Después de llegar a su casa por la tarde, Pamela solo dejo sus cosas y se dirigió al hospital para ver a su esposo, al llegar lo vio en la cama, tumbado y sin moverse, justo como estaba cuando ella se había ido, la chica tuvo sentimientos encontrados, por un lado estaba triste porque su esposo aún estaba en ese estado, por otra parte estaba aliviada de que estuviera así, porque de esa manera no sospecharía nada de lo que había hecho y por último se sintió culpable porque ya no le pertenecía solo a él.
Esa noche se quedó a dormir en el hospital justo al lado de su esposo convaleciente, después de un rato Pamela cayo dormida, mientras soñaba que estaba chupando una polla grande y gorda, eso ocasiono que despertara y viera que ya era de mañana, volvió a mirar a su esposo y nostálgicamente le dio un beso el sus labios resecos, se puso de pie, tomo su bolso y se dirigió a su casa, mientras caminaba solo meditaba en ¿qué es lo que aria?, ahora era nuevamente desempleada, pero podría pasarla y hasta pagar alguna de las cuentas del hospital con el dinero que le había mandado el cerdo de Don Armando.
Mientras tanto en el colegio, Yair platicaba con su primo Gerardo, el cual le cuestionaba ¿porque estaba tan contento? , Yair no pudo aguantar las ganas de contar su gran hazaña de haberse cogido a tan suculenta hembra que era Pamela, así que llevo a su primo a un lugar solitario y le dijo en absoluto secreto, lo que había vivido unos días antes, el chico se explayo en su explicación y no dejo fuera ningún detalle, le conto todo, desde como encontró a la chica cuando llego, hasta como se la siguió culeando cuando ella ya hacia inconsciente en la cama y no escatimo en adjetivos para describir a la hermosa mujer.
Gerardo que era extremadamente similar en físico a su primo, escuchaba incrédulo todo lo que le contaba Yair y esperando pacientemente hasta que este hubiese terminado le dijo:
-Aja, y ¿qué dedo me chupo yo?, acaso crees que soy idiota o estoy pendejo, para creerme que te has cogido el fin de semana a una según tu tan buenísima vieja.
Yair se quedó estupefacto, su primo, el único al que había decidido contarle, no le creía, así que sacando su Smartphone, busco en Facebook el perfil de la chica y dirigiendo la pantalla asía la cara de su primo dijo:
-Ahí esta cabron, es ella, es real y esta buenísima.
Gerardo tomo el celular entre sus manos y buscando adentro de los álbumes de la página pudo ver varias fotos de cuerpo completo de Pamela, deteniéndose en las que más le gustaban, luego extendió su brazo devolviéndole el teléfono a su primo y le dijo:
-Y ¿qué tiene?, es una vieja sabrosa, pero eso no quiere decir que te la hayas montado ni mucho menos, solo abría una forma en la que te crea, y es si me dejaras cogérmela a mí también.
La idea no le agradaba a Yair, no quería compartir a su yegua, así que le dijo que “no” a su primo, lo cual le causó un gran enojo a Gerardo el cual solo le contesto a su primo:
-Pues no te creo, y ahí muere, eres un mentiroso y te aseguro que no conoces a esa que me mostraste o solo te haces pajas viendo sus fotos.
Después de esas palabras Gerardo se marchó dejando solo a su primo, el cual estaba muy cabreado pues no había podido convencer a su primo de que lo que contaba era verdad.
Los días iban pasando y ya era viernes, Pamela no había tenido noticias ni de Yair ni de Don Armando, así que ella vivía con el temor de que en cualquier momento sonara su teléfono y fuera Don Armando para citarla en algún lugar con su hijo, mientras tanto ella había decidido usar la membresía que le había mandado el padre del muchacho y por las mañanas iba a hacer ejercicio y mantenerse en forma, pero más que nada a tratar de distraerse un poco de su situación, por las tardes era seguro que estaría en el hospital al lado de su marido y ya por las noches regresaba a su casa para descansar tranquilamente, la chica había vuelto esa, su rutina diaria, el viernes por la mañana la chica realizo sus actividades con normalidad, pero cuando había emprendido el viaje al hospital donde se encontraba su esposo, sus temores se hicieron realidad, su celular sonó, era el timbre que le había asignado a Don Armando, temerosa la chica contesto y del otro lado alguien contesto:
-Hola nuerita, espero que estés lista para este fin de semana, yo saldré de viaje y les dejare la casa sola a ustedes dos, espero la pases genial, mientras te ensartan, Jajaja, te ,mandare un vehículo mañana por la noche, le deje una carta a Yair en tu nombre avisándole que irías así que te estará esperando.
