho frio, lo recuerdo bien porque estaba vestida en forma muy abrigada, con pantimedias opacas color champagne, falda de corderoy y botas caña alta, arriba llevaba puesta una camiseta de lycra, camisa y sweater.
Recuerdo que mi jefe había viajado a la capital por un negocio inmobiliario, posterior a haber despedido a un operario paraguayo por trabajar alcoholizado. Eran como las 18 horas, ya estaba oscuro, cuando ingreso Don Ayala, el operario despedido, que tendría unos 55 años aproximadamente, y sino, los aparentaba por lo maltratado del trabajo y los excesos de alcohol. Por supuesto que estaba borracho y venia directamente a buscar a mi jefe para increparlo, recuerdo que se puso muy violento cuando le comunique que no se encontraba, que había viajado, no me creyó e ingreso al despacho casi tirando la puerta y vociferando que se la iban a pagar, yo para esto ya estaba temblando del susto que me provocaba verlo tan fuera de si, y además no había nadie alrededor como para que me ayudara a sacarlo. Le pedí por favor que se tranquilizara y se fuera pero mas se irrito y mirándome fijo me dijo – vos no te metas porque si no me la vas a pagar vos- y miraba en torno a toda la oficina, giro hacia mi y me dijo- llámalo que venga el desgraciado o me desquito con vos- Yo seguía rogándole que se fuera pero solo logre que me agarrara por los brazos y me empujara contra un sillón que decora la oficina, caí sentada levantando las piernas del empujón, y se me abalanzo encima – pensándolo bien mamita vos vas a pagar por tu jefe- e intento besarme a lo que me resistí corriendo la cara y sintiendo la suya que me raspaba por la barba desalineada, el olor a alchol era insoportable, me respiraba encima de mi rostroy exhalaba alcohol. Siguió forzándome y besándome el cuello mientras le gritaba que me soltara – Dejeme en paz Don Ayala que yo no le hice nada- le increpe pero ya no me escuchaba. –Todos sabemos que sos la minita del jefe así que te voy a coger para que le de bronca al puto por despedirme- Y seguía manoseándome contra mi voluntad pero sin poder evitarlo por su fuerza, era muy corpulento y fortachón, ya casi me lastimaba de tanto apretarme los brazos. Comence a imaginarme lo peor, que me haría mucho daño, o me violaría a su antojo y si se pasaba de la raya y me mataba…las lagrimas comenzaron a rodar por mis mejillas. Sentí su bulto contra mi pierna derecha y me asuste porque me di cuenta que no tenia escapatoria y que este borracho estaba decidido a violarme. Le suplique pero mas me besaba, baboseaba y tocaba mis muslos y nalgas...le rogaba que no lo hiciera…-por favor Don Ayala no me lastime- y sollozando le segui suplicando que parara, pero a el no le importaba nada y parecía que mas lo calentaba y alentaba a seguir violentándome…era horrible sentirme tan vulnerable en brazos de este hombre corpulento y fuera de si, sintiéndome muy vulnerable ante un hombre dispuesto a usar de una mujer a su antojo, como si yo fuese un pedazo de carne.
En un momento en que sentí un poco de alivio a su presión fue cuando vi como se bajo sus pantalones y saco su pene ya erecto a la fuerza…no podía creer lo que estaba viendo y viviendo hasta se olia su olor a pene sucio y rancio, era un olorcillo fuerte y agrio…una asquerosidad y repugnante situación, aunque cerre mis ojos llenos de lagrimas no podía sacarme de la cabeza ese horrible pene negro y gordo… luego me levanto las piernas subiéndome la falda y con los dientes rompió las pantimedias en la entrepierna y con los dedos las rompió algo mas…todo ocurria tan rápido e irreal, yo estaba paralizada y aunque quería zafar no podía reaccionar ante tanta violencia tan rápida…- sos una putita divina y te voy a coger bien a lo hombre- me decía al tiempo que se acomodó entre mis piernas y busco el orificio en mis pantimedias para correrme la tanguita, a lo que yo trataba de evitar moviendo mi pelvis, pero logre que me abofeteara y me pegara una piña en las costillas, y asi si me quede quietita llorando ahora además de la humillación por el dolor del golpe… note cuando comenzó a apoyar su glande durísimo como piedra que sentí en mi vulva que al principio apreté tratando de evitar lo que sabia iba a pasar, y no se por que no gritaba desesperada, quizás el terror me paralizo o los nervios me jugaron una mala pasada…mientras ese gordo pene sucio y oloriento empujaba tratando de romperme, hasta que sentí mi vulva dejar de resistir a su embate, al contrario para mi sorpresa estaba húmeda y aunque me dolió por la acometida de golpe, sentí que toda su pija se enterraba en mi conchita… - ayayay…noo, por favor…ayayay…-llorisqueaba pero el seguía bombeándome su pija bien adentro como si nada, entrando libremente en mi cuerpo tembloroso, mis ojos llenos de lagrimas miraban el cielorraso y pensaba que esto no me podía estar ocurriendo…. Me agarro por la cintura se tiro sobre mi cuerpo para hacerme sentir todo su grueso pene bien profundo como dándome a entender que de ahí no pensaba retirarse… y sin pensarlo, casi automáticamente