El Duende

El Duende




Cuando Beto tenia 15 años su padre los abandono, por lo que la vida les cambio a el y a su madre. Ya no pudo seguir en la escuela de pago donde estaba ni vivir en la exclusiva colonia donde vivían, por lo que tuvieron que cambiarse a otra de menor escala social. Su madre consiguió trabajo en una oficina federal en la ciudad de Veracruz y ahí se fueron a vivir.
En la colonia en que vivían la gente era muy alegre y atenta y mas en el edificio de departamentos donde ellos vivían, donde todos se ayudaban y aunque al principio se sintieron extraños, pues eran chilangos, poco a poco se adaptaron a los vecinos y se llevaron bien con todos. Los departamentos eran amplios hechos a “la antigüita” y tenían de tres a cuatro recamaras, muy funcionales todos y aunque pegaban pared con pared eran muy silenciosos pues no se oía nada del departamento vecino.
Así pasaron tres años y Beto termino la preparatoria y entro al tecnológico a estudiar Ingeniería. A sus casi diecinueve años Beto no tenia novia y muy pocos amigos, casi todos en el edificio donde vivían, pues en realidad Beto tenia un secreto. Amaba a su madre, que a sus treinta y seis años era un cromo de mujer. No podía sacársela de la mente y todo el día pensaba en ella. Tenía pensado ir a ver un psicólogo pues entendía que su deseo no era normal, pero se avergonzaba de si mismo; pero cuando iban a la playa y la veía en bikini sus hormonas se aceleraban a tal grado que tenia que llegar a su casa a masturbarse. Su madre algo notaba, pues últimamente le insistía mucho en que tuviera novia.
-Albertito……
-Si má, dime.
-¿Cuando me presentas una novia? me gustaría conocer alguna futura nuera.
-Y cuando me presenta tu algún novio.
-Hay hijo, desde que se fue tú padre me prometí no volver a tener hombre en mi vida, no quiero ser juguete de nadie.
-Pues haces mal, porque estas muy guapa.
-Adulón.
-Y muy buena.
-¡Beto! Que soy tu madre.
-Por desgracia má, por desgracia.
Así pasaba los días pensando en su madre día y noche y calmándose a base de puñetas.
Una noche, paseando se sentó en el boulevard del Burro Parado, frente al mar con sus pensamientos y cuando mas concentrado estaba escucho una risita a su lado, volteo y vio a una persona muy bajita, de casi un metro de estatura, de unos sesenta años y vestido un poco estrafalario.
-¿Y usted de que se ríe?
-De tus pensamientos.
-A chigao, chingao a poco usted lee la mente.
-Claro que si.
-Y ¿en que pensaba yo, si se puede saber?
-En el hermoso culo de tu madre.
Beto se sorprendió, pues en eso pensaba cuando descubrió al enanito.
-A chigao, ¿y usted quien carajos es?
-Soy Ducan McFly, duende irlandés para servirte.
-A chigao, ahora hasta europeo me resulto usted, y ¿que madres hace aquí en Veracruz? ¿Se vino al carnaval?
-No Beto, vine a ayudarte.
-¿A mi?
-Si, a ti que no sabes como hacerle para cogerte a tu madre.
Beto se quedo pensando “hace como tres años que queme marihuana con los cuates de la secundaria, pero no creo que sean efectos tan retardados. No tomo, no me drogo, ¿será el estrés?
-Así que tú las puedes todas.
-Bueno, casi todas, pero habla más bajo pues solo tú me ves y van a creer que hablas solo.
-¿Y como me vas a ayudar, vas a convencer a mi madre para que coja conmigo?
-No Beto, primero te voy a enseñar que no eres el único con ese deseo. ¿Recuerdas el cuento de navidad en que el espíritu navideño se le aparece al hombre avaro y lo lleva a ver a todos sin que los vean? Pues voy a usar la misma técnica y vamos a visitar a tus amigos y vecinos.
-Ay si, ahora resulta que usted es David Copperfiel.
-Ese es un duende pirata y puñal (marica) yo soy verdadero y miembro del sindicato de duendes, chamanes, genios y anexas.
El hombrecito hizo un pase mágico y de pronto Beto se encontró en la sala de la casa de los Gonzáles que vivían arriba de su departamento, el padre se encontraba en la sala leyendo el periódico, su hija Brenda de 18 años estaba en la cocina preparando la cena y su esposa y su hijo Manuel no de estaban a la vista.
