El hombrecillo hizo sus pases mágicos de costumbre y se transportaron a la casa de los García Orta.
Don Jaime era un hombre de 55 años “viudo” desde hacia 17 años, que vivía con dos hijas. Gloria y Marilu de 32 y 28 años. Gloria era “viuda” también y Marilu divorciada hacia 4 años. Don Jaime tenía una óptica en el centro de la ciudad y les iba bien en el negocio, por lo que tenían ciertas comodidades. Habían llegado al edificio 10 años atrás cuando acababa de “enviudar” Gloria y dos años después llego Marilu a vivir con ellos.
Había varios galanes que habían tratado de ligar con las mujeres, pero ellas los habían mandado a paseo, no se les conocía novio o amante a ninguna. Don Jaime también era asediado por algunas damas de cierta edad, pero el siempre elegantemente se negaba a entablar relaciones con ninguna.
Cuando aparecieron en la casa Beto y el hombrecillo, Don Jaime estaba sentado en la sala leyendo un libro, en la mesa del comedor se veían restos de su cena y ahora se tomaba una copa de coñac tranquilamente, mientras leía.
A pesar de sus 55 años era un hombre delgado, de cuerpo correoso y acostumbrado al ejercicio, a veces se ponía jugar con los chicos del barrio y les ganaba en el básquetbol o la cascarita de fútbol, su condición física era envidiable.
Después de unos diez minutos aparecieron por la puerta sus hijas, que venían del centro de la ciudad, donde habían ido de compras, traían unas bolsas con lo que habían
comprado.
-¿Ya llegaron mis princesas?
-Si papito, ya estamos aquí.
-¿Y que compraron? Si se puede saber.
-Al rato lo veras papi, es algo que te va a gustar mucho.
-¿Ya cenaron en la calle?
-Si papi, aprovechamos para ya no tener que llegar a preparar, ¿Y tu?
-Ya mis princesas, desde hace como dos horas cene pan y leche.
-Ummmm….entonces estarás bien cargadito para nosotras.
-Ustedes saben que no necesito, siempre logran sacarme hasta la última gota.
-Bueno, vamos a cambiarnos para enseñarte los modelitos que compramos a ver que te parecen.
-Ok, las espero.
Las dos hermanas se metieron en una recamara, donde estuvieron alrededor de 15 minutos, llamando a su padre después.
-¡Papi! ¿Puedes venir para acá?
-Allá voy mis reinas.
Cuando Don Jaime entro en la recamara se le lleno la pupila de lasciva, ahí estaban sus hijas vestidas con lencería en tonos rojo y negro, se veían realmente hermosas, pues lo eran, y buenísimas.
-¿Qué te parece lo que compramos para las próximas vacaciones?
-Muy bonito hijas, se ven divinas con esa ropa y de inmediato me reacciona la verga, no puedo evitarlo.
-Pues para eso nos la compramos papi, para estrenarla esta noche.
Don Jaime ya tenia la verga a punto de reventar por lo que Marilu se acerco a el, le bajo el cierre y se la saco. ¡Vaya vergón que se cargaba el viejo! De casi 12 pulgadas de largo, musculosa y venosa, cabezona y gruesa.
Marilu sin pensárselo mucho se hinco y se la metió en la boca, dejando mas de la mitad de fuera, pues no le cabía toda, con una mano le acariciaba el tronco y con otra los huevos. Gloria se acerco a ellos y procedió a desnudar a su padre acariciándolo y besándolo con pasión.
-¡Dios, que hermosa verga tiene mi papito! No entiendo como mamá pudo abandonarte por un idiota teniendo esta verga para ella sola.
-Por eso me dejo mijita, nunca me la aguanto toda y cada vez que se la metía, se quejaba de su tamaño; por eso agarro un fulano con la verga mas chica.
