El examen de Eva.

¿Cómo llevas el curso, estas segura que lo pasaras?    

 Ya sabes lo que hablamos, si te queda alguna asignatura, durante las dos semanas que estemos de crucero tú papá y yo, en lugar de ir con tus amigas a la playa te quedaras en casa de la abuela, y tus primos no estarán como bien sabes.

            .- No te apures mamá te dije que lo aprobaría todo.     Esta noche cenaré con Lurdes y me quedaré a dormir en su casa o su papá me acompañara después de cenar si hemos repasado todo lo de matemáticas.             Mañana nos veremos otra vez junto con Inés y aunque sea fiesta no iremos a ninguna parte hasta dejar listo lo de física y el domingo comeré una pizza en casa para terminar el comentario de texto.

            .- Podéis ir a conocer a mi primita nueva con toda tranquilidad, ya tengo casi 17 años y no soy tan niña como crees; tomad muchas fotos de todos y dale muchos besos a la pequeña Rosa.

La mamá beso a Eva en las mejillas y la vio mientras marchaba; estaba orgullosa y preocupada a un tiempo de ver que aquella niña que hacía unos meses estaba lisa como una tabla; se había convertido en una exuberante mujercita que había heredado sus formas y gracia al andar a pesar del ridículo uniforme.

La chica marcho al instituto consciente que tenía un problema y debía solucionarlo.        Pasaron las horas y las clases se sucedieron, al terminó de la última se dirigió al despacho del director resuelta a solucionar su problema, al llegar encontró a doña Úrsula en la antesala recogiendo su mesa y mirándola con curiosidad le preguntó.

• ¿Qué haces aquí?  Ya es hora de cerrar y marchar todos a casa.

            .- Es que había quedado con él señor director.   ¿Ya se ha ido?

La mujer, se asomó al despacho del director y le dijo que su portafolio estaba sobre la mesa y que siempre lo recogía antes de marchar.

Entonces le dijo que esperara fuera si habían quedado con “Don Rufo” pero que ella tenía que marchar; la joven se sentó en un banco frente a la puerta hasta que la mujer desapareció, entonces se escondió en un aula para que nadie la viera.          Poco después apareció un hombre cercano a los 50 que imponía respeto por su físico que entro con su llave en el despacho.

Eva desabrocho dos botones de su blusa y la sacó por fuera de la falda de la que tiró hacia arriba casi un palmo dejando a la vista sus esplendidos muslos y con paso decidido entró en la antesala, después de cerrar la puerta con el pestillo se dirigió al despacho del director que estaba sentado frente al escritorio como una visita y al verla preguntó.

            — ¿Qué desea?                    No sé qué necesita, pero sería mejor que concertara una cita a partir del próximo lunes cuando la señora Úrsula le encuentre un hueco.

La joven, se sentó en la butaca contigua y con voz melosa contestó

            .- No creo que sea necesario esperar al lunes, si mira mi expediente verá que tengo problema al menos con 5 asignaturas y necesito aprobarlas.

            — Bueno, está usted en el sitio indicado, solo se trata de estudiar y prepararse para los exámenes que están a la vuelta de la esquina, ya pronto comienzan y lo mejor es estar preparado para superarlos sin problemas.

            .- No se trata de eso, he estudiado lo que he podido pero estoy segura que no los aprobaré todos y haré lo que sea para superar este curso y lo que sea es exactamente eso.                ¡Lo que sea!

Diciendo eso alargó la mano y comenzó a acariciar el bulto que se había ido formando en el pantalón del hombre, este se recostó en la butaca y se dejó hacer, la joven viendo que se prestaba al juego se agachó y comenzó a desabotonar el pantalón y al sacar la verga comprobó que en nada se parecía a aquellas que había pajeado en el cine alguna vez; esta era mucho más gorda y dura y al mirarla con atención reparó en la infinidad de oscuras venas que la recorrían dándole una apariencia aún más terrorífica al tiempo que misteriosa.

La chica había visto como dos de sus amigas le chupaba la pija a algún afortunado y aunque nunca lo había hecho ese era el momento de comenzar, terminó de arrodillarse y mientras con una mano seguía con sus caricias arriba y debajo de ese cilindro de carne que cada vez se parecía más a una barra de hierro, con la otra se desabotono la blusa del todo y se tocó los pezones que tenía durísimos, retiró la blusa que dejó sobre su butaca y acercó los labios al capullo que brillaba.

