Doña Adela López Viuda de Martines era una mujer de cuarenta años, de conducta intachable. Se había quedado viuda hacia ocho años con tres hijos, dos varones, ahora de 22 y 20 años y una mujer, ahora de 18 años.
Tenía 22 años viviendo en el edificio, cuando llegaron de Chihuahua ella y su esposo con su hijo recién nacido, a poner una pequeña tienda de ropa en el puerto.
Todos los vecinos la respetaban, pues nunca había dado que hablar a nadie, además vestía casi como monja, con faldas muy largas y blusas muy cerradas.
Sus hijos Adán, Abel y Luisa eran muy educados y ella era la novia de Manuel Gonzáles, que la respetaba mucho.
Beto se llevaba muy bien con ellos, pues eran jóvenes estudiosos y muy correctos y en algún momento estuvo tentado a contarles su situación respecto a su madre, pero le gano la vergüenza.
Doña Adela era amiga de su madre y siempre le daba buenos consejos con respecto a su hijo y a la vida.
Cuando el hombrecillo hizo su pase mágico de costumbre el y Beto traspasaron paredes hasta llegar al departamento de los Martínez, llegando a la sala. No se veía a nadie y Beto pensó que no habría acción.
-¿Qué paso mi duende, donde están todos?
-Esperate y veras.
-¡Yaaa! Se me hace que esta vez te fallo.
-No lo creas, al contrario, creo que veremos cosas mas interesantes que con los Gonzáles.
-Pues solo que veamos una orgía completa.
-Esperate y veras.
En eso se escucho que alguien llegaba, era Adán que venia de la calle, con unos bultos en la mano que dejo sobre una mesa.
¡Maaa, ya llegué!
-Aquí estoy hijo, en mi recamara.
Adán se dirigió a la recamara de su madre y Beto y el hombrecillo fueron detrás de el. Lo que vieron casi les da un infarto. Adela vestida con un liguero negro con medias del mismo color, un brassier que dejaba ver unas grandes y hermosas tetas blancas como la nieve y unos pezones deliciosos, no traía pantaletas y se veía una raja grande u jugosa y algo húmeda. Sobre la cama se veía un consolador de buen tamaño con el que seguramente se había entretenido un rato. Lo más notorio era la cara de viciosa, de degenerada sexual que tenia, con las tetas erectas de excitación.
-Te esperaba hace rato mi vida.
-Se tardaron un poco las muestras, pero ya estoy aquí.
- Pues que bueno mi vida, porque estoy que ardo.
Adela se hinco entre las piernas de su hijo, le saco la verga y se la metió en la boca.
-Como me gusta mamárselas a ti y a tu hermano, me encanta tomarme la leche de los dos.
-A nosotros nos encanta que nos la mamen tu y Luisita, las dos son magnificas en esto.
A Adán la verga se le puso muy dura de inmediato, levanto a su madre y la abrazo por detrás, pegándosela a las nalgas, lo que puso a mil a Adela.
-Que hermoso culo tienes madre, como disfruto de el, me fascina.
-Ayyy mi amor, como me gusta que me lo digas y mas que me la metas por el culo, ya van para siete años que me lo rompiste y cada día lo gozo mas.
-Todavía recuerdo el día que nos sorprendiste a los tres desnudos con Luisita mamándonos la verga a Abel y a mí, pensé que nos golpearías y fue todo lo contrario, desde entonces soy feliz.
-Tu padre tenía un año de muerto y yo estaba muy necesitada, al ver la escena decidí que si ya lo hacían, mejor me unía a ustedes.
Abel tenía una verga grande y gruesa que dirigió al culo de su madre, esta se relajo y casi de un solo envite recibió todo el cilindro de carne en su ano.
-¡Mi vida! Sabes como me gusta que me enculen tu y tu hermano…..así mi amor….mas fuerte…..empájamela toda…….ugggg…….que placer….que delicia.
-Estas bien relajadita mami….¿estuviste jugando con el consolador?......ayyyy mami como gozo tu culo.
-Papito, ¿Por qué no me haces lo que me gusta?
-¿Quieres ahorita mami?
-Si mi vida, estoy muy cachonda y necesito algo mas.
-Bueno, voy a prepararlo.
Adán se salio del culo de su madre, fue a su recamara y regreso con un guante de látex y un frasco de aceite, Beto le dijo al hombrecillo.
-¿le va a dar masaje?
-Esperate y veras.
Adán se puso el guante y se embarro la mano de aceite, después unto el culo y las nalgas de su madre y le metió un par de dedos en el ano, masajeándole el culo para distenderlo.