-Pues que tonta, al menos hay que agradecerle que nos dejo contigo y ocupamos su lugar, aun recuerdo la primera vez que la vi; tenia 15 años y llegaba mas temprano de la escuela porque se suspendieron unas clases y ¡Sorpresa! Te encuentro sentado en la sala y mi hermanita de solo 11 añitos mamándotela, aun recuerdo el susto, pero no por lo que hacían, sino por el tamaño de tu verga, la pobre Marilu no podía meterse mas de cuatro pulgadas en la boca.
-Ay, hermana era la cuarta o quinta vez que lo hacíamos y estaba aprendiendo a mamar, pero papito nunca se quejo, ¿verdad papi?
-No princesas, siempre han sido muy buenas mamadoras.
-Recuerdo-dijo Gloria- que ese mismo día me desvirgaste, en verdad tenia miedo, pero fuiste muy paciente con las dos, hasta que pudimos recibirla toda.
-Mis reinas, como no voy a serlo si las quiero tanto y me hacen tan feliz.
-Si, pero tuviste que esperar a que Marilu creciera mas para desvirgarla.
-Bueno, pero que tal ahora, son un par de mujeronas que cualquier tipo quisiera tener en la cama y me hacen disfrutar mucho.
Ya desnudo Don Jaime se acostó boca arriba en la cama y Gloria se trepo sobre el a horcajadas, dirigió el tolete a su raja y poco a poco se fue deslizando sobre de ella, cuando entro toda espero un rato y luego empezó a subir y bajar sobre ella.
-¡Que rico siento papi, no puedo vivir sin ella…….ugggg….como la gozo….es deliciosa……me encanta!
-¡Si mi niña….mueve tus caderas como sabes…..que rica raja tienes……que apretadita estas mi amor!
Marilu se agacho por atrás del culo de su hermana y le lamió los huevos y el culo a su padre, lo que lo puso a mil, reflejándose en la dureza de su verga, cosa que Gloria agradecía.
-¡Ayyy papito….que dura se te pone……que rica esta….ufff….como la disfruto!
-¡Ya saben que es solo de ustedes y de nadie mas…..desde que se fue tu madre solo con ustedes he cogido……están tan buenas y lo hacen tan rico…….si sigues me vengo princesa!
Gloria bajo las revoluciones, no sin antes tener ella un orgasmo que la hizo gozar mucho.
-Papito lindo….como gozo estos momentos.
-¿Se acuerdan cuando en León la gente empezó a hablar?
-Claro princesa por eso te tuvimos que casar.
-Ni me lo recuerdes, pinche Miguel, solo tenia seis pulgadas de verga y yo acostumbrada a este tesoro, nunca pude disfrutar con el.
-Por eso nos venimos a vivir aquí y a los dos años lo dejaste y te viniste con nosotros, aun recuerdo que recién llegada no querías separarte de la verga de papi, te la pasabas todo el día sobre ella.
-Si, pero tu la habías tenido dos años para ti solita.
-Lo bueno que con el cuento de que eres viuda nadie pensó mal y aquí la gente no se mete en la vida de los demás, estoy muy a gusto.
-Bueno papi, quiero, lechita como a mi me gusta-dijo Gloria- calientita y refinada.
-¿Cómo vez Marilu, complacemos a tu hermana?
-Claro papi, vamos a darle lechita.
Gloria saco de un cajón un consolador no muy grande y una botella de aceite, con un aplicador en la punta en forma cónica, Marilu se acostó boca abajo y se puso una almohada bajo las caderas, levantando un poco el culo, doblo ligeramente una pierna y Don Jaime se coloco tras de ella con la verga en ristre; Gloria metió un poco el aplicador en el culo de su hermana e inyecto un poco de aceite y luego le metió un dedo para relajarla.
-Ayyy hermanita, como me gusta darte lechita de esta manera, cada vez que lo hacemos lo disfruto mucho.