Con una mano siguió pajeando y con la otra acariciaba los huevos, no pensó que pudieran ser tan grandes y es que nunca los había tocado, el sabor del hombre no le desagradó y pasaba la lengua por el capullo hasta que decidió meterlo en la boca, sentir el contacto en la garganta le provocó nauseas, se apartó un poco y tomando aire retomó sus manejos con cuidado de no meterse la polla tan adentro para evitar un lamentable espectáculo que imaginó propio de alguien sin ninguna experiencia; experiencia de la que ella carecía pero que pretendía aparentar.

Hasta ese momento el tipo se había quedado quieto disfrutando del espectáculo que se representaba para él; una chiquilla que le estaba haciendo una de las mejores mamadas que recordaba a pesar de su evidente inexperiencia; se tensó un poco y viendo que llegaba colocó una mano sobre la cabeza de la chica y la apartó lo suficiente para dejar el capullo entre sus labios, ahí comenzó a soltarle lechazos que se estrellaron contra la boca y el resto de la cara, cayéndole después sobre los pechos.

Eva notó el sabor acre del semen y no le desagradó, en ese momento pensó que “eso” le abriría muchas puertas y no resultaba tan desagradable como algunas de sus amigas comentaban.

El tipo le dijo con voz pausada.

            — Puede usted pasar al baño cuando salga yo para adecentarse un poco.

Entró y se lavó la polla con cuidado mirando a la chica por el espejo y sin ocultar su satisfacción por lo ocurrido, al salir, con un gesto la invitó a entrar y primero con una toalla y después con agua y jabón la chica se lavó la cara y los pechos hasta quedar limpia; él estaba mirando el ordenador cuando ella salió y al tomar la blusa para ponérsela oyó como decía.

            — Suelte eso y después de arremangarse la falda siéntese enfrente de mí.

La chica recordó que llevaba un tanga blanco con dibujos de conejitos y una sonrisa iluminó su aún congestionado rostro.

Con la webcam que sujetaba en la mano el hombre tomo algunas fotos y después de mostrárselas dijo.

            — Tiene unas bonitas piernas y unas notas desastrosas; le puedo ayudar un poco pero tendrá que esforzarse en los exámenes.

            .- ¿Cómo que un poco?       Suponía que con esto tendría unas buenas notas aseguradas.

            — ¿Con esto?           Solo puedo subir un punto en esas 5 asignaturas pero necesitará algo más de un punto para superar los exámenes.

            .- ¿Cómo lo podemos solucionar?            Estoy dispuesta a venir aquí todas las semanas para hacer lo mismo que hoy.       Ya le dije que haría ¡Lo que fuera!

El hombre se levantó y colocándose junto a la joven le dijo en voz baja.

            — No doy puntos a crédito.

Sin esperar respuesta tomo sus manos y ella se levantó de la butaca que ocupó él; la hizo sentar en su regazo y comenzó a acariciarle la espalda con una mano mientras con la otra rozaba su vientre.            La chica se estremecía y de súbito se levantó diciendo.

            .- Mis papás me esperan en casa, no quiero que se asusten y vengan a recogerme.           No estoy segura de poder continuar con esto.

El hombre se puso en pie y sin inmutarse respondió.

            — Usted sabrá lo que se está jugando, pero le aseguro que no conseguirá aprobar esas asignaturas incluso con el punto que añadiré a sus notas.

Eva se arrimó al hombre y con todo el cuerpo temblando confesó.

            .- Es mucho lo que me juego, pero es que soy virgen y tengo miedo.

            — Para mí también sería la primera vez y también tengo miedo de lo que pueda pasar, pero si su temor es en el aspecto físico le puedo asegurar que las molestias serán mucho menores de lo que imagina, además me esforzaré para que sea un buena experiencia para usted; no como la que viviría con cualquiera de esos jovencitos que posiblemente frecuenta.

La joven aproximo la mano a la bragueta del hombre, pero este la detuvo con energía.

            — ¿Este fin de semana tendrá tiempo para que nos veamos?            No me gustaría que aparecieran sus padres y montaran un escándalo.      Quizás tenga planeado ir a un cine o salir con amigas.