Pamela estaba furiosa por cómo le habían llamado Don Armando “nuerita”, pero trato de contenerse y solo le contesto:
-Ok, ya estoy enterada.
Yair al llegar a su casa del colegio encontró en su cama una carta, estaba hecha por computadora y dirigida a él, hecha como si Pamela la hubiera escrito:
“Cari, quiero verte, ya supe que tu papá saldrá de viaje y podremos estar solos, no salgas el sábado por la noche que quiero ir a verte”
Yair no era estúpido y sabía que esa nota no la había hecho Pamela, pero poco y nada le importaba, pues nuevamente tendría la oportunidad de montarse a esa hembra, sin embargo por su cabeza giraba la idea de que aunque pudiera cogérsela a su gusto y voluntad, nadie le creería cuando tratara de alardear sobre el tema, muy a su pesar Yair tenía que conseguir pruebas de que hubiera estado con ella, decidido le marco a su primo y le dijo:
-Toda la semana me has estado jodiendo con eso de que no me he cogido a esa vieja, pues el lunes te llevare un video como prueba, para que se te quite lo hablador.
Su primo rápidamente contesto:
-Eso no es prueba de nada, pondrás las cámaras donde no se le pueda ver la cara a la chica, podría ser hasta una peli que te has descargado, ya te dije, solo hay una forma de que yo crea que en realidad te has tronchado a una hembra así y esa es ¡QUE YO TAMBIEN ME LA COGIERA!
Yair estuvo en silencio por un momento, se resistía a compartir a Pamela, pero eran más sus ganas de presumir que se la había cogido, que su deseo de tenerla para él solo, diciendo solamente “te vuelvo a marcar” colgó el teléfono y marco de nueva cuenta, ahora a la oficina de su padre, le contesto la nueva secretaria a la cual imperativamente le ordeno que buscara en los archivos del personal y le diera el número telefónico de la que había sido su predecesora, la nueva secretaria con descontento hizo lo que le habían ordenado por el hijo de su jefe y no tardó en encontrar lo que le habían solicitado, le dictó el numero al muchacho, el cual sin dar las gracias corto la llamada y marco una vez más.
El celular de Pamela timbro y al ver quien le llamaba no reconoció el número, extrañada contesto solo para llevarse una desagradable sorpresa al escuchar la voz de Yair diciéndole:
-Hola preciosa, me han dado tu número, para que pueda darte algunas instrucciones, ya sé que vendrás mañana por la noche, así que quiero que vengas vestida de muy puta, quiero que traigas tacones, medias y lencería quiero verte muy sexi, y quiero que solo lleves puesto eso, si te da pena que te vea la gente ponte un abrigo encima que te tape todo, te espero con ansias puta.
Pamela no contesto nada y después de escuchar todo lo que le había dicho Yair, solo contesto con un “está bien” y corto la llamada, sabía lo que le esperaba, pero ya estaba embarcada en esa situación, sin mucho que hacer se fue hasta el hospital y como todos los días se quedó con su esposo hasta que ya era de noche.
Por otro lado al terminar de hablar con Pamela, Yair de inmediato volvió a marcarle a su primo Gerardo he iniciaron un dialogo:
-Gerardo, el sábado me troncho a la morena
-Ya te dije que no te creo
-Me creerías si te permito observar
-No lo aras, no puedes, ni siquiera la conoces
-Veras como te cayo la boca cuando la veas bien ensartada en mi verga y escuches como gime cada vez que se la entierro hasta el fondo
-Si eres tan macizo como dices, pues deja que la pruebe
-No, eso no pasara
-Tienes miedo a que me la coja mejor que tú y que ya nose conforme con tu verguita y escoja la mía
Sin darse cuenta Yair había caído en el juego de su primo, el cual lo provocaba para hacer que dijera lo que él quería y logrando su cometido hizo que Yair dijera:
-Maldito, veras como ella me prefiere a mí, y si después de follárnosla ella me escoge tu tendrás que admitir que tengo la verga más grande que tu
Gerardo maliciosamente había guiado a su primo hasta donde el quería y había logrado que este accediera a que entre los dos se cogieran a la chica la cual hasta ese momento no sabía nada.