-Ayyy mi amor, que rico siento, meteme otro dedo mas.
-¿Te gusta mamita, te gusta que tu hijo te masajee el culo, que te meta la mano en ese culo hermoso?
-Me encanta mi vida, me fascina tener tu mano en mi culo.
Mientras le metía otros dos dedos en el culo Adán paso su otra mano por debajo del vientre de su madre y le metió el consolador en la vagina lo que hizo que Adela pegara de gritos de tanto placer.
-¡Mi vida, estoy en la gloria, no te detengas….dame mas mi amor!
Adán junto sus cinco dedos y se los introdujo todos en el culo de su madre entrando la mano hasta la muñeca, Adela gritaba, suplicaba, maldecía, lloraba y pedía que no se la sacara, que le diera mas placer por ese ano abierto totalmente. De pronto la puerta de la recamara se abrió y aparecieron Abel y Luisa completamente desnudos, se veía que estaban cogiendo y los gritos de su madre los habían atraído.
-Bueno, ¿Qué no se puede coger a gusto en esta casa? Guau mami, te están dando lo que mas te gusta, tu masajito anal.
-Como te envidio mami-dijo Luisita- quiero relajar un día mi culo como tu, para que mis hermanos me metan la mano como a ti.
Adela ya no escuchaba ni veía ni entendía nada, solo disfrutaba y tenía orgasmo tras orgasmo.
-¡Uggg….ayyyyy…..affff….me vengo hijos de puta! Me vengo….me vació….que placer Dios mío….como gozo….dame mas mi vida.
Quedo tendida en la cama desmadejada, agotada y feliz, su cara de viciosa tenía una expresión de placer que daba asco. Adán saco poco a poco la mano del culo de su madre y el consolador de la vagina, se quito el guante y lo tiro en un cesto de basura, se volteo a Luisita y le dijo.
-Bueno hermanita, tendrás que acompletarme tú.
-Claro hermanito, pare eso estoy.
Luisita se hico entre las piernas de su hermano y le mamo la verga por un buen rato, después se levanto y se llevo a sus dos hermanos a la cama junto a su madre, acostó boca arriba a Abel y ella se subió a horcajadas sobre la verga y se la ensarto en la vagina levantando el culo para que Adán tuviera vía libre por atrás.
-Que hermoso culito tienes hermanita, desde que te lo rompí casi no ha dado de si, creo que esta noche vamos a darte un tratamiento de relajación especial.
-Como quieras hermanito, ya sabes que soy materia dispuesta.
Adán le metió la verga por el culo poco a poco hasta que entro toda y ya adentro empezaron los tres el mete y saca eterno del placer.
-Ayyy hermanitos, que feliz me hacen… como gozo de sus ricas vergas….y el idiota de Manuel ni la mano me toca pues cree que soy virgen…….ni de las narices.
Después de unos minutos estallaron los tres en un orgasmo triple ante la mirada cariñosa de su madre. Descansaron un rato para reponer fuerzas mientras Adela y Luisita les acariciaban las vergas hasta que recuperaron su tamaño.
-Bueno Luisita, lo prometido es deuda.
-¿Qué me vas a hacer hermanito?
-Vamos, algo que te va a gustar mucho y es el primer paso para que relajes el culo como madre.
-Pero no me lastimen.
.No te preocupes mi vida, ya veras como lo disfrutas.
Adán y Abel trenzaron sus piernas quedando juntas las vergas de los dos, su madre las unió con las manos y Luisita se sentó a horcajadas sobre ellas previa untada de aceite en sus nalgas y su culo, poco a poco fue distendiendo su culito hasta que entraron las cabezas de las vergas de sus hermanos, después dejo ir un poco el cuerpo hasta que entro la mitad y al final entraron las dos vergas por su culo. Se sentía empalada por las dos vergas, pero poco a poco le llego la primera ola de placer, cuando se dio cuenta ella misma bajaba y subía sobre las vergas de sus hermanos, así estuvo un buen rato hasta que los tres estallaron en un nuevo orgasmo.
-¡Uff hermanitos! Esto fue genial, mañana lo tenemos que repetir.
-Bueno bueno-dijo Adela- vamos a dormir para levantarnos mañana temprano, tu conmigo Adán, pues todavía me debes una venida y tu con tu hermana Abel, ya esta noche no le des por el culo pues debe descansar, pues mañana tiene que repetir lo de esta noche.
-Vaya familia-dijo Beto al hombrecillo
-¿Qué, crees que son los únicos?
-¿A poco hay mas en el edificio?
-Bueno, vamos a la casa de los García Orta
-¿También Don Jaime y sus hijas?
-Esperate y veras.
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