            .- Como mañana es fiesta, mis padres se van a visitar a unos parientes que viven lejos y pasaran los dos días fuera.

            — ¿Podemos vernos mañana aquí?                     Dígame a qué hora puede venir y la esperaré para llevarla a mi casa; allí estaremos tranquilos sin riesgo de que nos pueda ver algún curioso.

            .- ¿A las diez está bien?       A mediodía tenia que comer en casa de una compañera pero lo arreglaré diciendo que me tengo que encontrar con otra y cenaré allí por si se lo cuentan a mis padres.

            — Mañana nos vemos junto a la entrada del gimnasio, pero venga sin el móvil porque no me gustan las interrupciones.

La chica se vistió y después de mirarse en el espejo para asegurarse que todo estaba en su lugar salió a la antesala en silencio y después de ver que no había nadie en el pasillo caminó ligera hasta el patio.                   Se dirigió a casa de Lurdes y cuando esta le preguntó dónde había estado, le mintió diciendo que había pasado por la biblioteca a consultar una cosa que al final no encontró.

Cenó con la familia y después de charlar con su amiga un rato antes de dormir; cada una se acostó en su cama y Eva se puso a pensar mientras jugaba con su botoncito.        ¿Cómo sería estar con un hombre mayor y experimentado como el director del instituto? Con esos pensamientos y por las caricias que la excitaron se sumió en un agradable sopor y cuando se quedó a gusto se durmió.

Por la mañana, después de desayunar salieron las dos amigas hacia casa de Inés pues era cierto que habían quedado para estudiar juntas las tres; Eva se excusó con Lurdes diciendo que tenía que encontrarse con un chico que había conocido la tarde anterior, y que si no había dicho nada antes es porque al no ser de su círculo, no quería que se supiera de momento por si no congeniaban.

Su amiga le dijo que era una guarra por no haberlo compartido la noche pasada y le deseó suerte recordándole que tenían que almorzar en su casa; Eva le pidió que mintiera por ella asegurándoles a sus papás que lo haría en casa de Inés pero que cenaría con ellos.

Llegó al instituto poco antes de las diez y se dirigió a la puerta del gimnasio que está en la parte de atrás, al pasar junto al aparcamiento vio una furgoneta y en el asiento del conductor al director que le hizo una seña.

            — Suba detrás porque no quiero que nadie la vea.       ¡Está muy guapa esta mañana!

Esas simples palabras llenaron de orgullo a la chica que estiró un poco la blusa para que se marcaran más los duros pezones a través de la tela, se acomodó en el asiento trasero y partieron; un trayecto de apenas 15 minutos les llevó a las afueras de la ciudad donde el tipo metió la furgoneta en una cochera antes de abrir la puerta para que descendiera la muchacha.

Fueron hasta una amplia sala y le preguntó si le apetecía tomar algo; era muy temprano para tomar nada en cualquier otra circunstancia pero Eva pidió un chupito de tequila que tomó de un solo trago y se sirvió otro inmediatamente.

            — No tome demasiado porque no me interesa que se emborrache. Con un gesto indicó que se desnudara mientras la miraba divertido sentado en un sofá.

La chica se sacó la blusa y soltó el sujetador que dejó caer lentamente sin dejar de mirar el hombre; este tenía las manos apoyadas en el asiento del sofá y lucía una erección tremenda que amenazaba con reventar el pantalón, la chica soltó los botones de la falda que abrió dejándola sobre la butaca, miró al hombre que alargó las manos para que le entregara la ropa que inspeccionó con detenimiento.

Se levantó del sofá y tomándola de la mano la llevó hasta la cercana habitación, allí se sacó la camisa mostrando el torso poblado de bello blanquecino, se sentó en la cama y colocando a la chica de lado entre sus piernas; con una mano comenzó a acariciarle por detrás y con la otra a jugar con su ombligo; daba ligeros toque en zonas concretas de la espalda que la hacían estremecer y cuando bajó la otra mano acariciándole la vulva los temblores se generalizaron.

Le quitó el tanga y con dos dedos fue exploraron la entrada de la vagina y al rozar el clítoris, Eva reaccionó como sacudida por una descarga eléctrica.         Viendo su respuesta el tipo se esmeró y fue fácil llevarla hasta el que fue el primer orgasmo real de su corta vida.