El tiempo siguió su marcha y el sábado por la tarde había llegado, eran ya las 6:38 PM. Y el sol empezaba ocultarse en el horizonte, a sabiendas de lo que le esperaba, Pamela fue hasta su armario, lo abrió y se dispuso a escoger el atuendo que llevaría esa noche, entre, brasieres, tangas, medias, tacones, corsés y sujetadores, no se desidia y la hora seguía pasando, no podía concentrarse, la sola idea de ser sometida otra vez por Yair le enfermaba, y por lo tanto no se sentía con ánimos de escoger ropa sensual, así que prácticamente a las malas tomo lo primero que encontró y lo tiro en la cama para que estuviera listo cuando terminara de bañarse.
Ella no sabía que lo que le esperaba seria mucho peor de lo que pensaba, pues en casa de Yair a la misma hora ya se encontraba su primo Gerardo el cual al llegar a la casa lo primero que hizo es preguntar jocosamente:
-¿Ya llego la PUTA?
Yair solo miraba como su primo sonreía sin parar, no cabía duda estaba extasiado con la idea de clavarse a la chica, pero Yair sabía que Pamela se negaría, por eso después de contarle la verdadera historia de cómo es que había sucedió doto, le explico a su primo cómo es que lograrían follar a la hembra entre los dos.
Unas horas después, en su casa Pamela ya estaba lista cuando sonó el claxon de un auto a las puertas de su hogar, la chica salió enfundada en un abrigo que le cubría todo el cuerpo hasta un poco arriba de las rodillas, dejando ver que tenía puesto unas medias de red negras, y unos tacones altos del mismo color, solo ella sabía lo que cubría el abrigo, dejando en intriga al chofer abordo el auto sin decir ni una sola palabra y mirando por la ventana del auto las calles, los minutos que tardaron en llegar a la casa de Don Armando se volvieron segundos para la chica.
El reloj marco las 11:27 PM. Cuando alguien toco a la puerta que, a sabiendas de que la chica llegaría la habían dejado abierta para que ella pudiera pasar, había poca iluminación “seguramente Yair lo hizo adrede” pensó la chica, y no estaba equivocada, dirigiéndose a la sala pudo ver como como encima de la mesa había una nota hecha en una de papel tamaño carta, la tomo entre sus manos y leyó como decía:
“te espero en mi habitación, primera puerta a la izquierda”
Al leer eso la chica emprendió la marcha a su desgracia, subió las escaleras y al llegar a la puerta de la habitación toco, del otro lado alguien respondió “pasa” la chica con temor giro la perilla y empujo la puerta, en frente de esta estaba la cama y ahí estaba Yair tumbado boca arriba, completamente desnudo, con la pinga erecta y bien parada apuntando al techo, la chica entre penumbras pues al igual que toda la casa estaba con la luz baja, se dispuso a acercarse así a la cama pero al dar algunos pasos Yair le dijo:
-Antes de que te acerques más, quítate el abrigo, quiero ver que escogiste para excitarme esta noche.
La chica seso su andar y quedándose firme donde estaba, guio sus manos asía el abrigo para tomarlo de sus orillas y quitárselo, poco a poco, dejando ver lo que traía puesto abajo, unos tacones altos que le torneaban aún más sus piernas, medias de red que hacían resaltar el color de su piel, una diminuta tanga de hilo dental que desaparecía en medio de sus dos enormes y bien paradas nalgas y un corsé con liguero pero sin copa que dejaba al descubierto sus pechos permitiendo contemplarlos en todo su esplendor, todo en color negro.
Yair la veía de pies a cabeza, mientras ella trataba de cubrirse con las manos pero era inútil, la vestimenta era demasiada pequeña como para dejar algo a la imaginación, Yair nuevamente se dirigió asía Pamela diciéndole:
-Me gusta, me gusta tanto que mi verga se ha puesto más dura, tendrás que hacer algo al respecto, ven aquí y recuérdame como te la comiste la última vez.
La chica cerro los ojos y apretó los dientes de rabia, no le bastaba a Yair que ella estuviera a su merced, tenía que humillarla recordándole como había hecho que le chuparan la verga, pero sin decir nada la chica se movió nuevamente acercándose a la orilla de la cama, al llegar ahí se trepo a gatas en ella así logrando llegar hasta donde estaba tumbado el chico, mientras el la miraba con lujuria, Pamela tomo el gordo pene con una mano y se lo introdujo en la boca haciendo que de Yair se empezaran a desprender gemidos de placer.