-¡Ha cabrón, como le hiciste para traerme aquí!
-Te dije que usaría la técnica del espíritu navideño.
-Bueno, ya me trajiste aquí, pero solo veo a Don Pedro y Brenda muy tranquilos.
-Esperate y veras.
El hombrecillo repitió el pase mágico y aparecieron los dos en la recamara de Manuel. Este estaba sentado en la cama y su madre entre sus piernas mamándole la verga, los dos estaban desnudos muy ocupados en su placer.
-Sigue mamita… me encanta que me la mames antes de cenar…..te voy a dar mi leche.
-Si mijito…..ya sabes que me encanta tu lechita caliente…….pero antes dame por el culo……ya sabes que me encanta.
-Pues colócate en cuatro patas para metértela……lo tienes muy apretadito….casi tanto como Brenda…….y lo mueves muy rico.
La mujer se volteo y se puso en posición para ser enculada, ella misma se abrió las nalgas con su mano mientras Manuel se hincaba atrás de ella y le lamía el culo depositando saliva en el orificio anal, después dirigió la verga a la entrada y empujo el glande poco a poco.
-Que rico culo tienes mamita….desde que me los diste hace tres años no me canso de disfrutarlo….me encanta metértela cuando papá te tiene ensartada por delante….o cuando se la mamas.
-A mi también me encanta que me la metas hijito…..y mas cuando tu hermanita me mama la raja….o cuando tu padre la encula a ella…me gusta verlos mientras me enculas a mi…..me estoy viniendo mi vida…..me estoy viniendo con tu verga en mi culo……¡ayyy!....como gozo mi amor.
-yo también mamita…me vengo en tu rico culito….me gusta disfrutarlo antes de cenar como todas las noches…lo tienes riquísimo.
-¿Tanto como tu novia Luisa?
-¿Luisa? A ella aunque no lo creas no me la he cogido, para que si te tengo a ti y con esa madre tan puritana que tiene mas vale no buscarle pues va a querer que me case de inmediato y yo no estoy dispuesto a dejar de gozar contigo y Brenda.
Beto no creía lo que veía, unos de sus mejores amigos le estaba dando por el culo a su madre y por lo que comentaban también se cogia a su hermana, no pudo evitar tener una erección y llevar la mano a su verga.
-Si quieres jálatela pues ellos no te ven, pero te recomiendo que te esperes pues te falta todavía ver muchas cosas.
El hombrecillo hizo su pase mágico y aparecieron en la sala, ahora Don Pedro no leía el periódico, ni Brenda preparaba la cena, ahora estaban los dos en el sillón de la sala completamente desnudos y la tenía ensartada por la vagina, dándole caña.
-¿Te gusta la verga de tu papito mi vida?
-Me encanta papi, me gusta tanto como la de mi hermano…. desde que me desvirgaste hace cuatro años no he dejado de saborearla ni un solo día……me encanta mamártela y que me des por mi culito…..ayyyy…..como lo disfruto.
-Después de cenar te doy por el culo…… pues ya sabes que tu madre es muy tragona y no la aguanta, hasta que se le baje la cena.
-No te preocupes papito….para eso estoy yo….para que tu y mi hermanito me den por el culo …..después de cenar…..como todas las noches….me estoy viniendo papi…me estoy viniendo.
-Aguanta un poco mi niña….ya me viene la leche…..quiero dártela toda.
-La quiero en mi boca papi….quiero saborearla.
Brenda rompió el contacto se hinco entre las piernas de su padre y se metió le verga en la boca, con su mano la acaricio y de inmediato sintió la descarga de semen de su progenitor, recibió los primeros chorros de leche y la saboreo como le gustaba, acariciándole los huevos hasta que le saco la ultima gota de semen.
-¿Te gusta venirte en mi boca papito?
-Me encanta mi princesita, lo disfruto mucho desde las primeras veces.
Beto solo habría los ojos, así que sus amigos Manuel, Brenda y sus padres eran unos incestuosos, ya vería el que provecho sacaba de esto mas adelante.
-¿Ya viste como se divierten tus vecinos?
-Si Duncan, se la pasan de poca madre.
-Bueno, pues prepárate pues ahora vamos a casa de los Martínez López
-¿Cómo, doña Adela también?
-Vamos y veras……………….

Continuara