Una explosión de sensaciones inundó su mente y sacudió su cuerpo en una sucesión de espasmos; con los ojos en blanco se sujetó al hombre para no perder el equilibrio resoplando como una vieja locomotora, los jadeos se podían oír desde cualquier rincón de la casa y su cruel verdugo sonreía satisfecho al comprobar el efecto de su buen hacer.

El hombre esperó a que se serenase un poco y preguntó.

            — ¿Qué tal está?                 ¿Sigue pensando que le haré algún tipo de daño?         Sé que ha disfrutado y cómo hacer que sea mucho mejor y que este sea el primer día del resto de tu vida; los principios son siempre lo más importante porque determinan cómo será la continuación.

El hombre se despojó del pantalón y calzoncillos; la tendió en la cama cubriéndola con su cuerpo pero no intentó penetrarla, tan solo que se acostumbrara a tener la verga entre las piernas, los cuerpos en contacto, los pechos chafados y notando el palpitar de otro corazón, cuando le pareció giró dejándola encima y le dijo.

            — Yo sujeto la verga y se va ensartando hasta que note alguna molestia, es mejor que lo hagamos de ese modo para que sea quien controle hasta donde llegar.

Eva alzó el culo y notó el grueso y cálido capullo entre los pliegues de la vagina, fue bajando y notaba como iba penetrando sin que le causara dolor alguno, y si, una agradable sensación al rozarse con el clítoris; sensación que se incrementó cuando comenzó a recular un poco para retornar a la posición que ya había alcanzado y progresaba un poco más.      Estaba follándose con ese enorme falo que nunca llegó a sospechar que fuera capaz de albergar en su pequeño cuerpo.

El hombre colocó sus manos en las caderas de la chica y fue acompañando los movimientos hasta que las pelvis de ambos se juntaron y Eva comenzó con un metisaca que de ser lento y pausado pasó a ser una cabalgada infernal, en la que alcanzó otro gran orgasmo que la dejó exhausta sobre el cuerpo de su amante; este giró otra vez y se encargó de seguir follándola haciéndola llegar una y otra vez dejándola cada vez cerca del desvanecimiento hasta que vertió en ella su cálido y viscoso semen.

El hombre, se quedó dentro y sobre ella que apenas podía respirar aunque no se quejó y es que las sensaciones vividas eran tales que de ser un sueño no quería despertar y comprobar que lo era.           Pero no se trataba de un sueño; había sido lo más real que podía recordar y deseaba que aquel hombre repitiera y la hiciera sentir mujer una vez más.

Al rato, el tipo se retiró y se quedó tumbado a su lado; ambos miraban al techo y la chica un tanto alterada preguntó.

            .- ¿Qué pasara ahora?         ¡No hemos empleado condón!                  ¿Puedo quedar embarazada?            Que dirán mis papás.

            — No se apure por eso ahora, tengo una solución para eso y le aseguro que no quedara embarazada; hoy le aseguro que no.

Algo más tranquila siguió en sus reflexiones hasta que preguntó.

            .- ¿Siempre es así?   Porque de serlo no quiero perder más el tiempo, quiero estar follando siempre que tenga oportunidad.      ¿Seguimos?

            — No sea así criatura, seguiremos cuando descanse un poco; los hombres no somos tan resistentes como las mujeres.

La había llamado mujer y esa sí que había sido una gran recompensa.          Se quedó pensando en lo mucho que había soñado en cómo y con quien sería su primera vez y nunca se le pasó por la imaginación algo semejante; sí que había fantaseado con su papá como suponía que hacían todas las niñas, pero solo se trataba de fantasías de las que se sabe a ciencia cierta que nunca se cumplirán.

Se recostó sobre su acompañante y bajó su cabeza hasta la verga que descansaba morcillóna, la tocó con los dedos y el tacto viscoso le resultó repulsivo, pero el recuerdo del placer que le había proporcionado fue suficiente para que comenzara a lamer el falo con deleite, consiguiendo una erección más que buena y sin dejarle opción se acuclillo mirando al hombre y guiando la verga con su manita se ensartó en lo que ya era una barra de hierro candente que le abría las carnes para su gozo.