Encerrado en el armario y con la puerta de este entreabierta, estaba Gerardo el cual con una vista perfecta de lo que estaba pasando en la cama, no perdía detalle alguno de como la chica se comía la verga de su primo, miraba con todo lujo como de la boca de la chica aparecía y desaparecía aquella verga casi en su totalidad, hasta que Yair sujeto a la chica del cabello y ahora el con su movimiento de piernas le enterraba el nabo entero en la boca, mientras la chica sujeta de las entrepiernas de Yair y trataba de frenar las embestidas tan salvajes que le estaba dando el muchacho pero sin resultado alguno.
Gerardo veía y como de los ojos de Pamela empezaban a brotar lágrimas y escuchaba como tenía arcadas además de un sonido acuoso que seguro era el resultado de la forma tan feroz en la que Yair se estaba follando la boca de la chica, hasta que finalmente este ultimo la soltó del cabello, Pamela al poder separarse de la verga que le estaba bombeando previamente en la boca, empezó a toser y jalar aire como podía mientras de sus labios escurrían hilos de su saliva entremezclados con los jugos pre seminales de Yair.
Mientras ella recuperaba el aliento Yair le miraba lujuriosamente, pensando que como gozaría follandosela nuevamente, en el closet Gerardo ya estaba más que excitado, había sacado su pene erecto de los pantalones y empezaba a sobarse la poronga mientras no perdía detalle de como en la cama su primo ya se había sentado y ahora a arrodillado se acercaba a la chica que todavía no recuperaba el aliento en su totalidad.
Yair se bajó de la cama y camino alrededor, se detuvo justamente detrás de la chica que permanecía en cuatro encima del colchón, con brusquedad sujeto la diminuta tanga y la arranco de un tirón destrozando la diminuta prenda para posteriormente agarrar a la hembra por los tobillos y jalando de ella, le hizo darse la vuelta sobre la cama, haciéndola quedar boca arriba, con las manos le separo las piernas y dirigió su miembro asía la vagina de la chica la cual chillo:
-No por favor, no estoy lubricada, me dolerá
Pero como siempre a Yair no le importo y mientras ella soltaba un sonoro grito de dolor el chico enterraba su zanahoria en el delicado pero suculento conejo de la chica, la cual por la humillación de verse nuevamente sometida por aquel muchacho empezaba a derramar lagrima de impotencia.
Yair por su parte estaba embistiendo cada vez más fuerte y tenía los ojos ya completamente en blanco, no cabía duda alguna lo estaba disfrutando de sobre manera, la chica por otro lado le empujaba con sus manos y movía sus piernas tratando de separarlo, pero sus esfuerzos eran inútiles, Yair seguía embistiendo más y más fuerte, cada vez hacia llegar más al fondo de las entrañas de la chica su gordo miembro erecto mientras le decía:
-Que rico aprietas Pamela, que sabroso te la meto
Y la chica seguía con su infructífero intento de separar al macho de ella sin dejar de chillar pidiéndole que cesara, todo esto lo observaba Gerardo desde su posición privilegiada, así pudo ver como su primo de un momento a otro se detuvo y tomando nuevamente a Pamela de los tobillos junto los pies de la chica y los dirigió asía una misma dirección, dejándola con las piernas juntas y con una verga enterrada en la panocha, haciendo que Yair sintiera como el estrecho agujero de la chica apretara aún más su pinga.
