A Sarita, la mas hermosa de mis compañeras de colegio un día que se emborrachó no solo le vi su hermosa vagina sino también su himen intacto
Relato
Yo siempre había vivido enamorado de Sarita, la más linda de mis compañeras de colegio, pero ella decía que no estaba interesada en tener novio porque en su casa no le permitían. Con la esperanza de algún día darle si quiera un beso, me hice su mejor amigo, ella me tenía mucha confianza y varias veces hicimos trabajos escolares juntos e íbamos juntos a las fiestas en las casas de nuestros amigos. Incluso, en la casa de ella habíamos hecho varias fiestas cuando sus padres se ausentaban de la ciudad. En una de esas fiesta, que para mi no era mas que una fiesta más, empezamos a beber cerveza con dos amigas mas y dos amigos mas. Ellos se fueron temprano y yo me quedé solo en casa con Sarita, lo cual ya era normal para mi, pero nunca había habido ni siquiera un acercamiento. Cuando terminamos nuestras cervezas Sarita me preguntó que si había tomado Tequila, le dije que no, que lo quería probar (la verdad es que ya lo había tomado antes) Sarita sacó de una botella que, según dijo ella, la había traído un amigo que vivía en México para su padre. Hasta ese momento estábamos totalmente sobrios pues solo habíamos tomad dos cervezas cada uno. En unos vasos diminutos ella sirvió el tequila y nos dispusimos a tomar. Le dije que no vacilara, que se lo bebiera de una, y así lo hizo. !Es horrible!, dijo. Yo me tomé el mio. El efecto del tequila pronto hizo efecto en ella, y después de cuatro tragos mas ella estaba totalmente ebria. La reté a que se tomara dos mas y así lo hizo, al cabo de lo cual estaba perdidamente borracha, no hablaba claramente y no se podía levantar. Como yo había tomado mucho menos, me sentía bien. Para pesar mio, se quedó profundamente dormida en el sofá, traté por todos los medio de despertarla pero mis intentos fueron fallidos. La tomé en mi brazos y la llevé a su cama. Créanme que hasta ese momento no se he había pasado ninguna negra intención por la cabeza, pero apenas vi a semejante criatura tan hermosa en la cama, con su abdomen plano y firme descubierto y sus senos de adolescente firmes apuntando hacia arriba, como queriéndose salir de su corta blusa, me pareció mas hermosa y mas sexy que nunca. Me dije a mi mismo, "ese ombliguito nunca será mío, debo aprovechar". Y así lo hice, me incliné y le di un tenue beso en el ombligo, con tanto amor y ternura que me estremecí. Sentí el calor de su vientre, la suavidad de su piel y el aroma de diosa que tenía. Dudé un poco y pensé que estaba habiendo algo indebido, pero mi instintos masculinos me impulsaron a darle otro beso, mas largo y más húmedo, le besé casi todo el abdomen, y mi boca instintivamente iba buscando hacia arriba, hacia ese par de montañas inalcanzables que yacían debajo de la blusa. Con una de mis manos toqué suavemente uno de sus senos, muy suavemente,pero me sentía cada vez mas culpable. Me dije, esta oportunidad nunca la volveré a tener y proseguí a introducir mi mano derecha por debajo de la blusa, sentí el calor de su pecho y empecé a percibir la redondez de su hermoso seno. Su Brasier se opuso un poco pero force mi mano hasta que finalmente alcancé su pezón, se sentía tibio y suave. De manera casi brusca descubrí totalmente su seno y lo vi ahí, con su pezón color rosa, como un cereza encima de un delicioso pastel. En esos momentos ya había mandado al carajo mis principios morales y me sentía menos culpable. Levanté con fuerza su blusa con brasier y todo y dejé al descubierto sus dos hermosos senos, que vista tan hermosa, la llanura de su vientre plano y al final dos montañas redondas y deliciosas. Besé sus senos con mucha ternura y muy suavemente, porque temía que pudiera despertarse. Besar sus senos era para mi un premio demasiado grande para mi, y por un instante pensé que ya era suficiente. Pero estaba tan excitado que me olvidé de los senos y volví mi atención a su entrepierna. De todo modos pensé que sería muy atrevido, e incluso un crimen, si quiera tocarle su coñito. Me puse fantasear como sería ese tesoro escondido bajo su ajustado short. Solo veía su pelvis abultada y redonda. Con la yema de mis dedos toque suavemente esa montañita entre sus piernas, era sueve y tibia, y se hundía un poco cuando le hacía un poco de presión. Me cercioré que estuviera bien dormida, porque el paso que iba a tomar si era algo serio, vacilé un poco pero lo hice. Empecé a deslizar su short hacia abajo, suavemente pero con fuerza y su monte de venus empezó a aparecer a mi vista, recién rasurado y de un color un poco mas claro que el resto de su cuerpo. Que hermosura, le di un beso justo ahí, en sumonte de venus. Seguí