Pensó que era más gruesa que la primera vez pero no le dolía y siguió moviéndose mientras el hombre acariciaba sus pezones hasta que un nuevo orgasmo vino a premiar su buena disposición; se derrumbó sobre el pecho de su amante y este la sujetó fuertemente con sus brazos murmurándole al oído.

            — ¿Cree que está preparada para dar un paso más hacia su éxito académico?

            .- Estoy preparada para cualquier cosa que me proponga.

            — Bueno, ahora vamos a reposar un poco y charlar de todo lo que realmente nos importa y después ya veremos.

El hombre la acompañó hasta un gran baño y lavo su cuerpo con delicadeza sin olvidar ningún rincón, llevando a la chica a un nivel de excitación tal que tuvo que parar para evitar recomenzar antes de dejarlo.

Le ofreció un negligé negra calada muy sexi que la chica se colocó comprobando con alegría que la había comprado para ella, él se cubrió con un albornoz y de esa guisa pasaron al salón donde el hombre le indicó un sofá sentándose en frente; mirándola divertido le preguntó que pensaba de lo vivido hasta el momento.

            .- No pensé que resultara así, yo acudí a usted para solucionar un problema y estaba dispuesta a sacrificarme por ello, pero ha resultado ser con diferencia la mejor experiencia de mi vida; realmente me preocupa lo de los exámenes pero de todos modos eso ya no es lo más importante, estar aquí ha sido excepcional y quiero pensar que esto solo puede ir a mejor.

            .- En cuanto a los estudios quizás tenga que abandonarlos, me pasa algo muy raro porque conozco los contenidos y cuando alguien me pregunta soy capaz de desarrollar los temas sin problemas, pero cuando tengo delante un examen me quedo en blanco.

            — ¿Nunca lo habló con tu tutor?              Puede ser un trastorno de atención y si se demuestra, puede exigir que le hagan los exámenes al estilo tradicional; se le entregan las preguntas sobre los temas y aislada en una sala responde por escrito; a los resultados se le aplica una corrección del 0.8, por lo que nunca lograra alcanzar la puntuación máxima, pero puede resultar interesante al sentar un precedente en su expediente y que todos los exámenes se los hagan de ese modo.

La chica se quedó pensando y al rato respondió.

            .- En ese caso.           ¿Ya no modificara mis notas?        ¿No me hará marchar antes de completar lo que sea que haya planeado para nosotros durante el resto del día verdad?

            — Puede estar tranquila en cuanto a eso, estoy encantado de tenerla aquí y de poder darle unas clases magistrales de sexo en todas sus variantes.        Y considero que lo mejor es que solicite los exámenes por escrito para que conste en el expediente académico y así en lo sucesivo lo podrá exigirlo y cursar la carrera que desee.

Sirvió un aperitivo para ambos y después pasaron al comedor; había en la mesa servicio para dos y sacó de la cocina una fuente con “pollo al mole poblano” que acompañaron con arroz y un vino rosado del que sirvió un par de copas a la muchacha a la que se le pusieron las mejillas coloradas.

Después de tomar café en el sofá, el hombre la atrajo hacia sí y comenzó a besarla como nunca lo habían hecho; parecía que quisiera sorber su esencia en cada beso y sus manos recorrían el joven cuerpo de la chica con la maestría que da la experiencia. Siguió besando el cuerpo de la joven hasta llegar a los pechos, donde lamió mordisqueó y sorbió los pezones hasta oírla jadear, continuó su singladura que lo llevó al monte de venus y los lametones hicieron que la chica se arqueara elevando el trasero del asiento como si pudiera obtener más placer.

El hombre se arrodillo en el suelo y separando la piernas de la chica le hizo sexo oral; la primera eyaculación sorprendió a la muchacha y agradó al hombre que insistió en sus manejos hasta que ella atrapó su cabeza entre los muslos en medio de tremendos espasmos; estos no aflojaban ya que de un modo casi cruel el hombre seguía acometiendo la vagina con su lengua al tiempo que dos de sus dedos que tenían atrapado el clítoris lo seguían castigando.

Eva perdió el sentido unos instantes, y el hombre se colocó a su lado abrazándola y cuando se recobró preguntó con una voz apenas audible.

            .- ¿Todo esto sin penetrarme?

Cerró los ojos y permanecieron así hasta que el hombre besando su cabello le dijo.