Pamela sin otra opción apretaba los dientes mientras sentía como aquel pene invasor irrumpía una y otra vez en sus entrañas, mientras miraba en la cara del muchacho como la disfrutaba con gran placer, ella solo sollozaba y por momentos se le escuchaba decir:
-Por favor ya no, para, te lo ruego
Pero era más que obvio que Yair no le haría caso, así que mientras ella apretaba con todas sus fuerzas las sabanas y cerraba los ojos el regordete muchacho se daba un festín follandosela, sujetándola de las caderas y enterrándole una y otra vez su pene desfrutando la posición en la que había puesto a la chica, hasta el punto en el que el chico se separó de ella, se tumbó nuevamente en la cama y diciéndole:
-Ven aquí Pamelita, quiero probar una vez más tu culito, pero ahora en una nueva posición
La chica veía con rabia como el miembro de Yair aún estaba erecto e inclusive parecía más gordo que la ocasión anterior, en un intento burdo de zafar de la situación Pamela le dijo que “no estaba lubricada” y que la última vez le había hecho daño, pero no contaba con que Yair ya estaba preparado y estirando su mano asía la mesa de noche tomo una pequeña botella, abriéndola y derramando un líquido translucido y aparentemente un poco espeso encima de su pene le dijo a la fémina:
-Vez que yo cuido tu culito, por eso compre este lubricante, para que con él te pueda meter la verga más al fondo y así darte más placer
La chica miraba incrédula y pensaba en que tan mala suerte tenia, sin opción aparente se puso de pie en la cama y poniendo un pie a cada costado del muchacho se dispuso a inclinarse para ser penetrada, pero Yair la detuvo y le dijo:
-No, así no, quiero que estés de espaldas a mí, quiero ver como mi verga desaparece entre tus dos preciosas nalgas
La chica se incorporó nuevamente, y dándose la vuelta, le dio la espalda al chico, solo para agacharse lentamente mientras el muchacho apuntaba a la entrada de ese delicado culito.
Pamela solo sentía como aquel hinchado glande rosaba con su ano, mientras ella bajaba poco a poco y empezaba a sentir como aquel miembro empezaba a hacer presión contra ella, pero repentinamente cuando la cabeza del pene ya había logrado introducirse en el esfínter de la chica, Yair la tomo de las caderas con las dos manos y jalándola asía abajo le enterró toda su poronga en el culo, esto ocasiono que la chica gritara una vez más:
Mientras tanto en el armario donde estaba oculto, Gerardo se estaba masturbando furiosamente mientras observaba como la chica que se encontraba agachada encima de su primo trataba con las manos de apoyarse en las piernas de Yair y así evitar que la verga le llegara tan al fondo, en la habitación solo se escuchaba un “splahs, splash” cada vez que Yair jalaba hacia abajo a la hembra enterrándole su miembro, seguramente por la abundante cantidad de lubricante que se había tirado encima el obeso muchacho.
Yair quito sus manos de la cadera de la chica y las estiro hasta tomar las tetas de la chica, jalándola asía él y haciendo que ella se recostara encima suyo mientras no dejaba de embestirle una y otra vez, teniéndola en esta posición la chica volvió a apretar las sabanas, mientras una mano del chico le jugaba el clítoris y la otra le apretaba el cuello para así tenerla cerca de él y besarle el cuello, a la chica le parecía asqueroso, era humillante la forma en la que el muchacho la estaba culeando y lo pero era que ella sentía como su cuerpo había empezado a lubricar involuntariamente.
Mientras Gerardo miraba la morbosa imagen, ya estaba más que excitado y justo cuando sentía que no aguantaría más y tendría que salir a enterrarle la verga a la chica, vio como Yair dejaba de estimular el clítoris de Pamela y con la mano le hacia una seña de que fuera con ellos en ese preciso instante, sin pensarlo dos veces Gerardo salió silenciosamente del armario, ya sin pantalones y con el pene erecto, se dirigió a donde estaba la pareja de amantes, al llegar a la orilla de la cama se detuvo para admirar a la hembra que estaba siendo culeada, con ímpetu empezó a subirse en la cama y arrodillándose entre las piernas de la chica, tomo su pene erecto y lo dirigió a la entrada de la vagina de Pamela.
La chica se percató de la presencia del otro muchacho demasiado tarde y empezó a gritar:
-¿Que pasa aquí? ¿Quién es él? No, esto no, por favor Yair te lo ruego, esto no, es enfermizo
Pero era demasiado tarde Yair la tenía sujetado del cuello y empezaba a asfixiarla, mientras que Gerardo le sujetaba las piernas separándolas para que así tuviera el camino libre a su conejo, la chica como podía miraba horrorizada como entre sus piernas Gerardo se posicionaba para enterrarle la verga, en su vagina Pamela solo sentía como el pene de aquel muchacho que ella no conocía empezaba a hacerse un espacio irrumpiendo en su interior, como podía la chica empezó a manotear, pero con una mano Yair sujeto su brazo para que no se moviera mientras el otro brazo de la chica era inmovilizado por Gerardo quien ya había logrado enterrar la cabeza de su miembro en la vagina de la chica , haciendo que esta se sintiera sumamente humillada.