Don Jaime apoyo la cabezota de su verga a la entrada del culito de su hija y poco a poco empujo, hasta meterle la mitad, espero un poco para que Marilu se relajara más y después metió casi todo el pene, hasta quedar bien adentro de ella. Gloria entonces se coloco detrás de su padre y le metió un poco el aplicador por el culo, inyecto aceite y lo saco, se coloco detrás de el y le empezó a meter el consolador poco a poco, hasta que lo introdujo todo. Se espero un rato y empezó el mete y saca lo que se reflejo en el culo de su hermana, que sentía como se ponía mas dura la verga de su padre.
-Ayyy hijitas….que placer me dan…..como gozo este momento.
-Yo también papito….siento muy dura tu verga….la siento toda adentro…….uggg…que rico siento….quiero tu leche en mi culo…dámela toda.
-Papito hermoso…me gusta meterte el consolador…. Yo también gozo haciendo esto y estoy a punto de venirme….quiero mi lechita en el culo de mi hermanita….como me enseñaste a tomarla cuando éramos casi unas niñas….como me gusta.
Don Jaime sentía que se venia, pero retardo el momento para darle mas placer a Marilu, pues a ella le gustaba mucho que le diera por el culo, también a Gloria le gustaba, pero en Marilu era su principal vicio.
-Me voy a venir mis reinas….me voy a venir en este rico culito…… ¿estas lista Gloria?
-Si papito…estoy lista para tomarme mi lechita.
-Don Jaime tuvo un orgasmo de caballo, fue casi una lavativa en el culo de Marilu, la cual solo gritaba de placer.
-¡Si papito!….lléname el culo con tu leche….dámela toda…..como cuando éramos casi niñas y nos rompiste el culo….desde entonces amo tu verga en mi culito….me vengo,,, augggggg….me vengo.
Gloria se retiro de culo de su padre, se coloco debajo del culo de su hermana y la verga de su padre y este empezó a retirar la verga del culo de Marilu, como lo tenia muy relajado, empezó a resbalar la leche hacia abajo, cayendo en la boca de Gloria que empezó a tragar, Marilu contrajo un poco sus paredes anales para provocar que saliera mas y después gloria le metió la lengua en el abierto ano para succionar lo mas posible.
-Uggg…como gozo esto hermanita….me encanta que me chupes el culo….después de que….salio….la verga de…..mi papi….me estoy viniendo….de nuevo.
-Que rica lechita, me gusta mucho tomármela así, me gusta tener el sabor de los dos en mi boca.
Después de este encuentro descansaron y platicaron un poco de las épocas de León cuando eran unas niñas cachondas que se iniciaban en el sexo. La platica provoco en Don Jaime otra erección ante lo cual Marilu dijo.
-Bueno papi, ahora me toca a mí tomar mi lechita, tú sabes como me gusta.
-Pues dile a tu hermana que te la sirva.
Gloria ni tarda ni perezosa se abalanzo sobre la verga de su padre y se la metió en la boca, se la estuvo mamando un buen rato hasta que ayudada por su hermana, mamándole los huevos, sintió que ya venia el orgasmo de su padre; tomo un vaso que tenían sobre la mesilla de noche y dirigió la verga de su padre al vaso, donde este eyaculo una gran cantidad de semen, después tomo una cuchara y se lo paso a su hermana diciéndole, “servida”
Marilu tomo el vaso y con la cuchara empezó a disfrutar de la leche de su padre como si fuera una natilla con canela, hasta terminar con ella y todavía lamió las paredes del vaso para no perder nada. Después de esto los tres se quedaron dormidos abrazados entre si como unos angelito.
Beto después de ver todo esto y oír las platicas le dijo al hombrecillo.
-Vaya con el vejete, así que desde que son niñas se las esta culeando el muy cabrón y ni viudos ni nada, puro cuento para coger a gusto.
-Bueno Beto ahora vamos a la casa de la viuda Rodríguez.
-¿También ella, pero si su hijo es cura?
Esperate y veras.
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