            — Ahora vamos a ocuparnos de algunos detalles.

Un tanto desconcertada la chica lo miró pero se levantó imitándolo, lo siguió al baño donde la lavó como por la mañana pero en este caso sin pretender excitarla; se vistieron ambos y el tipo la hizo sentar en el salón otra vez.

            — Bueno, además de que tengo una baja carga de espermatozoides en mi semen, ahora tomara esta pastilla.                      Es lo que se conoce como “la píldora del día después” y en 12 horas se toma esta otra; con esto es prácticamente imposible que quede embarazada, y le recomiendo que a partir de hoy y hasta que acuda a un centro de planificación familiar tenga siempre a mano condones, porque estoy seguro que tendrá mucho sexo y es mejor prevenir que curar, además piense en las “STD” o “ETS”. Enfermedades de transmisión sexual.

La muchacha tomó la pastilla que le ofreció con un poco de limonada y guardó la otra en su bolso, después fueron con la furgoneta hasta muy cerca de donde vive Lurdes y se despidieron con un simple “Adiós”.

Cenó con la familia y su amiga; contó algunas anécdotas inventadas y cuando se retiraron a la habitación le preguntó Lurdes como había resultado con el chico, y con voz cansada Eva respondió que parecía un tipo muy bravo pero que resultó ser aburrido y que apenas se había atrevido a tocarla por encima de la ropa.

El domingo estudiaron un poco y no comentaron nada sobre la salida del día anterior; cuando llegaron sus papás saludaron a sus amigos agradeciéndoles que hubieran cuidado de la niña y poco después marcharon a casa, le contaron algunas de las cosas que habían sucedido durante el fin de semana pero apenas se interesaron por lo que le había pasado a ella; algo que agradeció pues no le apetecía tener que inventar nada más.

El lunes en el instituto, al terminar la segunda clase le entregaron una nota para que se presentara en el despacho del director; caminó decidida y cuando estaba llegando desabrochó dos de los botones de su blusa.  Al entrar en la antesala doña Úrsula le ladró.

• Abróchate esa blusa, esto es un colegio decente.       ¡Ya puedes pasar! Don Rufo te está esperando.

La chica lo hizo y al entrar instintivamente cerró la puerta tras de sí y el hombre que estaba de espaldas le dijo que la dejara abierta.   Cuando este se giró vio que era también un hombre de unos 50 y con poco cabello pero no el que ella había conocido.

            — Ha sido un fin de semana de locos; marche fuera el viernes a media tarde con mi esposa y olvidé que mi antecesor y amigo marchaba ésta madrugada a EEUU, me dejó las llaves de este despacho y de mi casa que es donde ha vivido las últimas semanas junto con una nota hablando de usted; imagino que lo encontraría el viernes cuando vino a verme y conociéndolo supongo que es cierto lo que me cuenta respecto a sus dificultades con los exámenes tipo test.

La muchacha alucinaba y solo atinó a asentir.

            — Bien, en ese caso solo tenemos que hacer una prueba para cumplir con el protocolo, pero estoy convencido al igual que él, que es lo justo en su caso.

Dicho esto, el hombre la emplazó para hacer un examen del tipo convencional la próxima semana a modo de comprobación, resultó ser precisamente el mismo que había suspendido el pasado trimestre.         Los resultados fueron abrumadores, mereciendo la mejor nota posible al no contener ninguna respuesta errónea.

Eva superó los exámenes sin problemas y las dos semanas que sus padres pasaron de crucero, ella los pasó en la costa con unas amigas, aunque de hecho estuvo disfrutando de tanto sexo como fueron capaces de darle los ocasionales amantes que encontró.

Cuatro meses después del encuentro con el supuesto director del colegio le llegó un escueto correo.

            — Mi amigo Rufo me ha facilitado su dirección según consta en su ficha; la próxima semana voy a visitarlos y pasaré unos días con ellos; me gustaría que nos encontramos para saludarla y que me cuente que tal le van los estudios con la nueva fórmula de exámenes.

El encuentro fue memorable, ya que no encontró a una adolescente desarrollada; Eva se había convertido en una atractiva mujer de corta edad pero con formas y estilo de verdadera hembra que había desarrollado una forma peculiar de disfrutar de la lujuria que emanaba.