De un solo empujón Gerardo enterró todo su pene en la chica la cual dejo salir un en grito, mientras por sus mejillas caían enormes lágrimas, la chica solo sentía como en su interior los dos penes prácticamente se unían y le daba la sensación de que palpitaban haciendo que le doliera enormidades pues nunca había ejercido esa posición, pero ellos ya habiendo ensartado a la chica por los dos agujeros empezaron a bombear violentamente sus vergas adentro de la hembra, de la cual se desprendían gritos pues seguramente los miembros le llegaban muy hondo haciéndole daño, pero la chica seguía llorando y forcejeando hasta que Yair se detuvo un momento la jalo del cuello y acercándola a su cara le dijo al oído:
-Deja de llorar puta, tu estas aquí para hacer lo que yo quiero, y esto es lo que yo quiero, así que mejor empieza a moverte porque sé que te gusta o mi padre se enterara de esto y te ira muy mal
Pamela a sabiendas de que las amenazas de Yair eran más que ciertas, no tuvo otra opción más que acatar las órdenes de estos dos mozalbetes, mientras ella solo trataba de dejar de llorar, aquel par de regordetes muchachos habían iniciado nuevamente su sesión de mete y saca, solo que ahora ni Yair ni Gerardo le sostenían las manos para que no se moviera, Pamela maniatada por las amenazas de Yair ya no metía sus manos tratando de separarlos y ahora ella se abrazaba a Gerardo tratando de no ver, pero Gerardo la separaba continuamente pues no solo quería ver las tetas de la chica si no que de un momento a otro el chico se prendía con la boca de aquel par de tetazas que se cargaba la hembra, la cual solo sentía como le mordisqueaban los pezones y como sus piernas, caderas y nalgas eran acariciadas por las manos de Yair.
Gerardo quien ya había empezado a masturbarse viendo como Pamela era cogida por su primo no aguantaba más así que acelero el bombeo que le estaba dando a la chica, esto alerto a Pamela quien rápidamente se dio cuenta de que aquel muchacho quería correrse adentro de ella, pero aun sabiendo que no le harían caso la chica suplico:
-Échalo fuera por favor, adentro no
Pero esta vez sus suplicas fueron escuchadas así que Gerardo se separó de ella y conteniendo su eyaculación le dijo:
-No quieres que me corra adentro tuyo, entonces hagamos un trato, me vendré en tu boca y si te tomas toda mi leche, sin derramar ni una sola gota, te dejare tranquila.
Pamela con la cara llena de sorpresa y mientras por sus mejillas aun caían las lágrimas, solo acertó a decir “si” con el movimiento de su cabeza, así que sin perder tiempo se separó de Yair quien quedo ahí tirado en la cama expectante de ¿qué es lo que sucedería ahora?, fue cuando vio como la hembra se bajaba de la cama y se arrodillaba a los pies de Gerardo quien tenía su pene erecto sujeto entre las manos, Pamela acerco su boca abierta a aquella polla tiesa y mientras Gerardo se masturbaba violentamente enfrente de la chica, esta tomo entre sus manos los testículos del macho para empezar a masajearlos y así acelerar la eyaculación, cuando vio como Gerardo ponía los ojos en blanco se dio cuenta de que era el momento, así que ahora no solo acercaba la boca a la polla y en lugar de eso engullo aquella poronga con la boca y llevándola hasta el fondo de la garganta se puso a estimular la verga de Gerardo el cual estaba dejando salir su leche adentro de ella.
Como pudo la chica mantenía el pene adentro de su boca y cerraba sus labios aprisionando aquel miembro, poco a poco Pamela sintió como el semen de aquel muchacho inundaba su interior, como podía tragaba los borbotones de leche que derramaba aquel hombre adentro de ella pero era tan abundante y tan asquerosa la cantidad de semen, que en dado momento la chica tuvo que abrir la boca para jalar algo de aire pues se estaba asfixiando y provocando al mismo tiempo, ocasionando que parte del semen que Gerardo le había puesto en la boca callera al piso, temerosa vio como en el suelo habían caído grandes gotas de semen y sentía como de su boca chorreaban parte de los mocos del muchacho y por su barbilla goteaban hilos de semen que se depositaban en sus pechos y seguían escurriendo hasta su abdomen por debajo de su corsé.