entrelace mis piernas sobre su cintura en un intento de relajarme y no sufrir tanto dolor físico y en mi orgullo, sintiendo como me penetraba toda su pija sin inconvenientes, crei desvanescerme por tan horrible momento teniendo a este hombre poseyéndome de una forma brutal… y de repente salio bruscamente para escupirse la mano y embadurnarse la pija con su saliva y también me ensalivo la conchita, para volver a penetrarme primero apoyándomela y al ceder un poco empecharme toda su carne otra vez bien profundo… ya no me dolía, ahora se movía muy resbalosamente dentro de mi conchita. – Ves como te gusta mi pija puta, mmm…te voy a llenar de leche para que le cuentes al hijo de putas de tu jefe- Lo escuchaba, pero estaba como absorta sintiéndome cojida por este borracho que tan rudamente lo hacia, sin yo poder oponerme y casi dejando que me penetrara. Su pija estaba durísima y caliente, que por suerte no era tan grande, sino mas bien gordita y la movía muy bien dentro mio…lo tenia pegado a mi, se podía oler el vahído a alcohol en el aire por su respiración y gemidos, me estaba cojiendo como un animal, autómata que con frenesí subía y bajaba entrando y saliendo tan rudamente que escuchaba el chasquido de su pelvis en la mía. Jadeaba y repetía -que putita linda sos Lorenitaaa- -como te gusta ser cojida-, que lejos estaba de la realidad porque con el jamás se me hubiera cruzado acostarme a mi voluntad, pero en esta situación solo podía soportar tenerlo bien dentro mio gozándome a su antojo…al tiempo que se salio bruscamente de adentro de mi cuerpo me agarro fuertemente y me dio vuelta para tirarme sobre el respaldo del sillón, dejando mis nalgas en alto…NOOO le grite por favor NOOO Don Ayala el culo NOO…y llorando estaba cuando lo sentí hundirse entre mis nalgas para chuparme la cola y embadurnarla en su saliva, me la escupia mucho hasta el punto de hacerme chorrear la saliva por mis muslos empapando mis pantimedias…-por favor, por favor Don Ayala, basta, basta- le rogaba, era tan horrible mi posición que me sentí un animal acorralado y maltratado, él se subio al sillón y separándome las nalgas con su mano izquierda, puso su pene duro y baboso en mi culito, para empezar a pecharlo e intentar metérmelo…no podía creer que me este pasando esto pensaba yo, ya que su gordo y duro pene comenzó a hundirse en mi ano….-ayyy, noo..por favorrr, ayyyaaayy- sentía que me quemaba el culo con toda su pija entrando en mi recto, que aunque trate de evitarlo haciendo fuerza fue en vano porque era tal el ardor que para ese momento ya la tenia toda adentro mio…y seguía llorando y maldiciendo a todos… para que no me duela tanto hice para atrás mi cola y peche como para ir de cuerpo sintiendo como comenzó a resbalarse el pene dentro de mi culo, yo lloraba y él gemia de placer cogiéndome por el culo, me la enterro completamente en el recto y me la saco toda para volver a meterla completa de un solo empujon…AYYYY…NOOOO…POR FAVOR BASTAAA…pero era inútil Don Ayala me cogia bien duro por el culo, haciéndome sentir tanto ardor e impotencia…ya no lloraba, sino que mis lagrimas saltaban de mis ojos, me sentía tan dolorida y empalada por ese viejo borracho asqueroso, que con su pija inmunda me cojia el culito que tanto yo cuidaba… no se cuanto habrá transcurrido porque para mi Don Ayala me cojio por horas…era tan rudo al bombearme que me estremecia entera - ah..me vengo te voy a llenar de leche el culo puta..siii, mi amorrr, toma mi lecheeeee…tomaaaaa- y mas se tenso dentro sintiendo mas duro y caliente su pene que se enterro por completo en mi recto, y me abrazo muy fuerte gimiendo y resoplando…- me vengooo…ahh…Lorenita…ahhh..tomaaaa mi leecheeee-y comenzó a tirarme toda su leche en mis entrañas era caliente y abundante y seguía bombeando y tirando su leche rancia dentro mi intestino, que se dilato de tanta leche a presión que me tiro…sin yo acabar por supuesto, debido a la situación violenta. Se quedo unos segundos encima mio con su pija dentro y luego se retiro limpiándosela en mis medias y falda, las medias y la tanguita estaban hechas un pegote con su leche y algo de mis jugos que involuntariamente segregue y otra cosa, llenando la oficina de olor a sexo, alcohol y demas; se acomodó el pantalón y se fue sin antes recordarme que solo se lo contara al cabron de mi jefe porque si lo hacia a la policía podría hasta matarme, dejándome a mi en el sillón con su semen tibio que ya me chorreaba por mis muslos, temblando de dolor, humillación, bronca y ardor de ano. Creo que asi estuve llorando, acurrucada por bastante tiempo, pensando en lo ocurrido y que debía hacer, pensé en denunciarlo a la policía pero la idea de contarlo a desconocidos y pasar por revisación y hasta quizás por la mala situación de que no me creyeran pensando en que lo incite a que me lo haga, me hizo renunciar a la idea y dejar todo entre don Ayala y yo, que por otro lado desde ese día nunca mas lo vi. Ni siquiera a mi jefe le conté lo sucedido.
Les recuerdo que pueden contactarse a lorepanty@hotmail.com