bajando su short hasta que apareció su vaginita, hermosa, hermosa, divina, perfecta. De un tirón terminé de quitar su short junto con su tanguita blanca y las arroje lejos. Nunca había visto una vagina tan hermosa, sus labios eran perfectos, estaban cerraditos formado una linea casi recta sin mostrar nada al interior.Quedé como un imbécil observando su vagina durante varios minutos, por fin me atrevía a tocar con mis dedos sus labios, pero con suavidad y sin abrirlos, no quería profanar esa puerta sagrada, sentía el calor de su sexo. Acerque mi rostro a su vagina, se veía tan deliciosa que no sabía si besarla, lamerla o morderla, me la quería comer. Me decidí y mis labios se posaron en sus labios vaginales, cerraditos e inocentes, fue el beso mas tierno que jamás haya dado, sentía la intensidad del calor de sus vaginita, y un tenue aroma a mujer. Mi lengua empezó a juguetear con sus labios, a recorrerlos de arriba abajo, y a querer introducirse. Cuando mi lengua penetró un poco esa puerta sagrada, sentí por primera vez un sabor salobre, un poco ácido pero infinitamente delicioso, y el aroma que salía quedó impregnado en mi cerebro hasta el día de hoy. El olor de su vagina era tan delicioso que es difícil describirlo, no se puede describir, hay que vivir la experiencia uno mismo. Sentía curiosidad sobre como sería el interior de su vaginita y con mis dedos suavemente abrí esos delicado pliegue y pude ver lo que , estoy seguro, muy pocos hombres en la tierra han tenido la fortuna de ver: su himen, su virgo. Es una de las cosas mas hermosas y conmovedoras que he visto. La entrada de su vaginita estaba bloqueada por una membranita delgada, de color blanquecino y casi transparente en los bordes, con un orificio de forma medio triangular con los vértices redondeados, del tamaño de un guisante. Aprecié ese panorama por varios minutos hasta que no aguanté mas y empecé a besarle la vagina con tanta pasión y de manera tan salvaje que creía que iba a despertarla. La besé durante casi una hora, tragándome cada gota de los líquidos que amanaban en abundancia. Abría buen sus labios e intenté introducir mi lengua por aquel pequeño orificio de su himen, pero solo un centímetro o dos de mi puntiaguda lengua lograron entrar. Intenté introducir uno de mis dedos pero el hueco era muy pequeño y no quería lastimarla. Con mucha suavidad introduje mi dedo pequeño, entró con dificultad pero entró todo, lo mantuve dentro por un tiempo pensando en que yo había sido el primer hombre en estar dentro de de ese cuerpo de diosa. Afortunadamente el himen un poco elástico, permaneció intacto. Retiré mi dedo y seguí besando su vagina. En un instante de arrebato, levante sus pierna y dejé expuesto su hermoso ano, era rosadito y pequeño, lo besé y lo lamí con tanta pasión que mi legua quería adentrarse y de hecho logro penetrarla unos pocos centímetros. Temiendo que pudiera despertarse, procedía a lamer todo rastro de liquido vaginal que había y con un paño húmedo que encontré en su mesa de noche le limpié todo rastro de líquido y saliva de su vaginita y de su culitio. Tomé mi cámara digital y le tome dos fotos de cerca a su himen. Busqué sus tangas y procedía a colocárselas suavemente, luego le coloque el short con dificultad, acomodé su blusa y la arropé con sus cobijas, como si nada hubiera pasado. Me acosté en el sofá y al otro día ella me despertó como a las 8 am, sentí vergüenza, pero por la naturalidad con que ella se comportaba conmigo, creo que no sospechó nada. Ya te bañaste? le pregunté. Si dijo ella con inocencia. Bebí un poco de agua y me fui de prisa a casa. Me encerré en el cuarto y descargué las fotos de su himen en mi computador, es el tesoro mas grande que poseo y lo miro y duro horas masturbándome. Y Sarita no sabe que fue "mia"
Relato erótico enviado por Anonymous el 14 de December de 2007 a las 13:35:08 - Relato porno leído 783541 veces
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Comentarios enviados para este relato
heber2007
(3 de May de 2010 a las 22:32) dice:
fue una tremenda experiencia la que te toco vivir arzk
(28 de January de 2010 a las 07:50) dice:
wow...es un excelente relato, yo hice algo parecido, pero solo logre tomar una foto jaja, me parece genial tu forma de escribir Sigue asi katebrown
(18 de October de 2022 a las 19:51) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF betsi789
(15 de May de 2010 a las 22:30) dice:
me gustaria que me enbiaras las fotos para ber si es sierto lo que dises y nunca dises que edad tiene ellla tt betsi aided lobocalientee
(1 de February de 2011 a las 23:44) dice:
PASATE LAS FOTOS DEL HIMEN A VER PERO TU RELATO ESTA GENIAL
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