Yair solo veía aquella escena en la que la chica estaba arrodillada y prácticamente bañada en semen de su primo hasta que escucho como la hembra decía:
-Por favor dame otra oportunidad, me estaba asfixiando entiende, por eso no pu..
Pero fue interrumpida bruscamente por Gerardo quien le hizo ver la realidad:
-¿Otra oportunidad?, ¿porque?, hicimos un trato, o acaso ¿tú me hubieras dado otra oportunidad si te hubieras tragado todo mi esperma?
La chica se quedó viendo a Gerardo fijamente, ella sabía que lo que decía aquel muchacho era cierto, de sorpresa sintió como jalaban de su brazo, al voltear a ver qué era lo que sucedía, miro como Yair le había sujetado el brazo y jalaba de ella llevándola nuevamente a la cama, la chica estaba agotada y respiraba agitadamente pues seguramente todavía no se había repuesto por completo, por tal motivo Yair no tuvo muchos problemas para llevar nuevamente a la cama y tirándola boca abajo la hizo ponerse con el culo en pompa de esa forma él tendría todo ese hermoso culito a su disposición así tomando su aun erecto pene lo volvió a dirigir a la entrada del ano apoyando en el nuevamente logro sodomizar una vez más a la chica la cual enterraba la cara en el colchón para no darles el gusto a esos dos de escucharla gritar, pero era inútil pues aun con la cara apoyada contra aquel colchón se escuchaba aunque fueran bastante disminuidos los gritos de la chica, la cual no dejaba de decir:
-Paren, me duele, por favor paren
En tanto Yair seguía con su mete y saca del adolorido culito de la hembra, que a pesar de ya haber sido culeada antes aún no se adecuaba por completo a la verga que le estaban enterrando en el ano, de repente la chica sintió como le jalaban la cabellera haciendo que levantara la cabeza solo para toparse con el miembro erguido de Gerardo quien le decía:
-No has terminado de chupar puta, ahora sigue
Con el maquillaje corrido y una cara miserable la chica sumisamente obedeció las ordenes de Gerardo y engullo nuevamente aquel pene y mientras ella estaba chupando la poronga que tenía enfrente, por atrás Yair seguían embistiéndole una y otra vez a un ritmo frenético haciendo que en cada embestida la chica dejara salir un grito de dolor que era ahogado por la polla que estaba chupando.
En dado momento Gerardo quien no solo ya había vuelto a empalmarse se separó de la hembra y se sentó en la cama, con el pene duro y apuntando al techo, le hizo una señal a la chica una seña indicándole que se siente encima de el para así poder penetrarla nuevamente, la chica volteo a ver a Yair quien había dejado de bombearle el culo momentáneamente, ella como pidiendo autorización o tal vez piedad miro al Yair y este con una sonrisa solo le dijo:
-Has lo que te piden puta, que estás aquí para darnos placer
Pamela no opuso resistencia, se zafo de Yair que la estaba enculando, sintió un inmenso vacío pues su ano había quedado libre momentáneamente y a gatas se dirigió asía Gerardo, poco a poco se trepo encima de aquel chico y arrodillándose con una pierna a cada costado de él empezó su lento descenso hasta sentir como la cabeza de ese pene rosaba sus labios vaginales, mientras ella ponía sus manos en los hombros de Gerardo, este la sujetaba de las caderas y la jalaba hacia abajo para acelerar el momento de la penetración, poco a poco la chica sintió como nuevamente la verga de ese muchacho la llenaba una vez más, cuando al fin la tubo completamente penetrada Gerardo volteo a ver la cara de la chica, la cual tenía los ojos cerrados, solo sollozaba mientras de sus ojos escurrían lentamente unas lágrimas negras producto de haberse mesclado con su maquillaje, mientras ella estaba así, Gerardo no perdió tiempo y dirigiendo su boca hasta las tetas de la hembra empezó a chuparlas y mordisquearlas ferozmente sin dejar de bombearle el conejo ni un solo instante.
Yair veía con morbo como su primo empujaba una y otra vez su verga adentro de la chica y de esa forma como el culo de la hembra subía y bajaba, era hipnótico y a la vez hermoso tanto que no aguanto más y poniendo sus manos encima de los cachetes de la chica hizo que el movimiento cesara un poco, Gerardo se dio cuenta rápidamente de las intenciones de Yair, por eso abrazo de la cintura a la chica y clavándole toda su verga la dejo inmóvil, por su parte Pamela solo sentía como Yair le separaba las nalgas, seguramente dejándole el culito completamente a la vista hasta que sintió como la punta de un pene empezaba a presionar en su ojete, Yair la estaba empezando a culear nuevamente y poco a poco le enterró en su totalidad aquella polla.
La chica ya estaba ensartada por sus dos orificios nuevamente y ahora le bombeaban aquellas vergas a un ritmo frenético, en la habitación solo se escuchaban los jadeos de la chica que por la forma en que estaba siendo cogida luchaba por jalar aire, ella solo se sostenía de los hombros de Gerardo y por momentos lo abrazaba tratando de aguantar el dolor que le ocasionaba la forma en la que se lo estaban metiendo por las dos vías, como podía entre jadeo y jadeo se le escuchaba decir a Pamela:
-YA… Paren…. Me duele….
Pero como siempre no le hicieron caso, fue solo hasta que la chica sintió como Yair le llenaba el culo de leche que este se separó de ella dejándole el culo destrozado y rebosante de semen, mientras el que ya se había corrido en su ano se tiraba en la cama claramente agitado y exhausto su primo tomaba a la chica por las piernas y cargándola sin sacarle la verga la tiro boca abajo con el encima para seguir follandola, mientras Gerardo ya estaba fuera de si le sobaba las nalgas, embarrando hasta las piernas de la chica el semen con el que su primo le había llenado el culo, pero sin dejar de clavársela, en un momento el obeso muchacho no aguanto más y se dejó venir adentro de su vagina de la chica, la cual solo sintió como la leche caliente de aquel cerdo inundaba su interior, sin poder hacer nada la chica solo dijo una vez más entre lágrimas:
-Nooooo sácalo por favor, no te corras adentro
Como si no hubiera dicho nada Gerardo ya había terminado de eyacular adentro de la chica pero no conforme seguía metiendo y sacando su nabo, como si tratara de retacarle el esperma en el interior, la chica con cara miserable solo observo como el que se la había cogido por la vagina al fin se separaba de ella sacándole el pene, solo para dar paso a la que al parecer de la chica era una horrible escena, pues de su vagina no escurría, chorreaban borbotones del esperma de aquel tipo, ella no podía creer como ese chico podía haber tenido tan enorme eyaculación, volteo a ver a los lados y vio como aquellos dos obesos muchachos estaba tirados en la cama y mientras Yair ya estaba profundamente dormido, Gerardo estaba apenas consiente, balbuceando:
-que rico, como aprietas, que quesito te mandas
Como pudo Pamela se levantó, miro por la habitación y se percató de que ya era de día, habían estado cogiendo toda la noche, busco por el piso su tanga solo para encontrarla tirada a un lado de la cama completamente destrozada, recordó que Yair se la había arrancado bruscamente, se dirigió lentamente al baño de la habitación mientras sentía sus piernas pegajosas y como de sus orificios escurría el esperma de los dos machos, al entrar al sanitario pudo ver en el espejo como todo el maquillaje que se había puesto en la noche estaba corrido, se puso de puntillas y vio cómo su ano estaba extremadamente abierto y rojo, prefirió no seguir viendo, se lavó la cara y se aseo lo mejor que pudo, salió del W.C. solo para ver que los dos muchachos seguían en la cama ahora los dos dormidos claramente.
Mientras tomaba su abrigo y se cubría como podía, la chica salió del cuarto y se dirigió a las escaleras, al llegar abajo vio en la mesa del recibidor un gran sobre de color amarillo, se dirigió a él y al abrirlo pudo leer lo que Don Armando le había escrito:
“Cuando encuentres esto seguramente ya abras dejado satisfecho a mi muchacho, en el interior de este sobre te dejo un obsequio”
Al revisar más a fondo aquel sobre pudo ver que adentro se encontraba uno de los pagarés que había firmado y una generosa cantidad de dinero, la chica con cara frívola tomo aquel sobre y al salir de la casa se encontró con el chófer que siempre le mandaba Don Armando, aquel hombre le abrió la puerta y le dijo:
-El señor me ha dado instrucciones de que te lleve a tu casa
La chicas sin cruzar palabra con aquel tipo abordo el auto y una vez más se dirigió a su hogar, al llegar a su destino, solo entro y sin siquiera bañarse se tiro a la cama y se quedó profundamente dormida.